Partida Rol por web

Menudo descontrol de fechas y días llevo, espero volver a mis horarios y calendarios normales rápido pero ya veis que estoy un poco hasta el cuello y voy a salto de mata llegando a todo tarde y mal. 
Espero que esto no se prolongue por que no es justo. 
Tengo que decir que me agobio mucho y muy fácil últimamente pero eso no es algo que debiera afectar a nadie mas, estamos trabajandou en ellou xDD 

A ver lo primero de todo, hace tiempo que tenia que haber creado una “segunda escena” que es esta. 
Lo segundo de todo: Lilith, Ian, Shinobu y Violed. Level up!! Sabéis subirlo? Si sabéis perfecto, si necesitáis ayuda podéis decirme a mi o a cualquier compañero que sepa. Si queréis sugerencias, ideas, etc... yo no juego contra mis jugadores, yo les ayudo a ser lo mas “optimizados” así que no tengáis miedo de que os cape la ficha solo por molestar. 
Durzo llevas poco aun, pero pronto te subiré para no quedarte descolgado. 

Ian, te han dejado marchar por tu promesa y tu honor y por que tienen a Shinobu como rehén. Que una cosa es que sean antiguos mosqueteros y confíen en tu palabra, al menos su oficial y otra es que sean unos crédulos confiados, hay un termino medio. 
Así que Ian esta camino de conseguir el oro mientras que en la calle hay un tiroteo y en la casa Shinobu agradece a su manera que le retiren los grilletes y también tiene una crisis existencial sobre su propia humanidad. 
Vamos por partes. 

Shinobu hace un rato que Ian se ha marchado y el oficial de los mercenarios te pasa la llave de los grilletes por la mirilla de la puerta, esta claro que no se fia demasiado de ti y tampoco se les puede culpar desde el punto de vista de que parece que no te entienden ni un poco... y tu a ellos tampoco! Su manera de ser y pensar te es totalmente ajena como lo es la tuya para ellos, el entendimiento es difícil. 
Cuando hablas en voz alta esperando que te escuchen y te liberen, empiezas a divagar un poco sobre tu ser y tu razón de ser y estar en el mundo, Lunarian te mira comprendiéndote, para el es fácil entender a un “animal salvaje” como tu misma y al otro lado de la puerta se escucha al oficial que se ha quedado y que parece y suena muy cansado ya de todo esto: -La verdad es que no tengo razón para retenerte... ni quiero hacerlo, tienes que prometerme que no vas a intentar nada si abro la puerta, ni tu ni tu lobo..- Parece que esta dispuesto a dejarte ir: -No se que esta pasando muchacha pero tengo la impresión de que esto nos queda grande a todos, a mi, a ti... lo que pasa es que tu eres un animal salvaje, puedes volver a tu casa y olvidar todo esto, yo no creo que pueda hacer eso....- Suena bastante cansado pero se escucha como abre la puerta, te esta liberando! La puerta se esta medio abriendo cuando en la calle suenan disparos y gritos! Esto cambia las cosas? Te volverán a encerrar? Que esta pasando? 

Mientras tanto, en la calle, hay una enorme nube de colores, humo, polvo y confusión por todas partes, los disparos vuelan sin que parezca que nadie es capaz de alcanzar a nadie en este berenjenal de locura multicolor y apropiación cultural étnica desquiciada... Ian esto es lo que encuentras y tal caos alocado y demente te parece que tiene la firma de Lilith... y tu Lilith sientes como se te eriza la nuca como si alguien hablara o pensara muy mal de ti... xD 
El plan esta claro, Lilith y Violed, vais a recargar y disparar, lo mismo que van a hacer los atacantes seguramente, todos a la espera de que se aclare la escena lo suficiente como para poder ver algo! Pero mientras tanto le dices a Durzo que baje y haga lo que mejor sabe hacer que para algo su profesión es asesino no? 
Así que Durzo, embozado y encapuchado, desciendes a la calle para intentar localizar y eliminar atacantes de la manera mas discreta y efectiva posible. 
Encuentras a uno tras una caja, recargando allí su mosquete totalmente concentrado en la tarea, cuando te ve aparecer intenta levantarse y golpearte con el arma, pero en el juego de la sorpresa el esta mas sorprendido y descolocado que tu, la cuchillada, entre las costillas, lo mata rápida y eficientemente, ahora pasemos al siguiente... 
Entonces, del otro lado de la calle, apenas a cinco o seis metros de donde estas, llega un alarido terrible, alguien acaba de ser alcanzado y a lo “bestia” pero no han sonado disparos... habrá sido un virote de Violed? 
Ian, ajeno a lo que Durzo esta haciendo a pocos metros de ti, te internas en la locura de color y sonido hasta encontrar algo, una espalda, alguien que no es de los tuyos a quien apuñalar hasta el fondo intentando así aumentar el caos y la confusión que hay en la zona, desde luego que lo consigues! Grita como un cerdo! En la calle se escuchan mas gritos y pies, vienen, vienen a ayudar a su camarada y a vengarlo! Y ni siquiera esta claro cuantos son... 
En el tejado Lilith y Violed, mientras recargáis, escucháis el alarido, allí abajo hay alguien agonizando y la voz no parece la de Durzo... que suerte! El problema es que no se ve nada pero suena a que se esta montando una buena pelea allí abajo, la cosa es que solo se ven siluetas entre el humo, disparar a alguno es demasiado arriesgado, podríais darle a Durzo sin querer! 

