Partida Rol por web

Bakunyu Ushimimi

Escena 3 - Dream Island, el resorte definitivo

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22/02/2016, 13:12
Anna Hayami Williams

El resto de la tarde fue intenso, con esos bailes que quitaban el hipo y provocaban que algunas cosas se incendiaran.  Al final del día no sabía si yo había tocado más cosas de las que debería o si había sido manoseada en exceso. Lo que sí que tenía claro es que bailar con Kyo era más peligroso que las misiones en las que me había metido desde que había comenzado a trabajar en el despacho de mi jefe. Qué calor, joder- pensaba cada vez que nuestros cuerpos se encontraban o cuando él me dedicaba una de esas sonrisas que derretiría el Ártico.

Al acabar la clase comencé a caminar junto a mi “marido” hacia el bungalow mientras me notaba más roja que de costumbre. No entiendo porqué tienes este efecto en mí- probablemente porque era la única persona que se me había resistido hasta la fecha, o eso quería pensar yo para no darle más importancia. Aproveché para pedirle que me dejara darme un baño en solitario y así pensar con calma, aunque lo que menos se me apetecía era quedarme a solas con mis ideas –cada vez más lujuriosas y malas para la misión en la que estábamos-.

Cuando terminé y Kyo entró en el baño yo comencé a prepararme. La ropa interior era lo primero y decidí llegar para la ocasión un sujetador negro de encaje –sin tirantas- y unas mini-braguitas a juego. Me probé el escotado vestido rojo –ceñido, muy ceñido- que Kyo había escogido para mí y observé con aprobación la enorme raja que dejaba visible una de mis piernas.  Tenía el pelo liso cayendo por debajo de los hombros y me coloqué unos pendientes de perlas.  Escogí un maquillaje suave que resaltara mis ojos y, para los labios, un pintalabios rojo a juego.  Está mal que yo lo diga, pero estoy increíble- pensé de forma divertida mientras me miraba en el espejo y jugaba con la altura del escote.

La cara de Kyo al salir de la ducha fue bastante épica y yo le dediqué una sonrisa sincera y orgullosa. No te esperabas esto, ¿verdad? Para algo lo has elegido tú. Te espero fuera, amor. Si me quedo aquí contigo no llegaremos al casino y sabes lo mucho que me gusta jugar- le guiñé un ojo, jugando con las segundas intenciones. Salí de la estancia sin dejar de pensar en el atrayente cuerpo de mi jefe –casi desnudo y perlado por las gotas de agua que caían desde su pecho-.

En cuanto salió los pusimos en macha para vigilar el casino, donde esperábamos a O’Bolic. Como no aparezca me pasaré la noche jugando y bebiendo. Tampoco es tan mal plan. Kyo estaba tan irresistible como siempre y yo evitaba mirarlo más de la cuenta para que no se me notaran las ganas que tenía de quitarle el traje y usar su corbata para atarlo –o para que me atara, a estas alturas no me importaba ninguna de las opciones-.

El lugar al que fuimos era tan lujoso como esperaba. Esperé a que mi jefe me indicara cuál era el mejor lugar para tomar asiento y lo seguí mientras lo agarraba de la mano, como si fuéramos una pareja normal y corriente.  Escogió una mesa perfecta para vigilarlo todo y, tras coger unas copas, nos sentamos en ella.

-¿Crees que deberíamos esperar a que hiciera aparición nuestra “amiga”?- pregunté de forma tranquila. Con las cámaras que había y sabiendo que nos vigilaban no quería decir nombres ni levantar sospechas. Miré las posibles salidas y a los guardias del recinto. Me desmontarían de un golpe- pensé al ver a los armarios que protegían el casino. 

Notas de juego

Yo en principio quiero esperar a que aparezca más gente, o O'Bolic. También iría a comprobar los baños para ver si hay alguna ventana por la que escapar si hay problemas xD. 

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21/03/2016, 12:06
Director

Durante el rato que esperas no hay mucha conversación, aunque sí algunas bromas y afectuosidades intrascendentes (como tomarte de la mano o reírte algún cumplido). La verdad es que Kyo está arrebatador con ese traje y aquella sonrisa, pero a la vez te da la impresión de estar vistiendo una suerte de máscara, aparentemente relajado pero absolutamente concentrado para conseguir finalizar la misión positivamente. Y no sin razón.

