Partida Rol por web

Aguas negras

✦ Ambientación ✦

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03/10/2023, 17:31
Narración

Viejas historias

En la justa que tuvo lugar durante el torneo de Harrenhal del año 281 después de la conquista de Aegon, el príncipe heredero Rhaegar Targaryen se alzó victorioso y coronó como Reina del Amor y la Belleza… a su esposa, la princesa Elia Martell.

No, Lyanna Stark nunca fue coronada por Rhaegar Targaryen. No, Lyanna Stark no fue raptada por el príncipe heredero del Trono de Hierro. No, Brandon Stark no tuvo que ir a Desembarco del Rey a exigir el regreso de su hermana. No, no fue condenado por traición junto a sus compañeros. No, Robert Baratheon nunca se levantó en armas contra el rey. No, los Targaryen nunca dejaron de gobernar los Siete Reinos.

Nada de eso sucedió, sino que el Señor de Bastión de Tormentas siguió gobernando las Tierras de la Tormenta, se casó con Lyanna Stark y en Desembarco del Rey siguieron gobernando los Targaryen como reyes de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, señores de los Siete Reinos y Protectores del Reino.

Tras la muerte de Aerys II unos años después, Rhaegar heredó el Trono de Hierro y, junto a la reina consorte Elia Martell, fue conocido como uno de los más piadosos, más bondadosos y más generosos reyes que jamás gobernó los Siete Reinos.

Pero todo esto sucedió hace mucho, mucho tiempo. Es historia lejana y esos nombres pertenecen a una larga lista de señores de tiempos pretéritos que, hoy en día, cuando ya han pasado más de cien años desde aquello, ya casi nadie recuerda. Son tan solo nombres que figuran en viejos libros a los que tan solo los maestres acceden cuando quieren rebuscar viejas historias. Tan solo viejas historias.

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03/10/2023, 17:38
Narración

Año 452 d.C.
Un nuevo mundo, un viejo mundo

Corre el año 452 d.C. Durante el tiempo transcurrido entre esas viejas historias y la actualidad han ocurrido muchas cosas; las cosas habituales en Poniente: guerras, intrigas, conspiraciones, rebeliones… Sin embargo, en lo principal, el tablero de juego político en los Siete Reinos sigue siendo similar a como era en el año 281 d.C.

Algo ha cambiado radicalmente, sin embargo. Con el paso del tiempo, en parte por necesidad hereditaria, en parte por intereses de Casas poderosas, en parte porque los aires de cambio soplaron sobre Poniente, las mujeres se convirtieron poco a poco en sujetos de pleno derecho político y civil. Hoy en día, pueden acceder a los mismos cargos, los mismos honores y los mismos trabajos que los varones; hoy en día, los derechos y las obligaciones de hombres y mujeres a lo largo de los Siete Reinos son exactamente iguales. Es una situación que lleva siendo así desde hace décadas y ya a nadie le produce extrañeza ni rechazo; todo lo contrario: es considerado algo completamente natural.

Por lo demás, las diferencias sociales y de estatus siguen vigentes. Un noble es un noble, un plebeyo es un plebeyo y un mercader es un mercader. Se trata de un mundo en el cual es posible encontrar personas honorables, pero por lo general es más fácil encontrar quien está dispuesto a abandonar cualquier principio si eso le permite obtener poder, riquezas o simplemente la posibilidad de sobrevivir un día más en un mundo lleno de amenazas. En muchas ocasiones, la lealtad tiene un precio.

Bajo cierto punto de vista, se trata de un mundo nuevo, con nuevas oportunidades para toda una gran cantidad de la población a la que anteriormente se le negaban esas oportunidades. Sin embargo, el mundo al que esas personas han accedido sigue siendo el mismo viejo mundo marchito, decadente y lleno de peligros en cada recoveco del camino.

