Partida Rol por web

«¡Bien, Savi!» pensó Galatea cuando vio los efectos del conjuro que había caído sobre Vakennis.

No obstante, a quién miró de reojo fue a Berenice.

—Ni se te ocurra—masculló entre dientes.

Ya había visto eso antes y sabía lo que venía después. La situación no era buena pero no pensaba pasar por aquello de nuevo. Y menos a sabiendas.

Si debía apartarse que fuera como último recurso, pero acababa de acudir a ayudar a Mara y acababan de caer dos malaritas. No era necesario un último recurso aún. Y esperaba que continuara siendo así o iba a resultar francamente humillante.

El licántropo que había atrapado antes con la atadura de alga acababa de soltarse así que debían quitarlo de en medio cuanto antes y que supusiera un problema menos; el que se había marchado a dar una vuelta tenía que estar a punto de llegar y antes había intentado conjurar algo que no sabía qué rayos sería... pero no necesitaban más malditos lanzadores de conjuros en aquella maldita situación.

Galatea se mueve a G15 y ataca al HL1. Ataque: 25. Daño: 5 (mínimo posible, por si me creía alguien... xD)

Áscalon se mueve a G14 y ataca al HL1. Ataque: 21. Daño: 7. Derribo: 8

Galatea maniobró con habilidad para flanquear al licántropo, mientras que Áscalon lo embistió desde la parte delantera. La criatura intentó esquivar a la letal pareja, pero fue en vano. La espada de plata de Galatea cortó a través de su piel peluda, mientras que las fauces de Áscalon se cerraron alrededor de su brazo. Con un rugido, el licántropo cayó al suelo, debatiéndose entre las fauces del lobo nival.

En ese mismo instante, un licántropo de la manada malarita saltó sobre Rya. La paladina reaccionó con rapidez aprestando su garrote, preparada para enfrentar al enemigo. La criatura atacó con ferocidad, golpeando a Rya con sus garras y mordiéndola con sus colmillos. La paladina luchó con valentía, esquivando los ataques y contraatacando. Pero en un momento de descuido, el licántropo logró asestarle un zarpazo en el costado.

Mara mata a Hombres lobo 2 y 4.

Los ataques de Galatea y Áscalon son sendos golpes. El daño de Áscalon se ve reducido a 2. El Hombre lobo 1 no pasa la tirada enfrentada de derribo y cae al suelo.

Hombre lobo de ojos refulgentes da un paso de 5' y le hace un ataque completo a Rya. El primer ataque es un impacto (25) y le hace 7 puntos de daño. Esto dispara Karmic Aura, pero el Hombre lobo de ojos refulgentes usa Voluntad de Hierro y pasa la tirada de salvación (22), no viéndose afectado por la fatiga y siendo inmune a sus efectos hasta el próximo turno de Rya. El segundo ataque es un fracaso (17), pero el tercero entra (21). Daño: otros 7. Rya debe pasar una TS Fort CD 15 o contraer licantropía. No entra, calculé mal su CA. 

¡TURNO DE RYA, SÉSPERIS!

(26) Hombre lobo 1: 23 daños, herido (Derribado)
(18) Ataviado de negro: 17 daños, herido grave (Armadura de Oscuridad, Escudo, Imagen múltiple mayor 8 imágenes)
(18) Vakennis: 12 daños, herida leve (Agrandar persona, Fatigada, Postura ignota)
(17) Mara: 31/95 + 0/13 (Agrandar persona 10 minutos, Auxilio divino 7 minutos, Dragón Saltarín, Escudo de la fe +3 6 minutos, Esquivando a Hombre Lobo 2, pg temporales 6 minutos)
(17) Galatea: 59/59 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Piedras Obstructoras 6 minutos)
(17) Áscalon: 45/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, defensa total)
(13) Hombre lobo de ojos refulgentes: 15 daños, herido leve
(10) Rya: 59/67 +0/13 (Auxilio divino 7 minutos, Escudo +6 CA 3 minutos, Greater mighty wallop en Garrote de plata 6 horas, Karmic aura 5 asaltos)
(10) Sésperis: 34/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Protección contra el Mal 2 minutos, en el Plano de la Sombra durante 6 asaltos)
(9) Savinian: 49/49 +13/13 (Armadura de mago 1 hora, Auxilio divino 7 minutos, Invisibilidad mayor 7 asaltos)
(9) Malarita: ileso (dando la vuelta por abajo, le quedan 1 asaltos para llegar)
(3) Berenice: 45/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Devoción por la protección 7 asaltos, Fatigada, Silencio 6 minutos, Volando a 10’)

