Una partida en la que todo cuenta... Cualquier pista te puede llevar a resolver el caso y los ojos deberán estar bien abiertos.
Robert Rickman es un detective que trabaja en una comisaría de policía. Está acostumbrado a casos extremadamente raros en los que cualquiera puede ser un sospechoso. Asesinatos, secuestros, desapariciones... Ningún caso que haya aceptado Robert se ha quedado sin resolver. ¿Será éste el primero?
Es una partida para un único jugador y la plaza ya está cubierta.