Partida Rol por web

Punto de vigilia perfecto en dirección al mar. Disponía de cierta cobertura con una muralla de piedra caliza y también había instalado un gran cañón, que parece ser inservible a aquellas alturas. El suelo del tejado estaba lleno de arena y plantas duras con puas. Había un hueco en la muralla que daba a una polea con una cuerda que llegaba al suelo por los dos extremos. También había un agujero que daría a la primera planta y una escala que daba a unas escaleras de piedra caliza, que también conducirian a el primer piso.

Pareceser que aquí ya no quedaba rastro de trasgos, solo manchas de sangre y unos barriletes de polvora con algunas balas de cañón, medio carcomidas por el óxido.

Ek se agachó para que no le pudieran ver y decidió avistar los bosques colindantes para ver que no se aproximaba ningún enemigo o algun trasgo que estubiera de expedición. Despues de comprovar el terreno, examinó la azotea para ver si quedaba algo de interes. De paso examinó si el cañon habia sido usado ultimamente, aunque fuera como una señal de aviso y no para atacar. También ya que tenia la polea cerca, la examinó y comprobó si era funcional y la estaban usando los trasgos. Para ello, tambien la hizo funcionar moviendo la cuerda, para ver si activaba algun mecanismo secreto.

- Si no te importa Naman, voy a comprovar un poco esto, parece que no hay nada, pero por si acaso...

-Parece que no hay nada de interes aqui, bueno la polvora podria ser de utilidad si tenemos que hacer volar algo por los aires jajajaj
Naman esperó a que Ek comprobase lo que le interesaba para luego volver a bajar a la planta de abajo junto a los demas compañeros.

No visteis nada de interés, el cañón parecia no haberse usado en semanas o meses, y la polvora, que era lo mas interesante a parte de las vistas, estaba en buén estado. Pareceser que los trasgos la pretendían usar en caso opotuno, pero ¿para que?

La polea estaba en perfectas condiciones, se ve que los trasgos la usarian a menudo para subir cargas de los atracos o quizás polvora y municiones del cañon.

Tras estos instantes bajasteis otravez donde vuestros compañeros dijeron que esperarían.