Partida Rol por web

La pelea seguía a un ritmo frenético. Lance, sin querer que aquellos goblins le ignoraran, se lanzó hacia ellos. Colocado sus manos en la parte más trasera de su arma, el filo de la lanza describió un arco sobre tanto sus aliados como enemigos. Aun estando a distancias de arco diferentes no freno la trayectoria después de cortar al más lejano, si no que sus manos tiraron de la lanza. Ccomo el arma fuera una propia parte de su cuerpo, la lanza se deslizo por su manos acortando el arco e impactando al segundo goblin evitando dar a ninguno de sus compañeros.

Mientras tanto, los goblins a los que había dejado detrás de él lo golpearon en su gabardina aunque solo llego a notar el impacto de dos  leves golpes. No tardó mucho en voltearse para encarárlos, pero allí solo había dos goblins. Antes peleaba con tres. ¿Qué había ocurrido? Fue entonces cuando lo vio. La mano de aquel gordo goblin que había por jefe estaba interpuesta en el mazo de King, y entre el arma y su mano volutas de ceniza negra estaban cayendo.

Aquella criatura había usado a uno de sus propios aliados como escudo ante el golpe de King y este lo había visto perfectamente. Cuando su maza habia salido proyectada lanzado un golpe hacia aquel puerco, este había agarrado uno de los goblins cercanos que corrian tras lance por la cabeza. Interponiendolo en su ataque, la cabeza el goblin había quedado atrapada entre la mano del caudillo y el arma de King  hasta desaparecer en una nube de ceniza.

Algo teníais claro. Si aquella criatura hubiera seguido sosteniendo a la aventurera, posiblemente también la habría usado como escudo con fatídicas consecuencias. Aquella criatura empezó a reír. Una risa ahogada y bastante desagradable que hizo que la flecha de su cuello se partiese y cayera antes de que el goblin empezara a enarbolar el gran cuchillo de piedra hacia el monarca de las bestias.

El enano no había tenido dudas tampoco en elegir a su siguiente objetivo. Para cuando el jefecillo goblin había llegado, alentado por las proezas de Lance salvando a Vivienne, su martillo ya estaba ejerciendo un arco ascendente para golpearle en el mentón a su contrincante. El cuerpo de la criatura se levantó varios centímetros del suelo antes de caer en el suelo desplomado.

—No. No lo soy —respondo a Marianne—. Nadie aquí es más que nadie, pero luego tendremos que hablar muy seriamente sobre elegir quién lleva las riendas del equipo. No podemos trabajar desordenados o será nuestro fin.

Tras mi último disparo me detuve a contemplar de nuevo la situación, parece que ya hemos dado buena cuenta de los enemigos, pero dado lo raro que es el sitio, más vale prevenir que lamentar.
—¡Magic sense!
Cierro brevemente los ojos y, cuando los abro otra vez, se iluminan como linternas. Si estas criaturas están imbuidas en magia, entonces sería capaz de sentir sus presencias, asegurarme de que no haya más escondidas o que estén por aparecer desde las paredes o donde sea.

—¡Excelente chicos! —exclamo con alegría, luego de ver los movimientos de cada uno, en especial por habernos salvado el pellejo—. ¡Son maravillosos!
Pero no permito que eso me distraiga, mientras continúan dándole a lo poco que queda, me concentro en los alrededores.

Era un poco lioso todo, tanto que se había quedado apuntando con su arco con tal de acertar un disparo preciso como el anterior, chasqueó la lengua cuando Vivienne le habló pese a que solía ella misma ponerse en peligro para ayudar. Lo bueno es que Lance estuvo muy astuto y King también, al punto de que hicieron un despliegue de maestría que dejó anonadada a la peliverde. 

Pero como su grandulón compañero tenía un adversario potente, intentó ir a por él disparando esa flecha en la cabeza mientras Nieve se mantuvo a su lado protegiendo los acercamientos. Así que no lo dudó, rápida como si fuera algo tan natural en ella, esa flecha cortó el aire y fue a destino. 

