Partida Rol por web

Levitt intenta convencer a Fatty y a Earl, pero sus dos amigos son grandes negociantes y permanecen callados y en la misma postura de "tomando el sol" en la que llevan desde que empezó el tiroteo.

Levitt se acerca a la ventana. Fuera siguen sonando disparos de manera continua. Levitt asoma la naricita, ¡y lo logra hacer de verdad! Su nariz se despega de su cara y es lo único que asoma por la ventana. Desde donde está puede intuir que en la parte frontal del edificio hay un buen espectáculo multicolor y de explosiones. Pero lo que más le gusta que haya, es una escalera de incendios que parece conducir a la parte de atrás del edificio (donde no hay disparos, pero si ¡el aparcamiento del edificio).

- Que te den!- ásí es como Fatty había decidido dar por zanjada la discusión con Lev. Estaba loco si pensaba que iba a bajar por el hueco del ascensor trás él, venga ya! pensaba que era tonto? era demasiado joven para matarse y no era tan tonto como para hacerlo de esa forma tan estúpida. Además, para qué coño escapar? no tenían nada que temer...había conseguido cumplir su parte del trato. Había hecho caso a aquel ruso, había hecho todo lo que le dijo...ir con sus colegas como si no pasara nada, decirle donde iba a ser el intercambio...esperaría a que la CIA viniera a por ellos, les darían lo que les habían prometido una vez tuvieran el puto maletin de los cojones...
Un escalofrio pasó por la mente de Fatty...
-Ostras!- dijó mientras se sentaba en el suelo con una rapidez que no era para nada normal en él...sus abdominales no es que estuvieran muy desarrollados. El cabrón de Lev había cogido el maletin y se había pirado con él. Sin el maletin estaba metido en un buen lio. Adios al trato, la CIA los pillarian en el atico de aquel hotel y no tendrían el maletin! iban a ir de cabeza a chirona!!! lo sentía por él pero tambien por su madre, después de todo, ella se desvivía por él y no podría soportar ver a su hijito detrás de los barrotes, no, de eso nada...
- Lev!!! LEEEEEEEVVVVVV! Espera tio, que vooooyyyyy!!!- se apresuró a gritar mientras se dirigia al hueco del ascensor...

Earl observaba atónito como Fatty, cuan grande era, trataba de ir por el hueco del ascensor. Al contemplar sus intentos no pudo evitar sentir lástima por él y se acercó, aún a gatas pero algo más seguro, a ver si podía echar una mano a su orondo compañero.

Estaba Lev echando un vistazo por la ventana, entusiasmado por ver una escalera de incendios que conducía a la parte trasera del edificio, cuando escucha a Fatty, que parece finalmente decidirse en seguirle.
Joder, ya era hora! Aquí hay una escalera de incendios por la que podemos pirarnos sin que nos vean- comenta Lev, mientras se acerca al hueco del ascensor, para ayudar a sus compañeros a entrar en el pasillo.

Lev os advierte a todos de la posible salida de escape, entre explosiones. Todo parece una fiesta y es la hora del baile. Fuera todo son gritos, explosiones y demás espectáculos.

Mientras Lev se acerca al hueco del ascensor, Fatty es el primero en lanzarse de cabeza, literalmente. La barriguita de Fatty se escurre por el borde y empieza a resbalar cabeza al frente hacia el fondo. Lo peor es que el fondo parece no verse.

La vida de Fatty pasa en diapositivas frente a sus ojos y aunque algunas salen con la imagen del revés y otras se quedan atascadas en la máquina de diapositivas, le parece que ha tenido una vida plena. Es la hora de morir ... Cierra los ojos y se deja caer. El viento sopla en su cara durante unos segundos y después sigue soplando. Curiosamente no sigue cayendo como pueden ver Earl y Levitt, aunque Fatty aun no se ha dado cuenta de que el pantalón ha quedado enganchado en un saliente y está colgando por la pernera, suspendido en el aire, mientras el aire del hueco le da en la cara.

"Bien, bueno, este es mi momento" piensa Earl. Se echa hacia atrás unos pasos, lo suficiente para que no le oigan, y mientras espera a que Levitt ayude al pesado de Fatty coge el teléfono para llamar al Gran Hombre. A ver si le explica que coño pasa aquí y les echa un cable de una vez...

