Partida Rol por web

Vuelvo a la habitacion donde estan los otros tres, y bajo la voz para no molestar a Katrina.

Todos se han ido. Parece que algunos calleron con la viga, y el resto debe haber retrocedido. guardo silencio un instante pensando sobre lo observado antes de continuar Tiene que haber alguna otra salida en esta habitacion, o quiza no... pero aquel pozo... debajo habia una habitacion con dos puertas...

Doy un vistazo hacia donde Katrina reposa para asegurarme de que esta bien y nada la molesta antes de dirigirme a las paredes en busca de alguna puerta que como en la habitacion anterior no hubiesemos visto al principio.

Hotarubi coge todas las llaves que habían sacado y las guarda en su calzoncillos; tras ello, sigue a Grace sin decir ningún comentario sobre lo sucedido con Katrina.

Está muerta... No la he matado yo, pero está donde debería. - Pensó con cierta melancolía.

Internamente maldijo el que la puerta no abriese con la muerte de la muchacha, mas seguir lamentándolo solo serviría para perder el tiempo.

-No he conseguido ver nada en esta sala, pero es muy posible que se me pasase por alto algo…- Comenta Armando en respuesta a los vocablos de la muchacha.

-Podríamos intentarlo por la habitación que dices, si alcanzamos a caer sobre los cuerpos de los caídos podríamos evitar la muerte,…- se caya durante un momento, mas continua.- las otras opciones seria permanecer aquí esperando un milagro, seguir con lo de las llaves o pasar por la viga y seguir al otro grupo. Hagamos lo que hagamos estamos jodidos, de todas formas seria conveniente que siguiéramos juntos…-

Luego de tanta palabra esbozada espero las respuesta de los otros dos.

La viga ha caído me limito a decir antes de decidirme por el plan alternativo del hombre. Vuelvo a la habitacion anterior y trato de buscar una forma de descender a la habitacion del fondo.

perdón en la sala tres, en el lado que conecta a la sala dos, habia una puerta abierta, que antes de que tu pasaras estaba oculta.

sin la viga pasar al otro lado parece casi imposible...y bajar a la sala de abajo, es caer casi seguro en los pinchos...no ves una salida facil alli

Al ver a Grace abandonar la sala tras aquellas palabras decida acompañarla y buscar de igual manera desender.

De pronto un susto de muerto os llama la atención, un ruido metálico

la puerta metalica del candado se mueve, como si algo o alguien en el otro lado tratase de abrirla

Escuchais que alguien tras la puerta grita

-TRECE, EL NUMERO ES TRECE-

Un extraño ruido proveniente de la puerta capta su atención. Con cuidado comienza ha acercarse a la misma, temeroso de que se tratase de algún tipo de trampa.

Sin embargo nada más lejos de sus expectativas una voz invoca un numero. Al principio tarda en comprender pero a su mente viene de nuevo los números,… números….

Corriendo se abalanza sobre la zona donde aguardan los recipientes. Busca el decimotercero y aunque sabe que aquello volverá a dañarlo confiaba en su suerte. Aun así esta vez equilibraría ambas manos. La elegida seria ahora la que estaba impune…

Con rapidez introduce su mano en aquel contenedor de acido.

Armando vuelve a meter la mano en el ácido, esta vez en el bote 13, pero por el nerviosismo no consigue sacar la llave y deja demasiado tiempo la mano expuesta al ácido.

Un terrible grito de dolo emite mientras saca la mano humeante desprovita ya de piel alguna, un rojo intenso se ve por el deterioro de la mano.

La carne de la mano de Armando caía hecha girones al contacto con el acido. Solo de pensar en el dolor que eso le debia causar hizo que mi estomago se revolviese. Me acerque hasta donde se encontraba y tras ver su estado de un simple vistazo reuní el valor para intentarlo yo.

Tranquilo dije con suavidad no debes usar mas esa mano, encontraremos alguna forma de atenderla.

Meti la mano en el bote y un grito de dolor salio de mi garganta cuando el acido entro en contacto con mi mano, donde la no habia piel. Pero pese a ello logre sacar la llave, y se la acerque con lagrimas en los ojos a Hoturabi para que abriese. Ni siquiera podia coger mi mano herida para atenderla, pues cualquier contacto solo agravaría el daño.

Volví mi mirada hacia Katrina, y me sentí aliviada al pensar que ella no tendria que sufrir esto, que dormia el sueño placido de los ángeles libre de ver lo que nos ocurria a los demas.

El dolor que sufrió Grace era inimaginable....al sacar la mano del bote entre sus dedos estaba la llave, pero...sus nudillos ya eran blancos, pues los huesos ya asomaban de entre los demacrados musculos y tendones llenos de sangre.

Un horrible hedor a carne quemada inundaba la sala.

Grace tiritaba, y tenia la vista nublada, tenia la mano derecha completamente inservible, habria que extirparla.

Hotarubi que era el que mejor se encontraba abrió el candado de la puerta.

El reloj ya marcaba las

0:26....