Praga, 1887
La niebla envuelve la ciudad como un manto de secretos olvidados, cubriendo los adoquines desgastados por los pasos de quienes persiguen promesas de poder y redención. En las afueras, encaramada sobre una colina oscura, se alza la mansión de Voronov, silenciosa testigo de un legado que ha resistido al tiempo.
Cuentan que sus muros ocultan algo más que las sombras de su dueño desaparecido: una herencia capaz de cambiar el destino de quienes osen reclamarla. Pero como todo en el mundo de los no-muertos, las promesas tienen un precio. La frágil tregua entre la Camarilla y los Anarquistas ha obligado a seis vampiros a unirse para desentrañar el misterio, aunque sus ambiciones los conduzcan al borde de la traición.
Las calles de Praga susurran advertencias, los ecos de la mansión parecen vivos, y los ojos en la oscuridad observan cada movimiento. ¿Será la herencia de Voronov un regalo... o la llave a una condena eterna?
¿Confiarás en tus aliados, o sucumbirás a la naturaleza depredadora que acecha en tu no-vida? La noche es tuya... pero no por mucho tiempo.
"¡Oh, hermanas mías!", exclamó Winifred con un brillo de excitación en los ojos. "Después de tantos años, por fin tendremos nuestra venganza y la juventud eterna que tanto merecemos". Mary, con su rostro redondo y mirada ansiosa, observaba a los dos adolescentes con hambre voraz. Sarah, la más joven y coqueta, danzaba a su alrededor, tarareando una melodía inquietante mientras miraba a la chica con admiración y envidia.
"¡Mirad qué belleza!", dijo Winifred mientras se inclinaba hacia la jovencita, examinándola de cerca. Su sonrisa se ensanchó al ver la juventud y la vitalidad que emanaba la joven. "Tanta vida, tanta energía... Tú serás la primera, mi querida. Me aseguraré de que sea un placer absorber cada gota de tu esencia". La muchacha intentó gritar, pero su voz quedó atrapada en su garganta, ahogada por el miedo.
Las brujas prepararon la poción y Sarah se acercó, casi con delicadeza, a sujetar la cabeza de la víctima para que bebiera. "Será tan fácil, querida. Solo un sorbo y nosotras nos encargaremos del resto", susurró en su oído con una voz que era tan seductora como aterradora.
En la época de la Regencia, los bailes eran eventos sociales de gran importancia, especialmente para las jóvenes debutantes que buscaban un marido adecuado. Las jóvenes debutantes eran presentadas formalmente a la sociedad en su primer baile, marcando su entrada en el mercado matrimonial.
"A Escape to Date" es la nueva atracción de la ciudad y el misterio que la envuelve tiene a todos llenos de curiosidad. Ya algunos han vivido la experiencia, y aunque tienen prohibido hablar al respecto, las impresiones parecen ser totalmente positivas.
Entrar no es tan sencillo: debes ingresar a un link que obtienes al escanear el código QR que está en la puerta del local, luego llenar un pequeño cuestionario, y esperar. Recibirás entonces un mensaje con una fecha y hora específicas para poder acceder a esa puerta misteriosa de un galpón inmenso, vacío por muchos años hasta recientemente.
Hoy has recibido tu mensaje. Sábado, a las 4pm. ¿Te atreves a una tarde de aventura desconocida?
Partida ambientada en el universo de Canción de Hielo y Fuego. Sin embargo, no sucedió ni lo que habéis podido leer en los libros ni lo que se pudo seguir en la serie. Nuestra intención es usar la ambientación, pero no vamos a respetar el lore oficial.
Pero nada de eso importa, porque nuestra partida se ubica mucho tiempo después. Trescientos años.
Esta es una partida de corte principalmente político y social, en la que van a predominar las intrigas. Habrá espacio para combates o investigación, pero de modo más secundario.
Cuenta la leyenda que las piedras del castillo de Rocadragón no fueron talladas por picapedreros, albañiles o artesanos, sino por magos procedentes de Valyria que usaron el fuego y sus oscuras artes para dar forma de dragones, grifos, mantícoras, basiliscos y otros monstruos infernales a las piedras del castillo.
Eso, por supuesto, es lo que cuenta la leyenda. Vos podéis creerlo o no, mi señora, pero decidme algo: ¿Dónde están los orgullosos dragones que quemaron los campos de Poniente con su fuego? ¿Dónde esos magos valyrios y sus oscuras artes?
Yo creo en las piedras húmedas y frías de este castillo, que se levantan orgullosas en el mar; yo creo en la fuerza del hombre para erigir fortalezas soberbias y para derribarlas con el poder de su brazo y sus armas; yo creo en la hoja afilada que es capaz de buscar un hueco en la armadura para hundirse en la carne tierna y hacer una herida mortal; yo creo en la fuerza de una palabra para hacer que todas las defensas de la más inexpugnable fortaleza caiga rendida.
¿Dragones? ¿Magia? No lo creo. La experiencia me ha enseñado que el ser humano puede ser más peligroso que un dragón y que el fuego más destructivo es el que sale de la boca de los hombres y mujeres.
¿Y vos, mi señora? ¿En qué creéis vos?