Partida Rol por web

como puede, el sujeto toma el garrote, le cuesta un poco mas de trabajo debido a que es un hombre bastante delgado, lo lleva junto al muñeco arrastrandolo, despues con un gran esfuerzo le da un gran jalon que le da directo al muñeco

acierta el golpe, pero no hace mucho daño, parece ser que el garrote es muy pesado para el, intenta dando otro golpe pero el peso lo lleva de lado y cae, se levanta algo avergonzado por el la pifia y se nota la molestia y desicion en sus ojos, toma el garrote comos i su vida dependiera de ello y asesta un ultimo golpe de destroza el muñeco

Cogí una espada corta y me dispuse a dar los cinco golpes con certeza. Me concentré y localicé a mi objetivo. ¡Ahora verás!

Di dos espadazos rápido a ese pelele que tenía por enemigo ahora mismo. Acerté los dos. ¡Hey Kronnal! ¡Mira esto! Justo después de asestar esos golpes fui a atacar al muñeco pero tropecé con mi propio pie cayendo rodando por el suelo. ¡Mierda! Miré con decisión a Kronnal y volví a intentarlo, dando de nuevo dos golpes en el blanco. ¡Hey, cuatro de cinco, si no contamos la caida no está mál, ¿eh?

No me hizo falta el último golpe para desconchar al muñeco. Le había dando una tunda buena y me alejé de la escena tirando la espada hacia atrás, que se clavó en la cabeza del muñeco tirado en el suelo. (*) ¡Nos vemos pardillos!

Argorán tenía claro que el arma le tenía manía. ¿Cómo es posible tener tan mala suerte? Si esto fuese un combate real, su oponente habría tenido tiempo a morir de viejo, antes que él le hubiese acertado con el garrote. Finalmente, desanimado y cabizbajo, tiró el garrote a un lado, bastante dañado por dos golpes asestados con muy poco tino, y abandonó. Miró a Kronnal, se encogió de hombros, y volvió a la fila.

Las últimas actuaciones de los alumnos habían sido bastante penosas, así que antes de que la frustración hiciese que Kronnal descargase su ira contra ellos, decidió dar por concluida la clase confiando en que se hubieran entendido los conceptos principales.

- Sois aún arrcilla porr moldearr - dijo Kronnal- perro estais en el lugarr indicado... Doy porr terminada la clase de hoy, recordad lo que habeis aprrendido (si es que habeis aprrendido algo) y mañana a la misma horra... Si no hay preguntas podeis irr a comerr.

Kronnal se volvió hacia Silvan, y colocando su brazo sobre sus hombros comenzo a hablarle.

- Silvan, tenemos que hablarr, esos orrcos deben morrir...