La nube me estaba facilitando el trabajo y me movía con destreza entre los hombres armados. El problema era que los otros que disparaban desde arriba no podían distinguir unos de otros. Notaba silbar los proyectiles por encima de mi cabeza. Uno incluso rebotó en el suelo cerca de mis pies haciendo saltar una pequeña chispa.

Me movía zigzagueando entre el humo intentando dejar el máximo de cuerpos a mi paso antes de que este se disipara. Supongo que si se veían formas desde arriba, eligieran como blanco a aquellas que no se movían demasiado. Aquellos que tenían que recargar las armas estaban quietos y eran blancos fáciles, tanto para los tiradores como para mí.

Me dispongo a disparar desde mi posición, con cuidado de no disparar cerca de Durzo para no darle por error pero tratando de rebajar el trabajo que tendría que hacer Durzo para acabar con nuestros enemigos... Aunque... Parecía que alguien se nos había adelantado, había sido Durzo? Solo sabía que parecía que habían empezado a haber bajas en el bando rival, lo cual era bueno. Además, se me pasó por la cabeza la idea de buscar otras distracciones, si al parecer, los bandidos estaban concentrándose por donde provenían los ruidos... Mi arma era silenciosa y eso era una buena defensa, pero no lo mejor para atraer su atención y que no se percataran de Durzo... Por lo que busco con la mirada si tenía algún objeto contundente que pudiera lanzar a algún otro lugar, para que hiciera ruido y sí crear más distracciones.

En principio inrédula de que de verdad le liberara, acarició a Lunarian con calma tras las orejas y en su cuello - no les ataques ¿de acuerdo? - cuando el sonido de fuego cruzado llegó a sus oídos, se palpó la nuca, lo que llamaban civilización con seres "inteligentes" no parecía disponer de lo realmente importante, paz y libertad - puedes volver a cerrar la puerta o dejarme ir delante, una de las personas que seguro ha empezado ese escándalo tal vez me vuelva a disparar y os ahorrará un disparo.

Tanto ruido innecesario no le gustaba, con tanto escándalo no se escuchaba bien el viento y las hojas no danzaban con suavidad, el suelo lloraba por suele alimentaran con sangre y pólvora y si bien agradecería los cuerpos de quienes cayeran como un nutriente apetitoso, ese placer le sería arrebatado - si decidís iros con ese oro y perdonar la deuda al mosquetero, os cubriré en vuestra marcha - luego se acercó al hombre metiendo su mano en su bolsa de semillas - pero ese metal no tiene ningún valor - cogió su mano y puso en ella el citrino que guardaba lejos de aquella moneda contaminada y sucia de metal, una hermosa gema que aun conservaba el olor natural del lugar en el que se guardaba, y con él, algunas semillas variadas. Algo que la druida si consideraba de valor.

- en los bosques nadie os hará nada, y si los cuidáis, ellos os cuidarán a vosotros - miró a quienes estaban al otro lado - agradeceré mi guadaña de vuelta, y sobretodo mi mochila, contiene un recuerdo por el que mataría a quien fuera sin dudarlo.

El pequeño minimosquetón con un diminuto dragón negro de peluche, era para ella tan importante como su propia vida. No sabía si debiera seguir en la ciudad, prometió a su maestro descubrir si sus sentimientos por la naturaleza eran por no conocer las ciudades o por un amor sincero, ¿Sería fallarle no descubrir todo sobre las ciudades? ¿O se sentiría orgulloso de que se retirara antes de odiarla aun más?