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03/10/2023, 17:49
Narración

Un mar de sangre

 

La guerra del Valle

Hace seis años, en el 446 d.C., varias Casas del Valle de Arryn se alzaron en armas contra la Guardiana del Oriente, Lady Alyse Arryn, Señora del Nido de Águilas. Lo que parecía una rebelión pequeña surgida de ciertos descontentos tributarios pronto se mostró como un hueso duro de roer para la Casa Arryn, que tuvo que realizar sus mayores esfuerzos para contener los embates rebeldes.

Esa guerra terminó hace apenas unos meses con la victoria del Nido de Águilas sobre los rebeldes, cuyos cabecillas han sido ejecutados, enviados al Muro o multados, si bien se ofreció un indulto a todos aquellos que colaboraran en la rápida extinción de los últimos coletazos rebeldes.

Uno de los efectos principales de esta guerra fue la caída de las Tres Hermanas, en el Mordisco, en manos de los piratas braavosis de Tagganara la Oscura. La facción rebelde que luchaba contra los Arryn contrató a la famosa pirata de Braavos para golpear a las Casas costeras fieles a la Señora de Nido de Águilas. Tagganara y sus leales hicieron base en las Tres Hermanas; primero, como huéspedes; luego, como base de operaciones; finalmente, como dueños de las islas. Desde ahí, los piratas no han dudado en sembrar el terror en las aguas del Mordisco entre el Norte y el Valle.

Todos estos años de guerra y de actividad pirática en esas aguas han cambiado el panorama del comercio marítimo en Poniente y Essos. La desgracia de unos es, a veces, la fortuna de otros: tal es el caso de algunas ciudades portuarias de Poniente que han intentado aprovechar las horas bajas de las ciudades norteñas en busca de nuevas oportunidades. En la bahía del Aguasnegras, la Casa Sunglass de Puertoplácido ha sabido aprovechar esas oportunidades y ha crecido no solo a costa de los puertos norteños, sino también de sus vecinos, los Rykker de Valleoscuro.

 

 

Viejos puertos, nuevos puertos

El principal puerto de la bahía del Aguasnegras es, desde hace mucho tiempo, Desembarco del Rey. Sin embargo, Valleoscuro fue, durante bastante tiempo, el puerto preferido por los barcos al entrar en la bahía, antes de la llegada final a la ciudad real. En ella, las embarcaciones podían fondear, descansar y avituallarse a buenos precios, mucho menos prohibitivos que en Desembarco. Sin embargo, la Casa Sunglass ha aprovechado los conflictos marítimos provocados por los piratas de Tagganara para hacer florecer su puerto, rivalizando con Valleoscuro.

Según algunos rumores, la estrategia de los Sunglass ha combinado una extensa, pero a veces peligrosa, oferta de ocio para los marinos, además de contactos con piratas por parte de la hermana bastarda de Lady Gwenys Sunglass, Walda Mares. Esta reconversión de Puertoplácido en una ciudad que ofrece placeres y entretenimientos no siempre recomendables le ha valido el nuevo sobrenombre de Puertoplacer en los últimos años.

El ascenso de Puertoplácido ha significado pérdidas significativas para Valleoscuro y muchos dicen que las disputas pesqueras que empezaron a producirse hace unos meses entre embarcaciones de ambas ciudades se debieron, en última instancia, a una guerra encubierta entre ambas Casas. Es difícil saber quién empezó internando barcos pesqueros en aguas ajenas; es difícil decir quién empezó a arrojar flechas contra los barcos vecinos; es difícil decir quién fue el primero en llevar una galera de guerra a escoltar barcos pesqueros; es difícil incluso decir a qué ciudad pertenecen realmente los caladeros en disputa. Sin embargo, la escalada de violencia entre embarcaciones pesqueras terminó desembocando, hace unos meses, en la llamada Batalla del Pescado.

La Batalla del Pescado fue en realidad una pequeña escaramuza naval entre embarcaciones de Valleoscuro y de Puertoplácido, estas últimas comandadas por la Lady Almirante de la Casa Sunglass, Walda Mares. En esa escaramuza, una coca de Valleoscuro fue hundida y una galera capturada.