No sabía como había ocurrido. Puede que se hubiera escurrido con algún charquito que el agua que caía del techo había hecho, puede que no calculara bien las distancias o, simplemente, puede que el peso de la barriga de Fatty hubiera sido el causente de un desafortunado desequilibramiento. El caso es que, tan pronto como Fatty asomó su cabeza por el hueco del ascensor, dejó de tener contacto con el suelo de la habitación y empezó a caer peligrosamente por el hueco del ascensor.
El pobre Jay no pudo hacer más que cerrar los ojos. No quería verlo...no quería ver como se acercaba a tan alta velocidad al techo del ascensor que seguía parado algunos pisos más abajo. Iba a matarse. No podía creerlo pero así era. Hacía solo un par de horas que estaba en el sofá de su casa viendo una buena pelicula, con sus buenos amigos, con buenas cervezas, con su buena madre preparandole un buen bocadillo, y ahora iba a estrellarse, iba a estamparse en un hueco de un ascensor, quien lo hubiera dicho...
Estas y otras cosas iban pasando por la mente de Fatty, y éste pensó que eran demasiados pensamientos, ya debería haber llegado al ascensor, ya debería haberse matado...Eso era! Ya había muerto. Claro, uno nunca podía hacerse la idea de la sensación que tendría al morir, pero el caso es que Jay no se había enterado de nada. Su cabeza debió haberse hecho bicarbonato al caer sobre ella en esa caída libre, murió de golpe, sin sentir nada, ni dolor ni nada por el estilo, puede que así fuera mejor.
Eso sí, no era para nada lo que él había imaginado. Estaba inmerso en una tremenda oscuridad, acompañado sólo por sus pensamientos. No podía creerlo. Se suponía que debía pasar así el resto de la eternidad? Donde estaba la luz que había que seguir? donde estaba el tunel que llevaba al cielo y a todas las cosas buenas?
"Seras payaso", se dijo el mismo, "no ves que tienes los ojos cerrados? como coño quieres ver la luz?", eso explicaba todo...
Cuando los abrió vio una luz...pero no la que había esperado. Esa luz estaba en el techo del ascensor, y no había ningún tunel, bueno, era parecido, pero seguía allí, en el hueco del ascensor. Aquello era un milagro! Estaba levitando!!!
Sin embargo, cuando miró hacía arriba a la puerta por la que había caído supo en seguida que no, que ni milagros ni nada. Su querido pantalón de chandal, aquel del que no se quería desprender ni siquiera para lavarlo lo había salvado...

- AAAAAAhhhhhh, tios!!!- gritaba lleno de nervios cuando de nuevo volvió en sí- Ayudadme coño! Echadme una mano que me mato ostias!!!

Lev asoma la cabeza por el hueco para mirar si sus amigos están ya bajando, y lo que ve es a Fatty, colgado cabeza abajo, amenazando con caerse en cualquier momento.
¿Mierda, Fatty, que has hecho? Tio, aguanta! Agárrate al cable o a algo! Earl, échale una mano, joder!

Doing, doing, doing, hace el cuerpo de Fatty mientras pide ayuda. Lev se acerca corriendo y lo agarra rápidamente para bajarlo. Casi no supone ningún problema, excepto por ese resbalón inevitable justo al borde del ascensor que hace que Fatty casi caiga hacia el fondo del hueco del ascensor del gigantesco edificio. Pero no ha sido así, ufff.

Fatty y Lev estáis en el piso inferior, mirando las escaleras de incendio, sabiendo que podrán salir por allí, mientras fuera se desarrolla una auténtica batalla campal. Parece que Earl no ha bajado ... ¡y no se le escucha ni respirar!

Sacas tu móvil mientras Fatty cae por el hueco del ascensor y llamas al Gran Hombre.

Tono, tono, tono.

Nada.

Tono, tono, tono.

Contesta una voz lejana, una especie de "sal de ahí dentro cagando ostias, esto es una batalla campal". Y cuelga.

- Sacáme de aquí, Lev! Por lo que más quieras, tio, ayudame, ayudame vamos!- pedía nerivoso el gordo Jay mientras con sus brazos intentaba agarrar al canijo de Lev. Éste lo rodeó como pudo con sus brazos e intentaba ayudarle a llegar hasta el piso donde se encontraba, mientras Fatty se aferraba fuertemente a su cuello como si fuera una columna de piedra, sin pensar que no le ayudaría para nada si finalmente caía por el hueco del ascensor, bueno, haría que no cayera sólo y que lo tuviera a él como compañero de descenso.
Por suerte, eso no llegó a ocurrir, a punto estuvo de suceder, pero ninguno llegó a caer. Fatty lo había conseguido! desafiando a la implacable Ley de la Gravedad había logrado que un "pesado cuerpo" subiera sin tener necesariamente que bajar, no al menos como lo hacía una manzana madura.
- Gracias tio! Gracias hermano, me has salvado la vida!- dijo nada más tocar de nuevo suelo firme a Lev. Se había arrodillado junto a él y se abrazaba a sus piernas, más fuerte de lo que había sujetado las de ninguna tia- Me has salvado, eres un hermano tio, el hermano que nunca tuve, TE QUIERO, TIO, TE QUIERO!!!

