Zoponcio se lanzó a la piscina diciendo así grauitamente que quizás había sido culpa del francés y bueno, eso hizo negar con la cabeza a vuestra señora, señalando que eso era juego sucio incluso para sus esbirros, pero antes de que la mujer dijera nada al respecto, Jacques salió muy bien del paso.
- Así que metaleros...
La mirada de pocos amigos se la llevó Zoponcio, aunque no fue lo suficiente chuga todavía como para que le escociera.
- ¿Entonces? ¿Metaleros? ¿bengalas?
El caso es que había habido un incendio o eso había entendido la mujer.
- ¿Me podéis explicar de una vez lo que sucedió y dejar de dar tantas vueltas?
Vuestra ama cada vez tenía menos paciencia, y con ello, menos esbirros. Estaba claro que cada vez os prestaba menos atención porque se estaba empezando a aburrir de escucharos ya.
Turno para Zoponcio, que tiene hasta mañana para responder.
Zoponcio, ve tirando el dado de la muerte.
1. Jacques
2. Zoponcio
Zoponcio no dijo ni "mu" o como sea que diga alguien de su especie, así que la mujer, ya un poco caliente de que la gente comenzara a quedarse en silencio, decidió darle una lección.
De la nada aparecieron un montón de seres pequeños con unas pinzas muy grandes y comenzaron a quitarle las escamas a Zoponcio una a una, hasta que no le quedó ninguna en el cuerpo. La verdad es que la cosa fue bastante rápida a pesar de que el esbirro tenía gran cantidad de escamas.
- ¡ESPERO QUE ESTO SIRVA DE EJEMPLO DE UNA VEZ!
Hasta las piedras de las paredes temblaron cuando vuestra Señora alzó la voz.
A todo esto, con la voz que había dado la mujer, los enanos que le habían quitado las escamas a Zoponcio, salieron corriendo, avasallando al pobre Jacques que acabó hecho un cromo y dolorido en el suelo.
En el gabacho se pudo levantar, la mujer le preguntó.
- Bueno, venga, que no tenemos todo el día. ¿Qué pasó después?
Motivo: Dado de la muerte
Tirada: 1d2
Resultado: 1 [1]
Zoponcio pierde una vida por no responder.
Jacques pierde una vida por el dado de la muerte.
Turno para Jacques, quien tiene para responder hasta mañana a estas horas.
Por una vez el Francés se sentía mas confiado, desde que todo empezó la situación no era buena y uno a uno sus compañeros han caído bajo la ira de la Señorísima y allí, parecía que otro mas sufría su ira, incluso debía ser tan doloroso como cuando le tiran los pelos del bigote. Lo que no se esperó, fue sentir como una manada asalvajada lo pasara por encima como si se tratara de un blitzkrieg...
De todas formas, adolorido y vapuleado nuevamente como daño colateral, el ex inspector Jacques Clouseau se esforzó por incorporarse, inflarse lo mejor posible y mantener la poca dignidad que le quedaba... Que bueno que no había ningú8n Inglés cerca para ver lo que pasó, eso si sería un duro golpe.
Como habrá visto mi señora, la situación... cof cof... Era un caos y ante la silenciosa inactividad de mis compañeros al ver como nuestro objetivo se seguía prendiendo fuego, yo y solo yo tuve que actuar en consecuencia, así que agarre a un montón de esos fanáticos de raguetón y empecé a tirarlos sobre el fuego, pensando que si aplastaba lo suficiente las llamas lograría apagarlo y rescatar a la banda... Ahí la cosa se puso rara.
Se apresuró a responder al ver como la señora no estaba del todo animada por culpa del lagarto, ahora desnudo al no tener escamas, por lo que prefirió no tentar a la suerte mas de lo necesario.
Esos raguetoneros estaban pasados de droga, lo se por mi super olfato y experiencia en, ejem, combatir esas sustancias y si me permite aclarar... Queda claro que las drogas son malas si todos esos drogones escuchaban esa pobre escusa de música... Pero en fin, a lo que iba. Aquellos que usaba para apagar el fuego se prendieron fuego y empezaron soltar un olor a alucinógenos, era casi radiactivo y entonces, cuando me quise dar cuenta pasó lo inimaginable...
Pausa dramática para causar curiosidad y así, esperar que su oscurísima Señora no lo matara aún.
Salió el cantante gutural mas gutural de toda esa mezcla, uno de los metaleros atrapados por el fuego de la bengala fue afectado por las drogas y la radiación para salir como un zombie. Hasta diría que era un Rob Zombie! Pero con forma de perrito... No pero el animal, sino esa comida chatarra americana, era un hot dog zombie que cantaba gutural y lo se por como empezó a hablar y a gritar... Sin duda iba a ser todo un espectáculo en el escenario junto a los otros sobrevivientes de la banda.