Rya se escabulló de las zarpas del licántropo, y se encontró frente a frente con la mole de Vakennis. La brutal mujer lobo no le daba miedo; tan solo lamentaba no disponer de todos los dones de Mystra para enfrentarse a ella y sojuzgarla con la severidad que su villanía demandaba. Mas aún disponía de algunas de sus aptitudes. Conjuró con gestos hábiles, evadiendo garras y dientes, avanzó hasta colocarse a la sombra de la alfa y, con energía nigromántica brillando verdosa en la punta de sus dedos, buscó su recio pellejo.

Cuando Rya se retiró y se puso en guardia con el garrote, no estaba sola: eran dos las Ryas que habían retrocedido.

Dado que no recibió el golpe del licántropo de ojos refulgentes, Rya sigue con 66/67 pg.
Sésperis falla la TS de Voluntad.

Rya mueve un paso de 5 pies a 17-G y conjura a la defensiva toque vampírico*.
         Ataque 32 (20 natural; crítico 19). Daño: 28, que se añaden a los pg de Rya como pg temporales.
Rya conjura una copia ilusoria con instant diversion en 17-H.

Concentración: +9 NL +5 CAR +4 Conjurar en combate = +18; CD 15 + 2x3 = 21. Resultado 29, superada.

Rya se recuperó del dolor y la sorpresa del zarpazo del licántropo, pero sabía que no podía bajar la guardia porque Vakennis había llegado por fin hasta la primera línea del combate. Rya lanzó un conjuro con la intención de drenar la fuerza de la licántropa. La luz sagrada brotó de sus dedos y se dirigió hacia la criatura, pero en el último momento, la hembra alfa bloqueó el ataque con su martillo de piedra. Rya frunció el ceño, sorprendida por la rapidez y la eficacia de la reacción de la licántropa. Había subestimado la destreza de su enemiga, y ahora se encontraba en una situación aún más difícil. La hembra alfa sonrió con malicia, mostrando sus colmillos afilados. Sabía que tenía la ventaja, y estaba dispuesta a aprovecharla al máximo.

Contramedida: Vakennis usa Muro de Cuchillas (ataque 34) y evita el Toque vampírico de Rya. Rya retiene la carga, ¿verdad?

Savinian lanza Rayo de debilitamiento sobre Vakennis, éxito (ataque 29). Vakennis recibe un penalizador -5 a Fuerza.

Malarita llega.

¡TURNO DE BERENICE!

(26) Hombre lobo 1: 23 daños, herido (Derribado)
(18) Ataviado de negro: 17 daños, herido grave (Armadura de Oscuridad, Escudo, Imagen múltiple mayor 8 imágenes)
(18) Vakennis: 12 daños, herida leve (Agrandar persona, Fatigada, Postura ignota, -5 Fue)
(17) Mara: 31/95 + 0/13 (Agrandar persona 10 minutos, Auxilio divino 7 minutos, Dragón Saltarín, Escudo de la fe +3 6 minutos, Esquivando a Hombre Lobo 2, pg temporales 6 minutos)
(17) Galatea: 59/59 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Piedras Obstructoras 6 minutos)
(17) Áscalon: 45/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos)
(13) Hombre lobo de ojos refulgentes: 15 daños, herido leve
(10) Rya: 59/67 +0/13 (Auxilio divino 7 minutos, Escudo +6 CA 3 minutos, Greater mighty wallop en Garrote de plata 6 horas, Karmic aura 5 asaltos)
(10) Sésperis: 34/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Protección contra el Mal 2 minutos, en el Plano de la Sombra durante 6 asaltos)
(9) Savinian: 49/49 +13/13 (Armadura de mago 1 hora, Auxilio divino 7 minutos, Invisibilidad mayor 6 asaltos)
(9) Malarita: ileso
(3) Berenice: 45/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Devoción por la protección 6 asaltos, Fatigada, Silencio 6 minutos)

