A través de la noche, los ojos de Harvey se fueron enrojeciendo mientras recorrían páginas y páginas de material administrativo. Aquello no era ni lejos una velada literaria, pero allí estaba, revisando libros y carpetas sin descanso. Había algo en sus gestos que delataba su terror, y su irrompible silencio denotaba concentración. Tal vez, demasiada.
Alguna que otra vez se sorprendió espiando a Elis, para luego recordarse que si no ponía su cerebro a trabajar, probablemente nunca jamás tendría otra oportunidad de verla. Aquello le infundía energías de una manera curiosa. De vez en cuando, oteaba la habitación en busca de sombras furtivas y paraba la oreja, al acecho de una leve exhalación, el tronar de un hueso, el rozar de las ropas. Sin embargo, el raspar de las hojas era todo lo que lograba oír.
El ermitaño oía a su profesora, pero en ningún momento se sintió con ánimos de responder. Sentía que su pesimismo había sido excedido por la situación, en especial luego de recordar como el psicópata encapuchado se acercaba a él con siniestra parsimonia.
-Si la policía estaba con el director, pues sí, entonces debe de estar vigilado. Pero... se trata de nuestras vidas. Para acabar con... Sigfrid,- dijo, evitando llamarle "espíritu", "fantasma" o lo que fuese -primero hay que descubrir la verdad, anticiparnos a sus pasos. Así podremos atraparle. Yo digo que vayamos-
En una situación normal, aquel muchacho habría desaparecido hace horas de aquel endemoniado campus. No obstante, había algo -o alguien- que le ataba. No quería entender que al mismo tiempo, le condenaba.
-Señorita Elis. ¿De... de que se tratan esas anotaciones?- inquirió, señalando al bolsillo donde el trozo de manuscrito había desaparecido.
Tirada: 1d10(+10)
Motivo: Cordura + Buscar
Dificultad: 10+
Resultado: 10(+10)=20 (Exito)
Perdón, perdón. Estuve perdido estos días. Estoy terminando el ciclo lectivo y se puede tornar muy pesado sentarse a escribir. Unas semanitas más... ¡sólo unas condenadas semanitas más!
Bue, igual encuentro alguna cosita más xD
Max seguía preocupado tras no obtener respuesta de la llamada que intentaba realizar…, era tarde pero hizo un esfuerzo más para mantener la mente e ideas despejadas, luego dijo:
Se sigue sintiendo un revoltijo de papeles y los nervios de Emmers casi llenan la habitación.
-¡Con una mierda! ¿Dónde lo pusiste Paul? ¿Cómo pudiste ser tan estúpido?
Sigue el sonido y cada vez más fuerte, de papeles siendo revueltos e incluso un cajón que se cae de golpe, hace que el doctor se pegue un buen susto.
-¡Puta madre!!
El médico coge el cajón y Ariadne teme que el tipo la vea pero, por fortuna, el hombre está demasiado preocupado en sus cosas. Después de unos minutos, Emmers dá una patada al fichero y sale diciendo.
-Despertar a un asesino sobrenatural y no dejarme las notas de como pararlo. ¡Gracias!
Y se oye un portazo.
Elis se para para ir hacia la oficina del director y, tener cuidado, como Max ha indicado. Contesta las preguntas de Harvey lo mejor que puede:
-Son nombres... nombres y apellidos. El... el mío está ahí... yo... yo tengo una línea de sangre que está lejanamente emparentada con los directivos. No, no he hallado los nombres de vosotros allí pero... pero tengo la sensación de que hay más que lo que veo.
Saca la hoja y se la muestra a los muchachos.
-Como véis varios nombres están tachados. Creo que son de estudiantes. No sé... simplemente creo que es el Director el que sabe cómo parar ésto y, siendo que ha pasado a mejor vida, yo no sé qué otra cosa hacer que ir a su despacho a investigar.
Elis se detiene unos pasos y agrega:
-No estáis obligados a acompañarme... yo siento todo esto. Lo digo de corazón.
Max, el celu de Ariadne sigue apagado.
Era realmente malo para los sentimientos. El escritor aficionado miró a Elis, sintiendo más admiración por ella que nunca, dispuesta a avanzar desprotegida y a ciegas hacia un abismo del que podría no regresar jamás. Harvey la miró a los ojos, y luego se adelantó.
-Vamos-
No dijo más. No intentó afirmar lo dicho por Elis, ni demostrarle su apoyo. Para él, la mejor manera era actuar. Extraño en él, pero la situación lo demandaba.
Gracias al cielo el campus está apabullado por una estudiante que sobrevivió a los ataques del asesino, al menos del que era Paul. Eso hace que haya mucha gente esperando ver a la víctima que están subiendo a una ambulancia y también le permite a la señorita Elis y a sus dos acompañantes llegar a salvo a la oficina del Director en donde Ariadne está saliendo de debajo del escritorio y casi se muere del susto pensando que era nuevamente el doctor.
Ariadne, tu celular estaba apagado, digo porque Max seguro te va a decir algún par de cositas xD
Al entrar a la oficina del Director, Max comprueba que no estaba totalmente desierta y ve como asoma la cabeza Ariadne de debajo del escritorio,…un gran peso se le quita de encima al comprobar que se encuentra en perfecto estado y se le dice como casi si estuviera riñendo a una niña pequeña:
Le dio un vuelco el corazón al ver asomar a su compañera de habitación de abajo del escritorio. Harvey retrocedió en un sobresalto casi jocoso, sino hubiera sido porque la situación no era más que desesperante.
-Joder...- balbuceó. -Ariadne, ¿no?-
El muchacho se repuso y comenzó a recorrer el despacho, curioseando más que nada. Se acercó al archivero, para comenzar a revolver entre los papeles, aunque sin perder tiempo. -¿Qué has encontrado?-
Espero la respuesta de Ariadne, y sino el sábado o domingo pongo la respuesta pero irá en otra escena, vosotros contestad aquí; más bien, Ariadne contestá aquí, después abro la última escenaa!!
:P lento pero seguro se va acercando el final.