Suelto al hombre que acabo de acuchillar dejando la espada aún clavada, no hay tiempo que perder, así que recojo su arma y la termino de cargar para defenderme de quien venga. Con un vistazo rápido también echo un vistazo por si tiene algún acero que me pueda ser útil, después de todo, un mosquetero sin una espada y una unidad, es una baja segura.

-Esto se va a poner feo en un momento

Estoy convencido de que vendrán a por mi y lo que verán no les va a gustar, no puedo disimular nada, pues estoy lleno de la sangre del hombre que tengo desangrándose a mis pies.

-¡¡EH LILITH, VENIMOS A AYUDAROS, ACABEMOS CON ELLOS DE UNA VEZ!!

Grito por si no tienen del todo claro donde estoy, pero también para que el resto (sin son ellos) sepan que soy yo y posiblemente alguien más de refuerzo (que no es así)

-Lo que me voy a reír si no son las chicas...

Al escuchar el alarido procedente de las calles bajo su posición, había parado de disparar e, incluso, se había atrevido a asomar la cabeza para mirar lo que estaba ocurriendo. Craso error. Una bala pasó a escasos centímetros de su rostro amenazando con matarla —o lo que era peor, desfigurarla—, y ella no logró distinguir nada ni a nadie en aquella neblina de pólvora que había ido sustituyendo a la mucho más emotiva nube de colores que ella había organizado.

Una lástima.

Así que se encogió de hombros, se resguardó de nuevo, apuntó y...

Los gritos de Ian la hicieron volver a detenerse, incrédula. ¿Se había escapado? Todo parecía señalar que si, y había dicho "venimos". ¿Estaba también la druida con él? No, no podía ser, ya estaría escuchando al lobo gruñendo, la estúpida y enervante voz de la niña de pelo blanco, y los gritos de muchos más mercenarios de los que había oído. Y seguramente no le acompañaba nadie más —quién iba a estar tan loco—, por lo que aquello o era una forma de hablar, o intentaba que o bien ellos, o bien sus enemigos, se creyeran aquella mentira tan insignificante. Suspiró, apuntó, y dudó. Lo cierto es que si le disparara ahora iba a arreglar muchos problemas futuros, así como un sinfín de explicaciones tediosas y aburridas que no llegarían a nada, pero aún con esas no lo hizo. 

_^<<¡Maldición! —rezongó en su interior, sin saber muy bien porque le preocupaba matar al mosquetero, pero sin poder apretar el gatillo de su pistola—. Lo que me faltaba..._^>>. 

Y decidida, sufriendo —o al menos eso parecía por el rostro compungido que puso—, disparó. Disparó hacia el callejón del que había escuchado tiros hacía un momento, por la mitad de la avenida principal más o menos, dónde aún debía de estar escondido alguno de los malnacidos soldados de la casa rival.

Madre mía llevo todo el día escribiendo! Y aun me quedan por lo menos dos cosas, dos partidas, aparte de esta, para estar al día, pero bueno lo que no logre hoy lo haré mañana. Esta siendo un fin de semana de vuelta a la actividad del todo. 
Hace poco mas o menos dos meses, en un momento bastante malo de ánimos y todo en general por la perdida de mi pareja después de mas de doce años juntos y mi gata que parece una tontería pero estuvimos juntos toda su vida y la mitad de la mía, se unió una empeora de mi enfermedad que me detectaron en una revisión de rutina. Si recordáis os dije, estoy prejubilado a causa de ciertas dolencias y tal... bueno, todo junto me quito las ganas de todo en general y si he podido mantenerme activo en parte, en algunas pocas cosas, es por el esfuerzo de unas amigas que no se rindieron conmigo. Hoy estoy volviendo a todo e intentando recuperar mi ritmo. 

Si ya se que no tengo por que contar mi vida y no me gusta hacerlo pero creo que merecéis una explicación y esa es. 

A ver cosas ya de la partida, si, efectivamente menos nuestro ultimo recién llegado que aun esperare un poco, el resto nivel 3. 
Mas cosas, el próximo fin de semana, el del 5-7 voy a ir a una partida en vivo en Toledo, aviso para que todo el mundo sepa que es eso y que no he desaparecido de nuevo! Os dejare acción antes de irme al poner esta en sábado la siguiente la pondré de miércoles seguramente y si hay respuestas adecuadas en cantidad y tal.. 
Mas cosas, si por un casual alguien quiere dejar la partida lo entiendo, lo comparto y lo comprendo perfectamente, no digo que no lo fuera a lamentar pero lo entendería. 
Vale, dicho todo esto ahora si, vamos con la acción. 

