Partida Rol por web

Mis ojos se abren de par en par. No puedo creer lo que estoy viendo. Pero comprendo rápidamente que han de ser estos seres los que atacaron a los humanos del poblado... no han de haber podido hacer nada contra ellos, eran simples pobladores.

Cierro mis puños, esperando, siendo paciente, observando los movimientos de estos "árboles". Junto mi espalda con la de Miriel... a ella parecen reconocerla, odiarla, pues un grupo mayor la rodea.

Dos de los seres comienzan a acercarse. No habrá momento de dialogar, es seguro... pero no sé de que sean capaces estas cosas... será necesario ser diestro en el momento en que el primer golpe sea dado.

 Eran cinco los rivales que veia aquella Elfa, ella ni siquiera tenia encuenta al humano que tenia detras ya que estaba segura que poco podria hacer aquel hombre. Aun asi, tal vez si le daba tiempo ella podria terminar con los Elder Willow, algo que las llamas de su espada asegurarian.

De esa forma de forma rapida, ella cargaba hacia el Elder que estaba en el medio de los que yacian amenazantes al frente de ella. Miriel era rapida y sin dudarlo mantenia su escudo al frente para luego, en el ultimo instante antes del choque, acerlo a un lado y asi intentar realizar una estocada certera y sorpresiva para aquella criatura. Pero en cuanto el fuego de su arma alcanzaba el objetivo sin dificultad llegando a romperle la corteza, los otros dos Elder Willow se lanzaron sin dudarlo sobre ella.

Si Wan observara en ese momento a la elfa que se lanzo al ataque sin dudarlo, veria como bloqueaba a su atacante izquierdo interponiendo su escudo en el camino de este para luego, girar rapidamente y salir apenas de la trayectoria del tercer atacante. Pero a pesar de esa demostracion de destreza, el ultimo Elder Willow habia logrado rasgar la vestimenta de Miriel dejando parte de su espalda descubierta.

Si bien son mis ropas las que mantienen el contacto, tan endebles, poco sensibles, me percato instantáneamente del movimiento de Miriel. Mi cuerpo se mueve hacia atrás, como si inconciente y virtualmente me hubiese estado apoyando en la muchacha para que nos protegiésemos las espaldas.

De reojo observo los movimientos de la joven elfa. La llama del arma envuelve a esa destreza llamativa y feroz que demuestra la niña. Parece deslizarse, encaminarse bailando al son del viento que le da espacio y le permite ser veloz... tan veloz como mortal.

Uno de los elder willows prueba en sólo instantes el filo del arma, pero la batalla no ha terminado. La elfa menea su cuerpo en consonancia con la batalla, defendiéndose de uno de los enemigos que le atacan, escapando por poco del otro que trata de apresarle. Y ha sido por muy poco, pues me percato de su tersa y radiante piel descubierta, reflejando la luz del omnipotente sol y obnubilándome por efímeros segundos.

No puedo quedarme donde estoy, debo ayudarle. Tal vez ella tuviese una respuesta a mis sueños... tal vez... ella, tan intrigante para mi que podría enloquecerme.

Tomo uno de los jarros y sonrío al ver a los árboles que se acercan. Un sorbo es suficiente para brindarle un tranquilo calor a mi cuerpo, para hacerlo entrar en funcionamiento.

Llevo mi pierna izquierda hacia adelante al momento que el jarrón cae al suelo. Es cuestión de nada, segundos, un tiempo tan imperceptible que no merece tanto esfuerzo ponerse a pensarlo. Mis manos se iluminan brevemente y un aliento caliente escapa de mi boca.

Comienzo a correr, empujado por una flama interna. Tal vez fuese el alcohol, tal vez fuese la emoción que me produce probarme a mí mismo cuánto he aprendido... cuánto puedo dar... cuánto camino me falta aún para cumplir mi objetivo.

La tierra se levanta uniforme, formando una pequeña montaña delante de mi calzado. Una marca, una estela, ha quedado detrás como testigo de la euforia que me impulsa. Mi mano derecha, cerrada, presionando y exigiendo basto esfuerzo a mis músculos, busca encontrar la corteza de uno de los árboles... e instantáneamente, es ahora mi pierna derecha la que se alza, buscando al otro enemigo.

