Al llevar un rato junto a la puerta de la casa, empieza a llover intensamente. La puerta de la casa se abre y Carmen os hace un gesto para que entréis.
(Cedo la palabra a fray)
Por favor entrad, Afuera está lloviendo mucho. Son las tormentas de verano. La mujer abre más la puerta para que entréis.
Paso dentro.Me alegro de que seais tan comprensiba.
Miré a Zabala, extrañado, pues la mujer parecía ahora comprensiva.
Gracias por entrar en razón, y por dejarnos entrar -dije.
Caray... menuda casa -pensaba. Estos señores vivían bastante bien en comparación con el resto del pueblo...
Por cierto señora, -continué-, está su marido en casa? La verdad me gustaría contarles y que me cuenten algunas cuestiones acerca de su hija... en pos de salvaguardar su vida. ¿No cree?
De una de las habitaciones contiguas surge a medio vestir ( parece que estaba echando un sueñecito) con la cara totalmente roja como si hubiese estado llorando varias horas.
- Mi hija debe de estar muerta, ¿es que no lo entendéis?
Carmen rompe a llorar al escuchar ésto.
- Él la ha matado, estoy seguro. Por eso no le encontráis por ninguna parte.
Si asi es, devera pagar por su crimen, o acaso deseais que castigo quede libre de culpa?
Digame, señor... -estaba algo confuso. ¿Porqué cree que no le hemos encontrado ya? ¿Cómo puede estar seguro de su autoría? Aunque me duela por ustedes volver a recordarlo... y según su palabra, señora, su hija y Miguel estaban... ya saben. ¿Qué motivos habría de matar a nadie? Además... su hija "está" desaparecida... nada más...
Miren. Soy Fraile Franciscano en la capital. Allí hay deceso y saqueos, muerte y delincuencia por doquier. Y el Santo Padre otorga justicia a los que requieren justicia, y castigo a quienes han de ser castigados, por pecar u ocultar el pecado... -la indirecta parecía ser muy directa...
Lo único que creemos mi ahijado ni yo es que no nos cuentan la verdad. Pronto rastrearemos el bosque con alguna patrulla. Sólo queremos que su hija aparezca y la vuelvan a ver. Dígannos, indíquenos, ilumínenos...
En esos momentos toqué las manos del Francisco, el padre, las cuales parecían temblorosas, al tiempo que miraba al cielo (techo) esperando una respuesta, bien por dios o por esos padres desalentados...
También Francisco rompe a llorar.
- Hermano créame , no sé nada! hasta hace unas horas no sabía siquiera que mi hija y ese Miguel, un hombre casado... Ya sabe. Pero mi hija nunca desaparecería así. Nunca se iría , él ha hecho algo, quizás la haya secuestrado. Vayan a por él hermano, Vayan a por él!
Carmen entonces va a una de las habitaciones y vuelve con un trozo de papel que le extiende a Fray Eugenio.
- Tomad, este es un mapa del bosque. Lo tenía mi hija en su habitación, en él está indicado como llegar a casa de Miguel. Sé que habéis vuelto a cotillear las cosas de mi hija. Esto es lo que hubiéseis encontrado.
Al ver el mapa Francisco fusila a su mujer con la mirada.
Fray Eugenio no hace falta que tires nada para interpretar el mapa.
Vamos a darle un poco de ritmo a la partida.
Me lebanto de la mesa, no parece que alla nada mas que decir, sinceramente, no creo que oculten nada.
Bien, pues volbemos al bosque.
Señora..., -dije. Hemos ido ya a casa de Miguel, pero gracias. El hecho de que esté esta nota aquí nos da certeza de que algo tienen que ver. Gracias por su colaboración. Rezad a Nuestro Señor.
Sin más preámbulo, y viendo la reacción de Zabala, harto dispuesto a buscar una aventura en el bosque me despedí de los padres, aunque el patriarca estaba algo mosqueado.
¿Qué opinas, joven amigo? -digo a Zabala mientras caminaba dirección al bosque. ¿Aún crees que los caminos son del Señor son inescrutables? Ten fe que si, mas no el camino de los hombres, pues son ávidos e imperfectos! ¿Crees que Miguel es el responsable?
Entre estas conclusiones nos hacíamos eco del paisaje, al tiempo que transcurría el tiempo por el camino hacia el bosque, donde, una vez allí, habríamos de esperar a Tintoreto... con algun "refuerzo" para el rastreo.
ya he vuelto al 200%
Segun mi opinion Miguel podria haber huido con su familia tras asesinar a la muchacha antes de que esta revelase su aventura, o tal vez fuese del reves, sea como fuere son solo conjeturas.
