Partida Rol por web

El encapuchado hizo sonar una pequeña risa de ¿satisfacción? cuando debería estar abatido por recibir aquellos ataques, tanto mágicos como físicos que había recibido.

- Tenía mis dudas pero... considero que tenéis al menos una oportunidad - y de pronto desapareció como por arte de magia, haciendo un alarde de velocidad increíble. ¿Quién era aquel tipo y porqué se puso realmente en vuestro camino? y sobre todo ¿por qué ha huido ahora?

Nada ni nadie se interponía en vuestro acceso al castillo.

Tras el encuentro con el encapuchado y caminar unos cuantos metros al frente, uno de ustedes abrió la verja; ganasteis acceso a los jardines exteriores de la fortaleza.

Lo siniestro que era el edificio se veía compensado por la exuberancia de los jardines; aún quedaban unos 300 o 400 metros para llegar a la puerta del sombrío castillo. La extensión de aquel territorio era increíble, pero lo que más ponía los pelos de punta era el tremendo silencio que había.

La vegetación era de todo tipo, estatuas de piedra de mujeres desnudas decoraban con gran elegancia el lugar ¿el mal tenía buen gusto? es posible...

De repente empezasteis a escuchar un ruido acompañado de unos pequeños temblores ¿qué estaba sucediendo? Los temblores eran cada vez más cercanos e intensos, pero según mirabais hacia el castillo no detectabais nada; aún faltaban bastantes metros para llegar a la entrada, aunque suene irónico, parecía el único lugar seguro ante los extraños acontecimientos que se estaban percibiendo.

Poco tiempo después mirasteis hacia atrás, la impresionante imagen de una monstruosa criatura de tres cabezas apareció de entre la oscuridad, mostrando sus afilados dientes y brillantes ojos que rompían la noche

La criatura comenzó a correr hacia vosotros, en aquella situación parecía viable intentar llegar hasta el castillo rápidamente y encontrar refugio bajo su techo...

Ceril se asustó durante un segundo, no se pensaba que una criatura así saliese en busca de ellos tan temprano, ante todo echa un vistazo profundo para ver de qué monstruo se trata.

¡Chicos! Ésta criatura es un Tricabezoide, cada cabeza suya tiene pensamientos independientes, así que es muy difícil predecir sus movimientos. ¡Deberíamos huir hacia el castillo! No os preocupéis, tengo una idea para entorpecerle el paso, ¡Pero necesito que salgais corriendo ya!

Drake observó a aquella criatura demoníaca, un enorme perro de tres cabezas. El cazavampiros escuchó a Ceril Belnades decir que entrasen corriendo a toda prisa en el castillo y que ella arrojaría un hechizo para aturdir al monstruo. Sin embargo, sabía que eso podía ser un auténtico suicidio para la hechicera.

-Cambio de planes -indicó Drake, en tono frío-. Nos quedamos a luchar. Entre los tres podremos derrotarlo. Ceril, lánzale tu hechizo más ofensivo. Aldeano, tú atácale con esa hacha. Podemos lograrlo.

Sin añadir nada más, el cazavampiros se adelantó hacia el perro de tres cabezas y descargó contra él su Vampirekiller. No sabía si sería suficiente para derrotarlo, aunque esperaba que sirviera para mantenerlo a raya.

Entendido señor Drake, ¡Lucharé con todas mis fuerzas! ¡Prepárate!

Se pone en postura defensiva, con su centro bien alto, ella sabe muy bien que tiene que ser útil en combate y ayudar a Drake o si no su reputación puede caer en picado. Ceril después apunta hacia el monstruo, agarrando el cetro bien fuerte con ambas manos, apuntando hacia una de las cabezas con plena potencia y determinación.

"¡Frígida Mortus Est!"

Cuando la criatura asomó George no podía creer lo que veía ¿como unos jardines tan bellos podían albergar semejante monstruo? Aún con todo, el acto de la hechicera y las palabras del cazavampiros le dieron el valor para luchar contra la criatura. Con su hacha en mano, corrió contra el perro de tres cabezas y aprovechando que Ceril ya había hechizado la cabeza del medio, apunta al costado de la bestia y le clava su hacha todo lo fuerte que puede al grito de "¡Muere!"

¡Bien hecho chicos! Exclamó con alegría.

El hecho de que los tres fueran capaces de pelear y acabar organizadamente y con precisión las bestia que les atacaba llena de emoción y confianza a Ceril, dicho esto se acerca a Drake y Gregory y les hace un signo de victoria. Pasa un tiempo y Ceril se da cuenta de que, a veces, a pesar de que un problema sea grande, desde otra perspectiva puede llegar a ser pequeño o diminuto.

Acto seguido Ceril se situa de nuevo con su caballo, cabeza en dirección al castillo y exclama. ¡Vamos chicos, no podemos perder tiempo, adelante!

