Partida Rol por web

Mis oídos, no daban crédito a las palabras de Tanukime, mirándolo tanto a él como a Juliette, negando la cabeza.

-“Uzumi una oni, Trerth ¿un falso mago o un cobarde?” con cara de precaución y la voz rota.

Fuera lo que fuera, no iba a dejar a la tímida y dulce Uzumi a la suerte de de estas cloacas; y en cuanto a Trerth, ya daría explicaciones por su repentina desaparición.

Mirando a Juliette, que estaba poniendo la misma cara que yo, de molesta, de ¿Por qué Uzumi, después de todo no nos había contado nada?

Y al unisono con Juliette.

-“ No perdamos el tiempo, tenemos que encontrarla” recojo la mochila, escudo abollado y el lucero del alba

Mirando a Tanukime –“¿por donde?"

- Por donde, magnífica pregunta Grettel... - susurro a media voz - Solo hay dos caminos, retroceder o avanzar, así que preparémonos - Cojo, no sin esfuerzo, una de las pinzas del cangrejo - Cena, cebo o distracción. La comida siempre es útil.

Cojo de nuevo mi vara y me dispongo a seguir por el oscuro pasillo - Dadas las circunstancias sugeriría que fuésemos en contacto con la persona de delante, no sabemos que nos espera mas adelante.

Tras despedazar el cuerpo del cangrejo y dividirlo en partes iguales, dejando detrás solo el cascarón vacío de la criatura y sus vísceras, el grupo se puso de nuevo en el camino.

Sólo quedaba seguir el plan. Al salir de la habitación, volvieron al punto de partida, en ese pasillo oscuro, apestoso y con el sonido constante del río mover el agua.

Los reservistas cogieron el camino hacia la oscuridad y avanzaron aproximadamente unos cinco metros hasta encontrar, a su derecha, un maltrecho puente, era de piedra antigua, cuyo suelo y baldosas estaban repletas de hongos y moho que crecía indiscriminadamente hacia todas partes, tomando la roca casi al completo, dejando a duras penas ver los viejos tallados. Llegado a un punto, el puente se partía en dos, y una plataforma cutre hecha con madera y restos de basura, servía de plataforma improvisada para sortear la brecha.

El pasillo seguía, no obstante y podía intuirse más allá una importante afluencia de agua.

¿Qué camino iban a coger?

Cuando llegamos al puente, y vi la brecha... dudé un segundo. La plataforma parecía tener claramente la función de hacer que aquellos que se atrevieran, pudieran cruzar el puente. Pero... ¿hasta qué punto era buena idea probar suerte?

—¿Será seguro? —dije, señalando la plataforma—. ¿Qué pensáis?

Yo no la tenía todas conmigo. De hecho, prefería tomar otra ruta diferente a aquella... pero, antes de decidirme, quería saber la opinión de mis compañeros.

—Si decidimos pasar por ahí, deberíamos comprobar si puede soportar peso... En este lugar hay mucha humedad, no creo que haya sido buena idea hacer una plataforma de madera... Es posible que ya esté podrida de hecho.

Estaba claro: antes de avanzar por ahí, convendría lanzar algo con peso para ver si cedía o no...

Asistiendo con la cabeza, a la palabras de Juliette.

-“Puede ser peligroso cruzar el puente, podría desmoronarse.”

Acercandome al puente donde empezaba la plataforma desvencijada hecha con madera y restos de basura, empiezo a examinarla cuidadosamente.

-“Juliette, alúmbrame por favor.”

En cuanto Grettel dijo que me acercara, hice caso y me acerqué a ella de manera que la antorcha iluminara lo que fuera que ella quisiera ver.

—Podríamos probar con la pértiga también —comenté, en voz suave para no romper la concentración de la enana. 

La pértiga que tenía Tanukime debía ser suficientemente larga como para tocar la plataforma sin tener que acercarnos mucho. Haciendo un poco de presión con ella debería ser suficiente para comprobar si daba de sí o no. 

- Hummm - Me planto cerca del borde donde empieza el apaño del puente - Está claro que esto no lo han hecho ni cangrejos ni cucarachas, pero... ¿lo habrán hecho los de mantenimiento? - aunque en principio parece que esté pensando en voz alta, el volumen es lo suficientemente alto como para dejar claro que se aceptan comentarios. - La idea de la vara no es mala, pero se partiría antes de ejercer una fuerza significativa. Por otro lado no pienso dejaros pasar sin comprobar antes su resistencia, así que... toca hacer el número del péndulo - Saco de mi mochila una cuerda de unos diez metros de longitud y me ato un extremo a la cintura dando el otro extremo a Juliette - Pongo mi vida en tus manos - Digo con una sonrisa mientras me voy acercando a la improvisada plataforma.

Antes de poner el primer pie sobre el postizo reviso con la vista posibles sitios especialmente frágiles o resbaladizos, así como trampas, ya sean artificiales como cables o cepos, como naturales, en forma de telarañas o similar que alerten a algún depredador de mi presencia. Una vez analizado el entorno, avanzo en el más estricto silencio.