Por fin habían reducido su número a un punto en el que se podía ver el final, no obstante, no era el momento de bajar la guardia, el jefe seguía en pie y en aquel sitio podían salir hordas de engendros desde las paredes en cualquier momento, había que terminar rápido.

Con la retaguardia segura y los demás centrándose en el jefe, su labor de mermar a los pequeños permanecía y dos nuevas estocadas fueron dirigidas a los goblins para finalizar el trabajo.

El curso de acción del golpe de aquel gran goblin fue interrumpido ante el inminente silbar de una flecha por el aire. Su mano libre se alargó en un rápido movimiento intentando agarrar a otro de sus aliados, posiblemente para usarlo como escudo ante la flecha, pero la lanza del guerrero del grupo fue más rápida con certeras estocadas la lanza del joven atravesó el pecho y las piedras mágicas de aquellas pequeñas criaturas, haciendo que se disolvieran en cenizas mientras los gordos dedos de la criatura pasaban entre ellas sin agarrar nada.

Los ojos de la criatura se abrieron por la sorpresa de no encontrar posible escudo, aunque su mano cogió lo único que pudo encontrar cerca de aquellas cenizas, el arma del guerrero. Un gutural grito se escuchó cuando la flecha de Marianne llego certera clavándose nuevamente en su cuello con aun más potencia. La punta de la flecha podía verse asomar por la nuca de la criatura, pero esta parecía resistirse a caer.

Aturdido por la flecha, no parecía realizar ningún ataque directo a los aventureros, pero la mano que sujetaba el arma de guerreo se movió zarandeando el arma con un guerrero aun sujeto al otro extremo.

Parecía que el enfrentamiento estaba perdido para aquellas criaturas verdes e incluso uno de los pocos lacayos que quedaba en la caverna empezó a correr alejándose del lugar mientras tropezaba torpemente.

Cuando tu hechizo se activó no pudiste evitar tragar saliva mientras te sentías levemente mareada. Nunca antes habías recibido tanta información de aquel hechizo. Como si un millar de luces se acabaran de iluminar plasmando un cielo estrellado.  Tras unos pequeños momentos empezaste a acostumbrarte. Tu hechizo no había fallado simplemente tenias que reducir su rango para no ver la gran cantidad de criatura que había en el calabozo.

 A diferencia de en el exterior donde las cosas mágicas podían ser contadas sin problemas, allí cada criatura, poseía algo de poder, haciendo que la visión de todas en movimiento incluso a través de los pisos resultar en una jaqueca importante si se mantenía mucho tiempo.  Quizá más adelante pudieras usarlo para prever los movimientos y su aparición, pero por el momento solo provocaba dolor de cabeza.

Bajando la intensidad de t hechizo a únicamente la sala echaste un vistazo a los alrededores. Aparte de en el interior de la barriga de aquel gordo goblin, en la que veis una fuente de poder mágico decente, también había otras cosas que resaltaban, entre ellos algunos de los corales que brillaban en el techo de la caverna.

Pero había también algo que llamo tu atención, En el pasillo ascendente que habíais bajado había algo que también centellaba residuos mágicos, aunque a diferencia de los de los naturales de la cueva, esas partículas parecían más parecidas a las tratadas para los objetos en las superficie. Fuera lo que fuera a que había allí, parecía estar oculto en la sombras.

Inmediatamente anulo el conjuro, un poco más y me empezaría a doler la cabeza.
—Chicos...
No, no tiene sentido que explique ahora, están ocupados pegándose con aquello, falta otro poco para terminar de una vez por todas. 
—Creo que hay... cosas acechándonos por el camino desde donde llegamos, ¿será seguro irnos por alguno de los pasillos de aquel lado? —pregunto señalando la hilera de salidas por la pared.

Pero tampoco estoy del todo segura, ¿qué es lo que apareció allí mientras no mirábamos? Tengo curiosidad, pero voy a tener que aguantarme, lo más probable es que sea peligroso.

—Aunque, bueno, podemos regresar por ahí, pero hay algo que no consigo identificar y no sé si se trata de más enemigos, la energía que desprenden es distinta.