LA velocidad de Wan seria algo que sorprenderia a Miriel, pero ella tenia toda su atencion centrada en sus propios Elder Willows. De todas formas, Wan descubria que gracias a su rapida reaccion, podia enfrentarse a esos mosntruos que en cirta forma, podrian aparentar mas de lo que eran en realidad...

Aquellos Elder Willow que no dudaron en intentar rodearlo al verlo lanzarse contra ellos, nada pudieron hacer para evitar esr impactados, aquellos dos golpes que no tuvieron problemas en llegar a destino, hicieron crujir la corteza de los Elder aunque estos, no parecian haber notado nada o al menos, los ataques de Wan no parecieron haberle hecho ningun daño importante.

PEro en esos momentos cuando Wan quedaba practicamente entre los Elder Willow que enfrentaba, Miriel seguia sio confrontaciond de una forma intensa, ella era rapida y a pesar de que se enfretaba a mas, no se quedaba quieta para lograr ser alcansanda. En aquel nuevo choque la elfa no lograba atacar primero, aquellas criaturas no eran tan lentas como parecia.

Aun asi mientras dos de ellos clavaban sus brazos en el suelo para luego intentar usar sus "raices" para atraparla, el del centro se lanzaba sobre ella buscando golpearla de una forma frontañ, algo que Miriel pudo evitar esquivando nuevamente para luego, descargar un golpe casi mortal contra la espalda de su agresor.

En ese momento ella notaba como los otros dos parecian haberse plantado, eso era algo que no los vio hacer nunca y sabia que debia apurarse o tal vez, tendria una sorpresa nada agradable. PEro tambien tuvo tiempo para fijarse solo un segundo como Wan seguia con vida... algo extraño para un humano anciano.

La sonrisa marcada en mis labios se va difuminando al observar cómo, a pesar de haberles golpeado, parecen haber resistido impunes los golpes.

Percatándome que comenzaban a rodearme, me muevo hacia atrás instintivamente, encontrándome de nuevo junto a mis jarras. "No les he hecho nada... puede que no sea suficiente rival para ellos", pienso verdaderamente disgustado ante mi impotencia.

De reojo, observo cómo Miriel se defiende y ataca como puede a sus enemigos. Dos de ellos se encuentran estáticos con sus brazos en el suelo. Esto podría ponerse verdaderamente feo.

Miro al suelo y pongo mi pie bajo una de las jarras libres. Levantando la pierna, la empujo hasta tomarla con mi mano. "Veamos... ustedes son árboles después de todo", cavilo.

Reparando en los dos árboles que se encuentran parados, lanzo la jarra a uno de ellos.

"- ¡Alcohol!- grito a Miriel-. ¡Ellos se prenderán fuego con eso! ¡Quémalos!- agrego y vuelvo a observar a los dos enemigos que se acercan, preparado, ahora, para defenderme".

Miriel no estaba preparada para lo que estaba por pasar, si se mantenia en movimiento poco podrian hacerle aquellos Elder Willow, pero el suelo bajo sus pies se abria apenas antes de que del mismo, salieran varias raices. Aquellos apendices eran de las dos criaturas que se habian quedado "plantadas" y los mismos, empezaban a sujetarle las piernas a la elfa antes de seguir subiendo por sus muslos.

Ahhh!!!

Exclamaba Miriel antes de ver como de pronto, debido a ese humano que ella tanto subestimaba, se le abria una nueva posibilidad. La elfa fue rapida ya que esas raices, pronto habian envuelto sus piernas y empezaban a separarlas para quitarle estabilidad... Pero cuando su espada tocaba a esas criaturas bañadas en alcohol, Miriel no tuvo problema en librarse de aquel agarre y terminar con el tercero...

Nuevo!

Gritaba la elfa mirando al anciano y señalando a los que restaban, el fuego era lo que mas afectaba a aquellas criaturas y por mas que ella no lo quisiera admitir, la ayuda del humano era necesaria para terminar con ese asunto rapido. Pero tan apresurada estaba por darle un final a esa confrontacion, que ella no se daba cuenta lo dañada que estaban sus vestimentas, al igual que tampoco se fijaba en todos los arañazos que habian sobre su suave piel.

"- ¡Si!- exclamo inmediatamente al notar el acierto del golpe". Miriel, que hace instante parecía haber estado en un gran problema, comienza a zafarse rápida y fácilmente de esos árboles monstruosos que parece no desear darnos tregua en momento alguno.

