El líder caballero del grupo es sir Bodchan. Os acercais caballerosamente a saludarle. Él aprovecha para incorporarse mostrando pose elegante y noble, olvidando por unos instantes el dolor de la heridas. Tras las presentaciones de rigor, y sin mucho esfuerzo os da su versión de lo sucedido
Podeis compartir con sir cimrud el resultado de la tirada de percepcion
La historia:
Os cuenta que fueron emboscados por sorpresa( claro está) en una zona aparentemente despejada y poco dada a tales acontecimientos. Desde una arboleda no muy frondosa les recibieron primero a flechazos y luego en tres filas hacha en mano. Al echárseles encima no pudieron cargar contra ellos y anularon su superioridad a caballo. Gustaban de rodearlos en proporción de 5 a 1 y tirarlos del caballo….
Asi sigue la historia...
_ Permítame importunarlo un poco mais, antes de que se retire a descansar, gustárame preguntarle qué zona asignada tenían, y dónde sucedió el ataque, si fuese tan amable... Haremus pagar caro la osadía de esos sucios paganos._ No sabían cuando partiría su comitiva, y si quería realizar unos últimos encargos debía ser presto en recavar toda la información posible y dar órdenes a los soldados, antes de tener que partir.
Hizo bien en armar los soldados con arcos, pero no disponían de escudos suficientes para todos, y harían mejor uso en Malderoi llegado el caso. Así pues, debían reunirse con Cimrud y trazar un plan para gestionarlo de la forma mas eficiente. Pues el tiempo apremia y Dios ayuda a quien se ayuda así mismo.
El cansado caballero y por momentos sobrepasado por lo acontecimientos te relata a groso modo el lugar donde fueron emboscados.
...Hizo bien en armar los soldados con arcos, ...
Los arcos eran los que tenian los sajones, y los usaron para freir a los sorprendidos hombres de sir Bodchan.
Me refiero del almacén de Malderoi. Había 5, del saqueo de Ripei, uno para cada soldado.
No hay problema con a equipación. Daremos por buena cualquier material sensato que digas tener, y los jinetes con arcos entran dentro de esa categoria.
Lastimosa me parece la historia de sir Bodchan, pero le dedico unas palabras de ánimo. Señor, dadas las circunstancias de la emboscada, creo que vuestros hombres han sido afortunados de estar bajo vuestro mando. En tales condiciones tan desfavorables, sólo vuestro coraje y valor son el responsables de que algunos hayan salvado la vida en tal cruel jornada. De otra forma, dudo que alguno hubiese podido sobrevivir. Así que, buen sir Bodchan, por el bien de todos id a que atiendan vuestras heridas. Bastante ya nos habéis ayudado con vuestra experiencia para ir a enfrentar a los sucios sajones advertidos de sus sucias estrategias.
Dicho esto miro con la seriedad debida a mis dos primos. Preparémonos bien en cuerpo y en alma, porque la misión pinta que puede ser de las de no retorno. Pero de ser así, espero que nuestras acciones sean dignas de canciones y recuerdo por muchos años.
Que tire el d3 Gwilherm, que es quien tendrá que aplicarse el bono si la suerte nos acompaña.
La historia de Sir Bodchan confirmaba las preocupaciones de Sir Cimrud, los sajones conocían estas patrullas que hacíamos y habían buscado formas de anular las ventajas de ir a caballo. Cimrud exhortó a Sir Bodchan a compartir su historia lo antes posible:
-Sir, es posible que Sir Tarancus quiera saber de estas nuevas, que una de nuestras patrullas se vea superada de 5 a 1 en algunos momentos es peligroso para todos - A Sir Cimrud le disgustaba la idea de "patrullar" un bosque que prácticamente era salvaje, sin apenas granjas, graneros, almacenes o puentes o algun punto estratégico; pensaba que con exploradores era suficiente. Pero exponer esto en público sin ser especialmente ducho en batallas podría traerle problemas.
Cuando se quedó a solas con sus primos lo comentó tangencialmente:
-En estos bosques estamos en desventaja y los sajones lo saben. Tampoco hay puntos de interés en la zona, ni molinos, ni puentes ni torres de vigilancia ni nada...al ser una zona con árboles tampoco podemos cargar con los caballos con facilidad... -hizo una pausa pensativo -yo poseo arco pero sólo acierto una de cada cuatro flechas, seguramente los sajones estén mejor entrenados. ¿Y si construyeramos algo en la zona? Un pequeño cerco de madera con una atalaya de pocos metros... para los pocos que somos los soldados acabarían pronto de hacerla, podríamos incluso usar algún campesino de la zona..o al menos la atalaya -como caballero, Sir Cimrud no pensaba tocar ni un hacha para cortar madera ni de lejos.
Responde sir Bodchan a las palabras de ambos caballeros poniendo su mano en el hombro de ellos en señal de aprecio y esgrime una sonrisa forzada, más amarga que dulce.