En ese momento en que parecía que a pesar de todo, algo empezaba a salir bien, Jacques detuvo su relato aguardando a ver si la Señora estaba satisfecha antes de continuar...
Uso excusa:
[El Perrito Zombi]
Turno para las interrupciones. Hasta mañana a estas horas.
El kobold hizo un esfuerzo por no lloriquear ante la pérdida de sus preciosas escamas negras.
—¡Yo había traido la gaviota para que usara la fuerza de sus alas para apagar ese fuego!— quiso explicar— pero alguien empezó a arrojar reggaetoneros a la hoguera, que si son tontos como una puerta, también arden como una... y la pobre gaviota no logró hacer nada. Se lo hubiera perdonado, porque es cierto que el perRob Zombie sonaba bien... ¡Pero el francés no resistió el aroma de las drogas en el aire y volvió a caer en sus vicios!
El kobold afinó los ojos, mirando con odio al francés mientras temblaba de frío.
—¡Y encontró la bolsa que yo me había traido como plan Z! Adentro había un montón de veganos que yo había pensado usar para luchar contra los reggaetoneros diciéndole que a nadie que le gustara esa música le funcionaba el cerebro, y que si tenían muerte cerebral entonces eran vegetales y que se los comieran...— el Kobold cruzó los brazos frente al pecho, y asintió de nuevo con la cabeza, orgulloso de la argucia que había diseñado— ¡Pero el francés creyó que habría alguna sustancia dentro, la abrió para aspirar todo lo que hubiera con su narizota y en ese momento los veganos escaparon! Y comenzaron a golpearnos a todos en el lugar, incluso al metalero que habíamos conseguido de milagro, porque les parecía de mal gusto su aspecto de comida carnivora.
¡Interrupción!
[La bolsa sorpresa]
¡Quemar reguetoneros! Aquello sin duda se merecía una ovación por lo menos. Claro que vuestra señora no iba a cambiar su expresión de querer mataros a los dos ni con esas, pero aún así, era una idea que había que tener muy en cuenta.
- La verdad es que viendo la inutilidad de los j*****s esbirros, tenía que haberles dado un lanzallamas, que era un plan más sencillo para sus inexistentes neuronas...
Claro que no esperaba que apareciera un "perrito" cantando death o algo así, pero bueno, eso servía si conseguían callar a los reguetoneros. Eso sí, momentos después vuestra señora recordaba que no habíais conseguido que el reguetonero no subiera a dar su concierto y bueno, se volvió a encabronar. Ella sí que tenía cara de perro ahora.
Zoponcio también tuvo una grandísima idea con eso de los veganos, pero estaba viendo que aquello levaría a una discusión de descerebrados que lo flipas. Por un lado los reguetones y por el otro, los comehierbas. ¡Uff Qué cansado iba a ser eso! A menos claro, que no se los comieran de verdad y punto.
La mujer apretó los labios fuertemente y miró al esbirro francés.
- ¿Fuiste capaz de esnifarte a todos los veganos?
Eso desde luego era lo que se había quedado pensando la mujer, después de lo que había descrito Zoponcio.
Turno para Jacques, quien tiene hasta mañana a estas horas para responder.
El lugar? La Sala del Trono con varias manchas mas e sangre y algún que otro escombro.
El momento? Mas complicado que antes, pero como buen Frances, Jacques Clouseaus sabía como resistir y pasar por una mala situación, por desgracia no había ningún ingles a quien pedir refuerzos...
No tuve otra opción mi señora, los planes de mi compañero Zoponcio no dejaban de interferir con todo, ya vio como la banda casi se pierde por completo por su inactividad y de pronto, además de reguetoneros, teníamos veganos y los metaleros en vez de estar en el escenario, estaban casi recibiendo una paliza... Suerte que eran metaleros y no blanditos come-lechugas.
Se apresuró a decir el Frances que a pesar de que la Señora Oscura tenía su enojada mirada clavada en él, intentaba mantener la compostura y la calma, aunque su bigote se erizaba un poco ante la señal de peligro, por lo que intentó acomodárselo lo mejor posible.
Al esnifarme toda esa bolsa, cosa que seguramente habrá parecido una recaída, en realidad fue para asegurarme de quitarle el combustible a los veganos drogones, si no lo hubiera hecho habrían seguido con la paliza a perROB Zombie y al resto, pero cuando se terminó la bolsa y quedó completamente vacía, empezaron a dejarlos en paz y ya sin estar prendidos fuego, casi retomamos el camino al escenario... Pero luego pasó lo de los conejos.
Una mirada llena de despreció y de sospecha frances era dirigida en ese instante al lagartejo sin escamas.