Para finalizar la misión debéis conseguir eludir la seguridad, adentraros en el edificio, localizar los laboratorios, hackear los datos de la investigación y daros a la fuga saliendo del alcance de la Seguridad del resort, bien huyendo como alma que lleva el diablo, bien discretamente.

Tras comprobar que, en efecto, hay una ventana en el lavabo que puede abrirse sin demasiados problemas en caso de necesidad, Kyo, en un momento dado, se excusa para “ir al baño”, aprovechando tu exploración preliminar, para dirigirse a una parte del edificio aparentemente más vulnerable a la infiltración y localizar los laboratorios y los ordenadores. Tal vez reúna pruebas por si Lactocorp decide pleitearse con el resort, Dream Island, pero probablemente acabe necesitando de tus habilidades informáticas antes de que acabe la noche.

Así las cosas, sola en la mesa, ves como la sala lentamente va llenándose. Gente pija, muy elegante en general, más las mujeres que los hombres, aunque todos ellos tienen ese aura de autoridad propio de líderes y personas acostumbradas a mandar. Por supuesto, muchas de sus mujeres las etiquetas rápidamente de mujeres-florero, segura de que llevan montones de operaciones de cirugía estética a sus espaldas para lucir el aspecto que tienen. Al menos una operación es común a todas ellas, porque esos escotes no pueden ser naturales… aunque ese movimiento bamboleante, esa ondulación de la carne…

Empiezas a preguntarte dónde demonios se habrá metido Kyo según la sala acaba de llenarse y empiezan a servirse postres y cafés. Qué, por cierto, vuelves a ver a la pareja de mujeres de los postres de este mediodía, aunque en esta ocasión ambas, además de atacar los postres entre risas, visten unos trajes claramente llevados al límite en cuanto a flexibilidad, particularmente en la zona pectoral. De alguna manera se las han arreglado para aumentar 3 ó 4 copas de sujetador.

Entonces, justo antes de que comience el espectáculo, es cuando aparece en la sala la señorita O’Bolic, aunque notablemente cambiada: en vez de su bata de laboratorio viste un traje de noche rojo diablo, de lentejuelas, obviamente fabricado a medida, pues sus nuevos pechos son ahora más grandes que su cabeza. Cada uno. No es el único cambio (labios, nariz, teñida a pelirroja), pero sí el más notable. Ahora parece una réplica aumentada de Jessica Rabbit. Y no viene sola, sino de la mano de un viejecito bajito de aspecto nord-europeo vestido con un impecable traje de seda, gemelos y alfiler de corbata con brillantes y una llamativa corbata que imita las manchas de una vaca Holstein. Entran bromeando, ella riéndole algún chiste o comentario.

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21/03/2016, 12:06
Ginger

En ese preciso momento, mientras no puedes dejar de fijarte en la inusual pareja, que te das cuenta que alguien ha avanzado directamente hasta tu mesa. Es Ginger, la pelirroja supervisora del resort, embutida en un trajecito casi idéntico al tuyo, pero que ella rellena más en lugares estratégicos.

-¿No ha venido el señor Mori? Venía especialmente a saludarle…

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06/04/2016, 20:17
Anna Hayami Williams

El tiempo pasa más lento sin Kyo a mi lado. He disfrutado de su compañía, sus gestos y caricias durante demasiado tiempo desde que nos pusimos con esta misión como para ahora volver a la normalidad cuando acabemos el trabajo. Sé que yo no fallará, él nunca lo hace, y me pregunto qué vendrá después. Confío en que no nos persiga otro trabajo lleno de mujeres voluptuosas que podrían asfixiarnos entre sus senos sin problema alguno. Dime de qué presumes y te diré de qué careces-me decía siempre mi madre y a todas estas damas les falta autoestima, pero a mis ojos se ven ahora un tanto ridículas.

Decido beberme otra copa de champán mientras anuncian un espectáculo. Yo no dejo de mirar hacia todos los sitios buscando a la dichosa dama y, casi por arte de magia, O’Bolic aparece… porque es ella, ¿verdad? Joder, como jugar a buscar a Wally. Apenas parece la misma y no sé si decir si está mejor o peor –para mi gusto sobre mujeres está preciosa, exceptuando las dos cabezas de bebé/ pechos que cuelgan de su cuerpo-. Las mujeres pelirrojas siempre han sido mi mayor problema y encima Kyo me tiene todo el día pensando en cosas que no debería. De verdad que necesito un novio pasajero. Sexo sin complicaciones.