Que tire el d3 Gwilherm, que es quien tendrá que aplicarse el bono si la suerte nos acompaña.
-Sir, es posible que Sir Tarancus quiera saber de estas nuevas,
de 5 a 1 en algunos momentos es peligroso para todos
A Sir Cimrud le disgustaba la idea de "patrullar" un bosque que prácticamente era salvaje, sin apenas granjas, graneros, almacenes o puentes o algun punto estratégico....
Los soldados atendidos iban siendo despachados y era el turno de Sir Bodchan, que muy afable dedicó unas cercanas palabras antes de retirarse.
Los tres jóvenes caballeros se reunieron y compartieron las malas nuevas que habían obtenido.
_ Sir Cimrud, paice ser que los viles sajones siguen usando sus mismos métodos para el pillaje que para la confrontación. Si bien poseemos la ventaja de ser un grupo a caballo, éstos atacan escondidos cual alimaña con flechas, haciendo objetivos tanto a hommes como a bestias. Para después atacar en el desconcierto con sus tropas de infantería armadas con hachas. Éstos últimos, si podemos fiarnos de sus palabras y haríamos bien en estar preparados, les superaban en 5 a 1._ Dijo Gwilherm en tono serio y directo.
_ ¿Qué información de uso has obtenido de los soldados? Pues aún si saber la hora de nuestra salida, algo me dice que no disponemos de mucho tiempo. Y de abastecernos ha de ser aquí, dudo a bien, que en los pueblos tengan nada que nos pueda servir._ Concluyó mientras se cruzaba de brazos y dirigía una atenta mirada, al otro joven caballero.
Contestó a su primo intentando explicar lo que proponía, olvidándose de la atalaya de momento:
-No he obtenido más de lo que has podido oír Sir. Simplemente digo que pensemos otras tácticas.. si repetimos la misma formación, las mismas tácticas que Sir Bodchan y los mismos pasos...nos puede pasar lo mismo. Seamos prudentes en el camino y aprendamos de lo que ha pasado. -se detuvo unos momentos a pensar - quizás tendriamos que pensar el evitar las partes más frondosas o acercarnos con cautela o desmontados.
_ Non careces de razón, Sir Cimrud, les tácticas serán clave para non regresar sin bajas. Por ello, estaba pensando en revisar de novo el equipamiento de los hommes et asegurarnos que todos portan escudo. _ Largo y tendido había estudiado las formaciones de batalla para con la caballería. Pero éstas, no servirían en combates relámpago mediante emboscadas.
Tenía que replantearlo todo de nuevo, y tan sólo disponía de diez soldados. Pues no podía contar con los escuderos como con el resto de hombres. _Aciagos momentos les ha tocado vivir, para ser tan sólo unos muchachos..._ No hacía mucho que ambos fueran unos iniciados.
_ Bien, pues si Sir Walter _ Dijo en tono recio, remarcando el "Sir", mientras le mostraba una sonrisa a su primo. _ no tiene nada mais que añadir, hora es para impartir órdenes a los hommes. Mais nosotros debiéramos cavilar et exponer las novas maniobras et falar para con los sargentos._ Tal et como faló en presencia del señor Conde, de seguro guarda algo más de lo que allí presentó. Gracias Dios por aquestos buenos hommes, que bien has considerado poner en me camino. _
Bien atento había escuchado yo la conversación de mis dos parientes. Más mi cabeza no pensaba ahora en tácticas ni estrategias. La visión de la derrota en aquellos soldados y noble caballero había causado en mí un desasosiego que mi naturaleza temeraria transformaba en ira. Enojo y desprecio hacia esas viles criaturas que nos acechaban como lobos rabiosos. El odio que sentía por los sajones impregnaba mi paladar de un sabor metálico, como a sangre. Miré a mis primos antes de añadir:
Muy claro me parece que nuestra mejor táctica es encomendar nuestra alma al Creador y dejar que sea su divina voluntad la que decida el destino que nos aguarda. Mi espada y mi brazo bien deben valer por cinco y hasta diez sucios salvajes. Y si no es así bien merecida me tendré la muerte. Somos caballeros, y como tales preparados para morir partimos a la guerra. Si no regresamos, honor y gloria, sólo eso dejaremos como despojo a los enemigos. Preparaos primos, y que los hombres bien sepan que no hay temor en nuestras venas, porque será nuestra sangre el precio a pagar por recuperar esta sagrada isla.
Dicho lo cual, termino por añadir con una sonrisa, partamos pronto, si tenemos suerte podríamos alcanzar a los sajones que enfrentó sir Bodchan y darles su merecido. Por San Jorge que daría un cofre de oro por echarles el guante encima...
RESUMEN DE ESTA ESCENA:
Sir Walter de Lickey Hill:
Sir Gwilherm de Malderoi
Sir Cimrud de Henleyith-Arden