Berenice saltó hacia atrás y negaría todos los días de su vida que se había sentido impresionada por la feroz alfa de la manada. Era grande y fuerte, era horrorosa en todos los sentidos, aunque en su brutalidad había algo de magnificencia. Demasiado asustada para reconocer las emociones que la asaltaban, la selunita alzó tímidamente el vuelo, vigilando el martillo de piedra con el que Vakennis estaba haciendo frente a su amiga Rya.

-Es hora de acabar con esto, todos a una, dejad que os guíe la luz celestial de la Luna.

Aferrando su símbolo sagrado, Berenice volvió a brillar una vez más con el resplandor plateado de su diosa, siendo un faro para sus amigos... y un blanco suculento para sus enemigos.

Paso de 5' atrás y al aire. F-17 (en diagonal para volar a 5' del suelo)

Concentración 26. Lanzo Elation. +2 de moral a Fuerza y Destreza. +5' de velocidad.

Cargas de la varita: 30/50.

Hechizos
n1 - rayo de esperanza (3), bendición, escudo de la fe, faerie fire (D)
n2 - cerrar heridas (2), elation (1), silencio, detectar pensamientos (D)
n3 - auxilio divino en grupo, convicción en masa, disipar magia, volar (D)

Spell-Like abilites (6 DG, NL 6, CD 15+lvl)
   - 1 2 3/día Protección contra el mal
   - 1/día Bendición
   - 1/día Aid << auxilio divino normalito
   - 1/día Detectar el mal
   - 1/día Curar heridas moderadas
   - 1/día Neutralizar veneno

Cargas de expulsar
Muertos Vivientes: 14/15
Licántropos: 8

Galatea le dio un espadazo al licántropo que tenía delante cuando éste se fue a levantar. Los colmillos de Áscalon sin embargo no suponían una amenaza para el duro pellejo del malarita.

Galatea le hace un AdO al HL1. Ataque: 26. Daño: 10

Áscalon con un 16 entiendo que falla.

Vakennis sonrió satisfecha al bloquear el conjuro de Rya. Observó atentamente sus movimientos, estudiando cada uno de sus movimientos, cada uno de sus gestos. Sabía que la paladina estaba herida, y que su fuerza estaba disminuyendo. Era el momento perfecto para presionar su ventaja y acabar con ella de una vez por todas.

Con su martillo de piedra en alto, la Garra Derecha de Malar avanzó hacia la paladina, preparada para asestar el golpe decisivo. La paladina intentó defenderse con su garrote, pero sus movimientos fueron lentos y torpes. La malarita se abalanzó sobre Rya con una fuerza salvaje, levantando su martillo de piedra por encima de su cabeza y preparándose para descargar un golpe mortal. La paladina trató de esquivar el ataque, pero fue demasiado lenta. El martillo de piedra de Vakennis la golpeó con una fuerza tremenda, y Rya jadeó, herida.

El mago sombrío, viendo que la batalla no estaba aún ganada, decidió tomar una posición más estratégica. Se concentró en su magia, y se rodeó de un aura impenetrable de sombras, que lo ocultó de vuestra vista. Buscó entonces una mejor posición desde la cual seguir acosándoos con sus conjuros. Avanzó rodeado de la oscuridad, moviéndose sin dificultad alguna, como si viera perfectamente.

Hombre lobo 1 se levanta, provocando al ataque de oportunidad de Áscalon / Galatea que Estigia ha tirado en el post inmediatamente anterior a este. Ataca a Áscalon y acierta (ataque 23). Daño: 9, que son absorbidos por los PG temporales de Auxilio Divino.

