Caiste, llegaste a lo mas bajo, tu y los tuyos, vendiste lo que mas apreciabas y un dia simplemente al morir nadie te recordo. Caiste en el abismo, lejos de todos, de la mano que te iba a proteger o de la mujer a la que amabas. El poder, la ambicion te corrompio pero hoy...hoy ha llegado tu redencion.
Tus pulmones se han hinchado de nuevo, has respirado y has vuelto a la vida, pero no eres tu, eres otra persona en otro lugar en otro tiempo. Salva a los inocentes y te salvaras a ti mismo.
Puede que vengas del Distrito 1 y tu familia sea rica, comas tres veces al día y tengas una casa grande y bonita. O puede que seas del Distrito 12 y rebusques entre la basura para llevarte algo a la boca y te veas obligado a trabajar en la mina para ganar una miseria. Puede que hayas tenido mala suerte, te hayas presentado voluntario o que las probabilidades se hayan cumplido porque has pedido tantas teselas que tu nombre era el más repetido en el bombo del sorteo: has sido seleccionado como tributo para los septuagésimo cuartos Juegos del Hambre.
¿El objetivo? Sobrevivir a los otros once tributos. Qué lástima que ellos pretendan hacer eso mismo.