Partida Rol por web

- Recapitulando, el anillo puede tener potencial. Tal vez Suzan fuera una mente débil y los templarios han sabido aprovecharse de ello con las típicas promesas de dinero y poder.- Ambrose, en lo más profundo de su ser se negaba a aceptar que Suzan hubiera traicionado a sus hermanos deliberadamente. Se forzaba a si mismo a pensar que había sido engañada, y que el error le costaría la vida.- Tal vez haya sido sobornada por los templarios para obtener la joya. Supongamos por un instante que el anillo no tiene más valor que una pieza de oro del año de la pera. Indudablemente, como reliquia histórica su valor es incalculable y es una lamentable pérdida, pero peor sería que los templarios tuvieran la parte que falta del rompecabezas y Suzan se la haya puesto en bandeja. La situación es crítica, pero todos los caminos me llevan a pensar una misma cosa. Suzan no era fiel a la hermandad ni el primer día que puso un pie en ella. Me niego a aceptar que una recién llegada como ella por las buenas se cambie de bando. 

- Muy cierto, Ambrose. Yo pienso igual; Suzan fue una infiltrada desde el principio. Y también pienso que hay que recuperar lo que nos han robado; no solamente por el potencial que pudiera tener, sino porque su robo es una deshonra para nuestra Hermandad. Sin embargo, no sabemos a donde ha ido Suzan. Leonard se dirigía a Berlín; al parecer sus "benefactores" le iban a dar refugio allí. Pero ha dicho que él y Suzan no iban juntos; a Suzan la habían destinado a otro lugar.

Hay que atraparla-dijo Ethel con voz tensa- y con vida...Tenemos que sacarla toda la información posible. No creo que hayan montado todo esto por simple afán coleccionista o por motivos económicos. ¿No hay ninguna pista de donde puede estar?

Ambrose no pudo que menos de echarse a reir, aunque se serenó lo más rápido que pudo, por respeto más que nada. 

- Si ha huido en la nieve tiene que haber unas huellas de un palmo. Nuestros rastreadores pueden saber sin dificultad por donde escapó. 

- Bueno, obviamente utilizó esquís para descender la montaña, pero le perdimos la pista al descender al valle. No ha pasado por Zürich; puede que tuviese algún vehículo esperándola. Lo más seguro es que ya haya atravesado la frontera francesa. Y una vez en Francia, se nos hará imposible seguirla. Tras la invasión de los nazis, aquello es un caos.

- ¿Leonard sigue con vida? Sería interesante tener unas palabras con él. No daremos con Suzan, pero por lo menos podemos averiguar algo. 

Friedrich dió un paso adelante. Si ha llegado a Francia, quizá su pista no esté perdida del todo. Podría usar mis influencias en el Estado Mayor para rastrear sus movimientos. Si no llega a oídos indiscretos, podría conocer su ubicación, y no se sabría quién emitió la orden de búsqueda.

Se paró y meditó unos instantes. Quizá si llegaran a descubrirlo. El riesgo era alto, pero Friedrich confiaba en sus confidentes. Además, deseaba poder hacer algo útil para la Hermandad.

Creo que si la acusara de judía huida, podría poner a las autoridades en su contra sin problemas.

- Friedrich, el dinero que recibió Leonard salió del mismísimo Banco de Berlín. Es obvio que los nazis tienen algo que ver en todo esto; acusarla de judía huida no sería creíble. Aunque si puedes usar tus contactos para averiguar algo, adelante. Mira a ver si puedes hablar con agentes de aduana del gobierno de Vichy.

Luego se dirige a Ambrose

- Leonard ya nos ha contado todo lo que sabía; los sueros del Doctor son muy eficaces. Se ha ejecutado el protocolo habitual para tratar con traidores; ya te puedes imaginar donde está.

Ethel había permanecido en silencio observando la situación. Al igual que sus compañeros no esperaba una traición de inguno de sus hermanos. La mujer levantó por fín la mrada y habló

- Independientemente de lo que haya pasado con el anillo tenemos que encontrar a esa mujer. Sabe mucho de nosotros y eso puede ocasionarnos problemas.

Luego miró a Jack, a la sueca no la gustaba estar mano sobre mano

- ¿Qué es lo que debemos hacer ahora?

Ambrose enarcó una ceja ante la pregunta de su hermana. 

- Creo que es evidente. Dar con la traidora, recuperar lo que nos pertenece y que no nos descubran. Salir de aqui como una ventisca, establecer un nuevo cuartel.- dio una palmada y se puso en pie.- Vamos hermanos, tenemos mucho trabajo que hacer, y esta noche no quisiera trasnochar. 

Creo que podré probar a preguntar a los agentes de la aduana de Vichy. Harán cualquier cosa que les diga un alemán de rango. No les queda otra opción.

Después, dijo a sus hermanos. Primero tenemos que encontrar a Suzan. No hagáis planes de lo que haréis o no haréis hasta tenerla bajo nuestra custodia. Será entonces, y no antes, cuando pensemos qué hacer con ella.

- Bien. Veremos que puede averiguar Friedrich, y entonces decidiremos un plan de acción. Hermanos, podéis volver a vuestros quehaceres

La congregación se disuelve y cada uno vuelve a lo suyo