Partida Rol por web

Te vino muy bien esa ducha, que no solo te limpió si no que te despejó, cuando saliste ya amanecía y aunque Harold no se había despertado se estaba revolviendo, no hizo falta que lo zarandearas mucho para que se despertase, abrió los ojos y se llevó las manos – Diablos, que sueño tan extraño… - dijo para incorporarse en el sofá hasta sentarse, te miró intentando despejar su mente

-Yo también he tenido un sueño bastante extraño¿Has soñado con Abigail?, pregunte intrigada. ¿Que habria sido ese sueño?¿Un invento de mi mente?es todo un poco extraño y si Harold ha soñado con lo mismo no sera invento de mi mente

Harold se quedó con la boca abierta ¿Cómo sabe en que he soñado? - ¡¿Hemos soñado los mismo?! – se levantó del sofá comenzó a deambular de un lado a otro – Y hay otro… ¿Has soñado también con un hombre que va vestido todo de negro? – Harold se dio cuenta que estaba en ropa interior y comenzó a vestirse

 Mientras Harold se vestia, subí a mi cuarto y en una maleta heche algo de ropa, cogi algo de ropa y también algo de dinero, aun que probablemente no lo necesitara por que casi todo el mundo estaba muerto pero nunca se sabe cuando se puede necesitar el dinero.
Era un poco locura hacer caso a la mujer del sueño pero que Harold hubiera soñado lo mismo y con todo lo que en estos dias habia pasado no parecia tanta locura. Baje las escaleras de dos en dos, mire a Harold y le dije:

-Yo he recogido un par de cosas, ¿Tu necesitas recoger algo?.

Salimos los dos de la casa, sin recoger nada pero no importaba. 

Te pusiste manos a la obra, al menos ahora había algo en lo que pensar, algo que hacer e intentar por primera vez, dejar las muertes a un lado.

Se acabó de vestir y tu pregunta le pilló a contra pié ¿En que estaría pensando este chico? – Pues si me acercas cogeré algo de ropa, también creo que debería de llevar cosas de comer, conservas sobre todo y agua, claro. – Esperó a ver si te dirigías al coche ya o si pasabas por la cocina

Iba decidida a subir al coche pero al escuchar a Harold cambie el rumbo hacia casa -Llevas razon Harold, llevas razón.
Fui directamente hacia la despensa y cogi una cesta para echar la comida.-Cojamos lo que podamos que no se ponga malo pronto. Entre Harold y yo cogimos toda la comida posible, después lo guardamos en el coche junto a mis cosas. Subimos al coche y a toda pastilla fuimos a su casa. No nos ibamos a cruzar a nadie por la calle para que ibamos a cumplir las leyes