Subida por comepecados
de la
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(2/3)James Comepecados llevaba días esperando el momento. Su viejo Cadillac Miller Meteor aparcado en la puerta de la más deseada de las organizadoras le servía de puesto de vigilancia avanzado esperando que lo imposible sucediera de una vez. Su vieja pipa humeante era la única fuente de luz en una noche fría y lluviosa. Cuando de repente vió que lo que Mirlow Lengualarga le había contado era verdad.
Alguien pretendía conseguir doblar la voluntad de la organización a favor de su equipo. Una sombra demasiado grande apareció del callejón. Su exagerado tamaño no dejaba duda de quién era. Philiph Carxofa. Pero lo más interesante no era su presencia allí, sinó lo que ese maldito investigador de tres al cuarto acarreaba consigo.
Tal presente se delataba a sí mismo. Era la representación del soborno hecho realidad. Y James Comepecados no podía permitir que ese presente llegara a manos de la organización. Así que se apuró a salir del coche sin ser visto y a subir sigilosamente las escaleras sin que Philiph Carxofa detectara su presencia, cosa que, por otro lado, fué extremadamente fácil pues ese energúmeno era tan confiado que no podía ni imaginar que él estuviera allí para interceptarlo.
Vió como Philiph Carxofa llamaba a la puerta y como la organizadora la abrió. Escuchó su corta conversación en la penumbra hasta que vio el momento. Su entrenamiento militar no le permitió vacilar. James Comepecados, en un gesto calculado y hábil, arrebató el jamón de las manos de ese gigante engreído y aprovechó el movimiento para atizarle en la cabeza con él y dejarlo K.O.
Ahora James lo tenía todo a su favor. Tenía un jamón, tenía una organizadora y tenía el motivo. Conseguir que las puntuaciones de su equipo emergieran como la espuma teniendo a Sandrifenix a su favor.
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(2/3)James Comepecados llevaba días esperando el momento. Su viejo Cadillac Miller Meteor aparcado en la puerta de la más deseada de las organizadoras le servía de puesto de vigilancia avanzado esperando que lo imposible sucediera de una vez. Su vieja pipa humeante era la única fuente de luz en una noche fría y lluviosa. Cuando de repente vió que lo que Mirlow Lengualarga le había contado era verdad.
Alguien pretendía conseguir doblar la voluntad de la organización a favor de su equipo. Una sombra demasiado grande apareció del callejón. Su exagerado tamaño no dejaba duda de quién era. Philiph Carxofa. Pero lo más interesante no era su presencia allí, sinó lo que ese maldito investigador de tres al cuarto acarreaba consigo.
Tal presente se delataba a sí mismo. Era la representación del soborno hecho realidad. Y James Comepecados no podía permitir que ese presente llegara a manos de la organización. Así que se apuró a salir del coche sin ser visto y a subir sigilosamente las escaleras sin que Philiph Carxofa detectara su presencia, cosa que, por otro lado, fué extremadamente fácil pues ese energúmeno era tan confiado que no podía ni imaginar que él estuviera allí para interceptarlo.
Vió como Philiph Carxofa llamaba a la puerta y como la organizadora la abrió. Escuchó su corta conversación en la penumbra hasta que vio el momento. Su entrenamiento militar no le permitió vacilar. James Comepecados, en un gesto calculado y hábil, arrebató el jamón de las manos de ese gigante engreído y aprovechó el movimiento para atizarle en la cabeza con él y dejarlo K.O.
Ahora James lo tenía todo a su favor. Tenía un jamón, tenía una organizadora y tenía el motivo. Conseguir que las puntuaciones de su equipo emergieran como la espuma teniendo a Sandrifenix a su favor.
El error de James, pero, fue el mismo que el de Philiph. Confiar que esa noche estaba solo en aquel apartamento...
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El pecado como es listo lo cuenta todo 2 veces....continua donde los tabulati
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La venganza de los miembros VIVOS del equipo AH será cruelmente esperada...
Que bueno XD
Muy buena foto, me hace gracia el perro atento en la foto