El reloj dio las doce. A esas horas, sólo hay dos tipos de personas en la calle: policías y delincuentes. Una figura emergió del callejón, envuelta en brumas. No pertenecía a ninguno de los dos grupos y, sin embargo, acababa de desperar... y tenía hambre.
Un siglo antes de que el pequeño pueblo norteamericano de Shadowbrook fuera invadido por una plaga de muertos vivientes, las fuerzas sobrenaturales demostraron que aquel lugar tenía algo especial para ellas. Unos dicen que fue un vampiro, otros aseguran que era un simple hombre, que se convertía en algo monstruoso bajo la luna llena... incluso hablan de un espantoso jinete sin cabeza, que cabalgaba incansable, cosechando llevándose las almas de los vivos.
Tan sólo un grupo de foráneos, recién llegados al pueblo, volvieron la cabeza, apartándose de la comodidad del conformismo. Los rastros eran claros. Los signos, inconfundibles: algo había llegado a Shadowbrook, con una contribución a su modélico vecindario: UN TOQUE DE MALDAD.
Segundo juego de Flying Frog Productions (Last Night on Earth, the Zombie Game), con la misma calidad de diseño y trasfondo que el anterior (y actores caracterizados para las ilustraciones). En este caso, nos encontramos ante una versión resumida del Arkham Horror: el tablero se divide en unas cuantas localizaciones, cada una de las cuales con un tipo de encuentro. Cuanto más se aleja uno del centro del pueblo, más probabilidades hay de encontrarse de narices con el peligro.
Al principio del juego, se escoge qué monstruo amenaza Shadowbrook (vampiro, hombre lobo, jinete sin cabeza, espantapájaros o dríada, esta última disponible en la web oficial del juego), cada uno con sus poderes, maldiciones y sirvientes. Los jugadores tendrán que investigar sus crímenes, recopilar armas y objetos útiles, y entrenar sus propias habilidades si quieren salir airosos de la gesta.
Se contemplan tres tipos de juego: competitivo, cooperativo o por equipos. El monstruo es automático en las tres modalidades. El modo cooperativo cuenta con algunas reglas adicionales para dificultar (bastante) el juego. En su turno, un jugador tiene varias opciones. Conforme pasa el tiempo, es más sencillo encontrar pruebas de que el monstruo existe y localizar su escondite, pero también hay más probabilidades de que su influencia sobre el pueblo sea irreversible.
Los personajes más notables del pueblo pueden constituir una gran ayuda en la aventura, o bien reaccionar contra sus salvadores, desconfiando de ellos y dificultando su tarea. También puede que guarden, en secreto, un estrecho vínculo con la criatura y la estén ayudando disimuladamente. O bien podrían convertirse en los nuevos y flamantes sirvientes no-muertos del enemigo.
Completan la caja los acostumbrados marcadores adicionales para utilizar con reglas inventadas o futuras expansiones, y un CD con la banda sonora oficial del juego.
Es fácil de aprender, se juega rápido y los tres distintos modos de juego, sumados a los cuatro monstruos que vienen en la caja y los ocho personajes entre los que elegir, hacen que las partidas sean variables.