Voy a intentiarr coniectarr el soporrte vital de la niave. Iesperro que funcione... dijo el vargr por el intercomunicador.

Scott, por su parte, corrió hacia los cuerpos apilados. Al girarse hacia ti y mirarte, no tuvo que decirte nada, lo leíste claramente en su rostro, los aslan aún vivían.

Se recriminó a si mismo: - Joer, tio, matas térmicas, trapos, cortinas ... o algo joder. Que mierda de previsión la tuya.

- Grupo Visita - Puente Loba. Confirmado supervivientes. Pasamos a comprobar su estado y posible evacuación. No identificados. Al menos dos aslan y dos humanos.

Se acercó deprisa. Había que ver como estaban y si podían transladarlos para que se empezaran a recuperar. Sin fijarse de quienes eran intentó ver sus constantes vitales, si tenían síntomas de congelación u otras posibles lesiones y conectó comunicación con el exterior. A ver si reaccionaban.

- ¿Me escuchan? ¿Hola? ¿Me escuchan? No había cortado comunicación con el puente, ya que todo era en abierto, pero ni se percató de ello. Esperaba que si les acababa de hablar, pudieran entender lo que hacía.

Tampoco esperó que del puente le contestasen.

- Animo Azog. Cuanto más podamos estabilizar ambas naves, mejor. - Si hace falta, ya apagaremos una luego.

Acercó el cristal que usaba de visor su casco. Si hay vaho, hay respiración así que habrá vida.

De todas maneras le daba igual. Los transladaría a la LOBA porque no estaba claro que se pudiera encender la nave en breve.

Te acercaste al rostro del primer aslan, esperando que el visor de tu casco te ayudase a identificar si aún respiraba o no. Pero no tuviste en cuenta que, al acercarte a un cuerpo más frío, el cristal se enfriase tanto que se empañó por tu propio calor y sudor por la parte interna. Dejándote cegado durante unos instantes.
 

Intentó cargarse, tras revisar que no tenía heridas, el cuerpo, y con la G-0 vio que el peso no era un problema, y podía mover a dos. El problema era el espacio. Intentó levantar los cuerpos para buscar a los que había debajo, no fuera que se asfixiaran con tanta carne encima. - Tenemos que trasladarlos a "Loba" mientras tanto.

- Capitán, no podrá moverlos así en la vida. - Te dijo Scott bastante serio, viendo como tratabas de moverlos. - Lo mejor será ir llevándolos uno a uno a "Loba" y, simplemente en la zona de la esclusa, tendrán más aire y calor que el que tienen aquí.

Mientras, el vargr os informaba de que había logrado darle chicha al soporte vital, aunque tardaría en empezar a notarse, sobre todo la temperatura.

- Cierto. Mejor uno a uno.

De todas maneras si había algo de grevedad, y no era por el sistema de soporte vital y el campo gravitacional artificial, sería por alguna masa (suponía pedrolos y demás del campo de asteroides) cercana. Eso le dio que pensar.

- ¿Scott, podrías hacerme un favor? Aquí hay algo de gravedad y no se si será campo artificial, cosa que dudo, o atracción por algo cercano. ¿Nos estamos aproximando a algo? Era una nave sin propulsión ni maniobra. O sea, a la deriva. Como un palo flotando en el mar, pero en el espacio, más que corrientes, había atracciones gravíticas, y eran tan peligrosas como las marejadas en la mar. Te estrellaban contra rocas de todas maneras.

[color=#f52887]Lo tenemos Capitán.[/color]

[color=#f52887]Podemos volver.[/color]

Oiste a Loba habar por tu intercomunidador, aunque el mensaje fuese para tí, no entendías bien lo que quería decir. Pero tampoco te dió tiempo a ello. En cuanto se escucharon esas palabras, los dos aslan se incorporaron de inmediato y te inmovilizaron. Viste con el capitán Hudson se levantaba y ayudaba a Milla a incorporarse tambien.

Hudson se giró y te miró de tal manera, que sabías que no iba a salir nada bueno de aquello. 

- Tranquilo chico. Esto sólo te dolerá un poco. - Tras estas palabras, dibujó en su rostro aquella macabra sonrisa y sus ojos parecían desprender locura.

Tendió la mano hacia atrás y fue la misma Milla quien le entregó la espada corta de hoja curvada que Hudson, sin decir nada más, clavó en tu vientre dirigiendo la hoja hacia tu corazón. Pudiste sentir como la hoja se abría paso rompiéndote por dentro, perforando intestinos, estómago... cuando llegó a tu pulmón izquierdo y lo pinchó, pudiste sentir como te costaba respirar, hasta que la hoja llegó a tu corazón y su frío acero lo rompió en dos.

- ¿Ves? Sólo fue el pinchacito inicial. - Te dijo mientras reía y tus vida se iba apagando.

Epílogo.

Todo estaba negro.

- [color=#990000] Ya está de vuelta doctor Hudson. Dios, casi le perdemos. [/color]

Escuchas la voz de mujer a lo lejos.

- Casi, enfermera Milla. Esa es la clave.

La voz de hombre sonaba más próxima. Abriste los ojos. Un visor con un logo, el cual reconociste enseguida como el de Abstergo, estaba en el centro del mismo.

- [color=#990000]¿Realmente era necesario hacerle volver así, doctor Hudson?.[/color]

- ¿Necesario? No, pero ya estaba cansado de este bastardo y lo que hice allí es algo que no podré hacer aquí. - Había rabia en sus palabras. - ¡Ah! Creo que ya empieza a ser consciente de que está vivo.

Empiezas a recordar. Las investigaciones sobre el pasado. El Animus, una máquina capaz de hacer retroceder en el tiempo, a vidas pasadas, todas guardadas en nuestro propio ADN. Te giraste y viste a Hudson, o a su versión más joven. Ataviado con una bata blanca y gafas te miraba con resentimiento.

- Espero que tenga pesadillas durante unos días, sujeto 127. Enfermera Milla, dígame el estado del sujeto. -

- [color=#990000]Estable pero débil. Ha estado demasiado tiempo en el animus. Le costará moverse al menos un par de horas más. Por el resto, igual de sano que al iniciar el viaje, doctor Hudson.[/color]

- Aún así, inyéctele un relajante. No quisiera llevarme una sorpresa.

- [color=#990000]Como diga, doctor Hudson.[/color] - La enfermera preparó la inyección mientras alguien más se unía a la reunión.

[color=#000099]¡No quiero palabrería ni peloteo! ¡Quiero el resultado! Espero que no me haya hecho venir para nada, doctor Hudson.[/color] la voz se aproximaba y te resultaba conocida. En tus recuerdos era Stark, el amigo de Hudson, el piloto e informático de la nave.

- Sin rodeos señor, tenemos la localización de la base. - respondió Hudson dejándote de lado. - Deyna podrá confirmárselo, señor.

-[color=#f52887]Así es, señor Stark. Acabo de enviarle las coordenadas a su dispositivo personal. [/color]- Respondió aquella voz que te resultaba familiar y ahora... distante.

[color=#000099]Perfecto. Enviaré un batallón al lugar. En cuanto al sujeto 127, doctor Hudson, es todo suyo, pero le quiero vivo, no sabemos cuando necesitaremos explorar su mente de nuevo.[/color]

¿FIN?