Partida Rol por web

Entra el señor Flannery con un paquete de pequeño tamaño bajo el brazo.

Buenas tardes, queridos amigos. Perdón por la interrupción pero tengo algo verdaderamente interesante que enseñarles. Como sabrán, el vino tinto sigue vendiéndose en determinadas farmacias como medicina para el corazón, entre ellas la que yo mismo regento. El resumen del asunto es el siguiente: me "receté" a mí mismo una botella la noche pasada y me encontré con algo de lo más extraño. Dejé la botella abierta en la sala de estar durante varias horas para que el vino respirara mientras me daba un baño. Sólo que más tarde, a la luz del fuego, me llevé un susto de todos los demonios al ver lo que había dentro.

El señor Flannery tira del cordel que cierra el paquete y desenvuelve una botella de vino, sosteniéndola a la luz de la ventana para que los investigadores vean lo que parece una especie de pulpo en su interior, sin vida, los tentáculos se mecen en el líquido rojo.

Me quedé conmocionado, y la botella se me escapó de las manos jabonosas y cayó al suelo, donde se hubiera roto sin duda de no haber caído sobre la alfombra.

Uno lee cosas sobre nuestros primos orientales, que están abiertos a cualquier práctica que mejore el sabor de la comida o la bebida, pero jamás he oído hablar de nada inclina ligeramente la botella de vino como esto.

Diablos George, como has conseguido meter ese bichejo ahi? mientras le arrebato y agito la botella no te tenia por un bromista..

Me acerco a la botella sostenida por Thomas, para observarla de cerca.

Eww, qué cosa más repugnante. Miro a George. ¿Tiene algún tipo de noción sobre su naturaleza? ¿Parecía tener vida cuando lo encontró?

¿Está vivo? ¿Puedo diseccionarlo? doy unos golpecitos a la botella

Te percatas de que el pulpo no pertenece a ninguna especia marina conocida.

Al examinar la botella de cerca podéis apreciar que la criatura ha reaccionado mal ante la oxidación el tiempo que permaneció abierta.

Cuidado amigos, el vino no es un gran reserva, pero el especimen que se haya en su interior puede darle a esta botella el valor de un vino de categoría. Desconozco como llegó dentro de la botella, pero desde luego no estaba con vida cuando lo vi por primera vez. Ahora que lo vuelvo a ver a contraluz me doy cuenta de que se ha deteriorado un poco desde que le eché el primer vistazo en mi casa.

Ahora llega el mometo en el que comenzais a elucubrar disparatadas teorias y una gran velada de poker se va al traste.. no es que no aprecie vuestros magnificos despliegues de imaginacion, es que esta noche venia dispuesto a desplumaros.. Y bien si tu no has colocado " eso" ahi, recuerdas donde conseguiste esa botella? Tal vez todavia estes a tiempo de rcuperar tu dinero esbozo una sonrisa mientras le devuelvo la botella a George

Intento contener mi aversion hacia una criatura que me recuerda mi fobia a las aguas abiertas..

Desde luego una imaginación hiperactiva, señores, es como una herida abierta; abierta a la sugestión, y abierta a las bacterias. Y como deberían saber, una herida sin sangre no se cura jamás.

En cuanto al origen de tan extraño caldo, el otro día vinieron a mi establecimiento dos hombres vestidos de manera muy elegante y me ofrecieron cajas enteras de botellas de vino a un precio irrisorio. Ahora que pienso, tengo otras cinco botellas de la misma caja que ésta señala la botella en la trastienda de mi farmacia.

Mirando a George Supongo que lo sucedido explica el precio de las botellas, pero no veo qué puede ocurrir en el proceso de creación del vino para que suceda algo así...  

Miro a Thomas Whisky

Y no se preocupe, señor Whisky, estoy seguro de que esta velada no va a estar falta de emoción, y ya sabe que siempre estoy dispuesto a apostar, o 'invertir', como me suele gustar decir, por cualquier evento, jejeje. De hecho, apuesto a que si abrimos otra botella del surtido del Señor Flannery y recreamos la situación, obtendremos resultados similares, es decir, otra botella de vino convertida en una grotesca probeta.  De todos modos, no creo que ninguno de los presentes quisiera beberlas. 

 He de reconocer que el misterioso asunto que tenemos entre manos esta despertando mi curiosidad ¿que le parece si deleita sus sentidos con uno de esos magníficos habanos que he traído mientras vamos a echar un vistazo a esas botellas George? ​​cojo mi guardapolvos del perchero Yo conduzco caballeros

Fabulosa idea. Ya he visto el maravilloso Ford T aparcado en la entrada, sin duda he equivocado mi profesión, querido amigo. ¿Viene con nosotros, Mijalis, está usted muy callado?

Mijalis asiente, incapaz todavía de retirar sus ojos de la botella, y se ciñe una gabardina gris.