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¿Qué es un escenario onírico?

Imagina que la mente de alguien es como una casa. En esa casa hay distintas habitaciones: estancias independientes unas de otras. Estancias que encierran partes de los recuerdos, vivencias y conocimientos de esa persona. Cuando los personajes entran en su mente es como si entrasen en esa casa: cada vez que acceden a una de esas habitaciones, entran en un escenario onírico distinto.

Cada escenario onírico puede encerrar una historia en sí misma. Por ejemplo, si una de esas habitaciones encierra el miedo que siente una persona hacia los payasos es posible que los personajes que accedan a esa parte de su mente –a esa habitación- se vean transportados a una inquietante y desvencijada carpa de circo, donde tiene lugar un macabro y siniestro espectáculo circense… del cual tendrán que rescatar a una persona. Dicha persona puede ser bien el propio soñador o un ser querido del mismo. O puede que sean los propios personajes quienes, al acceder a este escenario, aparezcan en él como las víctimas de los sádicos y psicóticos payasos. En ests casos, en los que los escenarios son independientes entre sí, cada uno puede ser distinto del anterior: mientras una habitación que encierre esos miedos puede ser ese circo aterrador, otra que albergue la pasión por la prehistoria de esa persona puede estar representada por una exuberante jungla del periodo Cretácico, obligando a los protagonistas a huir de una estampida de velocirraptores.

Si seguimos con la metáfora de la casa como la mente de una persona, las distintas habitaciones pueden estar conectadas entre sí a través de ventanas, puertas, pasillos… De igual forma puede existir una conexión entre los distintos escenarios oníricos, dando pie a una estructura más coherente dentro del sueño. Por ejemplo, cada uno de esos escenarios podría representar distintas escalas a lo largo de una travesía (puertos mercantes a los que llega un navío, estaciones orbitales de un viaje a través del espacio…) o momentos clave dentro de una historia más larga (cada uno de los sitios a los que lleva cierta investigación a un detective privado, o los distintos problemas que encuentra un grupo de guerreros a la hora de encontrar una joya mística perdida…).

Esferas

En cualquier caso, el mundo de los sueños es sencillamente infinito. Inabarcable. Para poder tan siquiera acercarnos a describir los incontables escenarios, obstáculos, barreras o amenazas que pueden encontrar los personajes en sus viajes oníricos, hemos tenido que reducirlo todo a cuatro categorías básicas. De esta forma, si los escenarios oníricos fuesen cuadros, estas cuatro categorías vendrían a ser los colores básicos que empleamos para darles vida.

Todo escenario onírico por el que se muevan nuestros protagonistas estará definido por esas cuatro esferas. Cada una tendrá asignada un dado de un número determinado de caras:

d4 > d6 > d8 > d10

Excepcionalmente, podremos encontrar entornos oníricos con esferas cuyos dados sean incluso más grandes:

d12 > d20

Cuantas más caras tenga el dado mayor será la importancia y el impacto de esa esfera dentro del paisaje onírico. En cualquier caso, el valor de cada esfera está en relación con las demás.

Aquella esfera que tenga un mayor peso específico dentro de un escenario será la que denominemos como dominante y tendrá asignado el dado de diez caras (d10). A veces se usa el d6 para representar otras esferas secundarias que, pese a no ser definitorias del escenario, tienen cierto peso o una relevancia puntual.

Por ejemplo: un campo de batalla de la Segunda Guerra Mundial plagado de muertos vivientes tendría Imago d10 (por los zombies) y Mnemore d8 (por el momento histórico). Si además queremos que esa batalla se desarrolle en un desierto, podríamos añadir Natura d6. Si en ese mismo escenario de la Segunda Guerra Mundial, los zombies fuesen un componente anecdótico (no una plaga masiva, sino un experimento puntual en campos de concentración), es posible que el d10 estuviese asignado a Mnemore mientras que Imago tendría un d6.

Obstáculos y amenazas

No debemos perder de vista el hecho de que los protagonistas de este juego lo que están haciendo es colarse dentro del sueño de una persona. Su objetivo será siempre llegar hasta lo más profundo de esa mente, descubriendo finalmente la identidad de la persona cuyos sueños han invadido. Para hacerlo, tendrán que recorrer todas las estancias y habitaciones de esa casa que es su subconsciente. Y, normalmente, en cada uno de esos escenarios –en cada uno de esas historias- ello implicará superar alguna clase de prueba o llevar a cabo una misión (de naturaleza más o menos simbólica con respecto a lo que ese escenario representa para el soñador).

Sin embargo, no hay que olvidar que las mentes ajenas consideran a los saqueadores de sueños como lo que son: intrusos. Y, por lo tanto, reaccionarán como lo hace el organismo humano ante presencias extrañas. Con anticuerpos.

El subconsciente de las personas en cuya mente se mueven los personajes puede reaccionar de forma pasiva, introduciendo barreras e impedimentos en el sueño, o de forma activamente agresiva, lanzando ataques directos contra ellos. Tales ataques asumirán formas acordes al escenario en el que se mueven (por ejemplo, el súbito ataque de unos gladiadores en la arena de un circo romano o una emboscada de elfos asesinos en un bosque encantado).

Dream&GO

El sistema será más interactivo, por así decirlo. Tendréis que narrar, pero estoy trabajandou en ellou para que sea algo más simple y de otra forma. No tenéis que preparar nada previamente.