No hubo mucho que hacer después de eso, todos se reagruparon enseguida en medio del revuelo que se había formado dentro y fuera de la cafetería, Akira mencionó que sería mejor largarse de allí pues la policía tenía que estar al llegar y Haruka estuvo muy de acuerdo. Lanzó una mirada preocupada alrededor y aguzó el oído por si escuchaba sirenas.
- Es verdad, hay que irse. La biblioteca estará bien.- Observó al grupo, suponiendo que todos están bien, incluido Akira, que a pesar de todo parecía no tener ya dolor ni molestias- Tenemos que hablar, esto se está poniendo demasiado serio.
Ya no me siento tranquilo estando todos juntos en medio de la calle y con la policia por llegar, así que rápidamente insisto ante la idea de irnos a la biblioteca.
Si, vayámonos ya a la biblioteca, rápido. Y veamos que podemos hacer
-Pero yo no tengo ningún poder -protestó algo molesta.
Esa historia no tenía nada que ver con ella. Ni se convertía en metal, ni podía volar… Es decir, si tuviera poderes se habría dado cuenta y en aquella larga semana no había pasado nada extraño.
-Si es una antigua amiga tuya como dices… puedo darte su número. ¿Es que quieres que te quite tu poder? ¿Es tan horrible?
Ante el susurro de Akira An le sonríe y le responde en el mismo tono que el chico ha usado:
No se tampoco que pasa y me asusta un poco. Solo he hecho lo que cualquiera habría hecho, intentar ayudar a un compañero.
El grupo se marchó de allí dirección a la biblioteca mientras escuchaban como la policía iba acercándose. Todos los compañeros salvo Kichiro que había desaparecido se marcharon del lugar dirección a la biblioteca.
Ya en la biblioteca Eun Bi camina delante de sus compañeros y dice:
En la zona de salas de trabajo creo que podemos hablar con tranquilidad, podemos reservar una, si esperáis puedo ir a ello.
Decía la chica. Los que eran más estudiosos sabían que era cierto, que había una zona con salas de trabajo insonorizadas en donde poder trabajar en grupo. Al poco Eun Bi llego y fueron a la sala, era una pequeña sala donde cabían algo apretados, pero tenían un ordenador con acceso a internet y estaba insonorizada lo cual les haría más sencillo hablar con tranquilidad.
La chica no parecía hacer mucho caso a Kichiro el cual se notaba extraño, como si algo le faltara, hasta que pasaron unos minutos corriendo que se volvió a sentir bien. Tras girar varias esquinas llegaron al parque Yoyogi, allí Soon Hee se detuvo a descansar en un banco tras comprar en una máquina expendedora una botella de agua, la chica parecía molesta y cansada.
La chica se queda mirando a Michiko unos segundos y suspira para decir:
Entonces no te has dado cuenta aun de la habilidad que tienes… bueno, no te preocupes pronto te darás cuenta… te contare un secreto, todos los de tu clase tienen alguna clase de habilidad especial… algunos ya la conocen, de hecho, te diría que todos la conocen ya menos tu… sobre Eun Bi… no es que quiera que me quite mi habilidad, estoy muy contenta con ella, digamos que hace tiempo que no veo a una vieja amiga
Termina diciendo con una sonrisa bastante maliciosa.
Me siento en uno de los sitios, espatarrándome todo lo posible, y miro a mis compañeros, con una media sonrisa, aunque se me puede notar más preocupado que de costumbre. Bien, ya más o menos sabéis que ha pasado en la cafetería. Ahora os lo contamos con más detalle, pero antes me gustaría saber qué habéis averiguado vosotros de toda esta mierda que nos rodea. ¿Alguien sabe qué coño pasa? Mi cara está tensa, con el ceño fruncido, y más tensa que nunca.
No tengo muy claro qué le pasa pero algo me dice que no todo ha salido como ella esperaba.
¿Algún problema?- pregunto mientras me siento en el banco.
Había permanecido en silencio desde que llegué a la cafetería. La escena que presencié sólo daba lugar a más preguntas, pero me limité sólo a seguir a mis compañeros hasta la biblioteca, esperando a que me explicaran la situación.
Al llegar a la sala de trabajo, me siento y escucho las palabras de Akira, aunque mi atención se desvía con la presencia de Lee Eun Bi -disimuladamente la observo durante la conversación: ¿Qué fue lo que les ocurrió en la cafetería? Alguien que estuvo presente me puede explicar. -Un suspiro se me escapa antes de proseguir: Por suerte todos ustedes se encuentran bien, estaba preocupado por sus vidas... Al decir mi última palabra la expresión de mi rostro cambió, ¿realmente estaba hablando algo con tanta naturalidad, siendo que se trataba de las vidas de mis compañeros? -Sacudo un poco mi cabeza y llevo mi mano a esta para arreglar mi cabello- Lamento no haber estado antes junto a ustedes. -El pesar de mis palabras se podía notar, aunque una pequeña risa al final intenta hacer pasar esto como menos serio-
Ah! lo olvidaba, camino hacia acá le mandé un mensaje a Daigo-san. Aunque, todavía no me responde tal vez venga y junto a Tachibana-san. Así que podríamos esperar a que lleguen o, al menos, me respondan para seguir la conversación.