Ataviado de negro lanza Luz negra sobre sí mismo y mueve.

Vakennis utiliza Filo de Pesadilla del Rubí contra Rya, éxito (concentración 25, ataque 23). Daño: 33. Esto dispara Karmic Aura, pero Vakennis usa Voluntad de Hierro y pasa la tirada de salvación (26), no viéndose afectado por la fatiga y siendo inmune a sus efectos hasta el próximo turno de Rya. Da un paso de 5'.

¡TURNO DE MARA, GALATEA, ÁSCALON!

(26) Hombre lobo 1: 33 daños, herido grave
(18) Ataviado de negro: 17 daños, herido grave (Armadura de Oscuridad, Escudo, Imagen múltiple mayor 8 imágenes)
(18) Vakennis: 12 daños, herida leve (Agrandar persona, Fatigada, Postura ignota, -5 Fue)
(17) Mara: 31/95 + 0/13 (Agrandar persona 10 minutos, Auxilio divino 7 minutos, Dragón Saltarín, Elation 6 asaltos, Escudo de la fe +3 6 minutos, Esquivando a Hombre Lobo 2, pg temporales 6 minutos)
(17) Galatea: 59/59 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos, Piedras Obstructoras 6 minutos)
(17) Áscalon: 45/45 +4/13 (Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos)
(13) Hombre lobo de ojos refulgentes: 15 daños, herido leve
(10) Rya: 26/67 +0/13 (Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos, Escudo +6 CA 3 minutos, Greater mighty wallop en Garrote de plata 6 horas, Karmic aura 5 asaltos)
(10) Sésperis: 34/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Protección contra el Mal 2 minutos, en el Plano de la Sombra durante 6 asaltos)
(9) Savinian: 49/49 +13/13 (Armadura de mago 1 hora, Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos, Invisibilidad mayor 6 asaltos)
(9) Malarita: ileso
(3) Berenice: 45/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Devoción por la protección 6 asaltos, Elation 6 asaltos, Fatigada, Silencio 6 minutos)

Con Vakennis cerca, era la oportunidad de librarse de la fuerza detrás del ataque de una vez por toda. Si mataban a la Alfa, ¿se desbandaría su ejército, descabezado de su líder? Era la esperanza que tenían. Y tras ver lo que le había hecho a la paladina, no iban a tener muchas oportunidades si fallaban sus golpes ahora.

Avanzó junto a Berenice y Rya, y aprovechó su altura para segar con su espada por encima de sus cabezas, intentando alcanzar a la alfa.

Galatea emitió un gruñido en dirección al licántropo que acababa de atacar, aunque en lugar de volver a atacarle, dio un paso atrás y el gruñido se convirtió en un repentino bufido de serpiente. Lanzó algo al aire, unas escamas, que se evaporaron de pronto en un chispazo y sus compañeras sintieron una especie de brío espontáneo.

«¡Otra vez!»

Galatea da un paso de 5' a F14 y lanza Velocidad de Serpiente en Grupo

Áscalon muerde al HL1. Ataque: 23. Daño: 7. Derribo: 12

El extra supongo que con 15 falla.

Aún recuperando la respiración tras la última tanda de golpes, Mara sintió sus músculos vibrar de energía con la magia de Galatea, y logró reunir las fuerzas para un nuevo ataque sobre la alfa.

Una tensión repentina invadió los brazos de Rya. Tuvo que contenerse para no abalanzarse sobre Vakennis con el garrote, y apoyar tan solo su mano brillante en su pelaje para descargar sobre ella la energía nigromántica de su conjuro.

Rya hace el ataque adicional a Vakennis con la carga de "toque vampírico".
             Ataque de toque. Ataque 23, daño 12 (que se convierten en pg temporales para Rya).

Vakennis se encontraba en una situación complicada. Por un lado, estaba luchando contra Mara, la guerrera más hábil de los aventureros, que le había asestado un tremendo golpe con su espada en el costado derecho. Por otro lado, Rya, la paladina, le había lanzado un hechizo que drenaba sus fuerzas, lo que la debilitaba con cada segundo que pasaba. Vakennis sintió el dolor de la espada de Mara atravesando su piel, lo que la hizo soltar un fuerte gruñido.