Repentinamente, y al momento en que ella logra desembarazarse de esos tres, me detengo a observarla y reparo en que sus ropas se encuentran bastante cortadas, dejando ver algo de sus encantos. Me genio me puede y un sonrisa libidinosa aparece en mi rostro, más aún cuando la luz del Sol ilumina y hace brillar su blanca y preciosa piel.

"- Je, je, debo decir que... a pesar de todo... no podés dejar de mantenerte bonita... eehh... digo... je, je, je- esputo torpemente mientras rasco mi cabeza y sonrío".

El grito de Miriel me saca de mis algo libidinosas ensoñaciones y giro mi cabeza. Los dos monstruos que inicialmente había golpeado, se acercaban buscando seguramente una retribución por mi... osadía.

Me agacho y tomo otra jarra del suelo. Una gota comienza a correr por mi mejilla al ver el recipiente lleno del delicioso brebaje. "- Perdón... pero... es necesario- digo y marco con mis labios un beso en la arcilla".

Nuevamente, mi pierna izquierda se pone al frente y alzo mi mano derecha en alto. "- ¡Prepárate para atacarlos!- le expreso a Miriel justo antes de lanzar la jarra y moverme hacia atrás junto a ella".

Aunque era dificil que Miriel terminara agitada en una confrontacion ya que estaba acostumbrada a proteger esa foresta, no podia evitar respierar agitadamente sin prestar mucha atencion a las palabras de aquel humano. En ese momento ella simplemente se centraba en una sola cosa mientras mantenia el fuego de su espada, esperaba a que ese humano repitiera lo que ya habia hecho antes.

Era asi como cuando los dos Elder Willows restante parecian estar a punto de imitar a los anteriores, Wan apenas tuvo tiempo para lanzar aquellas vacijas ya que cuando las mismas impactaban y se rompian sobre esas criaturas, el suelo bajo sus pies empezaban a romperse. Pero para cuando aquellas raices empezaban a trepar por sus piernas, apenas puedieron agarrarse ya que pronto esos seres ardian...

Miriel actuo con rapides y saltando sobre Wan realizando una increible acrobacia para luego, golpear ambos Elders con su espada flameante y de esa forma, conseguir el mismo resultado con los anteriores tres que ya haban vencido. Aun asi, cuando el silencio volvia a dominar ese claro y el fuego seguia consumiendo a esas criaturas, Wan no tenia problemas en escuchar la respiracion de la elfa como tampoco, ver apenas un poco mas lo que su vestimenta ya no podia cubrir.

Mi respiración se muestra agitada... con ambas manos tomo mis rodillas y me agacho para recuperar un poco el aliento. No sé si realmente me encuentro cansado o ha sido la impresión al ver a esas cosas aparecer y atacarnos. Desde lo más profundo me pregunto de dónde han salido, y, por sobre todo, qué eran.

Mientras observo el suelo, comienzo a sonreír levemente, con la tranquilidad de saber que la situación se ha controlado. "- Bueno, niña... parece ser que lo peor ha pasado- expreso mientras mi mano se mueve por mis labios resecos". Mis ojos se frenan de inmediato en una de las jarras y la tomo instantáneamente.

Se yergue mi cuerpo de una sola vez, llevando el arcilloso recipiente a mis labios, mi cabeza moviéndose hacia atrás, cayendo el reconfortante líquido por mi garganta, casi revitalizándome.

Una vez mi sed aplacada, miro a la joven y mi rostro se pone rojizo, no por el alcohol sino por el estado de sus ropas. Una sonrisa se dibuja en mi rostro y comienzo a balbucear sandeces. "- Y... entonces... estos árboles... tu... gran guerrera... Miriel, ¿verdad?... ¿qué vas a hacer ahora?... podríamos caminar un momento... ¿está anocheciendo, deberíamos buscar algo de comer?... pareces estar sola por aquí... eh... qué lugar peligroso, este- digo con trémula vos, sin poder quitar mis ojos de su piel descubierta y sin quitárseme lo rubicunda de mi cara". Toso un momento, llevándome el puño a la boca y tratando de recuperar la compostura.

Gracias a la tranquilidad, nuevamente viene a mi memoria el recuerdo de los sueños que me han invadido. Ella es una elfa, un ser místico, mágico. Jamás hubiese creído que podría encontrarme con alguien así.