Me imagino a Shinobu, abstraída en sus recuerdos, pensando en el bosque, en la naturaleza, en su maestro, en el sol colándose entre las hojas y formando líneas de luz en la penumbra, en el petricor de la primavera (una palabra correcta, como piraustas, que el auto corrector no reconoce... ) 
Pero no es momento para esto, tienes que salir de aquí, encontrar al resto y después tomar una decisión, si quedarte y conocer mas de las ciudades o marchar y no regresar mas a las colmenas de los hombres... el capitán de los mosqueteros, al abrir la puerta y liberarte parecía por partes enternecido pero también cansado y agotado de todo, tal vez eso permita que puedas negociar con el y perdonar la deuda de Ian. Pides tus cosas, pides que te las devuelvan y que consideren un nuevo trato, la puerta esta abierta, el pasillo a oscuras y nadie responde, Lunarian te mira como diciendo “Vamos” y cuando salís de la “celda” improvisada allí ves tus cosas, contra la pared, la guadaña, el peluche, todo... y a nadie esperando. Recorres la casa, no hay nadie, la puerta de entrada esta abierta como si hubieran salido a la carrera y no se hubieran preocupado de ella por que no pensaban volver... y en las calles aun se escuchan carreras, gritos y algún disparo ocasional... es posible que hayan corrido a unirse a la batalla? O que estén escapando de ella? Lunarian intenta encontrar el rastro de alguien, de ellos, de Ian, de quien sea... pero tras olisquear el aire estornuda media docena de veces sonoramente y te mira como diciendo “Alguien la esta liando muy gorda” (y nubes de especias ahogan a nuestro olfato :p ) 

Durzo, el mosquetero que acabas de liquidar era mas duro de lo que pensabas, fue difícil, pero con todo, al final la sorpresa y la falta de un arma adecuada en las manos lo decidieron todo... ahora lo tienes claro, moverte, moverte silencioso y en zigzag para que así Lilith y Violed cuando empiecen a distinguir figuras no te disparen y se centren en las parapetadas... y vas en busca de mas victimas. 
Encuentras a un mosquetero recargando su arma, esta de espaldas a ti, con una espada corta sobre las rodillas lista para usarse y a su lado esta el cadáver de uno de sus camaradas, que parece atravesado por una espada! Que ha pasado aquí? Acaso hay mas asesinos? Bueno, lo que sea... 
Estas a punto de acuchillarlo cuando el mosquetero grita: 
-¡¡EH LILITH, VENIMOS A AYUDAROS, ACABEMOS CON ELLOS DE UNA VEZ!!
Es Ian! El mosquetero esta aquí y eso explica el muerto a sus pies y mejora mucho vuestras posibilidades con un guerrero mas en vuestras filas! 
Ian, tras apuñalar al hombre, que cae agonizando y gritando al suelo, tomas su espada y su mosquete, dejas la espada a mano y empiezas a recargar, mientras lo haces poco a poco tu victima va acabando y quedándose en silencio poco a poco, se duerme... adiós... y tu tienes un plan, aprovechando las nubes que no dejan ver nada, lanzas un grito para que Lilith sepa que estas aquí y no te dispare... o si te dispara que no sea por error, que sea a propósito! Que con Lilith nunca se sabe... y tras hacerlo, sigues recargando cuando te das cuenta, por el rabillo del ojo, de un movimiento, miras mientras preparas la espada... pero es Durzo, el asesino ha llegado hasta donde estas tu! 
Mientras todo esto pasa, Violed, como barda que eres, te gustan las soluciones creativas, novedosas, distintas.. y disparar la ballesta sin ver no es muy eficaz... así que buscas otra cosa que ayude, justo cuando Ian grita que son muchos y vienen, tu tomas una maceta y la lanzas a una esquina del callejón dando así la impresión de que hay mas gente aquí, mucha mas gente! 
Y mientras tanto, Lilith, teniendo mas o menos claro donde esta Ian e imaginando donde puede estar Durzo, visto lo visto, escuchados los ruidos y todo lo demás, decides ayudar al caos, que es lo tuyo! Tomas tu pistola, apuntas a donde te parece entrever una figura y disparas, esperemos que no sea un amigo! Estas casi segura que no lo es, segura al... 70% mas o menos... Sabes que Ian se estaba marcando un farol, asi que solo deben ser ellos dos... y el gritando tu nombre para que se lo aprendan todos los malos! Di que si! 
Después de todo esto, Ian terminas de recargar y hay unos segundos de silencio, cuatro o cinco, hasta que una voz grita: -Escalonada!- Para Durzo, Lilith y Violed eso no quiere decir nada especial pero Ian sabes que es esa orden, retirada controlada de vuelta al punto de salida, están huyendo! Pero no en desbandada, huyen ordenadamente o al menos lo intentan. 

