Fuera del castillo, la tarde no cambia los vientos gélidos de la mañana. Los hombres, terminando de formar lo mejor que saben y pueden, apenas pueden mantenerse quietos con el frío recorriendo sus huesos. Las montañas silban con furia cuando el viento pasa a través de ellas y, quién más, quien menos, sueña con poder quedarse en el interior, al calor de las antorchas.
Alexander camina fuera del castillo junto al capitán de los guerrilleros. Aunque la relación de jerarquía entre capitanes no está nada clara, Alexander habla seguro.
"Lord Stronghold me ha encargado organizar la batida. Mis hombres guardan el castillo, y dado que son tus exploradores los que saben dónde está el enemigo, será mejor que os encarguéis vosotros, no te parece?"
Al contrario que el resto de los hombres, Alexander parece impasible ante el frío, aunque de vez en cuando resopla y se frota las manos. Se nota que es un hombre más curtido que la mayoría, pero también que, al igual que sus soldados, goza de una ropa más consistente que la de los guerrilleros.
El astuto Dolf se mantiene impasible mientras Alexander pasa revista a "sus hombres". Una mueca de desconfianza se dibuja en su rostro mientras lo observa de arriba a abajo, fijándose en sus buenas ropas que destacan en comparación con los harapos que llevan sus hombres quienes usan restos de pieles de animales, trozos de cuero recosido y alguna pieza de metal. Sin embargo es gracias a esas prendas que pueden avanzar más rápido y más ágilmente... aunque en días como hoy no apetezca nada salir, sobretodo a estas horas del día.
Cuando alexander le habla insconscientemente agarra con fuerza su rompecabezas aunque no le mirá directamente aunque tampoco baja la vista.
Por supuesto, podéis quedaros aquí al amparo de la chimenea y tomar una copa de buen vino sureño a nuestra salud.
Me gustaría saber algo más de la zona donde han sido vistos. Por si podemos desplegar las tropas para atraparlos o emboscarlos además de posibles ventajas que podamos conseguir por la posición. Y por supuesto, poder predecir a donde se dirigen.
¿Tiramos dados?
"Capitán..." El mismo hombre que te ha hablado en el salón se acerca a darte detalles. "Los salvajes han instalado un campamento a pocas leguas de aquí. Es en la hondonada que da arroyo, si sabe dónde digo. No habrá más de veinte, y el terreno alrededor es elevado por todas partes excepto por el arroyo. No deberían ser demasiado difíciles de derrotar, pero... Muchos hombres tienen dudas, señor."
Dolf escucha en silencio mientras intenta recordar la zona cercana al arroyo. Si bien había zonas montañosas cercanas no pensaba eliminar a esos bárbaros a flechazos sino a hachazos. Aunque sus pensamientos fueron cortados drasticamente al escuchar la última frase del explorador.
- ¡DUDAS! Diantres, ¿Quien de vosotros aún tiene dudas? ¿Acaso os vais a orinar encima antes de una batalla como esta? - grita Dolf en voz alta mientras camina alrededor de sus hombres mirándoles a los ojos y buscando a quien este acojonado de entre los suyos. Recordar que somos los que protegen este reino de esos asquerosos bárbaros y que es gracias a vosotros que vuestros familiares y amigos puedan vivir.
"Bueno, señor..." El batidor parece acostumbrarse a la presencia de su capitán y poco a poco levanta la mirada, hablando con más firmeza "Algunos hombres piensan que esos salvajes no están allí por casualidad. Son pocos, y en un lugar vulnerable. Se dice que es una trampa."
Tíreme una de Percepción con +1B por ser tus hombres.
Dolf se queda pensativo mientras intenta hacer mejor memoria del lugar.
Motivo: Percepción + Observación
Dificultad: 0
Tirada (5): 2, 6, 3, 6, 3
Guardados (3): 6, 6, 3
Total: 15, Éxito asombroso
Percepción 3 + Observación 1, con el dado extra supongo que sería 3+2 dados. Creo que lo he hecho bien...
Toc, toc
Notas que tu hombre está ocultando algo. Te da la sensación de que hay un problema más serio de los que te está diciendo que no quiere contarte.
"Bueno, señor..." El batidor parece acostumbrarse a la presencia de su capitán y poco a poco levanta la mirada, hablando con más firmeza "Algunos hombres piensan que esos salvajes no están allí por casualidad. Son pocos, y en un lugar vulnerable. Se dice que es una trampa."
Dolf escucha lo que dice el batidor sin bajar la mirada y sin mostrar gesto alguno en su rostro. Durante unos segundos el batidor se atreve a mantener la vista hasta que finalmente baja los ojos y es cuando aprovecha Dolf para machacarlo verbalmente.
- Explorador, te atreves a llamarte así y no te mereces ni los restos de comida que te has zampado hoy. ¿Eso lo has pensado tú solo o te lo ha chivado alguien más listo que tú? Venga, desembucha, que me huelo que hay algo que no te atreves a decir o te pondré el primero de todos y a unos 300 metros por delante del resto como no hables.
"Señor... Somos apenas una centena, y los salvajes de las montañas se cuentan por miles. Aunque ganemos esta batalla, nadie piensa que vaya a vivir más de dos o tres meses si Lord Stronghold no hace algo drástico. Muchos hombres hablan de desertar, de unirse a otra casa, o, simplemente, a los salvajes." El hombre, que se ha lanzado a hablar, parece darse cuenta de lo que dice, y rápidamente, aturullándose, dice "Pero yo no, señor. Yo no"
Mientras tanto, los batidores, que han estado formados desde hace un rato, comienzan a murmurar e impacientarse. Nunca han sido demasiados disciplinados, y pronto la formación se rompe, caminando los hombres de un lado a otro, yendo a hablar con sus compañeros, sentándose en una piedra, etc.