Marilla Cuthbert y Matthew Cuthbert, dos hermanos de avanzada edad que viven juntos en Tejas Verdes, una granja en un pueblecito llamado Avonlea, deciden adoptar a un muchacho huérfano de un orfanato de Nueva Escocia para que les ayude con la granja. Debido a un malentendido, la que termina en Tejas Verdes es una muchacha pelirroja llamada Anne Shirley, parlanchina, alegre y muy imaginativa.
La serie nos relata su día a día, sus amistades, sus aventuras y sus problemas para integrarse en el pueblo por los prejuicios de la época, a lo largo de 7 capítulos.
Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:
Ambientaciones cercanas a la época (principios del siglo XX) como la Llamada de Cthulhu, Omertà o reglamentos genéricos como Savage Worlds o C-System.
Mi granito de arena.
Nunca he visto la serie antigua ni leído el libro. Había oído hablar de él e incluso creo que llegué a ver un capítulo por pura casualidad de la serie, pero enseguida lo cambié, eran mis años mozos y las cosas de chicas no me gustaban nada de nada. Ahora que vuelve me he tomado un tiempo para verla y debo decir que ha conseguido entusiasmarme. Como nota, un merecido notable. Las actuaciones son muy buenas (al menos de los protagonistas), el ambiente está muy conseguido, el acompañamiento musical es correcto y a historia es sencilla pero amena.
Entremos un poco más en materia.
Interpretación. El mejor punto de todos. Hablo habiendo visto la VO, así que la versión española bien podría ser mejor o peor, pero eso dejaré que lo juzguen otros. La primera actriz a la que se debe mencionar no es otra que Amybeth McNulty en el papel de Anne Shirley. En mi humilde opinión, creo que ninguna otra podría haber dado vida a este personaje como ella. Su energía desborda la pantalla cada vez que aparece y a veces cuesta creer que no estemos mirando una ventana hacia el pasado en lugar de una serie. Con sinceridad, creo que mostrar la alegría constante de Anne sin parecer falso debe ser un trabajo agotador y ella lo hace de maravilla. A veces dan ganas de matarla (a Anne, no a la actriz) por toda la verborrea que suelta, pero te acabas acostumbrando. Creo.
Los segundos en la clasificación son los Cuthbert. Robert Holmes Thomson (Matthew) tiene un talento especial para expresar lo que siente el personaje con apenas cambiar uno o dos gestos, cosa obligatoria en un personaje callado por naturaleza y cuyas líneas casi se pueden contar con los dedos de una mano. Para compensar eso, tiene alguna de las mejores frases de toda la serie y se las merece por completo. Su hermana, Marilla, interpretada por Geraldine James, también es brillante, aunque le resto algo de mérito (muy poco) por ser el suyo un personaje algo más fácil de interpretar, como mujer severa y poco proclive a dejarse llevar por su lado emocional.
El resto de personajes mantiene un buen nivel, sin llegar a cotas destacadas, al menos para mí. De todos modos, dado que el objetivo de la serie es mostrar a los Cuthbert y Anne, no resulta en absoluto un problema y no resta un ápice de brillantez a la serie.
Ambientación y decorados. No se mucho de este tema, así que pido perdón si digo algo raro. Solo me aventuraré a decir que el set de rodaje es precioso, realmente dan ganas de viajar a Canadá y verlo por uno mismo; las cámaras hacen un buen trabajo en capturar la belleza del lugar, en especial a través de los ojos de Anne. La recreación de la ropa y las formas de la época también son maravillosas. Han puesto mucho esfuerzo y eso se lo debo reconocer.
Historia. Es previsible, a pesar de que se ha adaptado y se ha tratado de dar un tono más adulto en algunas escenas. No puedes pedirle a una historia de 1908 (año de publicación) que sea rompedora a día de hoy. Se adapta bien a nuestro tiempo y transmite buenos mensajes acerca de la familia, la amistad, la pertenencia a un lugar, el trato a los que son diferentes y varias cosas más que no han cambiado en la actualidad. Alguien puntilloso podría decir que transmite mensajes erróneos de como deben ser las niñas y los niños, sus tonos machistas (o feministas, según se mire). Una vez más, recordar que es 1908, no le puedes pedir peras al olmo XD.
Tiene momentos muy emotivos y escenas muy chocantes, pero a mí particularmente no me hicieron palpitar el corazón por verlos venir, pero creo que están bien elaborados. Y no es menos cierto que yo soy un insensible de cuidado, no lloro ni aunque me muera, así que soy un mal indicador para estas cosas en líneas generales.
Música. es correcta, sin más. No me inspiró de manera especial. Quizás más las canciones que salen en la serie, que son bonitas y agradables de escuchar, pero no más. Con todo, agradable y muy acorde al tono de la serie y de las escenas que se iban presentando.
Podría hablar en detalle de cada capítulo, pero creo que sería dar demasiada información sobre una serie que merece verse. El giro final te deja con ganas de más a poco que te haya gustado la historia. Yo seguiré viendo cuando salga la segunda temporada y os animo a los demás a que lo hagáis.
Con mis mejores deseos, Alas Negras concluye su reseña.
Le echaré un ojo. Personalmente siempre me llamaron mucho los universos que se aferraban a esa nostalgia rural de principios de siglo que ya iban viendo como tenían los días contados, como George Elio o la propia Lucy Maud Montgomery.
Si te gusta ese tipo de ambientación y personajes, la CBC produjo durante 7 temporadas una series llamada Road to Avonlea, basada en diversas historias de la autora que toman parte en el mismo condado ficticio en el que viven Anne y los Cuthbert. Los personajes no tienen tanto carisma pero están bien llevados, la recreación también es muy buena y la fotografía es espectacular (y si, tengo confirmado por varios canadienses que la Isla de Prínicipe Eduardo realmente es así).
También fue el trampolín en el que despegaron un par de actores canadienses, notablemente Sara Polley. Que ahora que he invetigado veo que tiene mi edad. O tempora! O mores!
Gracias por comentar, Leonid. No es una ambientación que me llame especialmente la atención, pero la verdad es que se hace agradable de ver, le echaré un ojo.