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Crónicas de Inmortalidad - Capítulo II: Hacia el Luce

Intermedio

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09/07/2012, 06:21
Fera Seimhel

El joven hombre de cabellos negros respiró profundamente, deleitandose con el aroma de la tierra humeda de aquel anónimo cementerio. Susurró una vez mas pocas y bien calculadas palabras, incomprensibles y antinaturales que afortunadamente no lastimaron el oído de ningun mortal. La piedra que resposaba en el centro de un muy cuidado circulo rúnico brillo con un tono gris mortecino durante un instante, certificando que de nuevo había tenido éxito. De ser necesario iba a desenterrar cada uno de los cuerpos recientes con tal de darles utilidad a esas almas.

Nuevamente repitió el rito desde el inicio, pero apenas pronunciadas unas pocas palabras, se detuvo. El serio semblante ahora reflejaba odio.

Alguien lo ha matado.

Recogió la piedra guardandola en un bolsillo y borroneó el círculo trazado sobre la tierra con la planta del pie. Entró a la casa dando un portazo, que ni por asomo conseguía reflejar la furia que albergaba en aquel momento.

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13/07/2012, 00:11
Mordenkainen Seimhel

Desde el deceso de Zaria, Mordenkainen se sentía mucho mas libre de hacer lo que le diera en gana. No es que no lo fuese antes, pero la vieja siempre estaba molestando sus propositos personales con aquel estúpido rencor hacia Argénto, y hacia Scire. Arañó la tapa de su propio tomo personal con las largas y afiladas uñas.

Que imprudencia, lanzarse de esa forma...

Pero ahora mismo otro asunto rondaba sus pensamientos. Hacía mucho sabía que Alaric estaba mas cerca de lo que muchos creían. Incluso entendía que había sido un perfecto movimiento aprovechar a echar una raíz física como lo hizo. Pero haberse anunciado a bombo y platillo, era algo que lo desconcertaba un poco. Necesitaba revisar un viejo tomo, y poco le importaba la aprobación o no de la actual cabeza de familia para entrar en su biblioteca privada.

Sin embargo, cerca de ella, se agazapó instintivamente en una esquina. Alguien mas acababa de salir de ella.

Oh...¿que tenemos aqui?

Siguió el brillo de la gema verde. Ese individuo era otro de sus problemas en ese momemento. No le gustaba mucho la idea de tenerlo rondando, estaba seguro de que en algun momento iba a serle un fastidio. Con un paso mas sigiloso que el de una serpiente, lo siguió de lejos. Se acercaba a salir de la casa. En ese momento, alguien apareció en su pasillo. La niña de cabellos rubios pareció alegrarse de encontrarle, y sonriente se acercaba peligrando hacerle perder el objeto de su interes.

Sin embargo sonrió mas allá del disgusto.

-¿No tenías algo importante que hacer? -susurró.Aunque no lo noto, sus ojos momentaneamente habían adquirido un brillo extraño, que pasó a los de ella. La niña asintió sin mas y se fue exactamente por donde había venido, con la vista perdida.

Apuró el paso. Por un momento temio haberlo perdido, pero un destello esmeralda en la oscuridad del bosque le guió para presenciar la singular hazaña. Algo había sido arrojado muy, muy lejos.  En la oscuridad, observó como sin mas ceremonia, Shadar se marchaba de allí. Apenas dibujó una sonrisa.

Interesante...

- Tiradas (1)
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24/07/2012, 23:53
Vlado de Lebennin

A pesar de que la presión se estaba cirniendo en torno a Idú, Vlado hacía tiempo no encontraba nada interesante que hacer. Extrañamente, el rey simplemente lo mantenía inactivo, entendía que esperando el momento oportuno, pero despreciaba enormemente el tedio que esto le generaba. Desde que los otros dos que estaban por debajo suyo habían desaparecido, podía campar a sus anchas sin ningun intento de nadie de tomar su lugar. Al menos, hasta ese día. Observó como, una vez mas en aquella prueba, un oponente caía al suelo, herido y desarmado. Aún quedaba otro, pues aquella aspirante había tenido la arrogancia de pedir expresamente que le enviaran a mas de uno para acelerar el proceso. Un nuevo y grácil aile de espadas con el restante individuo, termino con el mismo desenlace de antes.

-Y con esto -declaro Vlado con desgano disimulado- Oficialmente eres la nueva comandante de las fuerzas no-mágicas de Alanku. Todo un logro, felicidades.

Por toda respuesta, la esbelta figura simplemente se marchó tras enfundar su estoque, diciendo con tono seguro y permanentemente arrogante.

-Anhelo un digno oponente...