Retomando sus cosas, lo primero fue mirar al hombre que se quedaba atrás, daba la sensación de haber sido un animal libre y alado, y haberse visto de golpe sin ellas, como si le hubieran arrebatado lo más importante. Tomó también las cosas del m mosquetero, aunque vigiló que es sucio metal no le tocara, y entonces le dedicó unas últimas palabras - vuestros pensamientos son raros, pero reconozco esa mirada, incluso una pequeña ave acaba por picotear a un zorro si pretende arrebatarle su libertad, en vez de rendirte ataca al zorro que te la arrebató, antes de que tus alas acaben lejos de ti, y si es tarde para ello, tensa tus músculos probando de que el zorro se atragante con uno de tus huesos.

Sin duda no entendía que pasaba fuera, pero Lunarian no parecía a gusto con el evento, sólo verle estornudar tantas veces, depositó una sensación de picor en sus propias fosas nasales, - ¿demasiada pólvora? - pensó.

Sin esperar, y tan pronto como salió, pidió a su compañero que subiera al tejado, ahí tendría una mejor visión de todo, ella por su parte, se acercaba despacio hacia donde estaba el ruido. Sin prisas, con suerte, no tendría que presenciar la suciedad provocada por la pólvora.

¿Y eso que narices era? El primer pensamiento que se le vino a la cabeza fue una partida de póquer, una de esas timbas que se organizaban en las tabernas y que había visto de vez en cuando, ya fuera desplumando a los estúpidos que la dejaban participar y luego no eran ni capaces de mantener las cartas en alto mientras babeaban, o bien siendo parte del premio cuando la ocasión lo propiciaba. No había nada más tonto que un adinerado comerciante que creía que con el dinero podía comprar todo, incluso a ella, sobre todo porque aunque era cierto, solía ser mucho más cara de lo que en un principio suponían, cosa que solían descubrir a la mañana siguiente cuando la mujer había desaparecido, y también hasta la seda de la cama en la que dormían. 

Como fuera, estaba claro que aquellos mercenarios no estaban hablando de una partida de cartas, no tenía mucho sentido en la situación en la que estaban la verdad, así que sólo podía significar una cosa: tenían un plan. Podría suponer su final y que de repente lloviera fuego sobre ellos mediante alguna artimaña bien oculta, o bien podría ser que se replegaban por el momento con la intención de contraatacar, o al menos de salvar la vida lejos de aquella molesta nube de olores, colores y sabores, ninguno tan bonito ni agradable como pudiera parecer desde fuera.

Fue entonces que vio al reconocible lobo de la druida, Lunaria, subiendo a un tejado. Su pistola, cargada, estaba apuntando hacia el sitio por el que creía que se marcharían los soldados, pero se desvió rápidamente hacia el animal. Allí tenía un tiro claro, perfecto y, sobre todo, amparada por el anonimato mientras Violed no dijera nada. Un buen disparo contra la bestia sería un duro golpe para Shinobu, y disfrutaría durante días, puede incluso que meses, tras ver su cara cuando viera al can desangrándose. Sin embargo, estaba el problema de que podía no acertar, o sólo de refilón, cosa que la pondría en un aprieto, y eso sin contar con que si la bardo decidía hablar, la niña de cabellos blancos aún tendría una guadaña y muy mala leche. 

Tras meditarlo un segundo, decidió retirarse por el momento, e hizo un gesto a su compañera de tejado para que bajaran y dejaran de atacar, mientras ella hacía lo propio y cargaba sus pistolas. Por ese día las cosas habían acabado, y había dos que tenían que rendir cuentas aún. Era hora de hacer algo bien para su mecenas, sobre todo cuando eso consistía en llevar a esos dos cargados de cadenas hasta Gaylord. 

No me apetecía nada dejar escapar a los asaltantes, pero el grito del que debía ser el jefe, hizo que me detuviera. No entrendía que quería decir "escalonada", pero cuando vi movimiento entre la nube que aún reposaba sobre la calle, comprendí que estaban huyendo y, por los movimientos que detecté lo hacían de forma disciplinada.

En aquel punto sería una especie de suicidio seguirles, así que hice lo más inteligente. Me refugié tras lo primero que tenía a mano, lejos del alcance de las armas y esperé a que todo acabara, agudizando el oído por si alguien se acercaba.