La situación se mantuvo bastante beneficiosa para el grupo de aventureros y Marianne estaba muy centrada en mantener contenido al jefazo de los goblin. No obstante mientras ve que este le pilla el arma a su compañero, no duda en sacar otra flecha para apuntar a su objetivo y cuando el disparo fue directo a la mano de aquel ser, rápido se mantuvo atenta porque era vital lograrlo así su amigo no recibía el embiste. 

King y Lance tenían controlado el cuerpo de aquel grandullón, sumado esto al apoyo de Marienne, parecía que el combate estaba decidido.

Sin embargo había una cuestión que parecía apremiar. La situación de la aventurera que el "grandote" había soltado a plomo al suelo había pasado desapercibida en el fragor de la batalla, pero con la lucha controlada, cada segundo podía ser crucial para salvarle la vida.

Mientras mis compañeros daban muerte a aquella criatura, me aproximo al cuerpo tendido en el suelo para intentar evaluar si puedo hacer algo por ella.

En cuanto te acercas a la aventurera puedes notar como efectivamente su pierna esta en una posición que no debería a la altura de la rodilla. Probablemente dislocada por los zarandeos.  Su brazo también parece estar dislocado pero de una forma mucho menos grave.

La joven sigue respirando así que probablemente su desmayo haya sido debido al dolor. La forma más efectiva y barata para curar aquello era entablillando las articulaciones con unas vendas.

Aunque claro, también era posible curarla con un hechizo o una poción. Aunque era necesario colocarle correctamente la extremidad correctamente antes de aplicar ninguna de las dos para que sanara en una posición correcta y no causaras molestias a largo plazo

-¡¡¿¿QUE CREEN QUE HACEN!!?? -Pronuncio con fuerza notando por el rabillo del ojo como uno de los goblins pequeños buscaba escapar del lugar, si conocía algo sobre los monstruos pequeños y que luchan en masas es que buscan reintegrarse, encontrar una forma de incrementar sus números y volver a atacar. -Maten a todo lo que no sea humano. -Finalizó mientras buscaba finalizar con la vida del rival de turno, aquel lider goblin estaba aún con vida a pesar de los diferentes envites que había tenido de los diversos guerreros que le estaban atacando. 

Mascullo una maldición mientras nuevamente se ponía en posición para intentar atacar con su garrote, la verdad es que si fallaba o no era algo secundario, el poder distraer a la criatura y que otro pudiera darle el golpe final iba a ser suficiente en esa ocasión, el poder detener su ataque con el cuerpo de otro si que era algo poco conveniente para su manera de batallar así que debía ceder un poco.

Cuando el grandullón agarro su arma la expresión de Lance se volvió sombría, había visto como balanceaba a la otra aventurera con su fuerza y podía imaginarse un resultado similar. Ya se estaba preparando para lo peor cuando la flecha silbó a su lado, clavándose en la mano del ser y liberando su arma.

Aunque estaba agradecido con la peliverde, la situación no cambiaba mucho, el tirón inicial lo había acercado demasiado a aquella mole y no tenía espacio para balancear su lanza, lo máximo que podía hacer era intentar golpearle mientras mientras ganaba algo de espacio.

Gracias a la flecha disparada por la exploradora aquel mastodonte soltó la lanza del guerrero a tiempo y este únicamente acabo desestabilizador. Los ojos de la criatura casi salían de sus cuencas de la furia y, ya fuera por su estado o por las dos flechas que había atravesado su garganta, podía observarse como de la comisura de su boca salía un hilo de espuma.

La criatura estaba por caer y parecía que incluso ella lo sabía. Su mano armada se levantó para intentar golpearos pero en cuanto lo hizo un estoque se calvo en su axila. La aventurera había aprovechado que Lance había acabado con su oponente para posicionarse delante de su compañera, como si intentara protegerla de algún golpe que hubiera podido dirigirse hacia ella, pero cuando había visto como la criatura había empezado a retroceder no dudo en avanzar y clavar su arma en el costado de la criatura.