Cuando la bestia cayó George seguía dándole hachazos a su cadáver. No podía creer lo que había hecho y menos que la bestia estuviese muerta al fin. George tenía salpicaduras de la sangre de la bestia tanto en la cara como en la ropa, cuando se tranquilizó arrancó su hacha del cuerpo muerto de la criatura y se quedó mirando a la sangre que caía de ella, quizás no sería capaz, quizás muriera a manos de un horrible monstruo o acabase loco, pero eso no importaba, su mujer seguía e el castillo y tenía que encontrarla así que frotó su hacha contra su manga para limpiarla (manchando aún más su manga) y medio sonríe ante el signo que hace Ceril, le sorprendía como podía estar tan feliz después algo así, aunque acto seguido pensó que estaría acostumbrada y que no sería su primera vez. Se subió a su caballo y se dirigió hacia sus compañeros: "hacia el castillo... ¿qué nos espera?"

Drake observó el cadáver del monstruo, lacerado por los numerosos golpes de su Vampirekiller. Observar el cuerpo sin vida del gigantesco perro de tres cabezas era mirar un trabajo bien hecho. Quizá, como había dicho el encapuchado, sí que tuvieran una oportunidad.

Un Belmont más optimista quizá habría dado palabras de ánimo a sus compañeros, indicándoles que si se mantenían juntos y combatiendo así de bien nada podría pararlos. Sin embargo, Drake sabía que no era verdad. La muerte podía alcanzarlos en cualquier momento, por más valientes que resultaran sus acciones.

-Solo es un monstruo, un guardián -masculló, sin muchos ánimos-. Esto no es nada comparado con lo que podemos encontrar dentro. Continuemos. -Una casi inapreciable sonrisa se formó en los finos labios del cazavampiros y añadió-: Bien hecho los dos.

Sin agregar una palabra más, Drake continuó avanzando en dirección al castillo.

Durante unos segundos sentiste un fuerte dolor de cabeza que te hizo hincar la rodilla; esa extraña sensación fue acompañada de una voz que parecía susurrarte...

Libera la bestia que hay dentro de ti…

La bestia había caído, no fue un combate sencillo pero estaba claro que para conseguir llegar hasta el mal supremo habría que superar “pequeños obstáculos”.

Dejasteis la bestia atrás para continuar rumbo al castillo, ahora con algo más de calma para recuperar así el aliento.

Al cabo de un par de minutos, comprobasteis que el portón del castillo estaba justo a vuestro alcance, sin embargo visteis algo más, se trataba de una pequeña escalera que bajaba hasta dar a una puerta mucho más pequeña. Necesitabais tomar una decisión ¿entrar por la puerta principal, o probar por la pequeña escaleras abajo?

Por su trabajo como cazavampiros, Drake sabía que era frecuente que siempre hubiera vías secundarias para irrumpir en las fortalezas. Podían seguir por aquella puerta subterránea, pero por algún motivo no le inspiraba ningún tipo de confianza esa entrada.

-Busquemos un camino directo -dijo Belmont, en tono serio-. Elijo entrar por la puerta grande, y sugeriría que no nos separásemos. Ya visteis antes. Es juntos cuando tenemos una posibilidad.

El cazavampiros se adelantó para proceder a abrir la puerta principal.

- Señor Drake. Dijo Ceril, ella tenía un mal presentimiento. ¿Entrar por la puerta principal? Suena demasiado bueno para ser verdad. Pensó. Pienso que no deberíamos tomarnos tan a la ligera las decisiones que hagamos, pienso que, disculpe por lo que voy a decir, deberíamos entrar por la otra puerta ya que nos pueden llegar a emboscar en un sitio tan obvio.

Ceril quería dejarle claro a Drake lo que pensaba, ella tenía un mal presentimiento de que podría haber una trampa nada más entrar en el castillo, y da a pensar que Drake es muy espontáneo y algo difícil de convencer. Quizás el cazavampiros Drake cambie de opinión si convenze a Gregory de que vayan por el otro lado.

- Gregory, ¿Qué piensas tú? Tengo un mal presentimiento sobre la puerta principal, creo que deberíamos entrar por la otra, pero probablemente no me escuche si solo lo digo yo. ¿Tú que piensas?

Ceril esperaba que Gregory tuviera el mismo punto de vista que ella, pero también teme de que escoja la otra opción. Así que cetro en mano, se espera para la respuesta de Gregory.

Belmont sonrió levemente por el comentario de la joven hechicera. Para ella, era evidente que la puerta principal era el lugar propicio para que les tendieran una emboscada y prefería tomar el atajo. Para el cazavampiros, ambos caminos resultaban igual de peligrosos y no había duda que habría sirvientes de Drácula aguardándoles en los dos. A veces, lo más obvio era lo más oportuno.

-Como deseéis. Entrada subterránea entonces -dijo solamente Drake, en tono cortante-. Lo importante es que no nos dividamos. La muerte puede estar aguardándonos en cada esquina.

"Ceril tiene razón, podrían emboscarnos aunque supongo que habrá enemigos en todos los lugares. " dijo George, después de que el cazavampiros hablase, aún estaba algo absorto por la pelea anterior, agarró su hacha con ambas manos para tener más seguridad y empezó a bajar las escaleras.