Por su parte, de buena gana le habría gustado comenzar a cortarla muy lentamente para empezar, pero no era el momento ni la ocasión. Había escuchado que la casa de donde provenía esa mujer, siempre había considerado que estaba destinada a la grandeza. Y ese ego sería fácilmente doblegable si no estuviera tan...justificado...

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27/07/2012, 19:27
Inome

-Madre, tengo miedo... -susurró el niño. Tenía los ojos vendados, y tenía las extremidades sujetas de forma "cómoda" contando que eran para impedir cualquier ataque de pánico que conllevara algún intento de escape.

-Todo esta bien, no te dolera...

No quería. No sabía lo que pasaba a su alrededor, pero tenía la sensación de que algo no estaba del todo correcto. El aroma de un incienso dulce llegaba hasta su nariz, y comenzaba a sentir frío apoyado sobre el altar de piedra, sin vestimenta alguna.

"Es algo necesario" le habían dicho "Algo que necesitamos que hagas por el bien de todos".

Sobre él, hubo un resplandor naranjizo, el fuego de una antorcha que se reflejaba en el agudo puñal que le apuntaba a la boca del estómago. Y cayó como un relámpago infernal.

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Era mentira...realmente duele.

Inome abrió los ojos, encandilado por un resplandor naranjizo. Sol del crepúsculo, que le daba directamente en la cara. Descubrió que, de forma inconsciente, tenía una de sus manos presionando el estómago y una ilusoria sensación de hormigueo allí.

Miedra de sueños, maldijo bajandose de la copa del árbol de un salto.

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10/08/2012, 09:54
Sekh

-Así aqui estas, viejo de mierda.

A saber cuantos kilómetros había hecho para dar con ese hombre. La casa era sencilla y descuidada, denotando que vivía en solitario. El anciano respiraba roncamente en su lecho, con la vista fija en la ventana hasta que entró aquel joven. Su viva imágen de joven, pero con el color de cabello y ojos de la madre. Hacía poco se había enterado de que tenía descendencia, y este en particular no había parado hasta ubicarlo.

-Estas aqui para recriminarme, ¿verdad? No diré que no tengo la culpa de mis correrías.

-No -dijo el joven, fríamente y sin apartar la vista de él- no me interesa echarte en cara que hayas pasado tu vida siendo un viejo mujeriego. Siendo que por lo que me he enterado vas a morir pronto, podrías haber al menos dejado algo decente para reclamar. Sin embargo, nada. Solo esta casucha improvisada. Aunque tampoco me interesaba eso. Simplemente quería ver que clase de persona eras a hoy en día.

Sin nada mas que decir, se volteó para marcharse.

-Sabes...hubo una mujer a la que si amé mucho, aunque solo pude verla una vez. Cundo volví por ella, se había hecho con un marido y no pude acercarme nunca mas. No necesito mas castigo que ese en esta vida. Fuí un cobarde, y moriré con ese arrepentimiento. Pero quizá te interese saber que ella estaba embarazada.

Tomo varios minutos para respirar, le costaba mantenerse hablando tanto.

-Tu hermano debería ser bastante mayor que tu. Si tuviste tanta habilidad para rastrearme a mi, quizá lo encuentres a él. No puedo decirte mucho mas que el sitio donde estaba ella. Era un pueblo pequeño, de Idú que...

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08/10/2012, 03:52
Lionel

Aterrizó sobre la hierba, de pie y hasta suavemente. Luego, se derrumbó. Sentía las heridas internas y externas punzandole y manando sangre. Apoyó una mano en el abdomen y brillo levemente con energía cerúlea, dejando que lo sagrado tratara el herido cuerpo y comenzara a sanarlo.

Había subestimado demasiado lo que podía llegar a encontrarse siguiendo al primero. El niño con el que se había topado inicialmente sin duda tenía algo que no era del todo correcto...pero cuando iba a acercarse a examinarlo mejor  apareció ese otro sujeto, mayor y mas fuerte a apartarlo e intentar llevarselo lejos de su alcance.

Luego otro de similar naturaleza, y finalmente un vampiro. ¿Que clase de sitio había cerca como para albergar tantos seres sacrílegos juntos?

Pasados unos minutos, se sentó en la hierba, sintiendose significativamente mejor.

Tenía entendido que actualmente no era posible que esa clase de seres pudieran pisar tan libremente la tierra desde hacía siglos. Era preocupante...

Esa vez se había llevado a uno, pero tendría que volver mas preparado para no estar en semejante aprieto de nuevo.

Levantó la vista. Unos pequeños murcielagos hechos de fuego habían aparecido en su campo visual. Con un simple espadazo al aire, el corte siguio en forma de energía para hacerlos desaparecer.