Un chillido fue empezado a exclamar por la criatura aunque no tardo mucho en desaparecer. Aprovechando la distracción provocada por la aventurera el mazo del bárbaro se movió golpeándole en el lateral de la cabeza y haciendo que un *Crack* se escuchara por toda la sala. El golpe había conseguido partir el cuello a la criatura y la masa amorfa se desplomo en el suelo para poco después empezar a desaparecer en grande pedazos de ceniza. Donde antes había estado el gran cuerpo de aquella criatura solo quedaba una piedra mágica de tamaño considerable.

Todos los enemigos habían sido abatidos, el único que no, había conseguido escapar por uno de los corredores perdiéndose en la oscuridad. Como si toda la tensión del momento hubiera desaparecido, la desconocida aventurera, que permanecía consciente pero con varios mechones de pelo teñidos de sangre por el golpe que le habían dado en la cabeza, corrió hacia su compañera en el suelo.

Lo primero que hizo fue comprobar si seguía respirando.
—Vamos Gisela, no me dejes.— Dijo mientras no tenía muy claro cómo tratar a la joven y buscaba en sus bolsillos antes de maldecir para si misma y mirar al enano que estaba también junto a la aventurera.—¿Tenéis una poción? Por favor, os la devolveré en cuanto estemos fuera pero…—Era evidente que su prioridad estaba ahora en su compañera.

Ahora que el combate había terminado pudisteis observar con más detalle a la aventurera la cual podía haber tenido un fatídico destino si no hubierais estado. Tenía varias laceraciones por su cuerpo, probablemente de los cuchillos de piedra de los goblins, además, tanto su pierna, por la altura de la rodilla, como su brazo, tenían una posición desacorde a la que debían tener.

Era una joven de edad parecida a su compañera peor con una estatura mayor, con pelo cenizo recogido en una pequeña cola de caballo. Su armadura de cuero ligero parecía haber sido muy maltratada pero en su pechera había un gran símbolo de una balanza, posiblemente el símbolo de su familia. En el cinto, colgado en la parte trasera portaba un alfanje ancho, que parecía no haber podido llegar a usar en aquella pelea.

La expresión desesperada de la aventurera era desgarradora. Sanar a su compañera era imperativo pero antes había que solucionar sus fracturas.

Mientras se apaga el brillo de mi martillo y rebusco en mi morral por la poción que tenía, me dirijo a la aventurera para decirla: Soy Gerda de la casa Eris. Yo puedo intentar curarla y si lo combinamos con esta poción podremos salvarla. Aún que no se el efecto con heridas tan severas.

Miro al resto de mis compañeros para pedirles ayuda y exclamo: Mis poderes no son tan fuertes ahora mismo y aun con la poción no creo que todo se recoloque solo: Necesitamos entablillar las articulaciones con unas vendas o algo. Si no colocamos correctamente las extremidades antes de aplicar nada puede causarle problemas a largo plazo. 

—Ya veo...
Respiro hondo, mirando mi bastón. El viejo báculo de madera que me viene acompañando ya durante años; he ido quitándole las gemas incrustadas para venderlas y tener con qué alimentar a Vilfi, ahora parece que acabaré dándolo del todo. Pero bueno, las cosas son sólo cosas, y las personas son más importantes que las cosas.
Apoyo el bastón inclinado contra la pared y cojo fuerza para darle una firme patada y así partirlo en dos. Luego coloco de nuevo en la pared las dos mitades, una junto a la otra, y repito el proceso.
—Lancy, tú que eres bien fuerte, ayuda a Gerurun a recolocar los huesos dislocados y usaremos esto para entablillar —pido con severidad mientras le entrego los pedazos al enano.
No le he pedido a King por miedo a que sea demasiado bruto...

Me siento entonces de rodillas en el suelo y apoyo la cabeza de la aventurera en mis muslos, acariciándole la frente para intentar tranquilizarla.
—Vamos vamos, lo estás haciendo muy bien —le digo con ternura—. Esto dolerá un poquito, pero después te vas a poner estupendamente, así que sé fuerte, ¿sí?
Y me dirijo de nuevo a mis compañeros:
—Chicos, si no tienen vendas, mi vestido tiene suficiente tela como para envolver tanto su pierna como su brazo. No tengo fuerza para rasgarlo, pero una espada debería bastar... ¡Ah, cierto! ¡Los cuchillos!

