Partida Rol por web

— Nada, se acabó el placentero viaje... — me envenené, con una mueca cargada de ácido, cuando el primero de los muertos vivientes que habíamos encontrado en la huida por aquel campo de maíz se abalanzó sobre Oroku. En ese momento, raudo como solo un Magus de la Casa Aüre podía hacerlo, moví la espada hasta ponerla en posición horizontal, cubriendo, con ambos brazos abiertos, la posición de la familia. Tocaba defenderla, aunque no me gustaba luchar teniendo civiles tan cerca, confiaba en que mis compañeros supieran que hacer en cada ocasión, pero la reaccion de un pobre diablo al que afectara el miedo, era imprevisible, y esa impresivilidad era algo que me enervaba.

— Cubro la retaguardia... — avisé a mis compañeros. Aunque tenía claro que nos les haría falta a ellos, esperaba que, de algún modo, reconfortara a la familia.

Notaba el hormigueo de la bendición de Zhay bajo mi piel, lo que me hizo sonreir, pues sabía que reforzaría aún mas mi capacidad de combate:

— Pobre de aquel de los muertos que ose acercarse por aquí...

El ninja Oroku Saki sabe que puede confiar en sus compañeros, igual que ellos confian en él.

Tambien sabe que su tarea es vencer es usar su sable oriental y evitar que la sangre llegue a perturbar la paz de los inocentes. Al fin y al cabo, esa es la tarea de nuestra orden, la Llama de Plata.

Así que se toma el más leve instante, estudia al rival, y sin romper el silencio ninja le da una somanta de tajos, cortes, embites y estocadas

Y repentinamente uno de esos bichos apareció junto a ella y Oroku. El ninja, espada en mano, no dudó en comenzar a subir y bajar el arma sobre el ghoul, fileteándolo sin compasión.

Por su parte, Zhay pensó que tal vez podría ayudar "allanando" la situación a base de aplastamiento con golpe de maza. Preparada, con el arma en la mano, la mujer levantó el arma y la descargó repetidas veces contra el monstruo. No era experta en combate, pero haría todo lo posible por proteger a aquella familia y apoyar a sus compañeros.

Azuzó la maza tratando de espantar a aquella cosa, más que golpearla, con escasas consecuencias.

Oroku reacciona rápidamente y antes de que la criatura le alcance le lanza varias tajos con su nodachi. A la vez, Zhay reacciona golpeando con su maza en la misma dirección que su compañero. Lamentablemente, lo repentino del ataque enemigo hace que solo uno de sus golpes de en el blanco, pero es suficiente para desequilibrar al ghoul, que falla su embestida clavando las garras en la tierra.

Ambos aventureros se percatan de que otro de esos seres ha querido aprovechar el momento para atacar a Oroku por la espalda, fallando acertando contra su armadura pero con demasiada poca potencia como para hacer ningún efecto.

Mientras tanto, un tercer ghoul ha aparecido a la carrera entre la hierba al norte, lanzándose contra Thomas aprovechando que este estaba sólo y clavando sus uñas en él, agarrándole en una férrea presa.

el mago es sorprendido por aquella criatura inmunda que ahora tiene frente a frente, el dolor clavado en su carne es intenso y sabe que debe actuar rápido, no hay tiempo para miramientos ni para cautelas; posiciona dos dedos justo frente a la cirtura lanzando dos potentes rayos que abrasan todo a su paso.

¡Suéltame maldita criatura inmunda! ¡no eres digna de posar tus manos en mí!

pronuncia alguna maldición en un idioma gutural que recuerda el hablar de los demonios y dispara aquel hechizo.

Dos rayos de fuego iluminan la oscuridad a vuestro alrededor. En la confusión del combate Thomas no acierta a ver si su conjuro ha dañado a la criatura, pero como mínimo la aparición repentina de esa fuente de luz ha sido suficiente para que le suelte.

Incapaces de controlar el miedo, Allisa (la madre) y Gwen (una de las hijas) empiezan a correr de vuelta hacia el este mientras qué Byron se junta a su padre y a Salla para tratar de protegerles si es necesario mientras lanza miradas de pavor en dirección hacia donde ha huido su esposa.

Oroku contempla como los civiles intentan escapar, aterrados.