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02/01/2013, 05:45
Director

La mujer de verdes cabellos levantó una mano, y el resto de los presentes se tensaron preparandose a su manera para derramar la primera sangre de la campaña de aquel día. De pronto todo pareció una estampa magistral. Nada se movia, ni un cabello, ni una gota de sangre por las venas de nadie. Un instante que no existía realmente, al menos no para ellos. Pero si para la engalanada jovencita que caminaba rápido cruzando la sala entre Shadar y Seryu para acercarse a la figura inmóvil del anciano. Tenía un bonito atuendo rosa, pero quizá demasiado decorado con moños y volados, un prolijo cabello dorado y ojos rojizos y relucientes.

 

-Un momento, ¿porque no esta muerto? Así no era como debía salir, ¡por supuesto que no! -hizo una mueca de fastidio. Llevaba un pequeño y brillante cristal violeta en la mano, con irregularidades que reflejaban mil imágenes distintas a cada segundo. Como si fuese a quitarle una mancha, se dispuso a tocarlo, pero una cuchara larga y plateada le golpeo estrictamente el dorso de la mano. El cristal quedo flotando de forma errática mientras sacudía un poco la mano tras el "¡ay!" correspondiente.

-Para la edad que tienes y quien eres, te representas muy de una forma muy malcriada siempre -comentó mientras caminaba desde ningun sitio hacia el centro de la sala, recogiendo el cristal con cuidado para mantenerlo flotando sobre la palma. Era prácticamente idéntica a una de las personas en la sala, excepto por vestimentas y expresiones- Es normal que si el pasado cambió este no sea el mismo presente, me sorprende que teniendo en cuenta lo primero que dije sigas preguntandolo cada poco, relativamente. A ese hombre aún le queda algo de tiempo.

-Pff...se me olvidó, ¿esta bien? Tengo muchas cosas en las que pensar, todo sería tan sencillo si solo tuviera que ver y nada mas...pero de todas formas tengo derecho a hacer lo que se me plazque.

-Ciertamente, pero ahora no.

-¡Dame un buen motivo!

-Ya esta demasiado toqueteado este mundo como para que por tus antojos lo deformes mas. Déjalo ser, al menos en este mismo instante. Además -otro cristal, pero de tonos mas bien dorados apareció delante de la jovencita- Tienes una lista bastante larga de otros que deberías revisar. Ese por ejemplo, hace tiempo que no lo tocas y creo que ya es hora de que lo ajustes un poco.

-Uhhh...casi me había olvidado de este.

-Para variar...

-¡Nunca entenderás lo complicada que es mi labor! -dijo señalandola ofendida y desvaneciendose en un ligero estallido de partículas de diamante.

-El Destino debería ser mas amable a veces -comentó suspirando y desvaneciendo el cristal a donde debería estar. Miró un segundo la sala y probó una buena cucharada del tazón que tenía en la otra mano de repente -Hm...suerte.- y también desapareció, dejando que todo fluyera nuevamente como si nada hubiese sucedido.

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05/06/2013, 05:17
Fera Seimhel

-¿Es esto? -Scire se acuclilló a observar algo brillante en el interior de la masa de carne que era el cadaver maldecido.

-Si. Ahí lo escondí -respondió Alaric.

Con un filamento de sombras recogió una joya brillante, un anillo de oro y rubí.

-No pienso tocar algo que estuvo entre carne podrida -se quejó Scire.

-Un poco de carne muerta no va a afectarte -dijo Fera, sonriendo con maligna diversión ante el disgusto de ella.

Por su parte, Scire suspiró. No había tiempo para remilgos colocó el anillo en su dedo, sintió una pequeña descarga, y la sensación de que un gran peso se levantaba de sus hombros.

-Deberíamos entrar, necesitarán las cosas.

-Deberías darme los objetos, sus posibilidades reales de hacer algo murieron cuando....

-Merecen al menos la oportunidad -interrumpió Scire.

-No entrarás ahí cuando hiciste todo lo posible por mantenerte viva, meterte en esa habitación es tentar la suerte. -Fera ganó la lucha argumentativa con eso de forma absoluta. Scire solo pudo descargar su frustración en lanzarle una bofetada. Este interceptó la muñeca y dió un tirón de la misma para acercarle a si y que le mirara directo.

-Confía en mi, y adaptemonos a lo planeado -susurró con una leve sonrisa.

-Eres un atrevido...-comenzó a responder, sin poder evitar imitar la mueca en sus propios labios.

-Dejen eso para despues, mis retoños... -Alaric se dejó escuchar, instando algo de prisa.

- Tiradas (4)

Notas de juego

en espera para completar...