Saco el mío de mi cinto y procedo a sacar retazos de mi falda.

-Tsk, en serio que te vas a comer el sombrero si sigues dando ordenes- Comentó Lance mientras se acercaba a la herida, sinceramente era sorprendente que siguiera viva- Si luego cura mal no me vengáis llorando, os jodeis por intentar ir de médicos.

Siguiendo las directrices del enano, el joven realizó un movimiento brusco para devolver las extremidades a su posición normal, sinceramente no tenía ni idea de que estaba haciendo por lo que era más probable que estuviera haciendo más mal que bien pero lo había avisado.

-Recojamos el botin rápido y veamos si somos capaces de subir por la rampa que hemos venido, da igual si hay enemigos al otro lado será más fácil que cruzar los pisos que hayamos bajado con un peso muerto.

La aventurera después de escuchar a Gerda se quedó unos momentos callada. No fue hasta que  el chasquido del bastón de Vivienne rompiéndose que no volvió a la realidad asintiendo al enano. Cuando la elfa saco el cuchillo con intención de cortar su vestido, la mujer puso su mano sobre su muñeca deteniéndola.

—Delinne, familia Eunomia.—Se presentó hacia vuestro grupo mientras se quitaba el arnés con el que sujetaba su espada y se lo tendía al enano para usarlo como sujeción. Cuando Lance coloco la extremidad en su sitio, o donde él pensaba que era su sitio, sonó un fuerte crujido. O lo había colocado, o lo había roto del todo, una de dos.

La mujer aún seguía inconsciente, pero quizá en un reflejo de dolor su cabeza se movió entre las piernas de Vivienne mientras esta la tranquilizaba. Mientras algunos os encargabais de darle primeros auxilios, otros optasteis por recoger el botín que había por las cercanías, acabando ambos casi simultáneamente.

El camino de vuelta más rápido era el mismo por el que habíais venido, aunque subir por aquella pendiente seria dificultoso, algunos teníais material para hacerlo mas fácil.

Ambos podéis ver al estar cerca de ella, como el rostro de la aventurera ha cambiado cuando Gerda se ha presentado. Como si algo de lo que hubiese dicho no le hubiese gustado o le hubiera extrañado, posiblemente su distracción ha sido a raíz de ello.

Además, en su presentación, tenéis la sensación de que ha hecho especial énfasis al nombrar en su familia, como si esperara algún tipo de reacción por vuestra.

Encantado Delinne "¿Qué pasará en esta zona que todos los nombres de mujer acaban en -nne?" Vamos a sacar de aquí a tu compañera.

El fuerte crujir de la pierna me hizo estremecerme pero fue como un llamamiento a actuar, rápidamente le di a la aventurera mi única poción para que se la diera mientras yo intentaba aplicar mi conjuro. Yo intentaré potenciar el efecto, dásela.  Y juntando mis manos pronuncio: Diosa Eris, te lo ruego, dame el poder para que las heridas de esta aventurera sanen más rápido..." Iluminando mi mano y tocando con ella a la joven.

La curación combinada de la poción y mi conjuro parecía ayudar a la recuperación pero estaba lejos de ser completa. Seguramente siguiese en peligro y requería cuidados mayores. Aún así, si estaba estable era suficiente.

Es lo mejor que podemos hacer aquí. Carguemos con ella y salgamos rápido.

—No lo haces por mí, lo haces por ella —digo severa a Lance—. Si no sabías cómo hacerlo, puedes decirlo de buenas maneras y pedir para que lo hiciera otro. Yo no doy órdenes, no soy la jefa de nadie, eran sólo sugerencias.

Respiro hondo, bajando la mirada para ver las reacciones de esta mujer, que aún no despierta.
—Sí.
Asiento a Gerda y me voy levantando, apoyando con cuidado la cabeza de la aventurera en el suelo para que luego puedan levantarla de ahí.
—Mi nombre es Vivienne —saludo sonriente a Deli.

Y... creo que me van a tener que cargar a mí también, no tengo nada que me ayude a trepar por ese trecho tan empinado y me duelen las piernitas. Me da tremendo corte pedirlo, no sé qué hacer aparte de quedarme titubeando.