¡Eh, eh, eeeeeh! Suéltame, tio! Yo también te quiero, joder, pero suéltame ya, que me vas a romper las piernas!- Lev intenta quitarse a Fatty de encima, empujandole de la cabeza, pero el gordo le tiene bien pillado-. Eh, tío, calma! Hoy por ti, mañana por mi, ¿vale? Somos colegas, y un colega hace eso y mas! Pero ahora suéltame, que como nos vean en esta postura a ver lo que van a pensar!
Lev consigue deshacerse por fin del abrazo de Fatty, y es entonces cuando vuelve a asomarse al hueco del ascensor.
Earl, Fatty está bien! Ahora solo quedas tu, así que date prisa, que no tenemos todo el día! Si no nosotros nos piramos, tu veras!

Earl guardó el aparato y se quedó mirando al hueco del ascensor una vez más. Parece que, qusiera o no, tendría que salir por ahí. Se acercó paso a paso y, cuidadosamente, se dispuso a descender.

-Ya voy tíos, ya voy...

Fatty salta sobre Levitt para ¿abrazarle mientras le dice te quiero?. Sin duda la relación entre ambos amigos está llegando a un nuevo nivel.
A los pocos segundos, Earl sigue a Fatty. Éste sin ayuda externa. Cuando los pies de Earl pisan el suelo, como si fuese una parte de los efectos sonoros de una película, suena una nueva explosión.
Enfrente vuestro aparece una enorme grieta en la pared que se va extendiendo hasta el techo. Al final del pasillo están las famosas escaleras de incendio, y al lado, las escaleras normales que bajan a la calle.

-Vámonos tíos...-Earl señaló la escalera de incendios indicándoles a sus compañeros que aquél era el camino a seguir. Aún no sabía cómo se las había arreglado para salir bien parado del asunto del ascensor, pero ya se inventaría algo que contar a sus nietos, si es que llegaba a tenerlos. Era hora de pirarse...

Joder, ya te ha costado decidirte, Earl. Ahora salgamos de esta mierda de sitio antes de que se nos caiga encima!- comenta Lev mirando con no muy buenos ojos la grieta que se extiende por la pared.
Vamos, a la escalera de incendios!
Sin soltar el maletín ni un segundo, lev se encamina lo más rápido posible hacia el final del pasillo.

Lev, Earl y Fatty saltan por la ventana que da a las escaleras de incendio.
Cuando salen pueden ver en el exterior una auténtica batalla campal, explosiones, gente disparándose, policías, hombres con trajes y ametralladoras muy grandes, helicópteros cayendo y el barco con la bandera rusa zarpando aprisa y corriendo.

La historia que sigue es un conjunto de flashes. Lev consiguió puentear un coche aparcado en el párking situado tras el edificio, en donde no había un tiroteo y salir de allí pisando el acelerador con su maletín a cuestas y bueno ... sus 2 amigos también a cuestas.

La policía tardó poco en pillarlos, la zona estaba digamos: "vigilada". Empezaron las explicaciones, las largas charlas. Que si Fatty había hablado con un grupo de rusos, que se habían hecho pasar por agentes del FBI que habían conseguido méritos durante la Guerra Fría, pero en realidad pertenecían a la mafia rival de aquella con la que fuisteis a negociar y sabían que la manera más sencilla de localizar a sus rivales era captando a uno de los mensajeros y para ello, lo mejor era seguir a Lev. Pero como Lev estaba todo el día colgado y era algo desconfiado, pincharon el teléfono de su mejor amigo: Fatty y así calaron a Levitt en uno de sus transportes.
A su vez, Earl no había ido a la facultad, sino que se había pasado 5 años en la cárcel el día en que Levitt lo dejó en medio del atraco, aquel día que Lev estaba demasiado colocado. Fatty lo había visto, pero lo ignoró, porque supuso que Earl tendría sus razones para no contarlo.

Pero aquí viene la parte buena, Earl había pactado con la policía en que colaboraría y así rebajarían la posible condena de él y de todos sus amigos. Así que cuando la policía os pilló con el cargamento, Earl dijo que era para entregarlo y así os librasteis de una buena.

Es curioso, pero al único al que no le pasó nada fue a Bobby. Se libró de todo, porque simplemente nadie le mentó, era tan insignificante y a la vez era una pieza clave.

Ahora estáis prestando servicios a la comunidad. Pero la vida os sonríe, sobre todo a Lev, que le ha tocado prestar servicios en ayuda a drogadictos, en donde puede vender y comprar material a buen precio. ¡Qué poco ojo tienen los de servicios sociales!