Partida Rol por web

Ágata, Lizzy y Luca lograron tener acceso gracias a que fueron capaces de preparar la llave que abría la pequeña puerta que estaba bajo las escaleras. En cuanto giraron el pomo un potente olor a humedad les inundó los sentidos.

Había unas escaleras de piedra, bastante viejas que descendían en la oscuridad, no había otro camino posible en esa dirección. Pequeñas antorchas iluminaban el túnel que se había creado bajo los cimientos del castillo ¿será el camino correcto?

-"Bien hecho, Lizzy"

La felicité y le toqué el hombro mientras la puerta se abría. Un olor penetrante me paralizó por unos breves segundos. Quizás cuanto tiempo haya pasado que alguien viviera en este lugar. Podía ver los escalones que llevaban hacia un desconocido descenso gracias a las antorchas que iluminaban débilmente el lugar.

Miré a los demás y hablé en voz baja:

-"Bajemos con cuidado y en silencio. Si ven o escuchan algo informen al resto"

Me dispuse a bajar tomando la delantera.

Un abrumador olor ha encerrado combinado con hongos cubría el ambiente, no era la primera ves que entraba en lugares lúgubres y encerrados pues como sepulturero todos los días se enfrentaba a estas y mas condiciones, ya era algo obvio el cubriría la retaguardia por lo que mantenía la pala al aire como si fuera una alabarda o quizás un  Hacha de batalla mirando y observando a los alrededores, si algo o alguien tratara de atacarlos estaría listo para hacerlo pagar por su estupidez

No había mucho que opinar. Oscuridad, humedad, incertidumbre y claustrofobia avasallaban mi razonamiento dejándome la duda si en realidad este camino era el acertado. Las antorchas me hacían pensar que si, aunque fuera un camino abandonado si había antorchas era que alguien lo estaba utilizando y requerían iluminación, al menos alguna respuesta obtendríamos al final.

Ni modo, tomando mi lugar en medio de los dos apoyando mi bastón en el suelo a medida que mis pasos ganaban terreno y a pesar de que las antorchan iluminaban el camino mi bastón, aunque levemente, iluminaba un poco más las cercanías del grupo.

Tras una larga caminata, el olor se volvía más y más intenso.

Llegó un momento en el cual ganasteis acceso a una cámara subterránea bastante amplia, sin embargo el único camino posible seguía siendo la piedra que pisabais, la cual ahora estaba rodeada de agua putrefacta y burbujeante, posiblemente el mal olor que subía a la superficie venía de ahí.

El camino seguía prolongándose, pero esta vez el silencio fue sustituido por extraños sonidos. Eran sonidos de cuchillos clavándose en algo, murmullos, susurros ininteligibles, os hacían sentiros observados, era muy incómodo estar allí, pero la marcha atrás sería una pérdida de tiempo que no os podíais permitir.

Arrugué la nariz sin más remedio que continuar respirando aquel olor nauseabundo. El agua burbujeante empapaba las suelas de mis zapatos y  mojaba los bordes del manto negro, rayos y pensar que teníamos que atravesar esa sala todavía.

Los sonidos no eran los normales, agua de alcantarillas o desagües o animales, se podía escuchar claramente el sonido metálico de cuchillos y voces, aunque no se alcanzaba a precisar que decían.

Con un gesto del mentón le indique a Ágata, señalando con mi propio índice mi oído “Escuchemos” y luego pose el dedo sobre mis labios “En silencio”

Me esforcé lo mayormente posible en precisar de dónde venían las voces o alguna pista sobre el sonido metálico, a todas vistas observando con recelo mi entorno, sintiéndome observada.

El camino hacia lo desconocido se hacia mas y mas peligroso. Jamás podría acostumbrarme a aquel olor que provenía seguramente de aquella agua turbia e insana que adornaba el lugar. 

