Partida Rol por web

Gonso metió un salto con su lanza cogida con las dos manos para hacerle el máximo daño a la criatura, era un espécimen raro y quería su trofeo, la rana voló para hincar su lanza atravesando las plumas del plumífero.

-¡Maldita sea, la lanza de Gonso ha resbalado como si su piel fuera diamante! -gritó Raunix.

Inmediatamente, el couatl lanza una dentellada al pobre anfibio pero este, con un enorme salto, esquiva el ataque.

Utu se acercó a aquella bestia. No entendía su reacción. Si les había pedido ayuda y él había tratado de dársela... ¿Por qué había reaccionado de aquella manera? Al fin y al cabo, los coaults siempre eran bienintencionados. Al menos eso era lo que Utu sabía hasta la fecha. Ese coault igual era la excepción o puede que fuera un ser tremendamente estúpido o desesperado.

- ¡Infunde tu poder en mis palmas y daña con él a este ser malintencionado! - Gritó mientras posaba sus manos sobre el cuerpo de la criatura tratando de dañarle mágicamente.

El potencial desatado de Utu lo pilló por sorpresa, parecía que el humano de la prehistoria había despertado de alguna forma logrando ser un poderoso aliado.

-No tengo ningún arma con la que le pueda golpear de forma efectiva. -maldijo el umbra. -Tocará improvisar.

Sin mucha confianza, decidió golpear a la serpiente con el escudo de madera intentando hacer saltar alguna de las escamas.

El salto de Gonso y el ataque habían sido impresionantes , sin embargo, no tuvieron ningún efecto sobre la criatura que le atacó de vuelta. El resto pasaron a la ofensiva con un gran ataque de Utu utilizando su magia y Raunix atacando con el escudo al ver que el arma de Gonso no había echo daño.

Ordenó a sus chicos alejarse de aquella criatura pues no podían hacer nada contra ella y él desde la distancia con un ligero susurro y señalando a la criatura conjuro dos esferas de fuerza que salieron de su dedo he impactaron directamente en la criatura.

- En cuanto caiga la primera escama cogedla y salid de allí. les dijo Hardem preocupado por lo que pudiera hacer aquella criatura.

El golpe de Raunix es inefectivo pero los ataques mágicos de ambos hechiceros logran hacer daño a la criatura. Varias escamas caen al suelo, por lo que el anfibio logra recogerlas mientras el animal se recupera.

-¡Vamonos, vámonos! -grita Hardem.

Mientras trepáis por la trampilla Hardem os cubre lanzando proyectiles mágicos a la cara de la serpiente emplumada, sin que ella pueda atraparos. Una vez estáis todos a salvo, Hardem es el último en subir aunque veis que está agotado. Raunix le deja apoyarse en su espalda y juntos comenzáis a subir por las escaleras que hay en el centro de la estancia.