Se rumorea que poco después de esa escaramuza, el único hijo y heredero de Lady Sunglass, Arthur Sunglass, desapareció de Puertoplácido y que, poco después de esto, la primogénita y heredera de Lord Rykker, Bethany Rykker, también desapareció. Lord Colin Rykker, Señor de Valleoscuro, asegura que tiene pruebas de que su hija ha sido secuestrada por los Sunglass.

Las noticias de la escalada del conflicto han llegado a oídos de la Reina, Saera II Targaryen, que ha convocado a sus vasallos en disputa para encontrarse en Rocadragón, donde la familia real pasará unas semanas de retiro anual. El propósito de la Reina es zanjar allí esa disputa con ayuda de su Consejo Privado.

 

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11/10/2023, 07:56
Narración

La conspiración de Rhaenys

Hace quince años, falleció el Rey Aegon VI. Tras su muerte, se coronó a su hija primogénita, Saera, como nueva Señora de los Siete Reinos. Sin embargo, su hermana gemela Rhaenys había dicho siempre que ella en realidad había nacido antes que Saera. Mientras Aegon VI estaba vivo y Saera era la Princesa de Rocadragón, nadie le dio demasiado peso a estos comentarios esporádicos. Sin embargo, una vez muerto Aegon VI, los comentarios empezaron a hacerse más insistentes e incluso Rhaenys llegó a decir que había encontrado un documento del Gran Maestre de esa época, que había atendido el parto, que demostraba su primogenitura.

Aquello sembró dudas sobre la legitimidad de Saera II, pero casi nadie se atrevía a decir nada mientras Rhaenys iba sumando apoyos silenciosos. En mitad de ese ambiente viciado, la Consejera de los Edictos Annara Swann mostró un documento que refutaba los reclamos de Rhaenys. A muchos pareció satisfacerle aquello, pero no a todos.

Sin embargo, cuando el asunto empezaba a amenazar con estallar en una posible guerra civil, dos fueron los sucesos que aplacaron la conspiración.

El primero, cuando cinco Espadas Blancas juraron lealtad a Rhaenys y acudieron a Rocadragón para secuestrar al príncipe heredero Maelor, primogénito de Saera. Allí estaba la jovencísima Capa Blanca Ser Lucinda Penrose, encargada de la protección del príncipe, quien se enfrentó a sus cinco hermanos para defender a Maelor, y a todos dio muerte en combate cinco contra una. Tras esa hazaña, Ser Lucinda, de solo 23 años, fue nombrada Lady Comandante de la Guardia Real.

El segundo, cuando la joven hija bastarda de Rhaenys, Daenissa Fuegoscuro, que algunos dicen que fue la principal artífice del golpe, traicionó a su madre y la mató. Como prueba, llevó el cadáver a Saera en Desembarco del Rey y le juró lealtad. La Reina le ofreció legitimarla como una Targaryen, pero Daenissa rechazó esa oferta; en su lugar, solicitó solo una cosa: que se le diera el título honorífico de Garrita de Dragona. La Reina no solo le concedió esto, sino que la nombró Consejera de los Rumores.

Entre aquellos que habían traicionado a la Reina Saera, algunos vistieron el negro, otros fueron indultados a cambio de favores diversos y otros tuvieron menos suerte y fueron ejecutados. Este fue el caso de la entonces Septona Suprema. A todos estos los ejecutó la Reina Saera con sus propias manos: tomaba una vasija de fuego valyrio y la estallaba en la cabeza del reo con una mano. Desde entonces, Saera II tiene una mano arrugada por las quemaduras.

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11/10/2023, 07:57
Narración
Sólo para el director

Notas de juego

Hueco.

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11/10/2023, 07:57
Narración
Sólo para el director

Notas de juego

Hueco.

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11/10/2023, 07:58
Narración

Cómo tratar a otros personajes

La sociedad de Canción de hielo y fuego es una sociedad fuertemente estamentada. Una de las maneras en que esto se refleja es la estricta etiqueta en los tratamientos. Para darle el sabor apropiado a la partida, seguiremos la convención típica de los libros y de las ambientaciones de corte medieval: el tratamiento formal será el vos y el informal será el tú. El usted/ustedes no existe en esta ambientación y no se usará.