Había estado a punto de cargarme a nuestro compañero el mosquetero, no recordaba bien su nombre, Ian, creo, así que estuve alerta, pero mirando bien quien se pudiera acercar a mi posición para no atravesar a nadie a quien no debiera con mi espada. Gaylord no vería con buenos ojos que uno de sus hombre muriera por mano amiga.

Esperé a que todo se aclarara para salir del escondite y reunirme con los demás para valorar nuestro éxito en la escaramuza.

Bueno que tardones! Aunque no estoy yo para hablar eh? Bueno, como sea vamos a intentar hacer una acción, mas o menos, ya que faltan algunas reacciones y no se que pasaría en esos casos, por ejemplo si Violed atiende a la señal de retirada de Lilith o si Ian dispara a alguien, aunque sea a Durzo! :p pero bueno puedo apañármelas un poco mas o menos. 
Os recuerdo que este fin de semana estaré en Toledo en un vivo de vampiro (Nadie de vosotros es de Madrid y se apunto al vivo de Edad oscura? En serio?) pero bueno, blablabla aparte. 
Lilith es mala!!! Es muy mala!!! Que quiere hacerle al pobre Lunarian!? XD 
Por cierto otra cosa. Conocéis esta serie? Es nueva solo llevan cuatro capítulos: 
http://jkanime.net/zero-kara-hajimeru-mahou-no-sho...
La protagonista, es bruja no druida vale... pero es Shinobu xD o al menos a mi me lo parece muchas veces por las cosas que hacer... y por lo de haberse criado en una cueva y no conocer el mundo humano y tal... 

Lunarian se busca una buena rampa de acceso como quien dice, un salto fácil a los tejados para poder otear y de paso escapar de la nube de especias que lo tienen congestionado y con lo mas parecido que un lobo sentirá jamás a tener alergia primaveral. Mientras lo hace, Shinobu te introduces poco a poco en esta especie de loco festival de colores y olores... en serio usan las especias secas como arma? Que locura... 
Mientras tanto, en el tejado, Lilith y Violed, al ver que los enemigos se retiran, hacéis lo propio para bajar, por un momento Lilith te planteas hacer una locura al ver a Lunarian recortándose sobre un tejado cercano, pero si el lobo esta aquí su “dueña” no estará lejos y además el animal te mira como diciendo “No falles” no es la mejor idea ahora mismo no.. 
Y a  ras de suelo las ordenes de retirada del enemigo hacen que Ian y Durzo os quedéis en el escondite, tras las cajas, parapetados, esperando a que todo termine, poco a poco la nube va desapareciendo y empezáis a ver, en el suelo del callejón hay tres cadáveres de los emboscados, vosotros parece que estáis bien y eso es señal de que el plan funciona, a pesar de lo desastroso que aparentaba ser en un principio... 
Según empiezan a verse las cosas, os reencontráis, Lilith y Violed bajáis para uniros a Durzo e Ian y poco después aparece por la calle Shinobu que esta bien y tiene sus cosas con ella! La han soltado? Ian no tienes muy claro lo que ha pasado aquí... 
(Ahora tendríais que poneros un poco al día, pero aparte de lo que habléis, seguramente avanzareis un poco mas, os sigo un poco a ver...) 
Al regresar para ver que pasa en la casa de contratación la encontráis abierta y abandonada tal y como la dejo Shinobu al irse, aquí no queda nadie, pero los soldados, al marcharse, se llevaron lo que era de valor para ellos pero nada mas, por ejemplo aquí están todos los registros de embarques, muelles y almacenes del puerto, información con la que cualquiera puede averiguar los movimientos de cualquier compañía comercial, por mucho que intente esconderse. 
En las calles se empieza a escuchar gritos de “Agua, agua” que Lilith y Durzo identificáis fácilmente con el argot, viene la guardia, normal con la que se ha liado aquí y no son los guardias privados de nadie, esta es la de la ciudad, la que de una manera mas o menos indirecta, trabaja para Gaylord y su familia... 

Al observar que Durzo se acerca, termino de recargar el arma y le encañono disimuladamente mientras le saludo con la cabeza. Estoy herido, pero si no tiene buenas intenciones le abriré un agujero en el pecho del tamaño de una manzana.

-Parece que nuestros enemigos no quieren seguir muriendo- le digo sin perderlo de vista.

Cuando veo a Shinobu me quedo sorprendido ya que yo apenas pude convencerlos de un trato y a ella la sueltan sin problemas aun siendo una posible amenaza fatal. Sea como sea en cuanto veo a las chicas no pierdo en tiempo con disculpas ni explicaciones.

