Las aguas del mar sombrío se encontraban con los guijarros desparramados de la orilla, detrás de la cual se abria la amplia vista de la Infraoscuridad resplandeciendo con una ténue luz cavernosa. Titánicas columnas del tamaño de enormes castillos se yerguen imponentes a lo largo de millas en la neblinosa profundidad. La amplia y empinada base de una colosal columna cercana está excavada con calles, muros y elaboradas estructuras, muchas de las cuales tienen enormes ventanales vacíos. Otros, aún tienen el brillante tintineo de una leve fuente de luz. ¿Serán nuestros héroes lo suficientemente valientes como para explorar la ciudad en espiral y enfrentarse a los horrores que acechan en la oscuridad?
Aire frío y húmedo golpeaba el rostro de Darend. Parpadeó varias veces. Al menos tenía la impresión de haberlo hecho. El mundo entero era ahora Negro -una nada vacía, excavada por su desconocida profundidad - tuvieras abiertos o cerrados los ojos.
El aire fresco que peinaba sus mejillas, llenó su nariz de polvo y del rancio olor de algo putrefacto, recordándole el sótano que había debajo de la casa de su abuela. Era como aquello pero de algún modo más fuerte, más salvaje. Qué lugar tan extraño para despertarse...
¡Había caído! La memoria de pronto le golpeó con las imagenes de los rostros sorprendidos de sus compañeros, por el grito ronco que llenó su garganta. La cuerda había fallado y él se había sumergido en la angosta chimenea que habian descubierto cerca de la tumba del rey olvidado.
¿Cuánto habia caído? Intentó levantar las manos pero el dolor se mostró como respuesta. Uno o dos huesos tenía rotos, eso con certeza.
Ladeó la cabeza en una direccion, después en la otra. "Gracias a los dioses", graznó. Al menos no se había roto por completo. Si tan sólo esperaba allí, sus compañeros acabarian por encontrarle.
¿Cuánto tiempo había estado allí tumbado en las oscuras profundidades de la tierra? De algún modo, tenia la sensación de que un tiempo considerable sí que había pasado. ¿Por qué no le habían encontrado aún?
"¿Hola?" preguntó. Quizás estaban incluso buscándole en ese preciso momento pero no podían encontrarle en esa tremenda oscuridad. "¿Angelu? ¿Jamarch? ¡Estoy aquí abajo!" Escuchó el desesperado tono agudo del miedo en su voz. Aguanta, se dijo a sí mismo. Trató de tomar varias bocanadas de aire, respirando con profundidad.
Su llamada resonó con ecos en la vasta distancia antes de desaparecer por completo. Si estaba en una cueva, debía de ser inmensa. El temor se apoderó de el. ¿Había caído tanto que estaba en la Infraoscuridad?
Un repentino estrépito hizo que levantara la cabeza de un fuerte tirón. No importaba cuanto abriera los ojos, no podía encontrar un filo de luz en aquella aterradora oscuridad.
"¿Angelu?" intentó optimista.
Nada. Su corazón se disparó. Su boca estaba reseca.
Un nuevo ruido, esta vez mucho más cerca. Un repiqueteo constante después, y un agitado enjambre que acabó engullendolo.
Partida con Personajes creados. Continuación de Las Aventuras del Rey Olvidado.