"- Perdóname... esto... Geffen y Morroc, el caos y la ruina... por favor, ayúdame, qué significa Glast Heim, te lo pido- le empiezo a decir en súplicas, mostrando la preocupación en mi rostro-. Lo he soñado... algo ocurrirá, algo muy malo- agrego".

El fuego de la espada de Miriel se desvanecía antes de que ella la envainara y se dejara caer de rodillas sobre el suelo, se distrajo por culpa de ese humano y como resultado, esas cosas casi lograban reducirla cuando nunca antes le paso algo asi. Pero ella sabia que algo extraño estaba pasando, era muy raro que los Elder Wilow aparecieran ya que eran el resultado de los espíritus corrompidos de la naturaleza...

Tan cansada y preocupada estaba Miriel, que no le daba importancia a como sus vestimentas apenas cubrían lo innecesario, en su blanca piel habían marcas rojas en las zonas donde esas criaturas la sujetaron antes y le escocían bastante, debía intentar informar sobre lo sucedido a sus hermanos, pero Yggdrasil estaba demasiado lejos... Pero de pronto, escuchar su nombre hizo que volteara hacia ese humano y aunque no entendía nada de lo que decía, ver como el la miraba hizo que se diera cuenta en que condiciones estaba...

En tan solo unos segundos, Wan escuchaba un centenar de palabras élficas vociferadas por esa elfa mientras que con sus manos, intentaba cubrirse mejor. Ella no entendió lo que el le dijo al principio, pero por esa cara estaba mas que claro que eran cosas pervertidas y sucias, muy sucias.

Glast Heim?

Pregunta de pronto cuando lo escuchaba hablar de nuevo, el hablaba mas pausado y eso la ayudaba a entender, pero el nombre de Glast Heim no le gustaba, esa ciudad era conocida por su pueblo desde antes que el reino humano conocido como Midgard, tomara toda esa región... Pero nada dice al respecto, se limita a incorporarse cuidando de que no se viera mas de lo que ya mostraba y una vez de pie, miraba de nuevo a Wan.

Santuario de Elune, Diosa de la Luna... Mis Primas allí están, cerca Glast Heim... No se nada mas... Ahora lejos, nada que hacer aquí.

Le respondía sin mostrar mucho interés, era bien conocido que los ancianos humanos solían delirar por la edad, sin mencionar que ya demostró que era un humano muy "sucio" y en ese momento, ella tenia otras preocupaciones mas importantes.

"- ¿El Santuario de Elune?- me pregunto en voz alta-. Deberé buscar un mapa, deberé buscar ayuda... deberé apurarme si quiero evitar lo que soñé- medito por lo bajo, mirando el suelo, revolviéndome las manos por los nervios que me despierta el sólo pensar que no sé que he visto".

Ver la reacción de hace un momento me hizo notar mi torpeza. Pero, qué más me faltaba sino enojar a una... elfa. Durante mi vida muchas mujeres habían reaccionado así ante mis "impulsos masculinos". Una elfa no podía más que resultarme un dato mayor en mi haber.

"- Siento haberte molestado, Miriel- le digo serenamente y tomo una rama del suelo-. Hacia Glast Heim debo ir... en mis sueños he visto monstruos como estos- le manifiesto, garabateando los seres que soñaba recorrían las calles de Geffen y Morroc".

Suelto la rama y camino hacia mis queridas vasijas. Ahora sé qué ha pasado con los aldeanos... me apena sobremanera tener que volver a Payon y dar esta triste noticia, pero no puedo hacer otra cosa... lo prometí... trataría de encontrarlos sanos y salvos pero ha sido muy tarde... espero aún no sea tarde para lo que creo se avecina.

"- Perdóname por ser atrevido, perdóname por molestarte- le digo y al momento me inclino-. Ha sido un honor haberte conocido... sé que mi vida no será la misma en adelante, Miriel- le expreso y al momento sonrío-. Sólo para que lo sepas... este humano si es tu amigo".

Doy media vuelta y levanto mi mano, moviéndola para saludarla. Aún me resta acercarme al camino y tomar rumbo hacia Payon... he de llevarles la noticia, descansar y, posteriormente, seguir lo que el destino me ha impuesto... Ahora sé que Glast Heim es un lugar, pero... allí comenzará todo o es el lugar donde culminará el caos. Creo que eso lo averiguaré en un futuro... si los Dioses así lo quieren.