Mientras tanto, uno de los licántropos de la manada malarita logró hacer desaparecer la copia ilusoria de Rya de un zarpazo. El licántropo se quedó momentáneamente confundido, pensando que había atacado a la auténtica. Pero luego, se volvió hacia la verdadera Rya y reanudó su ataque. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. La paladina estaba preparada para el ataque y había fortalecido sus defensas con conjuros de protección. El licántropo solo logró hacer restallar las defensas mágicas de Rya con sus zarpazos, pero no pudo penetrarlas.

Avhin me pidió que tirara el extra de Berenice, que falla (5).

Los ataques de Áscalon, Mara y Rya son todos éxitos. Áscalon vence en la tirada enfrentada de derribo, pero su daño se ve reducido a 2. El daño de Mara se ve reducido a 18.

Hombre lobo de ojos refulgentes ataca a la copia de Rya y la hace desaparecer. Paso de 5' y continúa su completo a la Rya verdadera, fallando sendos ataques (14 y 21).

¡TURNO DE RYA, SÉSPERIS!

(26) Hombre lobo 1: 35 daños, herido grave (Derribado)
(18) Ataviado de negro: 17 daños, herido grave (Armadura de Oscuridad, Escudo, Imagen múltiple mayor 8 imágenes)
(18) Vakennis: 42 daños, herida grave (Agrandar persona, Fatigada, Postura ignota, -5 Fue)
(17) Mara: 31/95 + 0/13 (Agrandar persona 10 minutos, Auxilio divino 7 minutos, Dragón Saltarín, Elation 6 asaltos, Escudo de la fe +3 6 minutos, Esquivando a Hombre Lobo 2, pg temporales 6 minutos)
(17) Galatea: 59/59 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos, Piedras Obstructoras 6 minutos)
(17) Áscalon: 45/45 +4/13 (Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos)
(13) Hombre lobo de ojos refulgentes: 15 daños, herido leve
(10) Rya: 26/67 +12/13 (Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos, Escudo +6 CA 3 minutos, Greater mighty wallop en Garrote de plata 6 horas, Karmic aura 4 asaltos)
(10) Sésperis: 34/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Protección contra el Mal 2 minutos, en el Plano de la Sombra durante 6 asaltos)
(9) Savinian: 49/49 +13/13 (Armadura de mago 1 hora, Auxilio divino 7 minutos, Elation 6 asaltos, Invisibilidad mayor 6 asaltos)
(9) Malarita: ileso
(3) Berenice: 45/45 +13/13 (Auxilio divino 7 minutos, Devoción por la protección 6 asaltos, Elation 6 asaltos, Fatigada, Silencio 6 minutos)

El mundo recobró sus colores, y las fantasmagorías con las que Sésperis luchaba en el plano de las sombras desaparecieron. La dragonnel se vio, de nuevo, en un mundo de luz y color, rodeada por su compañera y sus amigos, y por los licántropos a los que se enfrentaban. De pronto, la invadió un miedo irracional, que la empujó a alzar el vuelo. Ni siquiera la vergüenza por abandonar a su suerte a Rya y los Escudos bastó para detener sus alas.

La paladina, sin embargo, sintió un gran alivio cuando su compañera emergió de su sombra, que había quedado pegada al suelo, inmóvil, como si fuese la obra de un pintor caprichoso. Allá, en los cielos, no podían alcanzarla el martillo de Vakennis, las zarpas y dientes de sus secuaces, ni los conjuros del mago oscuro.

Ya sin el peso del destino de Sésperis sobre sus hombros, y espoleada por la justa furia, enarboló el garrote y golpeó con brutalidad las costillas de Vakennis.

Sésperis pasa la TS de Voluntad para salir del plano de la sombra, pero falla la TS de "reentrada", así que está asustada 1d4 (4) asaltos.