Y qué hay de los hijos de Miguel? Recuerda que habló también de ellos el padre Javier. Quizá María, la esposa de Miguel, se enteró de la aventura con Maribel y decidió hacer algo impensable... pero... ¿y el factor... diablo? No te olvides de él, joven amigo. Esta villa encierra más de lo que aparenta...
Master, una pregunta. SAbes que no se jugar a Aquelarre (aún, jeje). Por eso te pregunto si tengo habilidades especiales que poder utilizar con fray eugenio, pues hasta ahora ha sido todo narrativo menos una tirada...
Si miguel huyo tal vez se llebo a sus hijos y esposa.
Cuando llegáis al bosque Herny, que había ido a por provisiones os está esperando. parece que ha vuelto de la posada sano y salvo.
Es prácticamente de noche cuando llegáis y vuestros peores temores se confirman. Habrá que pasar la noche a la intemperie.
Bueno ya os comenté que la partida sería narrativa con muy muy poca acción. Las tiradas se hacen cuando se requiere alguna prueba o combate. Pero no desdesperes quizás haya una sorpresa esperando.
Parece que la noche se echó encima. El Señor es mi pastor, nada me falta... en verdes praderas me hace recostar, me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas....
.... aunque camine por cañadas oscuras, nada temo... Estas palabras, y algún que otro salmo iba recitando en mi mente. Zabala estaba en su interior tan confuso como yo, pues las hipótesis conducían a una marisma de dudas y desconcierto. Demasiadas piezas de un rompecabezas... y pocas encajables entre sí.
Me alegro de verte, Tintoreto -le dije al tiempo que santiguaba. ¿Cómo ha ido la marcha? ¿Vendrán a ayudarnos a rastrear este bosque? Hemos de adentrarnos lo antes posible... pese a que la noche nos ha cogido... como el diablo a una mente vaga e ilusoria. Dime, jóven.
¿sorpresilla?
Saco un salchichon de mi bolsa y mastico mintras saludo a tintoreto con la mano, ¿traes vino?
-¿Vino? - pregunto sorprendido ante las ocurrencias de mi compañero - dad gracias de que ese tabernero lerdo me haya prestado este pellejo lleno de agua sin cobrarme nada...
Muestro el pequeño pellejo que cuelga de mi hombro lleno de la maloliente agua de la tasca de Manolo.
-También me dio a regañadientes estos chuscos de pan duro y algo de queso.
Agito un saquete que también llevo a cuestas y que porta el "abundante" manjar que se nos ha cedido para llevar a cabo nuestras investigaciones.
-Y de guías ni rastro, Padre... parece que en este pueblo temen más al bosque que al gran cabrón, ni a punta de estilete arrastras a uno de esos desgraciados hasta estas lides.
Lo cierto es que a estas alturas, Tintoreto comienza a pensar que esa panda de desgraciados, con sus costumbres extrañas y su ermitaña forma de vida, saben más de cómo se cuecen las habas en estas tierras que ellos, que están a plena noche, sin guía y con el mínimo de provisiones a punto de adentrarse en un bosque más espeso que las partes de una matrona, guiados por un fraile que parece actuar con mayor necedad a cada paso que da.
De no haber sido porque le salvo de morir como un perro, haría tiempo ya que lo habría desvalijado y pegado una soberana patada en el trasero... pero la vida es tan caprichosa que termina convirtiendo en penitente a un hombre de mala vida y peor reputación como él... y ahora no le queda otra que obedecer si quiere purgarse y obtener el perdón divino que le permita librarse del infierno cuando la fiesta se acabe.
Así que con su habitual y ridícula cojera, el siervo se sube los pantalones y se arrejunta a la comitiva de Cristo para afrontar la entrada al oscuro bosque.
Ea pues, y si no se nos zampa alguna alimaña ya se encargará el hermano Eugenio de hacérnoslas pasar canutas con su estupidez y su falta de conciencia...
Poco a poco os váis internando en el bosque, los bajos matorrales y pinos aislados van dando paso a más pinos, hayas y álamos todos mezclados. Por lo poco que sabéis de botánica, no es muy normal esa combinación de árboles y menos en estos lares.
Al caminar sólo se escuchan los ruidos típicos del bosque , pájaros y pequeños animalejos correteando de aquí para allá, y el sonido de vuestras pisadas y vuestras espadas tintineando contra el cinturón y la vaina.
Después de caminar varias horas decidís hacer un alto entre varios árboles , pues no hay ningún claro a la vista y el hambre aprieta.
Después de degustar unas míseras raciones , el sueño se apodera de vuestros espíritus y aunque sepáis que es de noche habéis perdido la noción del tiempo.
Decidís hacer varias guardias para mayor seguridad del grupo.
Siguiente escena.