No hace falta poner a prueba nuestra fe... nuestra fe es grande... o nula. Queremos descubrir como personas, un misterio sobrenatural, bajo un escenario terrenal... ¡Habla! Hereje... pero aún hija de Nuestro Señor... ¡Habla ahora! ¡Y no hará falta que el fuego purifique tu alma...! Henry... tráenos esos maderos... -decía al tiempo que barría con l pie un lugar circular para el fuego...
Puedo usar la elocuencia para sonsacarle?
Ya los traere yo.
Cuando paso al lado de la mujer le susurro
Sinceramente, voy a disfrutar mucho viendote sufrir.
Escupo a la mujer y recojo pesadamente los maderos.
Mientras Henry la sujeta con fuerza mientras la mujer intenta revolverse, al ver que no tiene ninguna posibilidad de escapar se lamenta y exclama:
- No creo que un vulgar hermano como tú pueda librarme a mí de la hoguera, en cuanto lleguemos a Madrid seré quemada. Sólo hablaré si me dejáis marchar. ¡ O lo tomáis o lo dejáis hermano ! Mi alma ya está condenada, sólo quiero vivir algo más.
No puedo creer que lloraras así por tu hija y que ahora estés llena de ese existencialismo barato. ¿qué diferencia hay entre morir ahora... quiero decir... purificarse ahora, que luego? Aún dejándote escapar el Santo Oficio irá tras de ti... y te apresarán , créeme... ¿De veras creías que el falso cura de esta villa os sacaría de la miseria?
En esos momentos saqué mi bolsca con maravedís... había muchos, sólo yo lo sabía...
Está bien. Te daré unas monedas... ¿las ves?lo suficiente para que encuentres una mula y salgas huyendo... tan sólo la próxima vez que nos encontremos seré la última persona a quien veas... de momento eres libre... ¡ahora habla!
Volví a mostrar los maravedís desde la bolsa, sin soltarla de mis manos.
EDITO: Tiro elocuencia: tengo 45%. Supongo que es 1d100 y tendré que sacar menos que eso.
Tirada: 1d100
Motivo: Elocuencia a la hereje
Dificultad: 45-
Resultado: 61 (Fracaso)
Máster, no respondiste a mi anterior pregunta.
Perdona, claro que puedes. No hace falta que preguntes tú tira directamente.
La mujer sonrie viéndose vencedora. - Está bien, - suspira - Desde hace años la tierra produce cada vez menos, este pueblo era antes próspero pero poco a poco nos empobrecimos cada vez más. Muchas familias huyeron del pueblo buscando un futuro mejor, pero los que nos quedamos buscamos consuelo en el Padre Javier, pero Dios no estaba escuchando. Un bebé murio de hambre y fue entonces cuando el Padre recurrió a un viejo libro prohibido. Decidimos que invocar a un demonio llamado Surgat y pedirle riqueza era la única manera. Pero para invocarle necesitábamos la sangre de dos niños.
Mi hija y Miguel se amaban pero Miguel estaba casado, así que mi hija mató a la mujer y a los hijos de él. Esa era la sangre que necesitábamos , no fue adrede pero el crimen de mi hija nos iba a ayudar a salvar el pueblo, el problema es que mi hija llevó a Miguel al bosque y le dijo que ya no tenía ningún impedimento para amarla, pues había acabado con sus "ataduras terrenales " , Miguel lloró, se puso furioso y finalmente... acabó con la vida de mi hija. Pero estos acontecimientos no pasan desapercibidos por muy aislados que estemos de Madrid. La iglesia tiene ojos en todas partes... así que aquí que vinisteis.
No pienso dejarla marchar.
Ya teneis vuestra verdad padre, prendamos fuego a esta hereje.
Sigo recopilando maderos
Horrorizada:
- Pero.... Cabrón! malnacido, hijo de una hiena!!
bien Zabala... -dije sonriendo al tiempo que miraba cómo Aitor recogía maderos-, basta. Deja esos maderos. No necesitamos más... Parece convincente... está claro que nosotros no le sacaremos más... la llevaremos a Madrid, con nosotros..., allí experimentará el gran dolor de redención que practican nuestros superiores... Además, en realidad, estos maravedís... serán para ti y para Tintoreto, pues los golpes lo han requerido... ¿No crees?
Miré de nuevo a la mujer.
Creo que te podría suministrar la extrema unción... ahora... pues en Madrid no tendrá cabida eso, y anhelarás no haber sido quemada ahora mismo por nosotros... Tu dirás... de momento ¡¡andando pagana!!
- ¿ Extrema Unción ? , yo hace tiempo que renegué de todo eso. Me rio de vuestras prácticas y vuestra santurronería , además habéis traicionado vuestra promesa. Yo estoy condenada pero esa traición a vuestra palabra quedará en vos. Vuestra alma quedará marcada por la huella de vuestra infamia. - La mujer escupe en el suelo.
Dios le perdonara si lo cree conveniente, pero ten por seguro que no te perdonara a ti.
Busco alguna cuerda para atarle las manos y rompo un trozo del vestido del antiguo cura para introducirselo en la boca y hacerla callar de una vez.
Escondo un puñado de los trozos de el brazo(de oro)de el cura cuando me agacho a recojer sus vestimentas.
Llamas traición a la persuasión... ¿en qué mundo vives? El único nexo con lo divino es el fuego, instrumento del Santo Oficio. Es doloroso, si, pero más doloroso es vivir una vida herética y blasfema. En realidad -dije sonriendo- te estoy ayudando a no profanar con más ahínco tu alma... -finalicé.
Camina...
Seguí andando hasta el pueblo. Allí conseguiríamos un carruaje o un par de mulas que nos llevarían a la capital.
De momento, por mi parte no hablaré más con la mujer. Es nuestro "rehén", "prueba" (llamalo X) hasta madrid.
Aitor saca la cuerda de su mochila y ata a la prisionera, después la amordaza con un trozo de tela del hábito del Padre Javier. Una vez amordazada la prisionera y bien atada, emprendéis el camino hasta Madrid dejando ese pueblo de herejes y endemoniados. Donde la tragedia siempre se cierne sobre los justos.
Abro nueva escena.