—Bueno, cariño —dijo repentinamente entre dientes—, este año vas a venir al Bufé de Año Nuevo de Pavo al Curry de Geoffrey y Una, ¿verdad?
—Ah. De hecho, yo… —me entró el pánico. ¿Qué podía inventar que tuviera que hacer?—… Creo que quizá tenga que trabajar el día de Año Nuevo.
—Eso no importa. Puedes venir cuando hayas acabado de trabajar. Oh, ¿te lo he dicho? Malcolm y Elaine Darcy van a venir, y llevarán a Mark. ¿Te acuerdas de Mark, cariño? Es uno de esos abogados de primera. Montañas de dinero. Divorciado. La cena no empieza hasta las ocho.
El diario de Bridget Jones.
Me pareció bastante ridículo llamarse míster Darcy como el de Orgullo y prejuicio, y permanecer a solas con aires de superioridad en una fiesta.
—¿Has leído algún buen libro últimamente? —me dijo él. Oh, Dios mío. Intenté pensar cuándo era la última vez que había leído un libro decente.
—¿Puedo ofrecerte un pepinillo? —le dije, para mostrar que había tenido una razón real para acercarme, más basada en los pepinillos que en el número de teléfono.