Partida Rol por web

Después de caminar durante horas a través de la jungla, habéis llegado a la base y ahora debéis infiltraros en el recinto. Para ello el plan es cortar el cable de comunicación que va de la base a una torre de comunicaciones cercana. Esto evitará que soliciten ayuda, pero lo que tal vez sea más importante, también atraerá una patrulla con un cilindro de códigos que podréis usar para entrar en la base sin ser detectados. La posibilidad de propinar un contundente golpe al Imperio (y de alejarse del calor sofocante y los enjambres de insectos de la jungla) es demasiado irresistible.

Salís de la húmeda selva plaga de insectos y os adentráis en el relativo frescor del garaje. El taller hace las veces de entrada a la base Susurro, un puesto de escucha imperial en las profundidades de la jungla. Por primera vez desde que vuestra nave os dejó en el Onderon y se marchó, el zumbido de la maquinaria ahoga los sonidos de la selva. Vuestra misión es sencilla: cortar el cable de comunicaciones, inutilizar la única lanzadera de la base y derrotar a la guarnición de soldados imperiales sin que el comandante (el teniente Sarev) huya para informar de su pérdida. Simple, pero en modo alguno fácil.

El interior del garaje esta impregnado de olor a lubricante. Veis varias motos deslizadoras y un par de andadores AT-ST, todos con las escotillas cerradas: también algunas cajas y tanques de combustible. Al fondo hay una puerta metálica de gran tamaño, cerrada con un cerrojo completo, que conduce al interior de la base.

Encontráis el cable de comunicaciones que os dijeron que sabotearais y lo cortáis, incomunicando a la base Susurro del mundo exterior con un siseo y una lluvia de chispas. Los soldados de la base vendrán pronto a investigar. Por suerte, eso forma parte del plan:uno de los cilindros de códigos os permitirá atravesar la puerta cerrada sin hacer saltar la alarma. ¿Cómo os preparáis para su llegada?