Partida Rol por web

¡Plof! Y otra vez vuelvo a estar en el suelo. Suelto un bufido bajito mientras veo como el chico Poison desaparece, así sin más. Me levanto mientras sacudo mi vestido y me peino con las manos, de tanta sacudida mi nube de algodón ha disparado hilitos en todas direcciones. Me apresuro a acomodarlos con las manos. ¡Qué suave es! Tan fino... tan ligero... como las nubes blancas que juegan en el cielo. Disfruto acariciándolo un poco más, es verdaderamente blanco. Podría ser incluso un copo de nieve de llegar deshacerse en sus manos. Pero eso no pasa.

Me recompongo, dispuesta a abandonar el lugar y volver a mi rinconcito seguro. ¡Un momento! ¡¡Mi pizarra!! Se ha caído al suelo y se ha mojado. ¡Qué mojado ni de qué... Está empapada!

Me lanzo sobre ella, sacándola del agua del canal y me apresuro a secarla lo mejor posible con la manga del vestido. ¡Es un desastre, un completo desastre! Voy a tener palabras ahogadas durante días, no podré usar mi pizarrita así. Mohína, la pongo en la mochila mientras retomo el camino a la superficie con un suspiro. ¡Palabras ahogadas! Vaya manera de comenzar la noche...

Después de un breve instante y ya casi para cortar entra la llamada.

-Hola pedazo de mierda, tengo a tu anciano y cobarde sirviente... tengo dos opciones, una es negociar de manera divertida su regreso en pedacitos no sin antes sacarle todo lo que tiene dentro... literal... y dos... seamos civilizados y entregartelo de manera personal envuelto para regalo y respirando a recogerlo en la puerta principal donde un león alado protege un libro... en una hora...-

la llamada se corta y después de un momento llega una foto a tu móvil.

Maldita sea!!! Donde un león alado protege un libro... Harto de los jodidos acertijos que se multiplican ante mi!!! Regreso sobre mis pasos, al lugar en el que dejé tirada a la chica espantapájaros lamiendo sus heridas!

Las cloacas húmedas y oscuras repiten en eco las pisadas desesperadas de Alex regresando sobre sus pasos buscando a Eirín quién no se ve por ninguna parte.

La noche avanza y el tiempo para encontrar a Pedro se acorta.

Por la situación, la información que hayan podido sacar del viejo ghoul puede ser comprometedora aparte de que la destrucción del fiel sirviente pudiera desatar en el Nosferatu un inminente sentimiento de terrible venganza en contra de quién ó quienes lo hubieran atrapado anteponiendo la misión encomendada por la Torre.

Apresura el paso a través de las inextricables redes subterráneas en busca del vínculo más próximo con un aliado, Eirín.

Hasta ahora esa chica es la única que se ha tomado la molestia en tratarlo cómo algo más que un servicio prestado a la Camarilla.

A lo lejos Alex distingue a Eirín subiendo unas escaleras rumbo a la superficie.

En realidad sé donde se encuentra el maldito "León Alado"; ciertamente la vida de Azpilicueta me trae sin cuidado, como me resulta indiferente la información que pueda transmitir; no es algo por lo que vaya a volverme loco ya que estoy... cómo decirlo??? De vuelta de todo, me resulta todo indistinto porque fui condenado nada más nacer y todo el tiempo que paso sobre la faz de la tierra prolonga mi castigo... simplemente es... qué coño! A uno le cuesta un tiempo crear a un Ghoul eficiente como para que venga cualquier colgado y te lo rompa! En cuanto a la chica espantapájaros... puede llegar a resultar útil: Estos locos uno nunca sabe los golpes escondidos que puedan tener...

Alcanzo a la retrasada mental, justo antes que ascienda a la superficie... me hago visible solo unos metros por delante de ella, las manos hundidas en los bolsillos, el monstruoso semblante serio.

Está bien colgada... - admito - ...tenías razón: La cucaracha está en peligro, van a reventarla y eso es algo que deberíamos evitar - explico -. Los que han raptado al ghoul lo tienen donde el León de San Marcos, sabes? Me quieren tender una trampa, sin duda sería útil que me previnieras - con tu mierda de garabatos en la estúpida pizarra -. Vamos allá - sin dar oportunidad a réplica - te llevo en la moto - saco las llaves del bolsillo - ves pensando qué mierda nos tienen allí preparados las... - cómo las llamó? - ...Sombras del exterior.