Miré a Lizzy cuando me indicó que escucháramos en silencio. Seguramente, no eramos los únicos que estaban por allí, la pregunta era ¿quién o qué nos estaba haciendo compañía? Asentí con la cabeza mientras avanzábamos cautelosos. Observaba cada rincón del lugar que sea capaz por si sólo de darnos alguna pista de lo que proviniera en los pasos futuros. Estaba segura que no sería agradable.

Las mujeres siempre se movían frente a el, pero desde que bajaron un pensamiento recorría su cabeza,  trataba de calmarse a cada paso que daba pero todo el lugar parecía como sacado de las historias de los gitanos y eso helaba su sangre. Por unos segundos fue victima de golpe de ansiedad  al mirar que las mujeres no avanzaban - A un lado- movió ligeramente a Agata mientras caminaba en dirección a los extraños ruidos - No tengo tiempo para esto-  

Avanzasteis con la máxima discreción posible, intentando descubrir que podría mostrar aquellas instalaciones subterráneas.

Vuestro sigilo permitió avanzar hasta llegar a una bifurcación sin ser descubiertos:

Por un lado había un escueto pasadizo que llevaba hasta una sala donde un gran grupo de personas, todas ellas con túnicas oscuras parecían estar preparando algo.

Por otro lado, otro camino rodeado de aguas putrefactas parecía albergar el camino de salida a otras instalaciones del castillo.

¿Qué deberíais hacer?¿Investigar a ese grupo de personas, los cuales parecían ser los culpables de aquellos sonidos?¿o avanzar a través de los pasadizos rodeados de agua para seguir explorando?

El subterráneo que estábamos recorriendo era mas grande de lo que podía imaginar, grande, lúgubre y sucio. Sólo las antorchas daban luminosidad a este lugar tan escondido. Avanzábamos a paso lento y en silencio, observando cada rincón por si nuestros ojos alcanzaban a percibir algo sospechoso.

Me detuve en el principio de una bifurcación, uno de los caminos daba a una sala y el otro a un camino aún por recorrer. Teníamos que decidir por donde ir. Susurré despacio:

"-No es mi intención dejar rincones sin revisar. Si queremos erradicar el mal que azota a estas tierras, debemos barrer con todo"

Puse mi mano en en látigo, estaba lista para sacar mi arma. De todas maneras, debía esperar a la respuesta de mis compañeros, esperaba que nos mantuviéramos unidos.

Con una mirada de reojo hacia Ágata asentí, cuando vi que su puño rodeaba el mango del Vampirekiller el mío emulo con el cayado  asiendo con fuerza a Warakiya.

El lugar era lo más espantoso, el agua turbia, la sensación de claustrofobia de aquellos túneles mal iluminados y luego aquel pasillo llevando hacia la sala donde estaban aquellos sujetos.

Mi mente rápidamente ideo un plan, pues una vez nos aventuráramos en el pasillo seriamos fácil presa visual de los desconocidos. Antes le dirigí una mirada dura y de reproche a Luca, si antes había sido comprensiva ahora me debía a la misión y a Ágata, no permitiría una acción torpe o absurda de su parte, no cuando antes casi me había jugado la vida por él.

Le mostré el vestigio de sangre seca que todavía manchaba mi prenda interior  levantando luego mi índice en un gesto indicativo a que esperaba su total cooperación.

El manto negro y la capucha volvieron a su posición original, cubriendo la totalidad de mi cuerpo, el bastón y mis ropas sacerdotales, o la oscuridad serviría de aliado o trataría de acercar la distancia haciéndome pasar por uno de ellos; daba igual, la suerte lo diría todo, entonces me dirigí la primera hacia el escuezo pasadizo.

Una mueca se dibujo al ver el moretón en la blanca piel de lizzy -trampa- murmuro mientras intentaba con toda su fuerza tomar control de su cuerpo, sus pensamientos seguían llenos de ansiedad pero sus pasos eran mas calmado, el no era tonto cuando las mujeres empezaron a caminar de manera sigilosa el las imito un gran mal podría estar esperando unos metros adelante y si era la decisión de las especialistas el haría lo mismo que ellas. un leve suspiro salio de su boca  su angustia no cedía