10 amigos, hartos de la dura de rascarse las narices en trabajos que no les motivaban lo mas minimo, trabajando una cantidad de horas bastante ridicula en comparacion con otros trabajos, decidieron dar un fin de semana rienda suelta a sus ganas de fiesta. Y dieron con un hotel en la sierra de Albarracin. El hotel les ofrecia justo lo que ellos estaban deseando. Un fin de semana lejos de la ajetreada vida que llevaban, despertarse a las tantas con el ruido de los rios y los arboles, bajar a desayunar tranquilamente unas buenas tostadas con un cafe caliente, comer un buen plato de sopa y de segundo ponerse hasta los ojos con paletillas asadas.
Y de camino al hotel hast ahora todo va bien. Todo son alegrias y todo son risas. Sin embargo hay algo que no les termina de convencer pero no le dan importancia. Tal vez sea por que el slogan del hotel sea " Turismo Brutal"
La historia esta en blanco, parece que no nadie antes habia pasado por aqui.
Sistema propio. Mas informacion una vez esteis dentro de la partida.
Descripción del lugar.
Escena para todo lo ocurrido en la Recepción
Escena para todo lo que ocurra en la Cafeteria
Escena para todo lo acontecido en el restaurante.
Escena para todo lo acontecido en la cocina.
Escena para todo lo que ocurra en este almacén.
Escena para todo lo que ocurra en el almacén del sotano
Escena para todo lo que ocurra en las habitaciones.
Escena para todo lo que ocurra en la azotea del edificio
Escena para ir regulando la hora y el dia.
El hotel no había tenido afluencia de público desde el dia que lo abrieron y de eso habían pasado ya muchos días. Es por ello por lo que Belén, o más bien deberiamos decir Aj´´hail se dedicaba en su forma humana a traer a su demoniaco señor al mundo de los vivos, y lo hacía de una forma muy peculiar. Se metía en los sueños de los huespedes que pasaban por alli y haciendoles creer que no eran más que pesadillas, los huespedes se encargaban de cumplir con los designios de las criaturas infernales.
Cuando los huespedes no servian a los propósitos como Aj´´hail deseaba simplemente se deshacia de ellos. A fin de cuentas, nadie iba a sospechar de la mujer de la limpieza...