-Me han dado una hora para conseguir un dinero y un salvoconducto, pero creo que no hará falta.- Shinobu tiene hasta mis cosas, así que no hay por qué volver a la casa. Si, el nuevo Ian va a ser más rico, pero no va a poder dormir por las noches.

-De todas formas, este es el mejor momento para robar el dichoso barco, matamos a algunos marineros y a su capataz así que aún estarán con preparaciones, además se supone que han acabado con la amenaza. Tenemos el barco cerca y todo refuerzo que les pueda llegar, será retrasado por los guardias de la "ciudad", con lo que los marineros que queden serán fáciles de convencer.

Recojo todas mis cosas y me encamino hacia el barco. Si estoy herido y se ha armado un gran follón, pero intento seguir como si solo hubiera sido un retraso y el primero que rechiste o se cruce en mi camino tragara plomo.

Ian se va hacia un barco atracado en el muelle murmurando no sé qué de matar marineros y un capataz.

La casa estaba limpia, pero los registros de los movimientos de las compañías también serían de utilidad para lis intereses de Gaylord. Los cojo y me los llevo. Tendría que ir a ayudar a los demás en el barco, pero no puedo dejar información valiosa allí y no es inteligente enfrentarse a rivales armados con peso adicional encima.

Espera. Tengo que poner estos libros a buen recaudo. Gaylord estará satisfecho con esta información. No puedo ayudaros llevando esto encima. Esperadme, no tardo, pero si queréis enfrentaros a ellos sólos, sois libres de hacerlo.

Sin más, vuelvo a desaparecer sin dar tiempo a réplica para entregar los libros a Gaylord. Me estaba cansando de tanto viaje, pero no podía ir por ahi cargado con cosas. Digamos que era malo para mi salud.

Llegaba Shinobu con las cosas del mosquetero - le he entregado una gema para completar el trato que hiciste con él - su palabra estaba cumplida, y con una retirada sin resistencia, tenía su salvaconducto, le entregó esa carga extra que le impedía moverse sin problemas y miró a Lilith, inclinando su rostro ligeramente, no sabía si decir que había entendido algo de ella, oí pensar que seguía siendo extraña.

Ahora Ian iba a aquel barco de nuevo, y no le gustaba mucho la idea, pues eso beneficiaba a aquel tipo que le despreció, pero él había dado la cara por ella, ahora le tocaba darla a ella. A paso tranquilo comenzó a seguirle, por tal de ofrecerle un apoyo.

Llegó con las pistolas cargadas, a la cintura, a pie de calle, descendiendo por unas escaleras poco fiables que ya habían utilizado para subir al tejado desde el que habían tendido la emboscada. En cuanto pisó el suelo, las dos armas fueron a sus manos, una a cada una, y con ellas en ristre, con Violed tras ella, se dirigió al punto dónde, sin duda alguna, aún estarían Ian y Durzo.

Se encontraron bajo los últimos resquicios de la nube de especias y pólvora que, hasta minutos antes, había cubierto la angosta y secundaria avenida. El pavimento, ahora coloreado de al menos seis tonos diferentes, era el único rastro de lo que allí había pasado, llevado el resto de la artificial bruma por el viento marino, que incluso había dejado el leve aroma de la sal en el ambiente en contraposición al perfumado y nocivo olor de las tinturas. Aún así, una leve mota de uno de aquellos condimentos la hizo estornudar, apretar el puño por inercia, y disparar sin querer hacia abajo, dejando una muesca en la baldosa antes de que la bala rebotara hacia algún punto sin importancia y, por suerte, sin nadie de por medio. 

Con el tiro gastado, y tras gruñir en bajo, frustrada, miró a los presentes con ojos entrecerrados. No saludo al verles, no habló en respuesta a lo que ellos decían, ni hizo gesto alguno mientras iban hacia la casa de contratación. Respiró profundamente, tranquilizándose, calmando su mano, y entonces levantó el brazo, dentro de la habitación. La boca del arma quedó, firme, sin un titubeo siquiera, apuntando al mosquetero, o tal vez hacia la druida. No importaba, el cañón soltaría plomo sobre uno u otro, sin importar cual. Ellos decidían. 

– El barco se queda dónde está. Ya es tarde para eso, y si matamos a más no habrá quien lo gobierne. Yo, sin duda, no soy marinero, como podéis ver – negó, carraspeó, y de un cabeceo señaló al asesino, que había recogido los libros de registros y se proponía a marcharse –. Vamos a ir todos con Gaylord, de vosotros depende si vais por las buenas, o encadenados y heridos – o muertos –. Tenéis cosas a las que responder, y vais a hacerlo. Después, ya veremos que pasará. 

