Partida Rol por web

Era el típico edificio del Bronx, uno no muy peligroso, sólo peligroso. Prostitutas, drogadictos, artistas venidos a menos, divorciados y estudiantes sin dinero sus vecinos. 

Un pequeño apartamento en las primeras plantas da al patio de luz, por llamarlo de alguna manera, pues Samuel puede jactarse de poder descansar en pleno día con las ventanas de par en par, sin temer al astro rey. 

La ventana tiene mugre, los sonidos de la noche inundan el vecindario, peleas, voces, música callejera, ...

El lugar perfecto para desaparecer.

            Al llegar a casa tras salir un poco de caza encuentras una carta en el buzón, nadie conoce tu dirección, al menos, nadie debería. Subes meditando si abrir la carta por el camino, o esperar a estar en casa. De cualquier manera te encuentras sentado en el sillón leyendo:

            Mi querido Samuel, creo q es momento de q nos veamos, como habrás podido comprobar la ciudad esta envuelta en caos, la Camarilla quiere dar un golpe de efecto, los anarquistas quieren quedarse con nuestra posición, dentro del Sabbat las cosas no están del todo bien, y yo estoy un poco cansada de tanta ineficacia. 

            Se rumorea darles una lección a los anarquistas, se están volviendo descuidados, quizás sea un buen momento para dejarles claro q enseñar colmillos y dar patadas a los contenedores no es suficiente para equipararse al Sabbat.

            Vendré en un par de noches, aprovechalas para zanjar lo q hayas empezado, y prepararte para lo q sea q haya q hacer. 

Annabel..

Así que va a venir... ¿Cuanto hacía que no la veía? Años...

Durante uns instantes deje volar mi pensamiento entre viejos recuerdos, pero al momento regrese de entre mis ensoñaciones.

Si Annabel va a venir, lo último que querra será encontrarme de brazos cruzados ¡Hay trabajo que hacer! En su carta dice que een el Sabbat no todo va bien...

Y también habla de darles un escarmiento a los anarquistas.

Creo quedebría empezar a moverme por las calles y recopilar toda la información que pueda para cuando Annabel este aquí.

Me pongo en pie y recorro mi diminuto apartamento para recojer la gabardina que al entrar deje tirada sobre la mesa del comedor. Me pongo la gabardina, voy hasta el armario abró la Hardcase donde había guardado mi Colt, que cojo y enfundo en la pistolera de mi costado. Por último me encasqueto mi sombrero y me dirijo hacia la puerta dispuesto a salir.  

Te ha costado toda una noche de trabajo, has tenido q cobrar algunos favores, pero parece q te vas enterando de lo que pasa en la ciudad.

Por lo visto algo ha cambiado entre los anarquistas, un tipo nuevo un tal Tom ha llegado desde San Francisco, y está revolucionando sus filas. Quieren hacer algo grande, algo gordo, aunq por lo visto incluso entre ellos hay algunos q no lo tienen muy claro. 

Mucha gente dentro del Sabbat sabe ya esto, y están planeando hacer algo, probablemente en un par de noches, por primera vez en mucho tiempo, se va a reunir gran partre de la facción en NY, quizás incluso venga alguien de fuera. 

 Al atardecer el siguiente día, cuando abres los ojos, escuchas unos sonidos familiares, los q Annabel siempre hace dando vueltas mientras espera a q te despiertes. 

 Bien, Samuel, veo q comienzas a despertar, espero q hayas descansado estos años, pq comienzan unos días bastante ajetreados. De momento nos vamos a Central Park, tierra de nadie, vamos a reunirnos con el resto de la facción, pq me parece mi chiquillo, q mucha sangre va a correr en los próximos días. 

 Estoy agotada, ayer fue una noche muy larga, supongo tendrás el coche por aquí, te importaría conducir hasta Manhattan? Tengo muchas cosas q ordenar en mi cabeza, comenzando por dónde se esconderán esos jodidos punkis. Me parece cambiaron de lugar despues de q cambiasen de lider, alguien mató a otro alguien, o llegó de fuera me parece. De cualquier forma no llegará al próximo fin de semana.

 Qué tal los últimos años? NY me ha tenido demasiado ocupada lo siento. Cómo te has encontrado la ciudad? 

Al ver a mi amada sire tengo que reprimir el deseo de estrecharla entre mis brazos, a Annabel nunca le gustaron las exageradas muestras de afecto.

Esta mas bella todavía... si eso es posible.

Conocéndola y sabiendo como prefiere la corrección y el distanciamiento en el trato, por todo saludo hago una pequeña inclinación de cabeza con gran respeto tras levantarme de la cama.

-Annabel, me alegro de veros.

Tras mirarla a los ojos durante unos instantes salgo de la habitación para cambiarme de ropa y prepararme.

Vuelvo a la habitación con las llaves del coche en la mano mostrándoselas a Annabel.

-Estoy listo, cuando desees podemos salir. 

Mientras Annabel se levanta y salimos la voy poniendo al tanto de lo que me he enterado en estos días.

- Ese nuevo lider de lo anarquistas se llama Tom, según he oido salió de san Francisco. Ha revolucionado bastante las filas de esos malditos capullos ... así que sin duda se habrá buscado ya algún enemigo. 

Estuve anoche desde el atardecer al alba dando vueltas por la ciudad, vaciando cabezas, pateando niñatos, la última vez q hice algo parecido había candiles de aceite. Los años pasan volando. Siempre está bien volver a la acción. Q por cierto, empezará en un par de días según tengo entendido. 

Alguién ha dado un chivatazo, los anarquistas quieren hacer algo grande, pretenden equipararse al Sabbat, lo q no saben esq si hay algo q nunca deberían haber hecho es darnos a nosotros, tan malos compañeros de equipo, un enemigo común al q enfrentarnos. Hacía lustros q esa estirada de Kira no me dirigía la palabra, y ahora míranos, parecemos colegiales preparando una cita. En q mal juego se han metido esos pobres ilusos. Dentro de dos días no quedaran de ellos ni un triste recuerdo.

Ahora déjame descansar un poco, necesito ordenar mis pensamientos, estas reuniones siempre son muy cansadas. 

 Llegais a Central Park, Annabel sale del coche, te insta a q la sigas, tras entrar y andar unos cuantos pasos se sienta en un banco un poco alejado. Te dice q abras bien los ojos, y q no le quites un ojo de encima. Cierra los ojos.

Me quedo a cierta distancia de Annabel andando de arriba a bajo por el parque... para distraerme enciendo un cigarrillo.

En ningún momento dejo de vigilr los alrededores permaneciendo siempre alerta.