Con la luz de la antorcha, empiezo a examinar la madera, el grado de humedad, su estructura, su sonoridad dándole unos golpecitos, si realmente pasado el tiempo o realmente lo han hecho a correprisa, para salir del paso.

Examinando el puente, tengo la duda que esto no lo ha hecho manos expertas el albañilea o otras zarpas sin idea de mampostería.

. . . . . . . . . . . . . .

Viendo a Tanukime sacando la cuerda de mi mochila, y lo imito ato la cuerda y se la ato a su cintura y el otro extremo a mi cintura.

-"asi mejor

Tanukime al apoyar la planta del pie en aquel "puente" (aunque por otra parte, sería generoso llamarlo así) pudo oír un crujido, y al apoyar el segundo pie, otro más fuerte, unido a un vaivén leve, y eso que él era el más ágil del grupo, con permiso de Juliette. Algo le decía que el paso no sería fácil.

Aún así, cruzó el puente con cuidado, intentando que no se moviera demasiado, aunque para su sorpresa (y seguramente de todos) aquel apaño aguantó perfectamente su peso hasta el otro lado. No parecía ser una trampa mortal como todos esperaban al final. Pero mejor no confiarse.

Al cruzar al otro lado el pícaro solo pudo ver algo más delante, ni siquiera el final del puente de piedra, pues la oscuridad lo invadía todo puesto que la antorcha no llegaba a alumbrar el otro extremo del puente. Si, perfectamente, podría haber alguien esperando al otro lado y no se enteraría de su presencia.

Mientras tanto, en el otro lado, las chicas aguantaban la cuerda y no tuvieron grandes problemas para mantenerla.

Durante una décima de segundo, Juliette pudo ver, sobresaliendo en las oscuras aguas, dos puntos amarillos, que reflejaban la luz de la atorcha.  Hizo lo que parece un parpadeo y de pronto, desapareció de nuevo en las aguas.

¿Fue su imaginación o algo más? ¿valía la pena preocupar al grupo?

Durante una décima de segundo, Grettel pudo ver, sobresaliendo en las oscuras aguas, dos puntos amarillos, que reflejaban la luz de la atorcha. Hizo lo que parece un parpadeo y de pronto, desapareció de nuevo en las aguas.

¿Fue su imaginación o algo más? ¿valía la pena preocupar al grupo?

Cuando Tanukime me dio el otro extremo de la cuerda, y soltó aquella frase de héroe, yo bufé molesta. Aunque, tras un segundo, sonreí ligeramente... eso era más de lo que le había dedicado hasta ahora.

—Date prisa, o tal vez suelte la cuerda antes de tiempo —añadí, ¿en broma?; al menos parecía divertida.

Fuera como fuese, esperé a que Tanukime avanzara sobre la plataforma, observándole con atención a cada paso que daba, y sujetando la cuerda con fuerza por si tropezaba en algún momento. Por fortuna, no fue así, y pudo cruzar sin grandes dificultades.

—¿Todo bien por allí? —pregunté.

En ese momento, y tras escuchar la respuesta de Tanukime (si contestaba), bajé la mirada para observar el río y, por un momento, enarqué una ceja y mi rostro se puso ligeramente más serio... Sin embargo, no tardé mucho en mirar la enana, y... sonreír nuevamente.

—Bien, es hora de que avance alguna de nosotras —le comenté—. Quien vaya primero, tendrá sujeción de la cuerda por ambos lados.  La última irá con menos ayuda...

Suspiré un momento, aunque me encogí de hombros sonriendo y le guiñé un ojo.

—Dado que las dos somos unas damas y el único varón del grupo ha decidido ser un maleducado y no cedernos el paso a nosotras... la siguiente norma es dejar a las pequeñitas primero... ejem, así que adelante. Yo sujetaré bien la cuerda.

Solté una pequeña risita divertida, antes de hacerle un gesto con la cabeza animándola a que avanzase. Sin embargo, antes de que diera el primer paso, añadí... lo suficientemente alto como para que Tanukime también me escuchase.

—No debería haber problemas por caer en el agua, por lo que no tenemos que ponernos nerviosos, pero... si alguna de nosotras cae, que el resto empuje rápido para sacarla cuanto antes, ¿entendido? Mejor prevenir —luego miré a Grettel algo más seria—. No sueltes la cuerda pase lo que pase, ¿vale?

Estaba claro: había algo en el agua acechándonos...

Pero, ¿merecía la pena poner nerviosa a Grettel? Era mejor no hacerlo. Sabía que la enana no era muy ágil... y, si le advertía del peligro, estaría más atenta del agua que de avanzar. Un paso en falso y caería. No podíamos permitir que eso pasara. Por otro lado, sería mucho más fácil para ella avanzar si tanto Tanukime como yo tirábamos de la cuerda. Solo tenía que usarla como punto de apoyo y andar paso a paso. Por nada en el mundo debía soltar la cuerda, y de ahí que le avisara de ello...

