- A Nebraska – Te dijo Stuart y te sonrió
Pasaron los días en una de las ciudades de camino Stuart y Harold se apropiaron de armas y munición, al menos por si acaso.
Harold de dejaba de estar raro del todo y tu poco a poco ibas dejando atrás la pesadilla de la epidemia, aunque verlo todo tan vacío no dejaba de ser raro.
Por fin llegasteis a Nebraska, la impaciencia se notaba, pasado el medio día llegasteis a Hemingford Home en pueblecito que aparecía en vuestros sueños en algunas ocasiones.
Nada más llegar en una de las primeras casas ¡Había una mujer barriendo el porche!
Los días iban pasando y Nebraska cada vez estaba mas cerca. Podría haber olvidado lo de la epidemia si no fuera por que mi familia estaba muerta y no podría volver a abrazarlos.
Conducía yo el coche cuando llegamos a Hemingford Home. Pare el coche al ver a una mujer barriendo, era extraño ver a alguna persona y mas haciendo una tarea cotidiana. Baje del coche y me acerque hasta la mujer.
-Hola, saludo a la mujer
Era una mujer rubia de unos cuarenta años – Uy, hola ¿Sois nuevos, no? – te preguntó como si no fuese tan extraño encontrarse con gente
Ante tu cara de sorpresa prosiguió – Somos casi doscientos… los sueños ¿venís por lo de los sueños, no? Supongo que querréis hablar con la madre Abigail, se encuentra más adelante, en una gran casa de madera, a la izquierda la veréis, a unos quinientos metros, no tiene pérdida – os sonríe
Me quede sorprendida ante el saludo de la chica.
¿200?, si solo hemos visto a una persona en todo nuestro trayecto, pienso
Si venimos por lo de los sueños. Mi nombre es Sookie y ellos son Harold y Stuart. le dije a la chica. Gracias vamos a verla ya. Me despedi con la mano de ella y fue al coche.
Una vez en el coche di un suspiro, por fin habíamos llegado y había mas como nosotros. Arranque el coche y conduje en busca de la casa de Abigail, la gran casa de madera.
- Encantada, yo me llamo Stefani – se despidió también con la mano y siguió con sus labores
Viste a más dente por el camino, algunos os miraban con curiosidad otros ni se dieron cuenta, siguiendo sus indicaciones llegasteis a la casa, justo al lado un campo de maíz como viste en los sueños, lo único es que no había nadie en la mecedora, aunque la mecedora si estaba.
La casa era igual que en los sueños lo unico que no estaba era Abigail en la mecedora. Apague el coche y los tres descendimos del coche.
-¿Como hara abigail para que todos soñemos con esto?, pense mientras miraba hacia los lados de la calle.
Me acerque hasta la puerta para dar un par de golpes a la puerta
Los tres os acercasteis a esa casa, después de llamar tras unos segundos se escucharon unos pasos lentos que se acercaban y la mismísima mujer que aparecía en vuestros sueños abrió la puerta.
- Hola… vaya que visita… pasad, pasad – la mujer comenzó a dar pasos en dirección al salón - ¿Queréis unas galletas? – movió un bote que había encima de la mesa
La mujer se dejó caer pesadamente sobre una silla – Vaya, vaya… supongo que habéis escuchado la llamada, hay muchas cosas que hacer… muchas cosas… pero lo primero es organizarse un poco… - su voz era la de una mujer cansada por la edad – supongo que tenéis preguntas, aquí estoy, esa es la voluntad del señor
-Hola, salude
Negue con la cabeza cuando Abigail ofrece las galletas. Estaba un poco extrañada al llegar aquel pueblo, que era distinto a todos por los que habian pasado desde que comenzaron aquel viaje.
Mire a Harold y a Stuart por si querian hablar ellos primero.
-¿Que es esta ciudad?, le pregunte
A Stuart le nació acercarse y besar la mano de la mujer, y Harold se quedó en silencio.
- Esta es la primera pequeña ciudad de la nueva era, aquí llegan los supervivientes, al menos parte de ellos… - te dijo sonriente - hay casas de sobra, buscar una bonita para vivir, algunos quieren establecer una especie de gobierno, se están buscando candidatos…
Madre Abigail mira al cielo como pensando y prosigue – Acomodaos bien y colaborad con la gente, pronto habrá una misión difícil que cumplir, os avisaré, disfrutad en paz de estos
Llegaste por los pelos xD
Escuche atenta las palabras de Madre Abigail.
