Hospital psiquiátrico ‘alma de paso’.
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La mujer se toco la cabellera mientras sostenía su expresión de pánico y su mirada perdida en un punto lejano de la pared. Parecía como si no le importara que tuviera visitas, su reacción no cambiaba; solo apretó los dientes con más fuerza, pero no más de la normal.
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Aún cuando el lugar en su total transmitía terror, esta habitación, la habitación de la mujer era distinta al resto. Amobladas las paredes de un blanco más puro, como si el tiempo no pasara por la habitación, con más luz que el resto pero a la vez más sombría; un olor a sangre se introducía por los poros.
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- Todo era oscuro. El aire era pesado, te quemaba.
Dijo la mujer mientras su labio inferior le temblaba, su mirada había cambiado de una mirada dispersa a una llena de ira. Aún cuando lo que decía no era entendible para nadie ellos sabían de qué les hablaba, ya lo estaban viviendo. Continuó…
Si solamente no se hubiera abierto la puerta, yo sería la misma. La mancha de oscuridad ahora corre por mi cuerpo desnudo, me toca todas las noches… aun me visitan y me hacen suya.
Movió su cabeza rápido hacia la derecha haciendo que su oreja tocara su hombro y volviendo su cabeza de nuevo a la misma posición. Su ritmo aumento y se le notaba más agitada, sus ojos revoloteaban todo el lugar mirando uno por a los que estaban allí.
Cuatro, diez, uno… sonrió… ustedes están malditos, más de lo que yo lo estoy. La muerte vendrá y los tomará, los devorara. Su expresión era macabra, la demencia de su mirada paralizaba el lugar, hasta que… su cuerpo se relajo y miro hacia la ventana, su voz cambio, era la de una mujer joven.
Los cuervos ya vienen, ya van a regresar… solo son, Sangre Maldita.