No podía permitir que le pasara nada a ella también...

Levantandome del suelo, algo pálida, mirando el agua, perpleja con cara de circunstancia, me ato a las cuerdas.

Oyendo las chanzas de mis compañeros, las cuales no me hacen ni pizca de gracia.

-"Vayamos con cuidado y paso firme, y maás vale no caer en estas aguas negras"

-" No la soltaré la cuerda, y tu atatera a la cintura cuando pase"

Asi doy el primer paso y ,,,,,

...Y Grettel apoyó su pequeño pero robusto pie en la estructura, ésta se sacudió y crujió como lo había hecho antes con Tanukime, luego apoyó el siguiente, y empezó a avanzar con cuidado. El improvisado puente se tambaleó un poco, pero antes de que se diese cuenta, la enana ya estaba en el otro lado. Ahora solo faltaba Juliette y aquel tramo estaría resuelto ya.

No había demasiada luz, pero las orejas del semibestia captaron un "tac tac" veloz que cruzaba la oscuridad. ¿Cerca? ¿Lejos? era imposible saberlo. Si trataba de mirar, los juegos de la tenue luz con la inmensa sombra que le rodeaba le jugaba malas pasadas ¿había visto algo moverse rapido? ¿había visto aletear algo de una pared a otra? ¿Fue su imaginación? Una cosa era segura, no obstante:no estaban solos. 

Una vez pasó Grettel, suspiré aliviada. Luego me até la cuerda alrededor de la cintura, tal como ella me aconsejó, y me dispuse a caminar por la plataforma. Sin embargo, antes de dar un paso, un escalofrío recorrió mi cuerpo y... dudé, quedando totalmente paralizada...

...

Aún recordaba lo que había visto bajo el agua. Aquellos ojos amarillos por el reflejo de la antorcha, sedientos de sangre. ¿Un cocodrilo tal vez? ¿O un monstruo aún peor? Fuera lo que fuese, estaba atento, buscando una presa a la que hincar el diente. Lo sabía. Una presa temblorosa y llena de miedo. Y... sí, quizás no quería aceptarlo pero... yo era esa presa...

—Chicos... hay algo bajo el agua —les dije, aún sin atreverme a avanzar—. Estoy segura. He visto sus ojos. Si caigo, sacadme cuanto antes, por favor. No dejéis que me coma...

Por si acaso, saqué mi espada. Una mano la llevaba a ella, dispuesta a ensartar lo que fuera que hubiera bajo el agua si se atrevía a abalanzarse sobre mí; la otra sujetaba con fuerza la antorcha. Que, por cierto, hablando de eso...

—... y tened a mano una antorcha, pues si se me cae estaremos totalmente a oscuras.

En fin... que, tras otro segundo más de duda, tragué saliva con dificultad y emprendí la marcha a paso lento y dubitativo. Pero... ¿por qué al apoyar mi pie en la plataforma crujía tanto la madera? ¿Y por qué parecía que conmigo aquella maldita plataforma se movía más de la cuenta? Ehm... ¡glups!

- Comprendido Juliette - Saco apresuradamente una antorcha de la mochila y la sostengo en la mano lista para ser prendida o usada como arma improvisada si se diese el caso - Aquí tampoco estamos sólos... Creo que nos vamos a quedar sin cena antes de lo que esperaba.

Sujeto la cuerda con todas mis fuerzas para mantener una tensión constante que facilite a Juliette cruzar hasta nosotros - Grettel  - Susurro - Hay algo cerca, prepárate para mantener la posición hasta que llegue ella y podamos pasar al contraataque.

- Vamos Juliette, ¿No dejaras que haga algo mejor que tú, no? - Confío en que una pequeña burla la provoque lo suficiente para que se esfuerce al máximo y esté "a salvo" pronto.

—¡¿Que qué...?!

Escucharle mofarse de mí provocó que frunciera el ceño y dejara de mirar momentáneamente al agua para clavar mi mirada en él...

—Claro que no puedes hacer nada mejor que yo, ¡pjé!

Tanukime podría decirlo en serio, o simplemente decirlo con la intención de que me decidiera del todo y avanzara. Si era lo primero, estaba en un error, ¡hum...!; pero, si era por lo segundo, no podía negar que dio en el clavo. Después de semejante comentario, no podía caer ya en el agua... porque si lo hacía, presentía que, además del problema de tener que lidiar con lo que fuera que hubiera acechando, luego tendría que soportarle las bromitas durante toda la aventura si es que sobrevivía...

... ¡y eso sí que no pensaba tolerarlo!

Orgullo a parte, tampoco podía permitirme tardar demasiado teniendo en cuenta que, si Tanukime estaba en lo cierto, tanto Grettel como él podrían estar en peligro...

—Tened cuidado. Estoy allí en un segundo.

Añadí, haciendo de tripas corazón, avanzando algo más decidida y tratando de controlar el equilibrio ante los vaivenes de la plataforma para llegar cuanto antes con ellos.