Sales del almacén que termina de derruirse, vas hasta donde dejaste a Jack y Ian pero al llegar solo encuentras algunas tripas sueltas, manchas de sangre, la pistola de Jack y el teléfono colgado - JAAAAAAAACK - Llamas a tu compañero pero nadie te responde, echas la vista al cielo estrellado y ni siquiera los dinosaurios voladores están ya esperándote, seguramente se dieran un festín con tus compañeros.
BOUUUUUMMM
El sonido de una pisada gargantuesca te hace girarte con rapidez, como si hubiera sido justo a tu lado, pero nada más lejos, el dinosaurio gigante sale de los escombros de la nave en la que habíais entrado y lanza un terrible bramido hacia Colossus City. Sus patas son como columnas gigantes, y su cuello tan largo que a pesar que su cuerpo aún está a 10 metros, su cabeza ya ha pasado por encima tuyo.
Jurarías que habías visto en las películas que este bichejo era hervíboro... pero por el destello de su dentadura saliente a la luz de las estrellas.... es difícil asegurarlo. Sales corriendo a toda prisa en busca de un escondite y desapareces en la oscuridad, pues nada más puedes hacer aquí
Todos tus compañeros han muerto, puedes escribir un epílogo de tu personaje si lo deseas.
Con lagrimas a punto de ser derramadas por un compañero abandonado a una muerte segura (Jimmy Norble), salí corriendo del almacén, mientras el edificio a mis espaldas se comenzaba ahora a derrumbarse externamente. Ya en el exterior, grité a los cuatro vientos nocturnos los nombres de mis dos buenos amigos, con la esperanza de escuchar sus voces:
- ¡Hammer! ¡Ian! ¡¿Dónde están?! - El estruendo del derrumbe me dificultaba escuchar, pero al no obtener respuesta alguna, temí lo peor. - ¡Respóndanme! ¡Chicos! ¡¿Dónde están?! - El silencio estaba ahí, por lo que no me sorprendió ver manchas de sangre en la zona dónde los habían dejado: solo quedaban cómo restos de ellos Cristina, la Colt Anaconda 44mm de Hammer, con el cargador lleno y el móvil que le había dado para que llame al Jefe.
Espero que haya podido comunicarse con él y que los refuerzos estén en camino, pensé mientras enfundaba mi Revolver Magnum .44 en la pistola oculta, bajo la cazadora impermeable, y guardaba la linterna en un bolsillo interno de mis jeans para recoger a Cristina y el móvil. En cuanto estos objetos estuvieron en mis manos, un temblor en el suelo me hizo girarme. Por fin se dejo ver la causa de que la tierra temblara: un gigantesco Cuello-Largo emergía de entre los escombros del almacén. El enorme reptil movió una de sus patas, posandola a unos escasos 10 metros míos. Otro nuevo temblor sacudió el pavimento del estacionamiento y me hizo correr por mí vida.
Ya a un par de calles y sin aliento, me detuve a tomar aire. Mis dedos se movieron automáticamente sobre la botonera del móvil, comunicándome con la central de Dragonfly. A quien me atendió le escupí un resumen de lo hechos pasado, junto con ordenes.
- No se preocupe, agente Sewel. El agente Grolsh ya nos había informado sobre la situación. La caballería ya está en camino. Por favor, intente calmarse.
- ¿En cuanto tiempo llegaran aquí?
- El helicóptero de extracción estará allí en unos 15 o 20 minutos. De nuevo, intente mantener la calma y no haga nada peligroso.
¡¿15 o 20 minutos?! ¡Esto es una emergencia de nivel 5! Violentamente corté la comunicación y guardé el móvil en uno de los bolsillos del impermeable. Sera mejor que retrase de alguna a esa bestia.
¡Listo! ¡Ultimo mensaje en ésta partida! La verdad que me divertí muchisimo y me encantaría seguirla. Si se vuelve a armar otra partida de éste estilo, cuenten conmigo ;-)