¿Es que no saben reconocer que las tinieblas son un peligro? ¿Es que no han ido a la escuela?  Con estos pensamientos, sigue dejando caer una red de cortes y estocadas al objetivo. Permitiendose un tiempo vital para poder ajustarse y poder atacar donde más duela

"Son muy resistentes ¡Ya deberían de ser picadillo, y aun así siguen luchando!"

Zhay, pese a intentarlo, comprobó cómo aquellos bichos poseían una agilidad y resistencia endemoniada. Iba a costarles lo suyo acabar con ellos... ¡y más si los civiles salían corriendo como conejos, desperdigándose! Al advertir esto último, la rubia decidió intervenir cuanto antes. De lo contrario la mujer y la niña serían presas más que fáciles.

- ¡Voy por ellas! - exclamó mientras se movía hacia en dirección a las mujeres, presas del pánico a la que se cubría con el escudo para intentar evitar un probable ataque del monstruo con el que estaba cuerpo a cuerpo, al bajar su defensa. Corrió hacia ellas cortándoles el paso y recitó una breve salmodia, invocando el poder de Milani.

Una luz rojiza envolvió a las tres mujeres de la familia que, de estar aterradas, pasaron a estar sencillamente preocupadas ante lo que podría pasar si sus protectores no lograban acabar con los monstruos. Sin duda afrontarían una muerte segura... pero ahora de cara, sin miedo.

- ¡Volved a la formación, ahora! ¡Sois una familia y debéis permanecer unida!- exclamó imperativa la clérigo, sabiendo que ahora no tenía que tratar de convencer a mentes enajenadas.

Giró su rostro mientras tanto para ver la complicada situación de Thom y Oroku, advirtiendo la fea costumbre de los bichos de agarrar a sus oponentes.

Vais frescos.

Zhay elevó su símbolo sagrado y emanó un aura brillante, clara y azulada, envolviendo a los aliados presentes. Acto seguido estos se sintieron más ágiles e imparables.

Oroku continua cubriendo su posición tratando de reducir el número de enemigos. El primero de sus golpes daña gravemente al ya debilitado ghoul, que se echa al suelo entre alaridos de dolor. Een la furia de su ataque, los siguientes golpes del ninja, solo encuentran el aire al no darle tiempo a rectificar las estocadas.

Mientras tanto, aprovechando que el enemigo cae al suelo, Zhay abandona su puesto para ir a controlar a la madre y la hija. El poder de Milani que canaliza tranquiliza a ambas que la miran con seguridad y fuerzas renovadas.

— Condenados montones de podredumbre... — mascullé, casi chirriando los dientes, cuando tres de aquellas criaturas abandonaron sus escondites para atacarnos desde el norte y el oeste, al frente de nuestro avance. El bufido solo empeoró cuando vi con desagrado como la madre y una de las hijas abandonaban la seguridad de la formación:

— Casi te haría un favor clavandote a Hoja de Niebla en las entrañas... — pensé, con un intenso desprecio cuando una de las dos féminas pasaron a mi lado. Iba a ladrar algo, cuando Zhay, con mas paciencia de la que yo podría tener para eso en toda mi longeva vida, se ocupó de hacerlas volver al redil.

Entonces me centré en lo importante. No había ningun ghoul en retaguardia: solo dos, bueno, uno ya, con Oroku, y otro con Thömathör, que ya estaba herido. No me lo pensé: aprovechando la magia que mi propio poder Magi me ofrecía, me movi con algo menos de impedimento hasta llegar al lado del mago, y dije, liberando mi furia contra el ghoul:

— Me concede este baile, puto enjendro del infierno...???

Valantir se acerca rápidamente hasta donde esta Thomas y asesta un poderoso golpe a la criatura, que gime de dolor y se retira hacia el pasto (AdO Thomas y Valantir si queréis).

Entretanto Oroku está en problemas. El segundo ghoul que se acercó a él estiende sus brazos agarrándolo y le clava furiosamente las garras. Al verle parcialmente reducido, su compañero malherido se envalentona y hace lo mismo aunque con menos efectividad. A pesar de los daños, gracias al poder del aura de Zhay, las criaturas no consiguen inmobilizar al ninja.

Lo efectos de la agitación del combate comienzan a ser palpables: otros 2 ghouls han llegado atraidos por los ruidos de la lucha y se han lanzado hacia los miembros de la familia que veían más vulnerables. El anciano y la niña consiguen esquivar el embite a duras penas, manteniéndose firmes en pie solo gracias al poder de Milani.

