Partida Rol por web

Dejando al parlanchín Fosco encargarse de las negociaciones Dastar saluda a sus contratantes y se posiciona en un lugar donde pueda observar la finalización del trato. Esta era la primera misión como un busca fortunas, y el resultado era positivo con lo que aspiraba a seguir en el negocio por todo el tiempo que le fuera posible. Y si era con aquel grupo de compañeros de seguro todo podía salir muy bien la mayoría de veces.

Caleb suelta un fuerte suspiro tras ver el campamento y echando una mirada a su fiel perro.
El pobre Urko aunque sigue siendo robusto y fuerte, es patente que ha pasado hambre.
-Vamos amigo por fin podremos descansar
Tras esto se acerca y al ver a sus compañeros regocijarse, se permite cambiar el semblante serio y de preocupación tras la visita de Saruma por una atípica sonrisa.

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   Junto al camino cuando os acercáis, encontráis a Bror, hijo de Bram, esperándoos ansiosamente; lo acompaña un enano que por sus ricas vestiduras parece un acaudalado mercader.

   Bror abraza a Bain y os pregunta por el Testamento. Cuando se lo dais, lo examina rápidamente y después, para vuestra sorpresa, estalla en una sonora carcajada.

   - ¡Lo habéis conseguido! - grita. - Siempre estaré a vuestro servicio, amigos míos, lo habéis hecho muy bien. -

   Debe de estar muy complacido, pues los enanos rara vez agradecen las cosas y mucho menos se ofrecen a ayudar.

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   Con Bain a su lado, Bror vuelve al campamento, reúne a sus seguidores y se enfrenta a sus avariciosos primos. Por un momento, parece que se va a producir una pelea, pero las reivindicaciones de Bror, junto la propia presencia del Testamento original, prevalecen, y los usurpadores tienen que desistir.

   Vestido elegantemente con una larga capa y un amplio sombrero, el enano que estaba junto a Bror se presenta como Beren Tablalarga. Él también os felicita por el éxito de vuestra misión. Relata orgullosamente que ha hecho tratos comerciales con los elfos de Lórien, en nombre de Bror, y os pregunta por las cosas de valor o interesantes que habéis podido hallar en Moria.

   - Quiero todo lo que tengáis, amigo míos, - dice con los ojos brillantes, - si el precio es... razonable. -

   Se ríe y pide un poco de vino. Os ofrece un buen precio por aquellos artículos que tengáis de Moria y queráis venderle, pero no insiste si no queréis venderle nada.

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Al ver a mi amigo Bror estallar en carcajadas, pareciera que una montaña se viniera abajo. Reí con él, acompañándole en la chanza y júbilo del momento. Al tener el testamento, sus reivindicaciones prevalecerían sobre las de sus avariciosos primos. Nosotros éramos héroes y a partir de ahora tendríamos el agradecimiento de los enanos, cosa nada baladí. Solo esperaba que el festín fuera acorde a la alegría mostrada, porque me moría de hambre. Después de arreglar sus asuntos y de presentarse el acaudalado enano ricamente vestido, me dejé llevar por los festejos y cuando fuera la cena banquete, me sentaría al lado de Bror para relatarle todas las andanzas del grupo y comerme todo lo que pusieran. Esta historia había terminado muy bien y para mi no era más que el principio de una de tantas aventuras que me esperarían...

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Tenéis que le pueda interesar, si queréis vender al mercader:

Aegon: cuatro esmeraldas, tres rubíes y un zafiro azul.
Fosco: una esmeralda. La capa del cofre.
Allister: Arco de madera blanca y tres flechas envueltas en tela.
Allister: Nuez.
Fosco: Muñeco enano.
Fosco: Plano construcción puente-trampa.
Fosco: Anillo de plata de la fundición.
Alguien: Diamante azul.
Alguien: Cota de mallas.

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   De lo que recogisteis Aegon, cuatro esmeraldas (otro una), tres rubíes, un zafiro. Hay también un diamante azul que no recuerdo quien lo lleva, pero supongo que no le dejastéis tirado.. El diamante le puede ser útil a Aegon. Había una cota de malla en la armería, no la de mitrhil protegida. Podéis haberla recogido si queréis, fuera de la aventura ya se puede ajustar.

   También había una nuez en una caja, que parecía tenía alguna propiedad, pero no se supo cual. Un arco de madera blanco y tres flechas. Las recogió Allister si no recuerdo mal.

   Fosco también recogió un plano de ingeniería de construcción de un puente trampa, un anillo de plata escondido en la fundición y un muñeco enano (creo)

   Luego pongo los precios y si queréis vender algo o no.

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   Los enanos no parecen tener nada en especial a la venta, ya que estaban de viaje y uno de los motivos de Bror era encontrar el testamento, pero si queréis pedirles algo, en sus posibilidades, intentarán ayudaros.

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Tras la aprobación por parte de nuestro contratante, y su sonora carcajada, Allister se relajó. El grupo fue felicitado por el primo de Bain y tambien por un enano vestido lujosamente que dijo ser un mercader que inició tratos con los elfos de Lorien...

