Partida Rol por web

El chico se levantó, no dudó en hacer una pequeña reverencia.

- Gra... gracias... entiendo lo que... lo que quieres decirme... no te molestaré más... ti... tienes mi palabra - volvió a hacer una reverencia, realmente parecía intimidado.

El muchacho se marchó lentamente y casi cojeando, no sin antes mirar para tu posición unas 4-5 veces por cada paso que daba, inseguro por si acaso te daba por atacarle por la espalda...

Kael se encogió de hombros y no tuvo más remedio que seguir buscando por los suburbios, aunque no le quitó un ojo de encima al pobre muchacho, al menos hasta que desapareciera de la escena. Tras eso suspiró, rebuscó entre sus pertenencias que todo estuviera en orden, sobretodo el sable láser, y continuó buscando alguna pista del objetivo.

Todas tus pertenencias seguían en su sitio, sobre todo el sable.

Tras comprobar que todo estaba en su sitio seguiste mirando por los alrededores en busca de algo que pudiera resultar sospechoso o una pista para detectar al sol negro, pero es que el problema recaía que todo lo acontecido en aquellos suburbios era sospechoso. Personas practicando el contrabando en las esquinas, mendigos siendo amedrentados por matones, desde luego aquel lugar no era seguro y encontrar a un sospechoso simplemente observando iba a ser como encontrar una aguja en un pajar.

Comenzaste a andar unos cuantos pasos dentro de la casa y tus piernas empezaron a pesarte más y más. Lograste resistir aquella situación durante unos segundos, tu mente se nublaba, la visión era borrosa, pero fuiste capaz de escuchar las voces de varias personas que estaban tras de ti. Quisiste girar tu cuerpo para así poder ver de quienes se trataba sin embargo notaste como tu cuerpo cayó al suelo como un peso muerto. No sentiste dolor, pero si náuseas y la oscuridad fue llegando poco a poco...

De repente abriste los ojos, sentías todo tu cuerpo dolorido, extremadamente dolorido pero una sensación familiar recorrió tu instinto.

- Ey... ¿te encuentras un poco mejor? - un olor a humedad rodeaba todo el ambiente.

Intente abrir los ojos y ver a quien tenia cerca.

- Ten cuidado, no abras los ojos muy rápidamente, has estado en coma mucho tiempo y no me gustaría que entraras en estado de shock - comentó aquel hombre que no entendías cómo o porqué estaba allí

- Debes dar gracias de haber sobrevivido al accidente, mi nombre es Richard y estoy aquí para ayudarte - mientras él hablaba seguías notando que tenías el cuerpo totalmente entumecido y dolorido

Me sentí sorprendido, ¿que había pasado?, ¿que hacía Richard aquí?.

Intente mirar a los lados, para ver si aún seguía en la casa.

Intente pronunciar, pero me costaba que salieran las palabras.

-¿Que ha pasado?.

Richard mojó tu frente con un trapo húmedo, la sensación era muy reconfortante.

- Que debes dar gracias a la suerte que has tenido - comentó mientras seguía empapando tu cuerpo.

- Tú y unos "amigos" tuyos habéis sufrido un accidente, ellos salieron mejor parados que tu pero reconforta mucho mi corazón saber que has salido con vida, tenía fe en ti - no había ninguna duda, estabas dentro de la cueva en Felucia.

Un escalofrío recorrio mi cuerpo, ¿que había pasado?, ¿había sido un sueño mi salida del planeta?,¿una premonición de la fuerza?.

Intente levantarme y ponerme en pie, hice el esfuerzo pero ..., me dolía todo el cuerpo y no lo conseguí, decidí mirar a los lados para ver si veía a mis compañeros.

Volviste a caer recostado a causa del dolor, aún moverte era algo difícil para ti

- Ten paciencia, es la clave para todo, para la mente y para el cuerpo - tal y como te temías, estabas solo con Richard, ninguno de tus compañeros estaba allí

- ¿Te ves con fuerzas para hablar o prefieres que te deje a solas descansando? -

Intento gesticular palabras sin emitir sonido, y acabo por cerrar los ojos e intentar descansar.

Cerraste los ojos ante la imposibilidad de poder hablar, además, te sentías demasiado cansado y relajar la mente te hacía sentir mucho mejor.

Cuando volviste a abrir los ojos de nuevo te sentías más despejado, los dolores no eran persistentes y poco localizados pero la sensación de entumecimiento seguía.

Cuando miraste a un lado comprobaste que seguías en la cueva, a tu lado estaba Richard sentado en el suelo, tenía un objeto que flotaba sobre su mano, después te diste cuenta que se trataba de tu sable, parecía que de momento no se había percatado de que habías despertado y te sentías con las fuerzas suficientes como para poder hablar.

Mire fijamente tanto a Richard, como mi sable no confiaba demasiado en el pero no estaba con fuerzas para buscar un confrontamiento, decidí investigar un poco.

Me senté donde estaba acostado.

-Buenos días, ¿como he llegado aquí?, ¿y mis amigos?.

En el momento que te escuchó el sable dejó de flotar. Suavemente lo colocó a tu lado.

- Buenos días joven amigo - comentó mientras te ayudaba a reincorporarte

- Veo que aún no eres consciente de la situación, pero no te preocupes - se levantó un momento a darte un cuenco con agua

- Primero bebe, estarás muerto de sed, si tienes hambre tengo fruta con los suficientes nutrientes para acelerar tu recuperación - notaste que parecía costarle trabajo hablar de tu situación.

- Me prometí a mi mismo que te ocultaría la verdad... pero no puedo... me recuerdas tanto a mi... - dijo en un tono serio mientras observaba todos tus movimientos.

- Por cierto, he reconstruido tu sable, estaba totalmente destrozado pero el cristal logró aguantar intacto el accidente, espero que sepas perdonar si hay alguna imperfección.

-No te preocupes, te agradezco mucho todo lo que haces por mí, pero ..., me gustaría mucho que me comentaras la verdad ya que estoy bastante desconcertado.

Mientras hablo con el intento utilizar mi habilidad de raza, pera por las hormonas del aire intentar saber en que estado de animo se encuentra.