Partida Rol por web

El despertador te repiquea en la cabeza como si te estuvieran dando martillazos en la cabeza.

Aunque no hay clases, si estan las recuperaciones y tu trabajo en un articulo que estas preparando.

Hoy es el ultimo dia en la universidad y promete ser duro....

-¡Vamos cielo, que yo no madrugo!- Te pega un codazo para que te levantes....se da la vuelta dandote la espalda y agarrandose a la almohada.

- Mmmphhs

Una queja gutural salió de mi garganta mientras me tapaba la cabeza con la almohada, había pasado parte de la noche revisando expedientes de algunos alumnos cuya situación era dudosa y repasando datos para mi artículo. No me apetecía levantarme. El despertador seguía insistiendo y ocurrió lo inevitable, fue Rachel la que se despertó y me obligó a levantarme.

- Está bien. Ya voy cariño.

De un manotazo apagué el molesto aparato que no dejaba de sonar y tras hacer acopio de toda mi voluntad me levanté de la cama ofreciendo a mi mujer una visión de mi cuerpo desnudo visto desde atrás. Me dirigí hacia el baño y tras darme una agradable ducha fría me vestí con mi atuendo habitual: Lo primero que encontraba en el armario.

- Nos vemos luego cariño, descansa.

Salí de casa sin siquiera desayunar, cogí mi bicicleta y me dirigí hacia la Universidad.

Tras unos pocos kilometros llegas a la universidad...

El campus tiene un movimiento constante de estudiantes...todos van a ver los resultados de los examenes finales....

Algunos te saludan cuando pasas.

Caminé junto a mi bicicleta hasta acercarme al estacionamiento mientras devolvía el saludo a aquellos estudiantes y profesores que me crucé por el camino. No pude evitar sonreir al pensar cómo algunos de ellos dejaban entrever un evidente nerviosismo por sus calificaciones, que no habían sido más que el fruto de su trabajo durante todo el año. Por suerte, algunos de ellos terminarían aprendiendo de sus errores y terminarían siendo buenos profesionales. Yo lo hice.

Me dirigí hacia mi despacho con aire desenfadado, me esperaba un duro día de escuchar súplicas y quejas acerca de las notas, unas más claras que otras. No tenía ningún interés de estar allí, pero ya que no había más remedio lo mejor era encararlo de la mejor forma posible.

Entré en el despacho, cerré la puerta y me dirigí a la mesa donde revisé los expedientes de los casos dudosos. Nunca me negaba a revisar mis calificaciones y en alguna ocasión las he corregido, pero no solía regalar puntos a nadie.

Segun miras en unos de los cajones, algo te sorprende....

se trata de una cabeza de jibaro, al pie una nota a tu nombre....

- ¡Oh, Dios mío! ¿Qué demonios....?

Saqué con precaución y algo de curiosidad la extraña cabeza de la mesa preguntándome a quién podría habérsele ocurrido una broma semejante. Varios nombres de alumnos pasaron por mi mente y estaba convencido de que saldría de dudas en cuanto leyera la nota, seguro que al bromista se le habría escapado algún signo que le identificase. Su letra, estilo al escribir... sea como fuere, se le iban a acabar las ganas de gastar este tipo de bromas.

Cogí la nota con dos dedos y deposité la cabeza sobre mi mesa con cuidado de que no tocase nada importante, abrí la nota y la leí. Esto no me gustaba demasiado.

Estimado amigo.....

Sabemos quien eres y que has hecho....

esto es una advertencia.....

ya te llamaremos y esperamos tu colaboracion....

Si no...esta es una muestra de como quedara tu bella mujer....

No seria muy aconsejable llamar a las autoridades....

¡hasta pronto Sr. Dorbin!

Me levanté de mi asiento con algo de preocupación y algo cabreado. Si esto era la broma de algún alumno rencoroso se estaba jugando mucho más que un suspenso en mi evaluación. Sin embargo, dudaba mucho que algunos de los chavales hubiera tenido iniciativa y capacidad para llevar a cabo una broma así, ambas cosas sí pero nunca las dos juntas.

Fui hacia la puerta y oteé el pasillo en busca de alguien que me indicase, ya fuera por despiste u orgullo, que estaba detrás del incidente. Pero no parecía haber respuesta.

Todo esta en calma...

Todo parece estar tal como lo dejaste....

algun alumno paseando por los pasillos intentando llegar a su clase....

Bajo tu mirada, ves que no ha sido solo una broma....

Salí del despacho cerrando la puerta tras mis pasos. Aquello no podía quedar así pero tampoco tenía demasiadas posibles elecciones. Mi cabeza no paraba de dar vueltas buscando al posible autor de aquella macabra broma. ¿Habría sido un alumno? Sinceramente, no lo creía, y eso ponía las cosas más difíciles si cabe.

Me dirigí al despacho del Decano para ver qué curso de acción debíamos tomar en aquel asunto, si realmente tenía a un psicópata tras mis espaldas llamar a la policía no era una buena idea. Ni para la institución, ni para mí, ni para mi familia.

Llegas a la puerta del decano.....

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas a la situación, ¿quién sería capaz de llevar a cabo un acto así? Aunque pensándolo bien, la pregunta adecuada no era quién, sino por qué.

Golpeé la puerta del decano antes de adentrarme en su despacho, los años en aquella institución sumados a la urgencia del motivo que me llevaba allí eliminaron cualquier muestra de cortesía o etiqueta.

- Decano, tiene que venir a ver esto.

¡Dime hijo!- Es como un padre para ti....tu maestro y mentor.

pese a sus setenta y pico años, aparentaba unos cincuenta.