Partida Rol por web

¡Antecedentes!

Brad es un chico de sexto, super ligón, en plan que tiene ese puntillo....y siempre sabe que decir y tal (uno de los méritos del pj es que le es muy fácil ligar con cualquier pnj femenino).
Consiguió ligarse a Susana Reyes, una mujer de 25 años, dueña de una tienda de ropa en Hogsmeade que se siente muy sola porque su marido la deja sola muchas veces. No se siente querida por él. Brad la conquistó en un momento de debilidad...y desde entonces han quedado varias veces. NAdie lo sabe (ni la master xD) pero BRad se está pilland ode Susana, enamorandose poco a poco.
Brad es además muy bueno con la magia.

Situación temporal: *Faltan unos días para la segunda prueba*

Es algo tarde, ya que para escaquearme del castillo siempre tengo que esperar a después de la cena, pero aún así me dirijo a casa de Susana. Eso sí, procurando no ser visto por nadie. Una vez allí llamo a la puerta. Mi sorpresa es grande, solo por una fracción de segundo, cuando es su marido quien me abre la puerta.

Tsss...lástima, una parte de mis planes no va a poder ser.

Sin embargo, no voy a huir ni nada parecido. Simplemente sonrío y pregunto por Susana, que resulta está en la ducha.

-Sé que es tarde, mis disculpas señor Reyes. Pero no he podido escaquearme antes. Tenía clases hasta tarde y después la cena...- está claro por mi ropa que soy de Hogwarts -Sin embargo quería venir a ver a la señora Reyes. Quería darle esto.- muestro la caja de bombones que llevo en una bolsita -Me han llegado hoy con el correo y bueno, preferiría que no se derritiesen y eso, queda feo regalar bombones así.

Viendo la sorpresa en los ojos del hombre, continúo.

-Su esposa se ha portado muy bien conmigo, hemos pasado muchas tardes juntos. Sin ella no podría haberle hecho el magnífico regalo que le he hecho a mi novia, pensaba agradecérselo con un pequeño gesto.- simplemente mencionar que tengo novia y ya se relaja...pobre iluso...

Acepto pasar dentro cuando me invita a ello, y acepto también la taza de té que me ofrece. Y merece la pena para ver la cara de pánico de Susana cuando baja las escaleras, en ropa interior y me ve allí. Su marido aparece desde la cocina, sin verla, y me da la taza de té lo que permite a la mujer comprender que no me he colado, así comola ocasión de subir de nuevo y colocarse una bata. Cuando baja de nuevo su fingida sorpresa al verme ahí es convincente.

-Solo quería traerle estos bombones, señora Reyes. Como agradecimiento por tantos ratos de esfuerzo y sudores para exprimirme completamente- el sentido de la frase hasta ese punto puede parecer normal para el marido, pero para ella, que sabe lo que hemos hecho, queda clara la connotación sexual. -Si no fuese por esos ratos no habría podido pensar en un regalo tan bueno para mi chica.- miro al marido -¿La ha visto trabajar alguna vez? Con la aguja y el hilo es...tan incansable e indomable como, no sé, una amazona cabalgando su caballo.- de nuevo, palabras cuya realidad solo comprende ella. -Cuando se te tira encima, es insaciable. No para hasta que le das todo lo que tienes. Supongo que los grandes artistas son así, en busca de obras perfectas. Siempre a la caza del clímax de su arte ¿No cree?

Me es difícil no reirme de la cara de Susana. Una mezcla de ganas de matarme, de miedo porque su marido pille alguna y de, no lo puede negar, excitación y deseo. Suerte que al estar hablando yo, soy el centro de la atención del marido.
Tras un rato de conversación surge una ocasión que no puedo dejar pasar. El marido anuncia que tiene que hacer unos informes. Como trabaja en esa misma habitación, las pocas veces que esá en la casa, es una sutil indicación para que me marche, queda claro cuando comenta que ya que estoy ahí podría aprovechar para ver como va el encargo que he hecho a su mujer. Acepto sin dudarlo ya que tendremos que irnos al taller para eso, pared con pared sí, pero alejados de él.

Una vez estamos en el taller, ya a solas y tras un par de estanterías, no dejo que me reproche nada y la atraigo a mi besándola con una intesidad no apta para menores. La pego a la pared abriendo su bata y recorriendo su increible cuerpo con mis manos sin dejar de besarla. Solo cuando nos falta demasiado aire, paro. No obstante, mi mano sigue dentro de sus pequeñas bragas, atacando ese punto que sé que la vuelve tan loca. No hay tiempo para casi nada, por lo que simplemente termino de bajar sus bragas y abro sus piernas, penetrándola de golpe y hasta el fondo. El polvo es salvaje y rápido. Un simple orgasmo para cada uno. La beso de nuevo, más tiernamente esta vez y la miro a los ojos, mientras jadeamos.

-Siento los comentarios de antes...no lo he podido evitar. Me ha puesto muy celoso verlo aquí. Y siento este arriesgado polvo pero no podía más...aunque no creo que ninguno lo sintamos...ha sido genial...

Nos separamos y me quedo sus braguitas, un pequeño castigo para ella por estar casada. Tendrá que pasar junto a su marido con el semen deslizándose por sus muslos piernas abajo, solo oculto por la bata. o simplemente cogerse otras bragas de su taller...eso como ella quiera.

-Será mejor que me vaya ya, pero tengo que decirte otra cosa. En la caja de bombones, en la tapa, hay una carta escrita. Solo aparecerá si la tocas con la varita y dices "te deseo, Brad". Vuelve a hacerse invisible al minuto. Leela ¿Ok?

Con un último beso, pequeño mordisco a su labio inferior incluido, me marcho por la puerta del taller "para no molestar a su marido".

Querida Susana,

Te escribo esta carta porque quería ejarte tiempo para pensarlo y no que me dieses una respuesta inmediata. Además me parece chulo eso de mandarte un mensaje invisible. Es para lo siguiente: la segunda prueba.

Espero que vengas a verme, la verdad es que estoy un tanto nervioso porque no sé como me irá...mi equipo es un tanto...malo. Eso de hacer equipo con amigos está claro que no funciona. Una duda muchísimo la otra es una bala perdida. Y ninguna de las dos es especialmente buena con la varita, tienen sus puntos fuertes claro pero...en fin.

Si vienes a verme te propongo lo siguiente, de cara a mantener la fachada de que eres una señora respetable y fiel y no una mujer increiblemente sexy con necesidades que satisfacer y yo un muy dispuesto voluntario para satisfacerlas todas muchas, muchas veces (espero que te hayas reido al leer esto, no va con ninguna otra connotación que esa...agh, es difícil escribir cartas al no ver la cara del otro...) te propongo lo siguiente:

• Si quieres que esa noche no vaya a tu casa ni nada más, trae tu anillo de casada en tu mano derecha, como sería normal.
• Si quieres que esa noche vaya a tu casa y te deje ronca de placer, no traigas anillo.
• Si quieres que vaya pero está tu marido, lleva el anillo en tu mano izquierda.

Aparte del anillo:

• Si quieres que nos lo montemos en Hogwarts, por eso del morbo y tu vena viciosa ;), lleva un vestido rojo intenso.
• Si quieres más emociones y lo que buscas son experiencias bisexuales, ponte un vestido azul. (un hombre puede tener fantasías ¿No? En cualquier casono prometo nada en ese sentido...ya te lo explicaré)
• Cualquier otro color no significa nada especial.

¡Hasta el día de la prueba!

Brad

P.D: Piense en mí cuando te comas los bombones. Imagina que me muerdes a mi.