Moyano y tu estáis en la retaguardia, más o menos siete filas detrás de la primera línea. El nivel de alerta es el mayor desde que entraste en el ejército nacional de Venezuela. De repente, un estruendo se empieza a oír, de lejos se ve acercandose ya un objeto volador, no parece ningún tipo de vehículo militar conocido, y a los pocos minutos, este pasa por delante de vuestros morros lentamente. El aparato es enorme, gigantesco, monstruoso, el nivel de tecnología no es equiparable a nada de lo que hayas visto en tu vida. Ni en una de las revistas a las que estás inscrito, soldados de fortuna, ni menos al ejército de tu país. Tras volver en sus pasos el ovni aterriza lejos, tras unas colinas, se oyen unos disparos, a tu oído hechos con un rifle de precisión como el que usaría un francotirador. Tra estos disparos el vehículo se eleva a una velocidad vertiginosa de detrás de esas colinas y desde esa misma distancia dispara un fogonazo a la primera línea alcanzando hasta donde estáis vosotros. La onda expansiva del impacto a lanzado cientos de cuerpos al aire que han acabado en el suelo desperdigados haciendo un gran círculo de personas tendidas en el suelo. Consigues abrir los ojos, te sientes mal, ves cuerpos quemados, restos de organos y piezas de cuerpo esparcidas entre otros cadáveres a los que seguramente se les habrán pulverizado los huesos. La nave ya no está, pero ha sembrado la destrucción en unos segundos.
Despiertas empapado en sudor, frío y molesto. Estás encerrado aún en la habitación de paredes acolchadas color blanco sucio, dentro de aquel hotel de Miami. Hace siete meses que te has establecido y este es el primer sitio cómodo en el que te despiertas de tus pesadillas. Alguien, que se hace llamar Ejército Isocrático te va a pagar un dinero y te lo dara casi por la cara, así como te ha dicho que te escondas en este hotel, donde sus habitaciones no son más grandes que dos personas. En otras circumstancias no habrías aceptado, pero eso en otras circumstancias. Hacía un par de días que no comías ás que algún restod e comida encontrada en la basura y no tenías donde caerte muerto. Ellos te encontraron y te dieron el dinero a cambio de tu historia, de la cual conocían su totalidad, menos el incidente con los ovnis y cinco de tus siete primeros meses tras tu deserción.
Ahora, esperas a que el videomonitor de aquel rectangulo tridimensonial dentro del que te escondes, se encienda indicando una nueva llamada entrante. Estos últimos siete meses han sido un infierno surrealista. A veces no entiendes como todo ha podido ir tan para mal en tan poco tiempo, pero sabes que en Venezuela después de aquello hubiera sido peor. El dinero aún no lo tienes en mano, si bien, tienes un sitio cómodo y aparentemente seguro donde caerte muerto.
Maldición que mala suerte, jamas pense que algo así me podria ocurrir, soy un soldado no creo en ovnis peor eso no era ningun aerodelizador conocido.
¿Que demonios ocurrió cuando ese cacharro aterrizó?
Al menos sigo vivo y he podido contarlo no como otros camaradas.
Joder suena yá, maldita llamada.
Esperas impaciente la llamada del Ejército Isocrático. Llamada que no recibes por el momento. Mientras pasa el rato sigues recordando aquello que pasó. Realmente no sabías nada de aquello, ¿como pudieron mantener algo así en secreto a su propio ejército? ¿cómo pensaban que estuviéramos preparados para aquello? son las preguntas que más rondan por tu cabeza. Te sientes aliviado de estar en esta caja realmente. Te has acomodado ya, después de haber dormido. Haces desplegar el monitor y este te enseña un menú táctil. Seleccionas Un partido de fútbol brasileño que se está disputando ahora mismo, entre Palmeiras y Corinthians esperando aquella maldita llamada que está consumiendo tu paciencia.
No puedo apartar de mi mente la imagen del UFO barriendo mi unidad, ¿como pudo ocurrir?, ¿como demonios no nos informaron de aquello? ¿acaso no seriamos la prueba de fuego de un nuevo arma? piensa mientras agarra con cariño su desgatada pero cuidada petaca, el objeto material que más valora, el recuerdo de su abuelo.
Hace un control completo de sistemas y de activa y desactiva el potenciador de reflejos todo esta en perfecto estado, listo para actuar, es un profesional y sabe que su equipo puede salvarle la vida por eso siempre lo mantiene apunto, cierra lo ojos y desarma su pistola en apenas unos segundos, apenas un segundo más en montarla, apenas poco más potente que para asustar señoritas, lo suficiente para afrontar los peligros "normales de la calle" y lo suficiente discreta para llevarla cualquier parte.
Todo este ritual solo para calmar lso nervios que le consumen mientras espera la llamada.
En el momento en que la última pieza de cromo se separa para limpiarse y montarse de nuevo, el videomonitor empieza a hacer algo extraño, como si no se pillara onda alguna y el trasto no fuera capaz de captar una imagen. En la pantalla aparece un emblema, es la marca de una mano tintada en un color verde radioactivo. Debajo de ella un mensaje aparece "TE BUSCAN, ESTÁN CERCA DE TI, NINA TE AYUDARÁ". Un minuto exacto después, el mensaje desaparece y la imagen vuelve a la pantalla de nuevo justo cuando Corinthians acaba de anotar un nuevo tanto y el marcador anuncia un 0-3 mientras se oyen los gritos tanto del comentarista como de la afición, esta más lejana.