Esto en realidad no es una partida, sino una forma de manifestación extraña y friki. O algo así.
Han pasado ya 10 años desde que el museo de muñecas de la montaña de Budapest fue quemado y aún son muchos los interrogantes que recaen sobre esa área. Los locales y vecinos han comenzado a llamar la montaña de diferentes maneras pero el sobrenombre más común es "La montaña de las muñecas". Muchos restos de la antes majestuosa colección que adornaba la cima han sido encontrados calcinados en el camino que baja la montaña y a pesar de que muchos de los escombros han sido removidos, aún hay una parte que sigue inexplorada: un extraño sótano donde se dice que los vecinos escuchan gritos de dolor y agonía.
Se ha vuelto popular para retos y programas de televisión, así que hay una convocatoria abierta para explorar dicho lugar. Las autoridades de la zona no quieren moverlo pero quieren conocer la causa de tal incendio. ¿Te unirás a esta expedición?
Un famoso laboratorio de la corporación Atlas busca varios sujetos para un importante experimento que, según su comunicado, puede salvar la vida de cientos y mejorar toda la sociedad.
Los sujetos admitidos serán expuestos a numerosas pruebas en un complejo de investigación. La recompensa, un puesto en el estrato más alto de la sociedad.
El rostro de un niño se oculta tras sus manos tenidas de sangre, y a su alrededor la arena oculta trazos oscuros que la muerte parece dejar últimamente sin reparos.
Hace ya algunos siglos desde que el mundo tuviera consciencia de un nuevo descubrimiento dentro de las tierras de Oldland, un legajo olvidado donde las sangres de las tres estirpes empezaros a entrelazarse y dieron como resultado, nuevos cuerpos y nuevos dones por doquier. Pero de eso ya hace mucho… ahora el ansia de los hijos de Caín, han traído la muerte y la ira hacia la tierra.
No importa el lugar, ni el momento, pues la sangre siempre corre por ríos de envidia, dejando atrás el miedo a ser destruidos, olvidando aquella antigua legenda donde el Infierno estaba por llegar.
Al lado de aquel niño yace ahora un raído cartel, carcomido por el tiempo, donde antaño se leía Oldland, pero a su alrededor nada queda de vida. Las casas derruidas y el férreo olor a sangre manchan el lugar.
Donde antaño se irguiera la voluptuosa y enérgica catedral, ahora solo quedan escombros y muros a punto de derrumbarse.
Algo o alguien se ha encargado de que desaparezca la huella de aquel lugar.
El llanto del niño empieza a detenerse mientras su cuerpo tiembla ante tus pies… Ante tus ojos queda la yerma tierra que antaño fue Oldland…
Ni la Guerra del Último Legado, ni la muerte dispersada te pueden detener, alguien debe de encontrar la raíz de todo este caos, y encontrar un camino diferente al que ahora esta por ocurrir.
La fría mano de aquel niño, rueda por el suelo… su vida a llegado a su fin, tu periplo esta por comenzar… pues la verdadera lucha empieza ahora.
Se ha abierto un museo de muñecas en Budapest y se invitó a 25 individuos a formar parte de las pruebas de apertura del hotel que se integrará. ¿Serás uno de esos elegidos que probará sus instalaciones con todo pagado?
Los cansados pasos de aquel hombre vuelven a explorar como cada día, las viejas ruinas de aquel lugar donde se supone que un día se irguió la Antigua Catedral de Baal. Como cada día, el viejo bibliotecario busca entre las ruinas, legajos de escritos o saber que poder incorporar al Nuevo Tomo de Oldland. Un nuevo libro curtido en piel, que guarde viejos vocablos y conocimientos que ayuden a mantaner aquel lugar.
Las ruinas de aquella zona son una cicatriz en la ciudad de Oldland, pues a su lado los edificios crecen en una rutina pétrea y estructural.
Las calles vuelven a estar surtidas de murmullos y de voces risueñas que avanzan con el tiempo, creando un clima de normalidad. Aunque todo aquello es durante el día, pues por la noche la puertas se cierran bajo los postigos y las ventanas se atrancan queriendo evadir el frío aliento del anochecer.
Hace ya varios siglos que aquellos cinco vástagos libraron a Oldland de la apertura del Sello de Baal. Pero no ha pasado ni una sola noche en la que el Sello deje de ser golpeado desde dentro. Sea lo que sea, impera por salir de allí, nadie conoce sus intenciones, aunque nadie espera que sea para dar tranquilidad.
Las hojas de aquel libro poco a poco van aumentando bajo secretos que Bale parece descubrir, como si cada día, aquellas piedras tuvieran un nuevo secreto para él... Nombres, recuerdos y sentimientos, que parecen vividos en su propia piel.
Día a día Oldland se sucede entre unas mañanas llenas de vida, y unas noches colmadas de desesperanza y tranquilidad, hasta hoy. Hoy hay algo que hace que todo el mundo oculte su mirada incluso a plena luz del día, como queriendo ocultarse tras las sabanas igual que un niño en su cuarto sin pensar en nada más.
Aquello que hace el día diferente es la noche de ayer... donde no hubo golpes, ni sonidos con los que empezar a estremecer. Solo silencio, un silencio que incluso enmudece a los sonidos que los árboles dejan con su roce al viento sin querer.
Hoy Bale, no pasea por las viejas ruinas, tan sólo espera en las piedras que un día fueron la entrada al monumento de Baal. Sabe que hoy es el día, el día en el que tendrá paso de nuevo un juicio entre iguales. Una batalla entre vástagos y conocidos, entre extranjeros y cercanos de lo que sucedió un día bajo las murallas de aquellas de aquella Catedral.
En las afueras de Oldland, ahora luce una nueva estaca de acero del que pende un grabado con las letras de la Ciudad, una nueva bienvenida que da paso a una antigua ciudad.
Todo parece repetirse, el silencio, el misterio... y el legado de traición, una vez más.
Chsss...
No hagas ruido. Podrías despertarte.
Imagina.
Si es que aún puedes, imagina.
Deja tu mente atrás por una vez y permítete descubrir lo que guardas dentro. Lo que te escondes.
Imagina.
Deja de tener miedo a ser distinto e imagina como un loco. El Velo está tan lejos o tan cerca como tú quieras. Suéñame con pasión y yo prometeré no soltarte. Coseremos palomas a nuestros tobillos y caminaremos por encima de las nubes.
Podemos hacerlo.
Tú sólo imagina.