Las diferencias entre el tratamiento formal y el informal vendrán dadas por las diferencias de estatus que, a nivel de juego, vienen determinadas por un número entre 0 y 10, siendo 0 el estatus de un esclavo y 10 el de la Reina de los Siete Reinos. Para ver el estatus de un personaje en esta partida, solo tenéis que apretar en el avatar del pj o pnj y mirar su descripción. En las notas de este post tenéis, aun así, una tabla orientativa extraída del manual del juego.

Estas reglas de etiqueta son algo básico y bien conocido por todos los habitantes del mundo de Canción de hielo y fuego independientemente de su estatus y su educación, desde un campesino hasta la Reina. Ahora bien, como ocurre en toda sociedad, pueden existir personas que viven en los márgenes de la sociedad y que muestran desdén por las normas de etiqueta y a las cuales no les importa usarlas correctamente. Un salvaje más allá del Muro sería un buen ejemplo de esto, pero también lo sería un asaltante de caminos.

Ahora bien, las rupturas de esta etiqueta no están exentas de consecuencias, aunque tan solo sea un suspicaz alzamiento de cejas. Lógicamente, cuanto mayor la diferencia de estatus y mayor el público, mayor gravedad revestirá también la ruptura de la etiqueta: no es lo mismo que el líder de una Casa noble (estatus 6) rompa en privado esta etiqueta con otro líder de una Casa noble con quien no tiene confianza a que un campesino (estatus 1) la rompa con la Reina (estatus 10) en público. En este último caso, lo más probable es que ese campesino no termine bien, nada bien; y a nadie le parecería extraño su destino.

 

✧ ¿Cuándo usar el tratamiento formal?

La norma básica de etiqueta dice que una persona debe usar con otra el tratamiento formal de vos cuando la otra tiene un estatus igual o superior al suyo. Esta etiqueta puede obviarse sin problemas siempre y cuando dos personas tengan la cercanía o confianza suficiente, aunque en público la tendencia es a mantener la etiqueta incluso si hay confianza, como una forma de mostrar respeto público.

Además, en un ambiente de respeto, formalidad y educación, no es en absoluto extraño que alguien de un estatus superior pueda tratar a otro noble de estatus inferior de vos, aunque no esté obligado a ello.

 

✧ ¿Cómo usar el tratamiento formal?

Al usar el vos para tratar a una persona, el verbo se conjuga igual que si uno se dirigiera a varias personas en español de la península y los pronombres utilizados son acordes a ello. Ejemplo: «Lord Addam, os ruego que seáis más claro en vuestras palabras. Vos sabéis por qué lo digo».

Cuando uno se dirige a varias personas, el tratamiento formal no se distingue gramaticalmente del informal, pues se usa el vosotros. Ejemplo: «Lord Addam, Lady Margaery, os ruego que seáis más claros en vuestras palabras. Vosotros sabéis por qué lo digo». En este último caso, sin embargo, podría resultar más elegante sustituir el pronombre «vosotros» por un «mis señores»: «Mis señores saben por qué lo digo». Esto último, sin embargo, no es necesario.

 

✧ ¿Cómo usar los títulos de una persona?

Además del uso del vos, al dirigirse a nobles es habitual el uso de títulos de respeto. Esto se refleja de varias maneras.

Una de ellas es el uso de «mi señor» y «mi señora» como señal de respeto. Ejemplo: «Mi señora, con vuestro permiso, ahora debería retirarme». Incluso, como una nota de mayor distinción y elegancia, puede agregarse el nombre de la Casa a que pertenece la persona, aunque esto último es extremadamente formal. Ejemplo: «Mi señora de Lannister, es de mi agrado conoceros al fin». Prefiero que no usemos las palabras «milord» o «milady», pues su correcta traducción al español es «mi señor» y «mi señora».