Haruka tomó asiento de manera recatada y formal, como era costumbre en ella. Lo diametralmente opuesto a lo que había hecho Akira despatarrándose como si el lugar y lo que había dentro fuese de su propiedad. El chico habló con su habitual rudeza y ella sintió no tener demasiado con lo que aclarar aquella situación.
- Nosotros no sacamos nada de la visita a la profesora, así que por mi parte hay poco que decir...- Comentó en un tono tan neutro como discreto tras la intervención de Arata- Yo no tengo claro tampoco qué sucedió en la cafetería, fue muy raro.
Esperó a ver qué tenían que añadir los demás.
Otra vez con lo mismo
-Bueno pues… deberías intentarlo con otra chica. Ya he dicho que no somos amigas ni nada. Aunque todos piensan que a quién queréis es a Minegawa-san… ¿Es que os confundisteis aquel día? -hizo una pequeña pausa para ver qué hora era en el teléfono- Si no quieres su número, me voy a casa, que me esperan para comer.
Y con el mal rollito que daba esa chica al sonreír, cuanto antes se fuera de ahí, mejor.
Me apoyo contra una pared viendo al resto de los presentes.
Yo no puedo añadir nada que no sepáis, pero si todos ponemos en común lo poco que sepamos quizás lleguemos a alguna conclusión. Yo por mi parte solo se que desde el otro día puedo desdoblarme y es rarísimo... DIgo esperando al resto
Me quedo mirando y escuchándo atentamente a mis compañeros cuándo hablan, pero cuándo lo hace Arata, decido intentar leerle la mente, mientras le escucho lo que dice y mientras estoy apoyado con el codo derecho en la mesa y sujetándome la barbilla con la mano.
Para ver que es lo que piensa, lo que hizo en casa de la profesora antes de que yo y mis 2 compañeras llegaran. Vamos, todo lo que pueda y me permita mi poder
Apoyado con el codo derecho en la mesa y sujetándome la barbilla con la mano, miro atentamente a mis compañeros escuchándo con interés todo lo que cuentan.
Después, me decido a hablar. Yo sólo se que la chica que estaba en la cafeteria puede ser muy peligrosa, y deberiamos tener cuidado con ella y..... por cierto lo que paso en la cafeteria, me gustaría que me lo explicaráis lo que pasó, y cómo conseguisteis ahuyentarla.
Y como dice Haruka, de la profesora parece que no vamos a recibir ninguna ayuda, no quiere hablarnos nada del tema.
Podéis ver como me concentro, intentando recordar todo. No es fácil, pero intentaré relatar lo que recuerdo. Aunque muchas cosas no las comprendo.
Cuando os dejamos de nuestra reunión, decidimos ir a la biblioteca. Por ser un sitio público, donde podríamos investigar un poco sobre esos tipos, y recabar información. Sin embargo, al pasar por enfrente del hospital donde nos atendieron, vimos a Kichiro entrando en una cafetería con una de las personas que nos atacó el otro día, una mujer que luego supimos se llama Sun Hee.
Decidí ir por ellos, con intención que respondieran a algunas preguntas sobre qué demonios está pasando, pero ella me amenazó con que no la atacara y preguntó a Kichiro si aceptaba su oferta, a lo que éste dijo que sí. Así pues, podemos considerar que Kichiro es ahora nuestro enemigo, o al menos yo lo consideraré así a partir de ahora.
Yo la amenacé. No fue lo más inteligente de mi parte, es cierto, pero quería que me respondiera y ella estaba ignorando mis preguntas. Y entonces, no pude moverme. Así, simplemente, sin que ella hiciera ningún gesto que yo viera, y pese a mi fuerza, no podía moverme. Estuve un par de veces a punto de conseguirlo, pero me volvía a quedar paralizado. Y no solo eso, también empecé a sentir como si mi sangre se estuviera calentando.
Y luego está lo de ese pobre hombre que estaba mirando la escena. De pronto cayó al suelo, sangrando por los oídos y la nariz. Ese fue el motivo por el que os dije que nos alejáramos de allí.
Mientras estaba paralizado, insinué que eran agentes de Corea del Norte. Hubiera sido lo más lógico, ¿no? Japón siempre ha sido aliado, y una de las causas por las que mantiene su independencia, de Corea del Sur. Y, sin embargo, eso la enfureció e insinuó que, precisamente, eran agentes de Corea del Sur. No sé qué significa eso, pero es así.
Y, de pronto, la sensación que sentía desapareció y pude moverme. Ella dijo algo, como si hablara con alguien, y se fue. También An me dijo que, justo cuando pasó que volví a poder moverme, ella había intentado usar su poder para sacarnos de allí, pero que no pudo.
Bien, eso es lo que os puedo decir. Está claro que necesito practicar mi poder, conseguir ser más fuerte, y todos deberíamos hacerlo. Porque así no podemos con ellos. Así es imposible.
Niego con la cabeza, y la agacho. Me siento frustrado ante esto, he conseguido ser más fuerte, y no me ha servido de nada. Maldita sea....