Rya hace un ataque completo a Vakennis.
           Ataque 1. Ataque 28 (Ataque poderoso -3/+6), daño 21.
           Ataque 2. Ataque 22 (Ataque poderoso -3/+6), daño 27.

Rya conjuro instant diversion. Deja su copia en su casilla (17-G) y da un paso de 5 pies a 17-H.

Savinian observaba la lucha desde una posición alejada. Viendo que la hembra alfa, Vakennis, estaba debilitada y a punto de ser derrotada, decidió intervenir. Reunió su energía y conjuró una esfera de ácido, que arrojó con precisión hacia Vakennis. La esfera de ácido impactó en Vakennis, quemando su piel y carcomiendo su cuerpo. La hembra alfa aulló de dolor, pero no pudo hacer nada para detener el ataque. Finalmente, cayó al suelo, muerta. Con la muerte de Vakennis, la manada malarita perdió a su líder y se dispersó. Los aventureros, victoriosos, pero cansados y heridos, se quedaron unos momentos en silencio, contemplando el resultado de la batalla.

—Ha... ¿terminado? —inquirió Savinian, aún amparado en su conjuro de invisibilidad—. ¿Estamos todos vivos? 

Su tono sugería que no terminaba de creérselo.

Savinian lanza Ojo del cazador como inmediata. Usa Salpicadura Ácida contra Vakennis y le asesta un golpe crítico confirmado. Daño: 45. Vakennis palma xD.

Fin del combate.

Estoy sin palabras xD.

Galatea soltó el aire que había contenido tras lanzar el conjuro, de hecho acababa de darse cuenta de que lo había estado haciendo.

En cuanto los malaritas se batieron en retirada, recobró su aspecto y se apresuró a cerciorarse de cómo estaba su compañero. Áscalon por su parte se giró para mirarla moviendo la cola satisfecho, "mostrándole" su pequeña hazaña: por supuesto, aquellos malaritas habían huido tras ver cómo había logrado tumbar a uno de ellos, ¿de qué otra cosa si no?

El lobo sólo tenía un rasguño superficial que podría curarle fácilmente, por lo demás estaba ileso así que suspiró con alivio, hincó una rodilla a su lado y lo abrazó con suavidad frotándole el cuello.

—Lo has hecho muy bien.

La intensidad de movimiento de la plumosa cola aumentó y Galatea miró a sus compañeros. Rya y Mara parecían bastante aporreadas; la primera había recibido un buen tortazo del mazo de Vakennis y la segunda había sido lacerada por las garras de aquellos tres desgraciados pero estaban vivas. A Berenice ni la habían tocado, y a Savinian...

Se levantó y caminó unos pasos olfateando disimuladamente seguida por el lobo. Por supuesto podía localizar al mago invisible con su olfato, y no olía a sangre así que Savinian también estaba bien. En medio del combate le había parecido ver (o más bien no ver) que se había vuelto invisible pero no sabía si por táctica suya o porque le habían dado con algo.

—Eso parece... —respondió finalmente sintiendo como parte de un gran peso invisible se le quitaba de encima: Habían logrado salvar Harrowdale. Aunque todavía podía sentir la adrenalina martilleándole las sienes—. ¡Sespe! ¿Estás bien, chica? Ven, nada va a hacerte daño. Estás de vuelta con Rya y con nosotros.

Miró hacia arriba, buscándola. Había visto a la dragonnel surgir de donde fuera que el maldito mago la había exiliado y parecía aterrada. Lo suyo era más entender a los animales y a las bestias mágicas... Sésperis no era ni una cosa ni la otra, pero aquello no quitaba que no le gustara verla así.

¿Había terminado? Aún quedaban un montón de malaritas sueltos que seguían siendo un peligro, aún quedaba reunir a todos los que habían herido, lidiar con los convertidos, enterrar a los muertos y reconstruir lo que había destruido. Aún había mucho por hacer. Pero eso iba a ser después. Ahora mismo, habían ganado. Se habían ganado el descanso y la celebración.

Pero antes tocaba limpiar la basura.