Otra de estas maneras consiste en usar las palabras «Lord» y «Lady» antes del nombre de la persona. Sin embargo, seguiremos aquí una convención fijada por George R. R. Martin para sus libros: las palabras «Lord» y «Lady» irán con mayúscula inicial únicamente cuando nos refiramos al líder de una Casa que tiene un título feudal. En tales casos, además, puede usarse el título seguido del apellido. Ejemplos: Lord Colin, Lady Gwenys, Lord Rykker, Lady Sunglass. En principio, no usar los títulos «Lord» y «Lady» para dirigirse a estas personas sería considerado como una señal de mucha confianza y, si no existiese esa confianza, una grave ruptura de la etiqueta.

Sin embargo, en caso de referirnos a personas sin título feudal, escribiremos «lord» y «lady» en minúsculas, seguido del nombre. Ejemplos: lady Sansara, lord Arthur. No nos referiríamos a estos personajes como lady Rykker ni lord Sunglass sin el nombre de pila de por medio, pues eso sería un tratamiento reservado para Lord Rykker y Lady Sunglass, los líderes de sus Casas.

En el caso de caballeros y caballeras, el tratamiento apropiado es Ser, seguido del nombre de pila, tanto para hombres como para mujeres. Ejemplos: Ser Jorah, Ser Lucinda. En el trato con caballeros, también se puede usar el término «Ser» a secas. Ejemplo: «Vuestra virtud caballeresca es bien conocida, Ser». En caso de un señor feudal que además es caballero, en principio prima su título feudal, salvo que por alguna razón se quiera destacar su título de caballería. Ejemplo: Lady Emma Whent, Señora de Harrenhal, no es conocida como Ser Emma a pesar de ser caballera, sino como Lady Emma.

Por último, en el tratamiento con la familia real se debe observar una formalidad más. Cuando se trata con la Reina, el título otorgado en los libros es el de Alteza, que escribiremos siempre en mayúscula. En el caso de los príncipes, no se usa este título, pero se los trata de «mi príncipe» y «mi princesa» en lugar de «mi señor» o «mi señora».

Notas de juego

Estatus

Rango Descripción
0 Esclavo.
1 Plebeyo.
2 Sirviente doméstico, caballero errante, mercader menor, acólito de maestre.
3 Caballero hacendado, mercader, espada juramentada, miembro de una Casa menor.
4 Maestre, miembro de una Casa noble, heredero de una Casa menor.
5 Señor de una Casa menor, maestre de una Gran Casa, miembro de una Gran Casa, heredero de una Casa noble.
6 Señor de una Casa noble, archimaestre, heredero de una Gran Casa.
7 Señor de una Gran Casa, miembro del Consejo Privado de la Reina, Septón Supremo.
8 Miembro de la familia real, Guardianes del Norte, Sur, Occidente y Oriente.
9 Rey consorte, príncipe heredero, Mano de la Reina.
10 Reina de los Siete Reinos.
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23/10/2023, 16:38
Narración

La justicia de la Reina

¿Dónde está la justicia del Rey? ¿Acaso el Nido de Águilas no forma parte de los Siete Reinos?

— Tyrion Lannister.

 

Poniente tiene pocas leyes y aún menos justicia pero tiene, a cambio, un gran número de pragmáticos señores que se encargan de mantener la paz en sus tierras lo mejor que pueden. En muchos casos, esto se reduce a lo mismo: los asesinos, violadores y ladrones enturbian la paz y tienen que ser juzgados por ello. Sin embargo, si el violador y asesino es el capitán de la guardia y el hijo pequeño del señor, el sentido común podría aconsejar pasar por alto sus excesos.