Con suma tranquilidad levanto el mosquete recién adquirido. Mi semblante serio muestra que no estoy de broma (como si alguna vez lo hubiera estado) y la futura bala está dirigida hacia Shinobu

-Podríamos tomar el barco sin problemas, pero supongo que tienes razón y mejor dejar ese asunto ya.

Si, apunto claramente a Shinobu, espero que Lobo pueda perdonarme.

-Pero antes de ir a ver a Gaylord, me gustaría aclarar un pequeño asunto y espero que estemos de acuerdo

¿En qué me he metido?¿en qué me estoy convirtiendo?, bah da igual, total, en poco tiempo podría tener otro ombligo, así que mejor seguir jugandomela para tener un premio grande.

-Para que las cosas queden más claras, Shinobu debería dejar esta ciudad y además sabemos que de ser así no volverá nunca. Toda la culpa será suya, si, yo no tendré una buena opinión de Gaylord, pero seguro que tu puedes convencerlo de que mi condición moral anterior me hacía ser algo impetuoso y que por eso se complicaron las cosas en el barco. Por supuesto que me portaré bien y no te daré problemas Lilith, de hecho, estoy convencido de que nos darán más trabajos juntos.

Enfilo un poco mejor el arma hacia Shinobu, a esta distancia darla en la cabeza no sería complicado, aunque tal vez debiera disparar a lobo, cosa que no me apetece demasiado.

-Por otra parte, si no te apetece que Shinobu desaparezca de nuestras vidas, la mataré aquí mismo y luego podremos discutir con Gaylord qué pasó en el barco, a lo que yo insistiré que fue culpa de Shinobu y que de hecho es un agente doble que he tenido que matar. Gaylord no tendrá muy buena opinión de mi y dudará un tiempo de mi lealtad, pero me portaré bien y estoy seguro de que nos dará más trabajo para compartir, cosa que creo que se nos dará muy bien ahora que he descubierto mi verdadera vocación...-al decir esto le guiño un ojo (¿¿qué??) a Lilith -ser tu cómplice para enriquecerme de una vez por todas...

Asintió. No estaba segura de si Ian estaba diciendo la verdad – ¿Cuánto podía cambiar un hombre bajo la presión adecuada en las circunstancias correctas? – o si sólo intentaba, con aquella maniobra, salvar a Shinobu de lo que estaba por venir – la druida no quedaría en buen lugar después de todo, y ella misma se ocuparía de que sufriera las consecuencias del fracaso de aquella misión –, pero fuera como fuera, estaba de acuerdo.

– Está bien – aceptó tras unos segundos de meditación, de indecisión, en los que intentó ver hasta que punto no sería mejor decirle al hombre que disparara a la chica, y luego dispararle a él –. Shinobu, te marcharás de la ciudad sin oponer resistencia, regresarás a los bosques con tu lobo, y no volverás aquí jamás.

– Ya no hay nada para ti en esta ciudad, y cuando informemos a Lord Gaylord serás una proscrita y traidora a la que, seguramente, dispararán en cuanto vean. Te doy una oportunidad de vivir tu vida, en la naturaleza, lejos de todo esto que tanto odias. Tómala ahora, y desaparece. A cambio también me encargaré de que Ian sea tratado con justicia. Yo me haré responsable de él a los ojos de nuestro mecenas si es necesario, y no le pasará nada. 

Bajó el arma, cambió la pistola de mano, y tendió la otra hacia aquella extraña pareja que tantos problemas habían dado en el último trabajo. 

– ¿Tenemos un trato? – ofreció, entornando los ojos ligeramente mientras una sonrisa afloraba a sus labios.

Guadaña en mano, y dispuesta a cortar la mano a Ian, se quedó mirando a un par que sin duda no le querían cerca - si me voy sera o porque muera, o porque no me gusta un ápice este lugar, no por que me amenacéis, ya estaba dudosa de si debería permanecer en este lugar o no. Si me buscan por proscrita, mato al que ponga precio a mi cabeza o muero en el intento. Tengo intención de conocer más ciudades, así que decirle a vuestro jefecito, que si mi cabeza cobra precio, tendremos un cara a cara, sin prisa, la naturaleza es paciente, estaré encantada de favorecerle una vida en la que no solo yo deba mirar constantemente su espalda.

- Lunarian - le llamó, tenía intención de irse con calma, pero si preferían luchar o buscarle, lo haría en un justo cara a cara, vivir o morir, era un hermoso clásico de la naturaleza. Además, aun no había encontrado a su hermano pequeño.