Se acercó a Vakennis , levantó su mandoble sobre su cabeza y, de un tajo, cortó la cabeza de la alfa. Si querían levantarla de entre los muertos, iban a tener que esforzarse. Se colgó la cabeza del cinto, quitó las armas y equipamiento del cadáver, y luego, con un gruñido, se lo echó sobre los hombros.

-Joder, ya estoy vieja para estas cosas-dijo, levantándose con dificultad bajo el peso.

Echó un vistazo sobre los otros y comprobó con aprobación que ninguno (al menos, de los que podía ver) estaba a punto de morir y todos tenían todos sus trozos.

-Voy a echar esto en alguno de los basureros. Si alguien quiere rendir homenaje a la Mano Derecha de Malar, podrá hacerlo ahí. La cabeza me la quedo. Hay alguien en las cuevas a quien quiero enseñárselo. Y después de eso, ¿tenéis planes o cerveza? ¿Aún les quedará algún barril entero ahí dentro?-señaló con la cabeza La Lluvia de Estrellas.

La esfera de ácido pasó por encima de las cabezas de Rya y Berenice. La selunita estaba delante de la alfa intentando hacerle frente, aunque esta no hacía más que ignorarla para pegarle a su amiga Rya. Estaba a punto de gritar que se metiera con ella, que se pusiera a prueba con una elegida de Selune, cuando el ácido impactó sobre Vakennis y salpicó ligeramente a Berenice.

Ser testigo de cómo alguien se derretía por el ácido, por muy malvada que ésta fuese, la dejó aturdida. El olor a la carne quemada y descompuesta se le clavó en las fosas nasales y le llegó a la cabeza y tuvo que aguantar las arcadas mientras retrocedía, chocaba con Rya y sacudía la mano. Era inmune al ácido, pero Vakennis casi se deshizo ante sus ojos con una horrible mezcla de heridas contudentes, espadazos y agujeros abiertos por el que se le salieron las tripas.

Cuando comenzó la huida en desbandada, Berenice alzó el vuelo como si fuese a escapar, pero se dio cuenta de que quién escapaba eran los enemigos al ver caída a su líder, a la que abandonaban sin mirar atrás. A pesar del horror, de las atrocidades cometidas, de los actos malvados que había cometido por todo el valle, al ser consciente de que habían ganado, le dio pena ver cómo una formidable guerrera había caído. Si hubiese elegido con más sabiduría en quién depositar su fe, no habría acabado de aquella manera, convertida en un amasijo de carne deformada. Cuando Mara la decapitó, Berenice intentó no echarse a llorar, como siempre hacía cuando las cosas eran demasiado desagradables para ella. Voló hacia Sésperis, que huía despavorida tras regresar al plano material y se mantuvo cerca de ella, pero sin aproximarse, porque por muy amiga de Rya que fuese, estaba asustada y no quería llevarse un mordisco. Finalmente, cuando la dragonnel se calmó, ambas descendieron al suelo.

Cuando Berenice tocó tierra, se sentó y sollozó.

-Aún tenemos cosas que hacer. Tenemos que buscar supervivientes en la Lluvia de Estrellas. Tenemos que comprobar que no hay heridos en los templos. Tenemos que llegar hasta el salón de los burgueses. ¿Alguien necesita curación? -preguntó con lágrimas en los ojos y la varita en la mano. 

La paladina levantó el garrote y apretó los dientes, preparada para recibir un golpe que nunca llegó. El corpachón encantado de Vakennis se desplomó sobre la hierba como un árbol talado. Rya buscó la herida que había terminado con ella, que no había infligido Mara, Gala o ella misma. Entre su rostro y su torso se extendía un parche de carne arrasada por el ácido, mostrando las costillas hechas añicos por su garrote bajo la musculatura deshecha.

Al caer su alfa, los licántropos supervivientes perdieron el coraje y empezaron a dispersarse por las calles de Harrowdale Town. Rya no los siguió. Levantó la mirada, buscando por los cielos hasta que encontró la mancha rosada de Sésperis. Unos momentos más tarde, la dragonnel regresaba junto a Berenice. Rya corrió junto a su compañera, le tomó la temblorosa cabeza entre las manos y le acarició el largo cuello mientras la arrullaba cerca de su oído, hasta que sintió cómo se calmaba entre sus brazos.