Los derechos de justicia de un señor feudal se denominan tradicionalmente «Pozo y Horca»: «pozo» hace referencia a la posibilidad de arrojar a gente a los calabozos, y «horca» a la potestad para ejecutar al reo. Sin embargo, los señores pueden aplicar otros castigos como los azotes si lo consideran apropiado. Sus derechos son limitados en el sentido de que solo pueden aplicarlos dentro de sus propias tierras. Si un criminal logra huir hasta las tierras de otro señor, está, en teoría, a salvo. En la práctica, escapar así sólo supone la libertad en caso de que al señor feudal le pudiera acarrear problemas hacer uso de sus derechos. Por ejemplo, podría suceder si el señor de las tierras a las que se ha huido está enemistado con el perseguidor, y tiene como mínimo un poder equiparable a éste. O si, en el caso de que no exista enemistad, el señor de las tierras a las que se ha huido es muy puntilloso en cuanto a las intromisiones en su autoridad. Por supuesto, el primer gobernante siempre puede pedir al segundo que se haga cargo del caso.

Los señores no están obligados a seguir ninguna ley en particular en sus juicios, su propia palabra es ley. Sin embargo, aquellos que pretenden mantener su posición procuran respetar cierta coherencia en sus leyes, y se aseguran de que éstas sean más o menos razonables. La «justicia» arbitraria es la principal causa de sublevaciones del pueblo.

— Guía de campaña de Canción de hielo y fuego: el juego de rol.

En los Siete Reinos, la autoridad más alta es la de la Reina, señora y soberana sobre todo Poniente. Ella es la encargada y responsable de que en su reino se haga la justicia y su palabra es ley. Sin embargo, dada la extensión de su reino y la enorme cantidad de tiempo que le insumiría encargarse personalmente de cada caso que requiera de justicia, delega esta potestad en sus vasallos y estos, a su vez, lo delegan en otros vasallos, alguaciles, guardias y demás funcionarios del orden.

Así pues, cuando por ejemplo Lord Manderly de Puerto Blanco imparte justicia, lo hace porque su Señor de Invernalia ha delegado en él esta responsabilidad que, a su vez, la Reina ha delegado en Lord Stark. Por tanto, la justicia que realiza Lord Manderly no es sino la justicia de la Reina, y la imparte en nombre de Lord Stark y en el de la Reina a través de este.

Esto quiere decir que cada señor o señora es soberano de ejecutar la justicia como tenga a bien en sus propios dominios, pero esto no lo exime de rendir cuentas ante su señor directo o, en última instancia, ante la misma Reina si ellos así lo estimaran oportuno.

El sistema judicial, por tanto, no es similar a lo que estamos acostumbrados en nuestros días, en los cuales la ley escrita y la jurisprudencia circunscriben los límites de lo que un funcionario de la justicia puede dictaminar en un juicio. Tampoco existen cuerpos de detectives que investigan un caso para dilucidar la verdad de un caso.

Si bien existen leyes, jurisprudencia y costumbres, la Reina es la ley y sus vasallos lo son en sus feudos en nombre de la Reina. El conocimiento de las «leyes» como tal es algo que entre el vulgo se resume en los usos básicos: no robar, no matar, no forzar, no faltar al respeto a tus superiores, etc., y tan solo los expertos en leyes y edictos conocen otras sutilezas.

¿Quiere esto decir que la Reina y los señores feudales pueden dictaminar y hacer lo que quieran en sus dominios? Sí.

¿Quiere esto decir que sus decisiones están exentas de consecuencias negativas para ellos? No.

Cualquier revuelta campesina o nobiliaria es precisamente una muestra de ello. Aunque en esta partida nunca sucedió la Rebelión de Robert, este suceso de los libros sirve para ilustrar muy bien las posibles consecuencias negativas del excesivo abuso de autoridad. En última instancia, un señor feudal o la mismísima Reina solo puede mantener su potestad (de iure) si también tiene la autoridad (de facto). En otras palabras: si pueden sostener con la fuerza lo que sostienen con las palabras.

Por lo tanto, cuando un caso a dirimir involucra a nobles o a sus Casas, la justicia es indistinguible de la política. El error de Aerys al matar a los nobles de Grandes Casas no fue ejecutar a quienes mostraban una actitud desleal hacia la familia real; el error de Aerys fue haber perdido de vista las enormes implicaciones políticas que sus decisiones tendrían.