Partida Rol por web

Acumulando energía alrededor de su puño, Krall lanzo un demoledor puño haciendo saltar chispas eléctricas golpeando al gnoll que se encontraba a su lado con la intención de darle una oprtunidad al pistolero de recuperarse.

Muere perro! Krall lo ordena!

Sufriendo el forjado algo de daño por la descarga de energía manifestada.

Julius sintió un ensordecedor pitido que recorrió todo su cuerpo, entrandole estrepitosamente por los oídos hasta llegar a la punta de sus pies. El clérigo llevó las manos a sus oídos tratando de disminuir el dolor, pero éste persistió.

Cuando levantó de nuevo la mirada, pudo ver a Valinor mover sus labios, en lo que seguro se trataba de instrucciones para el grupo, pero el persistente pitido le impidió oír lo que decía, fueron sus gestos y mirada de ira dirigida al chamán gnoll lo que le permitió deducir sobre a quien debían dirigir sus ataques.

Julius estuvo a punto de sacar su ballesta para arremeter contra el susodicho, pero se contuvo al recordar que si él no mantenía al grupo sano, pronto caerían ante la jauría que se avecinaba...

El clérigo se encomendó a Pelor y empezó con sus oraciones, que ni siquiera lograba escuchar, para así sanar a sus compañeros más afectados por aquél horrible estruendo.

¿Cómo había acabado él en primera linea de batalla? Por si nadie se había dado cuenta, él era un pistolero, alguien de daño a distancia, no un agerrido y fuerte hombretón -o máquina- con una noble y poderosa armadura que le protegiera de los ataques de sus poderosos enemigos que parecían listos como el mago más inteligente que conocía.

Y lo rápido que se comunicaban.

Así pues, sin comerlo ni beberlo -y de alguna forma, sin saberlo- se encontró con dos de aquellos extraños gallifaros deseosos de darle matarile con sus armas. Y bien listos eran, que parecían más entretenidos con sus armas, que con él mismo... por lo que se limitó a buscar la manera de evitar el embite de tales criaturas con ganas de desearle -y ojo, provocarle- mal mientras extendía sus brazos a cuenta y riesgo propio para encañonar al chaman entre los huecos del combate (algo que parecía darsele francamente bien) y acabar por apretar los gatillos con dos disparos que buscaban destrozar a su enemigo más potencial, identificado por su amigo el mago como un chaman.

Y él, Marcus, suponía en su ignorancia que era un chaman por que era el único que parecía estar más entretenido haciendo el pollo descabezado que los ganapanes que tenía delante con ganas de bronca de taberna.

Una serie de desgracias afectan a los heroes , para empezar el hechizo de castigar del gnoll chaman , es tan fuerte que deja ensordecido al clerigo , tanto que no puede conjurar.

Ademas los disparos del vaquero steampunk se pierden en la nada al atravesar dos imagenes de las 3 que el chaman  tenia como dobles de si mismo, quedandole 1 . No falla sin embargo el contundente golpe electrizate del forjado, pero que no logra rematar a su objetivo

Turno de gnolls

Las redes caen y enreda a los 2 magicos del grupo , un gnoll rompearmas impacta en la pistola pero no conisgue romper tan duro metal y es casi solamente un toque.

Condenados gnolls, en serio piensan que van a detenerme con esto. - pienso mientras dejo caer mi arco al suelo y desenfundo mi estoque al tiempo que pronunció una palabra en draconiano.

Segundos después una puerta dimensional se abre justo bajo mis pies haciendo que atraviese el suelo para reaparecer detrás del gnoll al que acaba de golpear Krall, dejándolo flanqueado.

Vas a morir gnoll, Corellon y Mystra lo demandan. - le increpo al goblin mientras me preparo para atacarlo por la espalda.

¿Qué coño...? La maldición mental del pistolero no llegó a completarse, menos auna verbalizarse. No tenía tiempo para ello, porque todo ocurría muy rápido. Demasiado rápido para su gusto, podría llegar a decirse. Así que movido más por la intuición que por el saber hacer, movido más por la experiencia que por la estrategia, dio un paso atrás, de forma automática y mecánica, un largo paso mientras extendía los brazos con ambas armas en ristres y apretaba ambos gatillos, una vez más, de forma simultanea contra los gnolls ahora, para liminar las amenazas más inmediatas.

Krall volvio a lanzar un golpe al gnoll que le atacaba, golpeandole en el pecho con fuerza.

Krall! exclamó este tras atacar al gnoll

Cubrios tras de mí, volvio a gritar a su camaradas, intentando salir de allí con sangre y fuego.

El combate estaba siendo muy cruento para tratarse de un par de apestosos gnolls, ya que habían acabado con los más poderosos en la contienda anterior.

Krall en el último momento se infligió daño para emitir una onda eléctrica al gnoll que le acosaba, dejándolo electrocutado.
Dirigiendo su mirada a su siguiente objetivo. El chaman.