Mientras los sigo con la mirada hace entrada Ginger con un traje similar al mío. ¿Te has enterado de lo que le gusta a Kyo y me estás copiando?- tengo más competencia que nunca en este resort, pero como para no: mi jefe está de escándalo.  Le dedico una sonrisa a todas luces fingidas, para que se dé cuenta de que no me agrada precisamente que una pelirroja venga preguntando por “mi marido”.

-Mi marido se ha ausentado durante algo de tiempo. No se encontraba demasiado bien, pero ha prometido que volverá pronto- me trago mi odio interno por el bien de la misión- Disculpa, Ginger, ¿puedo preguntarte quiénes son esas dos personalidades de ahí abajo? Es una pareja que llama bastante la atención, al menos la mujer.  Luego echo mi cabello hacia atrás y pienso en la estupidez que tengo que decir a continuación. Bajo el tono de mi voz para que parezca un susurro. Mantén a tus enemigos aún más cerca…- Ahora que puedo fijarme bien eres tan hermosa como Kyo me decía. La otra ropa que llevabas no te hacía justicia, preciosa. Mi marido siempre tiene buen gusto para elegir a terceras personas- le dejo caer. Quizá ante la idea de poder arrimarse a mi hombre las palabras le salgan con más facilidad. 

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14/04/2016, 12:35
Director

-Vaya, gracias -dice ella, haciéndose la sorprendida- Desde luego su sugerencia me halaga y, a decir verdad, me encanta -dice, tomándote la mano y sonriéndote a la vez que remarca su frase y te mira a los ojos, cómplice. Genial, una bisexual.

-*Esa* pareja... -comienza ella jugando a hacerse la interesante- El hombre distinguido es el director del resort, el señor Bigguns, ha llegado hace poco. La mujer es una socia del director, en estos momentos estrecha colaboradora de él -en sus palabras se deja entrever cierto nivel de celos- Hace muy poco ha pasado por nuestro centro de remodelación -añade la pelirroja refiriéndose eufemísticamente a la clínica de cirugía estética- Ha llegado hace poco de Japón. Precisamente como ustedes, ¿verdad? -pregunta Ginger "casualmente", observando la reacción que esa pregunta te causa. Si se ha dado cuenta de que son hechos perfectamente conectados o no, eso no consigues saberlo.

La sala a vuestro alrededor sigue con su vida propia, su ritmo, sus charlas. Nada parece indicar que estén observándote, pero sabes que sí es así. Hay cámaras, guardias de seguridad, empleados y empleadas que cobran su sueldo de este resort. ¿Dónde estará Kyo cuando se le necesita?

-Encuentro que le han dejado muy bien y tiene mérito, porque no era una mujer muy agraciada. Ahora llama mucho la atención, ¿no cree? -sonríe, ahorrándose comentar nada sobre el colosal par de mamas que se ha hecho poner y que son evidentemente el principal motivo de que llame tanto la atención- Última tecnología, ¿sabe? Ya no son simples implantes que intentan parecer naturales (o no), ahora son de verdad. Le han hecho crecer los pechos de forma natural. Bueno, casi natural, claro. Impresionantes. Creo que yo misma me apuntaré a una remodelación también, no creo que haya mejor reclamo para este resort.

Por un momento había parecido que eludiría hablar de los pechos de O'Bolic, pero ya se sabe, ciertas mujeres no pueden dejar de hablar de otras mujeres, aunque normalmente sea para criticarlas.

-¿Y usted no piensa someterse a ninguna remodelación? ¿Se lo está pensando? Tal vez le interesara participar en las últimas pruebas de esa remodelación en particular -añade haciendo una leve caricia-gesto en el que se roza sus voluptuosos senos- Estoy convencida que a su marido le gustaría. A mí también me gustaría... -sugiere finalmente, remarcando la frase no sólo con un tono invitador, sino también con cierto tipo de mirada. Desde luego, si no es bisexual, lo aparenta con bastante convicción.