-¿Nueva era?, pregunte
Me quede pensativa cuando Madre Abigail termino de hablar, demasiada información que mi mente no podía procesar de golpe.
- Así es – asiente Abigail - la gente tardará en poblar el planeta como antaño, pero está todo en manos del Señor, sólo si el Señor quiere todo volverá a ser como antes - Esta anciana siempre sonaba tan misteriosa
- No va a ser una tarea fácil, nunca lo es seguir la voluntad de Dios, pero debéis estar cansados, ocupad la casa que más os guste, habrá tiempo para resolver vuestras dudas – Os mira paciente
Cuando habló del señor y esas cosas Harold frunció un poco el ceño, abrió la boca como para decir algo pero finalmente la cerró como si no se atreviese a decir lo que pensaba, suspiró – Bien, vamos a por una de esas casas…
- Esta bien, esta bien, entonces, reconstruir el mundo, menuda tarea – Dijo Stu en voz alta.
- Gracias señora, la verdad es que si estamos cansados, buscaremos una de esas casas y nos iremos introduciendo poco a poco en el lugar – Notaste algo en la mano, Stuart te había cogido de ella, ladeó su cabeza - ¿Vamos?
Al notar algo en mi mano baje la mirada para ver que ocurria, mire con cara extrañada a Stuart un par de segundos y comence a andar hacia la puerta.
Cuando estabamos un par de metros de la casa de Madre Abigail, me pare soltando mi mano de la mano de Stuart y poniendome enfrente de los dos.
-¿Que pensais?, pregunte,¿Y ahora que?
Harold miró por un momento vuestras manos cuando estaban unidas y habló primero - Pues… no sé, habrá que hacer vida ¿no? ¿Vamos a pillarnos una casa juntos o cada uno una?
Stuart pareció no darle mucha importancia a lo de la mano ni a la reacción de Harold – Supongo que lo mejor es que primeros nos instalemos en la villa y mañana hablaremos más en serio con la gente de aquí a ver que cosas se pueden hacer y como podemos ayudar
- Podemos hablar con la mujer de antes, con Stefani, quizás pueda ayudarnos a decidir que casas podemos ocupar…
Me quede pensativa unos segundo. Vamos a hablar con Stefani, ella nos podrá hablar sobre esta ciudad.
Me daba igual que casa ocupar,me daba igual si viviamos todos juntos o separados. Tenia otras preocupaciones que rondaban por mi cabeza.
Puse rumbo hacia casa de Stefani
Con ganas de estirar las piernas dejasteis el coche y volvisteis por donde habíais venido, llegasteis a aquella casa, pero ahora la rubia ya no estaba en el porche, Stuart se acercó y llamó al timbre, escuchasteis unos pasos y Stefani abrió la puerta
- ¿Si? – Pronto os reconoció y añade - ¿Ya habéis hablado con Madre Abigail? – Os dedicó una bonita sonrisa esperando que dijerais algo
-¡Hola otra vez!,salude a Stefani con la mano
-Venimos de ver a Madre Abigail,nos ha dicho que ocupemos la casa que mas nos guste. Nos preguntabamos, mire a Harold y a Stuart, si nos enseñarias el pueblo y nos podrias hablar un poco de la vida por aqui y la gente. Termine de hablar con una sonrisa en la boca.
Stefani parecia maja, no creo que tenga ningún inconveniente de enseñarnos el pueblo y ayudarnos a elegir casa.
- Hola… - en verdad si parecía simpática la mujer
- ¡Claro! Esperad un segundo y ahora salgo – Stefani juntó la puerta y seguramente fue a terminar lo que tenía entre manos, no se demoró ni un par de minutos – Ya estoy – Dijo al salir de nuevo.
- Bueno, a ver que os puedo contar, la mayoría vivimos en la calle principal y quedan unas cuentas casas libres que luego os enseñaré – La mujer comenzó a caminar enseñandoos la calle
Luego os relató que habían como grupos de trabajo, unos se encargaban de intentar reestablecer la electricidad, otros del agua y los alimentos, otros de la limpieza, quizás esta sea la labor más desagradable…
¿Porqué sería el más desagradable? – Y no sé si os habrá comentado algo Madre, pero se está formando un grupo de gobierno o algo así
Stuart se interesó por ese grupo de gobierno y Harold por el de limpieza y con ello te enteraste que lo de desagradable era porque estaban llevando a una fosa común todos los cadáveres que aún estaban en sus casas en este pueblo, Stefani les indicó con quien debían de hablar.