Parece que además de usar el abecedario completo con planes de sabotajes y que hacía que la última milla fuera mas difícil de recorrer, Zoponcio usó un plan "A1" y cuando estábamos por llegar para que los metaleros tomaran su lugar, Zoponcio empezó a tirarnos encima zanahorias, creo que en un intento de que los veganos volvieran a terminar de darnos la paliza... Pero en vez de que los veganos volvieran, una marea de conejos salvajes salió de quien sabe donde y nos cayó encima... Mucho... Demasiados conejos peludillos y esponjosos, tanto que parecía que mas que mar, estuviéramos en una playa de conejos que mordían zanahorias y otras cosas, sobretodo mordían a los metaleros... Sinceramene, hasta yo quiero saber que pretendía el Zoponcio con intentar matarnos así.
Concluía el inspector cromo que a pesar de lo maltrecho que estaba, se mantenía firme y seguro con sus palabras acusadoras al único que permanecía en pie además de él mismo.
Uso Pasar el Marrón a Zoponcio
[La playa de los conejos]
Con eso que estaba contando el francés, la mujer tenía algo en claro, allí había la suficiente gente como para que aquello reuniera a bastantes personas en un concierto y bueno, así fue, todo un verdadero problema y dolor de muelas para vuestra ama.
- Mierda de reguetón... - La mujer soltó un gruñido.
Al decir eso de pasó de de los conejos, la mujer puso atención, pues desde luego, esas palabras la habían intrigado.
- ¿Cómo hiciste que aparecieran aquellos conejos? - Seguro que serían alguna clase de animal de compañía o de "amiguito" de los veganos, pero claro, tantos conejos como para aplastarles... - Imagino que conseguisteis libraros de ellos si habéis podido venir aquí a explicármelo...
De todas formas, realmente ya sabía el resumen de todo, porque no habían cumplido la misión. Eran unos mancos...
Turno para Zoponcio, quien tiene hasta mañana a estas horas para responder.
Además, te toca tirar el dado de la muerte.
1. Jacques
2. Zoponcio.
—Pero es que... los veganos no debían ser liberados. Tenía que combatirlos y por eso traje a sus enemigos naturales: otros herbívoros con los que competir por la comida... no es mi culpa que también viniera algún conejo carnívoro— explicó Zoponcio, ignorando la pregunta que originalmente había hecho su ama porque ya estaba totalmente enfrascado en defenestrar al francés, y sintiendo un escalofrío al recordar lo que había pasado— ¡Y aún así! ¡Conejos, veganos, incendios, zombies, reggaetoneros e incluso un iluminador llamado Paco! ¡Eso era la supervivencia del más fuerte! ¡Y los más fuertes TENÍAN que ser metaleros! ¡Y lo eran! Altos, nórdicos, ya maquillados incluso. Les preparamos las cosas en el escenario y... bueno, ya sabemos cómo terminó eso— dijo bajando la voz, mirando el piso con pena y vergüenza. Se le habían acabado las excusas.
Motivo: il dado della morte
Tirada: 1d2
Dificultad: 1=
Resultado: 1 (Exito) [1]
No tengo cartas de pasar el marrón, pero me salva el dado de la muerte!
Vuestra ama tampoco se sorprendió demasiado de que apareciera un conejo carnívoro. Vale que pudiera no ser demasiado normal, pero a estas alturas, estaba claro que la normalidad estaba sobrevalorada.
- Un conejo... - Dijo vuestra ama.
Ella no se rio, pero se imaginó a alguien llegando a cumplir su condena eterna y teniendo que explicar que le había matado un conejo. Eso sí que iba a ser bueno y no un concierto.
Claro que pronto vuestra señora volvió al presente, porque de fondo comenzó a escuchar por ahí cantando a Charlie Glamour y si no se puso a bailar fue porque estaba a punto de cortarle la cabeza a alguien, como siempre.
Lo que nadie se esperaba era que en aquel momento, de la nada, apareciera aquel conejo carnívoro, fuera corriendo hasta el francés y le arrancara la cabeza de un bocado.
A la Señora Oscura no le hizo ni p**a gracia que alguien ajeno a su salón del trono viniera a comerse a sus esbirros y usó su magia para atrapar a la pequeña y sádica criatura.
- ¿A DÓNDE CREES QUE VAS TÚ? POR MUY INÚTILES QUE SEAN SON MIS ESBIRROS Y NO TIENES NINGÚN DERECHO A COMÉRTELOS.
El conejito estaba totalmente asustado y en un eructo, dejó escapar el bigote del recién fallecido Jacques.
Zoponcio, que así en un momento se había quedado solo, vio que su Señora parecía haberse olvidado de él y ahora había centrado su ira en aquel conejo. Además, que ya sólo quedaba sangre, muerte, destrucción y él allí esperando a que lo mataran, así que decidió escabullirse y salir de allí con la esperanza de que no se acordaran más de él.
Eso sí, a la Señora Oscura se la escuchaba gritar y maldecir a varios kilómetros a la redonda.
Cosas de Halloween.
Jaques pierde una vida y muere.
GANADOR: ZOPONCIO!!
Así terminamos la partida. Espero que os lo hayáis pasado bien.