Gracias por ir a buscarla, dijo a Bere. Y a Gala, que estaba tan preocupada como ella. Gracias.

Cuando llegó la pregunta de Savinian, Rya asintió. Aunque no era cierto, no del todo; habían terminado con Vakennis, pero todavía debían quedar algunos de los suyos en la ciudad. No podían descansar hasta que todos estuvieran muertos o huidos. E incluso cuando hubiesen atajado la amenaza de los licántropos, todavía quedaba mucho por hacer. Pensar en lo que sucedía con la magia la hacía caminar por la cuerda floja entre la rabia y la desesperanza. No iba a permitirse caer en una ni en otra. Mystra seguía con ella, y ese día más que nunca, se debía al compromiso que había adquirido con su patrona celestial. No hemos hecho más que empezar, Savi.

Se apartó de Sésperis sin dejar de mirarla a los ojos, sonriendo. La dragonnel respondió con un ronroneo felino.

Rya alzó la voz: ¡Compañeros! llamó a los aventureros que habían resistido en la LLuvia de Estrellas. ¡La alfa de la manada malarita ha muerto. Si todavía os quedan fuerzas, dispersaos y echad de la ciudad a los monstruos que han intentado mancillarla con su ponzoña!

Extendió una mano hacia Mara. Préstame eso, dijo. Sespe y yo vamos a mostrarle el sino de su líder, el sino que les aguarda, a los licántropos que siguen en la ciudad.

Con la caída de Vakennis y la retirada de los licántropos, la noticia de la victoria de los Escudos de la Rastra se extendió rápidamente por el improvisado campo de batalla. Los aventureros heridos y cansados se miraron unos a otros con una mezcla de alegría y alivio. Habían logrado sobrevivir a la furia de los licántropos y proteger Harrowdale Town de los peligros de la manada malarita.

En medio del tumulto de la victoria, los distintos grupos de licántropos comenzaron a comunicarse en su extraño código producido por el estrépito de los golpes contra el metal. Pronto, las huestes malaritas comenzaron a retirarse, y también los enigmáticos magos sombríos que habían estado colaborando con ellos en el ataque.

Los Escudos de la Rastra, cansados y heridos, no tuvieron que volver a pelear aquel día. Desde el oeste, los guardias de la ciudad, liderados por la valiente Ellarian Dawnhorn, se acercaban para asegurar la zona. Desde el norte, otro grupo de aventureros había diezmado las huestes malaritas en una batalla separada. Desde el aire, el burgués Erethun había bombardeado con fuego y rayos a los licántropos.

En menos de media hora, la pesadilla había acabado. Los malaritas habían huido y la amenaza del apocalipsis licántropo había sido conjurada. Los Escudos de la Rastra, junto con los demás aventureros, habían asegurado la paz y la seguridad de la villa.

La noticia de la victoria de los Escudos de la Rastra se extendió rápidamente por todo el valle. La ciudad celebró el triunfo de sus defensores y honró a aquellos que habían caído en la batalla. Los aventureros fueron recompensados por su valentía y coraje, y se convirtieron en héroes en Harrowdale Town.

Sin embargo, aún quedaban otras amenazas en el Valle que los Escudos de la Rastra deberían neutralizar. El Desgarro de la Urdimbre seguía activo, y su energía mágica distorsionaba y alteraba la Urdimbre a su alrededor. Los ataques de los drow procedentes de la Infraoscuridad se habían intensificado en las últimas semanas, y el valle estaba en constante peligro.

Los Escudos de la Rastra sabían que su trabajo no había terminado aún. Pero, al menos, aquel día habían detenido la amenaza del apocalipsis licántropo y habían demostrado su valía como defensores de la ciudad y de sus gentes. Ahora, les esperaba una nueva aventura, una nueva lucha por proteger lo que más importaba para ellos: su hogar y su gente.

¿FIN?

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