Val asiste al mago ante el Ghoul que lo estaba amenzando, este retrocede ante el poderoso golpe del Magus y el elfo sabe que es su oportunidad de terminar con esto, así que aprovecha el destanteo de la criatura para lanzar sus proyectiles mágicos sobre este. De las yemas de sus dedos comienza a salir una pequeña luz de color azul que en pocos segundos se convierten en 5 ráfagas de magia pura que impactan sobre su objetivo.

Muere criatura maldita! ... Gracias Val, intentaré ayudar a la familia.

Sin moverse de su lugar el mago gira en dirección a la familia, observa a dos criaturas más, una atacando al abuelo y otro a la niña, una decisión no muy difícil para él, entre la frágil raza de los humanos los ancianos se vuelven seniles y obsoletos, aunque su experiencia algunas veces es valiosa merece más el esfuerzo una vida joven que puede aprender y ser útil; así que decide atacar al Ghoul que esta sobre la niña, sabe que este será su último hechizo de proyectiles mágicos, su reserva a terminado y no puede hacer más.

Cúbrete y no te muevas niña! le grita a la infante, nuevamente de sus dedos sale esa brillante luz azul que se convierte en otras 5 ráfagas de magia.

"Maldita sea, están a punto de rodearme" piensa el ninja Oroku Saki "Se supone que somos los ninja los que atacamos a los puntos débiles ¡No los ofrecemos!"

Resuelto, continua su acometida, y el Fervor de Milani sigue rugiendo en él, así que la red de estocadas y cortes continua cayendo sobre el maltrecho oponente, quien aun así se defiende de la mayoría de las acometidas.

"¿Por que no termina de morirse de una vez?" ruge frustrado

¡Y para colmo, ve como un enemigo más se une a la refriega!

La situación se tornaba complicada, apareciendo bichos por doquier amenazando con zamparse a Oroku o a la familia. Por tanto, Zhay trató de llamar la atención de aquellas criaturas. Enarbolando su símbolo de la rosa, imploró la ayuda de su deidad una vez más. La mujer brilló con luz dorada que se concentró en su persona para, finalmente, estallar en un área que alcanzó a todos los muertos vivientes cercanos. El aura quemó a los ghouls como si de fuego se tratara, haciendo que aullaran de rabia y dolor.

Acto seguido la rubia se movió, entrando el liza con una de las criaturas que amenazaba a la niña de la familia.

- ¡Eh, bicho asqueroso! ¿Te ha gustado lo que te he hecho? Como no me detengas voy a repetirlo una y otra vez - le enardeció con sonrisa aviesa.

Torcí el gesto en una cínica sonrisa cuando el no muerto optó por una huida nada digna tras la estocada que le dí para proteger al mago, y no dudé un solo segundo en aprovechar la rotura en su defensa para tratar de colar una nueva herida en su carne podrida, aunque por el rabillo del ojo veía como dos nuevas criaturas aprovechaban para colarse en nuestro perímetro, dispuestas a alimentarse de los más débiles:

— Condenadas alimañas cobardes... — dije, sin esperar siquiera el resultado de mi ataque.

— Töma, cierra filas en el medio!! Tenemos que freir a esos engendros antes de que hagan inutil nuestra "excursión" por el condenado maizal!! Al que no ataque yo!! — dije, señalando con la espada a los dos ghouls que hostigaban al anciano y a la niña, aunque, incomprensiblemente, parecía que las bendiciones de Zhay eran suficientes para protegerlos.

— Eirë utme kîrilêm!! — mascullé, utilizando una vieja forma de mi familia, antes de moverme, aprovechando mi velocidad, hacia las criaturas, dispuesto a acabar con ellas, aunque para cuando lo hice, la pura luz de la Clerigo ya había caido sobre ellas. Invocando el poder que crepitaba en mi interior, golpeé, mas con precisión que fuerza, aunque uitilizando mis habilidades para maximizar el poder destructivo de este, alcanzando el pecho del ghoul que hostigaba a la niña. Y entonces sonreí con malicia a la criatura, antes de liberar el poder siseando las palabras apropiadas. De la espada se liberó la magia, transformando el pecho del ghoul en una piscina de ácido.