Pasito. Paso. Paso plof. Paso alegre. Paso triste. Tras un sinfín de multitud de pasos ya casi había conseguido salir de allí, y no quería volver. Los pasos eran sordos. Las palabras ahogadas. No era un lugar que invitara a sentirse feliz. Y yo ya tenía en mi pecho pena suficiente, no quería ir recogiendo también la pena de aquel lugar.

Estaba ya a punto de liberarme de la tristeza opresora del túnel cuando el chico veneno se plantó delante de mí, ¡saliendo de la nada otra vez! Y que remedio, tuve que escuchar y escuchar... Porque las palabras están ahogadas pero los oídos no. Ellos siguen curioseando la vibración del aire, ¡tímpanos traviesos! Yo no quería escuchar nada. No quería saber nada.

Me cruzo de brazos mientras niego con firmeza, dos cabezadas. No y no. La cucaracha está perdida, casi. Yo ya he sido buena, he avisado. ¿Por qué debería ponerme en peligro por una cucaracha, aunque sea una erudita? No la conozco.

No iré detrás de Lasombras buscando la muerte. ¡No iré, no iré y no iré!

La espantapájaros niega obstinadamente, demasiado vehemente para mi gusto; acerco mi apestoso rostro a su fina y temblorosa cara... cagada de miedo.

Haz lo que quieras imbécil - me giro y emprendo la marcha hacia el exterior -. Sin tu... - cómo llamarlo - ...puta clarividencia, esas jodidas sombras me matarán. Mi muerte pesara sobre tu conciencia por los siglos de los siglos - Amén.

Emerjo al aire fresco nocturno, ignorando si la zumbada me sigue o debo ir a por la moto solo.

Las palabras del Nosferatu calan en mi pulmón, como pequeños restos de malas hierbas que aún se aferran a la tierra con ahínco. Ayudar está bien y es bueno, pero no siempre acaba bien... ¿Qué haría ella si las cosas van mal? No soy fuerte, no. Ni resistente tampoco... ¿Qué pasaría conmigo si las sombras no cogen solo cucarachas eruditas, si no pequeños retazos de nubes de algodón? ¿La encerrarían como una mariposa en un tarro? Me gustan las mariposas, ¡incluso los tarros con estilo! Pero no quisiera acabar en uno...

Y él... ¿Qué le pasaría a él? De todas formas, no le gusto ni le caigo bien. Y él se porta muy muy mal conmigo.

¡Jo! ¿Por qué tenía que tener remordimientos? Ya tenía remiendos. Tener tantas cosas con "rem" no podía ser sano... Suspiro con desazón mientras sigo al chico poison.

Sonrío al saberme seguido por la zumbada. Está claro que apelar a sus sentimientos ha sido una buena idea. Emociones, por otro lado, de las que carezco absolutamente... Ja!
La presencia de la tipa puede resultarme útil, no solo por las innegables habilidades que posee, también porque, en caso de producirse un combate abierto que confío evitar, nuestros contendientes deberán, necesariamente, repartir sus esfuerzos y objetivos.
Llego hasta la moto y la miro con una sonrisa torciendo mi rostro desfigurado, le tiendo el casco para que proteja su cabeza loca del vendaval que producirá el exceso de velocidad a su alrededor.

Continúo suspirando mientras sigo al chico hasta su caballo de metal. No tenía buena relación con esas bestias. Lanzaban rugidos salvajes como dragones, y corrían veloces y surcando el viento con fuerza. No sé porque deben ser caballos y no dragones, se parecen más a éstos. Supongo que porque no hay dragones por aquí, aunque tengo un ligero recuerdo. Sé que sí hay dragones.

Cojo la coraza mientras la miro de forma desapasionada. Voy a esconder mi trocito de nube ahí dentro. La idea me incomoda. Las nubes cubren al sol y la luna, ¿Pero qué cubre a las nubes? "Sólo sombras creadas" Uno tiene razón, solo las habilidades de unos pocos pueden cubrirlas. Es un mal augurio, y lo sé mientras tapo mi trocito de cielo con el casco.

No exenta de desconfianza la colgada se pone el casco en su alocada sesera y se aupa a la grupa de la potente motocicleta. Sin apenas darle tiempo a acomodarse, enciendo el bólido y emprendo la marcha rápidamente, abandonando el lugar y dirigiéndome cerca de donde el León. Veremos qué nos espera allí!