El Vaquero hace un disparo al aire pero otro al mismisimo ojo de su contrincante dejandole seco , eso unido a que el giganton krall remata a su oponente libra al grupo de los 2 rompearmas 

Valinor estab a atrapado en la red del gnoll pero con un toque de sus botas de zancada dimensional se proyecta a pocos metros y se libera

Los gnolls son buenos en combate y muy organizados , ademas los heroes los han visto de varios tipos arqueros de fuego , arqueros precisos, barbaros, rompearmas , con red , minions , guardianes , chamanes de varios tipos e incluso un troll, pero la fuerza de estos no es suficiente para acabar con ellos y huyen

Fin de combate por huida. El tesoro es finalmente vuestro

Mientras los gnoll se baten en retirada, yo aprovecho para atacar a cuanto gnoll pase por mi lado dejándoles un feroz recordatorio de nuestra visita.

Huyan perros, huyan mientras aún respiran. - les espeto a los gnolls mientras los ataco con mi estoque.

Una vez los gnolls se pierden auyando de terror por los pasillos, ingreso a la recamara del tesoro.

Bueno amigos, parece que tenemos un largo camino por delante, carguen todo lo que puedan, si encuentran alguna capa o túnica abandonada, úsenla como saco. - les digo a mis compañeros mientras busco mi petate y lo uso como saco improvisado.

Luego de unos dos o tres viajes finalmente dejamos la cámara vacía y con los caballos cargados a tope nos ponemos en marcha hacia el pueblo para repartir las ganancias y descansar antes de ponernos en marcha de vuelta al castillo.

Aquella tarde en el pueblo, gasto parte de mis ganancias en comprar algunos pergaminos de conjuros y materiales para transcribirlos a mi libro así como un odre reabastecedor (si me alcanza).

Una vez de vuelta en el castillo, informo al mago del éxito de la misión, para luego dirigirme al despacho de la capitana y comentarle sobre los prisioneros liberados.

Por fin habían vencido, tal era el poder de los heroes que los últimos gnolls huyeron aullandode terror, con sus mujeres y ancianos ante su poder.

Dejando aquellas cuevas desiertas como un trofeo y una esperanza en aquellas tierras.

Tal era la acumulación de tesoros que había en la bovéda que los heroes buscaron algo que les ayudará a sacarlo de allí, econtrando para su suerter un gran carromato que era usado por los gnolls para transportar a los desdichados humanos que caían en sus zarpas.

Esto nos servirá, exclamó Krall con optimismo.

Comenzando la recolección de objetos y tesoros, para no dejar nada de valor en la gruta, explorando el resto de ella antes de partir.

Valinor y Marcus se encargaron de coger los restos del Goliath para darle una sepultura digna.

De paso expoliaron los restos de los cadaveres gnolls más importantes, ya que el chaman y los guerreros gnolls de la camara de invocación portaban una magía muy poderosa. Los arcos y flechas de fuego vendrían bien al grupo.- penso el forjado.

Cojieron un par de animales de tiro que mantenian los perros sarnosos y los utilizaron para salir de aquella cueva tirando del abultado carromato, tapandolo con restos de los tapices que adornaban las salas, siguieron el camino hasta el castillo, donde los sorprendidos guardias se arremolinaban alrededor de las murallas, observando la llegada de los heroes.

El Duque salio a recibirlos ante tal revuelo.

- Esquiva esto. - anunció el pistolero cuando el gnoll desvió su arma justo cuando disparaba, dejándole la oportunidad perfecta para encañonar al hombre-hiena y apretar el cañón, llenando la pared de sus restos craneales. Cuando los gnolls comenzaron a huir, los cañones del arma aun humeaban. Él no gritó ni hizo nada, se limitó a guardar las pistolas, ajustarse el ssombero, tirar de las solapas de la gabardina con una suspro de autosuficiencia y por cuepuesto, llevarse una ramita seca a los dientes.

La vuelta la hizo más siolencioso que de costumbre, pensando en el compañero caido, a quien ofreció un entierro digno y a la altura de lo que merecía. Porque había sido un buen tio, un buen grandullón como él lo llamaba. Y habló a muchos hombres de la osadia y la fuerza de aquel grandullón en la taberna, explicandoles como movía su arma y destrozaba enemigos. Era lo mínimo.

No escatimó en invitaciónes a copas a sus amigos y compañeros, no reparando en el gasto. Ahora era rico, más de lo que lo había sido en toda su vida, y había sido un héroe, como antaño. Quizás, esa espinita de como había visto arder su reino se había resarcido un poco al no ver arder ahora un nuevo reino.

Nadie lo sabría, pero eso le reconfortaba. Y lo ocultaría con una sonrisa, detrás de un vaso de alcohol en alguna taberna oscura y alejada de la mano de algún dios olvidado.