Los enanos hicieron una especie de asamblea de la cual nos mantuvimos al margen, aunque sus disputas y gritos eran sonoros. Utilizaron en la mayoría del tiempo su idioma, con lo cual no entendimos gran cosa, aunque por la tensión imaginamos de que estaban tratando.

Lo cierto es que en algunos momentos pareció que iban a enzarzarse en una lucha brutal, pero al final el Testamento puso las cosas en su lugar, y se zanjó el tema sin derramar más sangre.

En un momento dado se acercó un enano que se decía llamar Beren Tablalarga. Inquirió a Allister por si quería vender alguna cosa de las que había hallado en la mina.

Maese Beren, poco me apropié de ese lugar, pues nada de lo allí guardado me pertenecía, y entendiendo que sus herederos naturales reclamaban sus pertenencias, no me pareció apropiado hacerme con lo ajeno. Quizás otros de mis compañeros opinaron de forma distinta a la mía. Dirigíos a ellos.

Por mi parte me hice con los servicios de este Arco y estas tres saetas. Me pareció un Arco de muy buena calidad y pensé que nos sería útil cuando tuvimos que enfrentarnos a esos orcos y al troll... Es todo lo que os puedo entregar de Moria, mi señor. Bien cierto es que podría darme buen servicio, pero os pertenece a los vuestros, y yo tengo mi Gran Arco...

Como pago por mis servicios, aceptaré lo acordado al inicio de esta "aventura" y si existiera un extra dada la generosidad de los enanos con sus "amigos" (y conste que hacerse "amigo" de un Enano es algo que es para toda la vida, desde el punto de vista de los enanos, por ende no es algo que hagan a la ligera), me gustaría solicitaros algo que va más allá de lo material.

Mi nombre es Allister, del noble linaje de los McSiry, hombres de Esgaroth y Valle. Soy el último de mi linaje, conservo el título y el respeto de muchos, pero con los años de calamidades, el Dragón, y otras desgracias, perdimos nuestra fortuna, influencia, poder y tierras... Si los Enanos que aquí estáis reunidos tuvierais a bien ayudarme a restituir lo que en derecho me pertenece, os estaría agradecido, y hermanaría mi escudo familiar al de vuestro clan como muestra de nuestro vínculo, haciendo incluir en el mío, una runa enana que os represente.

Creéis que eso sería posible noble Beren?

Allister no buscaba encontrar tesoros de antiguos propietarios, su verdadero deseo era restituir la grandeza de su linaje y era el último de este que podía conseguirlo.

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   Niega la cabeza y luego asiente con una sonrisa.

   - Amigo mío, puede quedárselo como regalo, pues mi oferta de comprar es sólo para aquellos objetos que no necesiten llevar. -

   Ante la petición se torna serio y asiente con decisión una vez más.

   - ¡Sea! En la medida que podamos, ayudaremos a restablecer su casa y su renombre. -

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Por lo que tenéis, si queréis vender algo.

Por el muñeco 2 monedas de oro.
La armadura 10 monedas de oro.
Por el anillo 7 monedas de oro.
Los planos del puente 5 monedas de oro.
Diamante azul 100 moneda de oro.
Esmeralda 40 monedas de oro
Rubí 50 monedas de oro
Zafiro 40 monedas de oro
Nuez marrón 3 monedas de oro.

Allister agradeció el detalle del mercader enano. Y más que el poderse quedar con el magnífico arco y sus flechas, o la cajita con las nuez, elementos que eran muy buena recompensa en si mismos, agradeció el detalle de la palabra dada en cuanto a ayudar a restaurar su antiguo linaje, en la medida que pudieran.

Noble Beren, entonces necesito que me facilitéis una Runa que represente a vuestro clan, para hacerla poner en mi escudo familiar... En cosa de unos 3 meses me acercaré a vuestros hogares, pues ahora debo acabar con una promesa que hice...

Allister McSiry era hombre de honor y de palabra... Ahora debía de viajar para acabar con la promesa que lanzó... Dos enanos no descansarían como merecen los grandes guerreros. No bajo la piedra, por mezquinos... 

McSiry debía llevar las cenizas al mar y esparcirlas, pues tal fue su palabra si los naugrim no deponían su actitud, y pensaba cumplir con ese juramento, o morir en el intento...

 Imaginando que cada uno seguiría su propio viaje a partir de ahí, les pedí a los enanos, amablemente:

 - Si me permitís reponer las provisiones y descansar en vuestra compañía un día o dos, pronto partiré a visitar a mis parientes. ¿Por ventura, estarías dispuestos a compartir las interesantes historias de vuestro pueblo, por favor?.

Dastar no ofrece nada a la venta, no le parece que lleve algo de lo que se quiera separar solo espera que les ofrezcan un nuevo trabajo o que alguien del grupo tenga alguna misión en la que él pueda participar.

—Yo pediría  realizar algún otro encargo del que se nos crea capaces —dice el aventurero—, se que algunos tienen cosas personales que resolver, pero seguro quedaremos los suficientes para llevar acabo alguna tarea que nos sea encomendada.

No había mucho más que decir ya que al joven eorlinga deseaba entrar de nuevo en acción lo más pronto posible. El deseo de conocer y vivir emocionantes, aunque peligrosas, aventuras lo impulsaba a solicitar un nuevo trabajo.